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Kindle Notes & Highlights
by
Carlos Salas
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August 20 - September 16, 2022
Suprimir locuciones que no aportan gran cosa:
Sustituir locuciones conceptuales por coloquiales. “Horizonte plurianual” por “durante varios años”.
Los textos jurídicos pueden ser más comprensibles aplicando técnicas de storytelling vistas aquí como acortar frases, sustituir sustantivos por verbos y no repetir ideas.
Podemos comenzar con cualquier idea, película o imagen, pero el final tiene que resumir la idea principal y darle un remate inteligente. Los lectores esperan esa conclusión. Y si no llega, se enfadan.
El texto que estaba leyendo sobre Caravaggio terminó ahí. Con la retirada del cuadro. “¿Y… ya está?”,
Le había pasado lo mismo que a mí: se quedó con la miel en la boca.
La frase célebre. Me refiero a una frase de un pensador como Platón o Ramón y Cajal,
La idea concentrada. Admito que es muy difícil, porque se trata de resumir todo el escrito en una oración que debe salir de nuestro intelecto.
La alerta mundial. Escribir al final algo como “si no lo hacemos así, entonces sucederá esto…”.
Frase de personaje entrevistado.
Un texto con un buen cierre aumenta de calidad, sobre todo si esas líneas finales repiten la idea central.
La acumulación de palabras a veces es producto de la pereza.
Aportar datos o la fuente, otorga más credibilidad.
aposición:
La gente que vive en la montaña desarrolla con más facilidad el poder de la mente. Es el ejemplo de María Ferrera, una gallega que vive en un pueblo de Lugo y que predice con enorme exactitud los días en que va a salir el sol.
Se admira más a un personaje por intentar conseguir un objetivo que por conseguirlo.
Tienes que tener en mente lo que es interesante para ti como espectador,
Buscar el tema es importante, pero no sabrás de qué va la historia hasta que estés al final. Cuando llegues, reescribe.
Érase una vez ___. Todos los días, ___. Un día ___. Debido a ello, ___. Debido a ello, ___. Hasta que al final
Simplifica. Céntrate. Combina personajes. No te desvíes.
¿En qué es bueno tu personaje? ¿O en qué se siente cómodo? Pon lo contrario en su camino. Desafíalo ¿Cómo reaccionaría?
Ten claro el final antes de pensar en el medio. En serio. Los finales son difíciles.
Termina tu historia, sigue avanzando incluso si no es perfecta.
Cuando estés atascado, haz una lista de las cosas que NO pasarían a continuación. Muchas veces lo que necesitas para seguir avanzando aparecerá.
Fíjate en las historias que te gustan. Lo que te atrae de ellas es parte de ti; tienes que reconocer esos elementos antes de poder usarlos.
Poner la historia en papel te ayuda a darle forma.
Desestima la primera cosa que se te venga a la cabeza. Y la 2º, 3º, 4º, 5º – no te quedes con lo obvio. Sorpréndete a ti mismo.
Dale opiniones a tus personajes. Un personaje pasivo/maleable puede parecer bueno para ti como escritor pero es veneno para la audiencia.
¿Por qué debes contar ESTA historia? ¿Cuál es la inquietud que arde en tu interior y de la que se alimenta la historia?
Si fueras el personaje ¿Cómo te sentirías en su situación? La honestidad da credibilidad a situaciones inimaginables.
¿Qué está en juego? Danos razones para que nos importe el personaje. ¿Qué pasa si no consigue su objetivo? Pónselo todo en contra.
17. Ningún trabajo va a ser desperdicio. Si no funciona, déjalo y ponte a otra cosa . Te será útil más adelante.
Tienes que conocerte a ti mismo: la diferencia entre hacerlo lo mejor que puedes y pasarse de perfeccionista.
Utilizar coincidencias para meter a los personajes en problemas es fantástico; usarlas para sacarlos de los problemas es hacer trampas.
coge las secuencias de una película que no te guste. ¿Cómo las reordenarías para convertirla en algo que SÍ te gusta?
Tienes que identificarte con tus situaciones/personajes, no se trata de escribir bonito. ¿Qué te haría actuar como lo hacen los personajes?
¿Cuál es la esencia de tu historia? ¿Y la manera más económica de contarla? Si conoces estas respuestas, puedes escribir la historia partiendo de ello.
La lectura es un acto progresivo y lineal, de modo que cuando se obliga al lector a retroceder, se interrumpe ese acto.
Las historias con seres humanos atrapan nuestra atención más que sin ellos.
Los enunciados se entienden mejor con ejemplos y comparaciones.
Las palabras cortas se entienden mejor que las largas.
Los textos troceados en frases cortas se entienden mejor.
Las palabras visuales (pictogramas) son más fáciles de concebir que las abstractas (ideogramas).
Las listas sirven para organizar las ideas, como esta misma lista de reglas de atención: 1, 2, 3…
Cada cierto tiempo, la atención lectora decae por esfuerzo o por aburrimiento. Hay que reactivarla con algún truco cognitivo.
La mejor lectura se logra cuando el escritor sabe manejar el nivel consciente y el inconsciente del lector.

