More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Las ambientaciones no se limitan al entorno físico y temporal, sino también al social. Esta dimensión se hace vertical en un sentido: ¿en qué nivel de conflicto planteamos nuestra narración?
El NIVEL DE CONFLICTO es la posición que ocupa la historia dentro de la jerarquía de las luchas humanas.
La relación entre estructura y ambientación La ambientación de una historia define y delimita con precisión sus posibilidades. Aunque la ambientación es ficticia no podemos permitir que en ella ocurra todo lo que se nos pase por la cabeza. Dentro de cada mundo, independientemente de lo imaginario que sea, sólo algunos acontecimientos son posibles o probables.
Las HISTORIAS deben cumplir sus propias normas de probabilidad. Por consiguiente, los acontecimientos que elija el guionista estarán limitados por las posibilidades y probabilidades marcadas por el mundo que diseñe.
Las historias no se materializan de la nada, sino que surgen de los materiales que ya existen en la historia y de las experiencias de los seres humanos.
Somos nosotros quienes establecemos esas posibilidades y limitaciones a través de nuestra elección personal de ambiente y nuestra manera de trabajar dentro de él. Hemos inventado esas fronteras y nos vemos forzados a cumplir con un contrato.
Una verdadera historia sólo funcionará en un único lugar y tiempo.
Toda buena historia se desarrolla en los confines de un mundo limitado y reconocible. No importa cuán grande pueda parecer un mundo ficticio, si lo observamos más de cerca descubrimos que es sorprendentemente pequeño.
En el mundo de un guionista no debería moverse una mosca sin que él lo supiera. Para cuando se termina el último borrador, el escritor debe poseer un conocimiento absoluto de su ambientación con tal profundidad y detalle que nadie pueda plantear ninguna pregunta sobre ese mundo (desde los hábitos alimenticios de los personajes hasta el clima que hace en septiembre) que él no pueda responder al instante.
Sin embargo, un mundo «pequeño» no tiene por qué ser trivial.
Significa tener un conocimiento acerca de todo aquello que sea pertinente.
La ironía de la ambientación frente a la narración es la siguiente: cuanto mayor sea el mundo, más diluido estará el conocimiento que tenga el autor, por lo que contará con menos opciones creativas entre las que elegir, lo que impondrá un mayor uso de clichés en sus guiones. Cuanto menor sea el mundo, más completo será el conocimiento del autor y más opciones creativas tendrá a su disposición. Resultado: una historia completamente original y una victoria en nuestra guerra contra los clichés.
La clave para ganar esta guerra es la investigación, dedicar tiempo y esfuerzo a adquirir conocimiento.
nuestra memoria, la investigación de la imaginación y la investigación de los hechos.
Habitualmente, toda historia necesita uti...
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
Investigar no es soñar despiertos. Hemos de explorar nuestro pasado, revivirlo y entonces escribirlo. En nuestra mente sólo es un conjunto de recuerdos, pero una vez escritos se convierten en un conocimiento sobre el que se debe trabajar.
Utilizando detalles vívidos debemos escribir un bosquejo de cómo nuestros personajes compran, hacen el amor o rezan –escenas que tal vez formen parte de nuestro relato o no–, pero debemos navegar en nuestro mundo imaginario hasta llegar a sentir un déjà vu.
Una vez encontremos esos nexos y visualicemos las escenas, debemos plasmarlas por escrito. Una imaginación que trabaje estará investigando.
Nos quedamos en blanco porque no tenemos nada que decir. No es que nos haya abandonado nuestro talento. Si tuviéramos algo que decir no podríamos evitar escribir. No podemos matar nuestro talento, pero podemos hacer que pase tanta hambre que entre en coma a través de la ignorancia. No importa cuánto talento tenga una persona: si es ignorante, no podrá escribir.
La investigación no sólo gana la batalla contra los clichés, sino que constituye la clave de la victoria contra el miedo y contra su hermana, la depresión.
A menudo, escarbar en nuestra memoria, en la imaginación y en los hechos va seguida de un fenómeno que a los autores les encanta describir en términos místicos:
No obstante, esa repentina impresión de que el relato se está creando a sí mismo sencillamente marca el momento en el que el conocimiento del autor sobre el tema ha llegado a un punto de saturación.
Pero debemos estar sobre aviso. Aunque la investigación nos aporta material, no puede sustituir a la creatividad.
Una historia no es un simple cúmulo de datos unidos en una narración, sino un diseño de acontecimientos que nos debe dirigir hasta un clímax que tenga significado.
Al sembrar nuevas ideas, éstas hacen evolucionar tanto a la propia historia como a los personajes; al crecer la historia nos plantea preguntas que piden una investigación más profunda.
La buena escritura no es nunca un equilibrio perfecto entre creatividad y dominio, ni una cuestión de establecer el número exacto de acontecimientos necesarios para llenar una historia y luego introducir el diálogo.
El oficio narrativo nos exige inventar mucho más material del que podemos usar razonablemente, y después llevar a cabo una astuta selección de entre esa cantidad de acontecimientos de calidad, de momentos de originalidad que encajen con el personaje y con el mundo.
La CREATIVIDAD significa elegir qué incluir y qué excluir.
Pero si conocemos el oficio sabremos cómo curarnos de los clichés: haciendo bosquejos de cinco o diez escenas distintas de «el encuentro de los amantes en Barcelona». ¿Por qué? Porque los guionistas experimentados no confían nunca en la llamada inspiración. Con mucha frecuencia, la inspiración se limita a la primera idea que nos viene a la cabeza, y en nuestras cabezas tenemos cada película que hemos visto, cada novela que hemos leído, que nos tientan con sus clichés.
Estamos buscando ideas, por lo que nos limitamos a plasmar bosquejos de qué ocurre en ellas.
Si nuestro guión ya terminado contiene cada una de las escenas escritas por nosotros, si nunca nos deshacemos de ninguna idea, si nuestras revisiones se limitan a poco más que un embellecimiento del diálogo, casi con toda seguridad nuestro guión será un fracaso. No importa cuánto talento tengamos, porque en el fondo todos sabemos que el noventa por ciento de lo que hacemos no alcanza nuestro nivel óptimo. Pero si la investigación nos inspira para llegar a un equilibrio aceptable, y si nuestras elecciones son brillantes y conseguimos encontrar ese diez por ciento de material excelente y
...more
un intento de dar sentido a esa producción se han diseñado diversos sistemas para clasificar las historias según una serie de elementos compartidos, lo que ha llevado a catalogarlas por género.
No obstante, no se ha llegado jamás a un acuerdo sobre el número y tipo de géneros que existen.
A continuación presento el sistema de géneros y subgéneros utilizado por los guionistas, un sistema que ha evolucionado basado en la práctica y no en la teoría y que contempla las diferencias de tema, ambientación, papeles, acontecimientos y valores.
01. HISTORIA DE AMOR.
02. PELÍCULA DE TERROR.
el misterioso, donde la fuente de terror es sorprendente pero está sujeta a una explicación «racional»,
el sobrenatural, donde la fuente de terror es un fenómeno «irracional» del reino de los espíritus; y el supermisterioso, donde el público sigue intentando d...
This highlight has been truncated due to consecutive passage length restrictions.
03. ÉPICA MODERNA
04. PELÍCULA DE VAQUEROS.
05. GÉNERO BÉLICO.
Sus subgéneros principales son pro guerra frente a antiguerra.
06. TRAMA DE LA MADUREZ
07. TRAMA DE REDENCIÓN.
08. TRAMA PUNITIVA.
09. TRAMA DE PRUEBAS.
10. TRAMA EDUCATIVA.
11. TRAMA DE DESILUSIÓN.
Algunos géneros son megagéneros, tan amplios y complejos que están llenos de numerosas variaciones y subgéneros:
12. COMEDIA. Sus subgéneros varían desde la parodia a la sátira, a la comedia de situación, al romance, a la comedia loca, a la farsa, a la comedia negra, y presentan todos ellos diferentes enfoques en su ataque cómico (locura burocrática, modales de clase alta, cortejo entre adolescentes, etc.) y en el nivel de ridiculización (suave, cáustico, letal).