More on this book
Community
Kindle Notes & Highlights
Leticia respondió que no tenía idea de quién era esa Anita y le colgó.
—Hemos averiguado que Leticia Cordero es prima del padre de la niña.
—Murió en 2015. Su nombre completo era Rutilio Díaz Cordero. En El Salvador el apellido del padre, Díaz en este caso, va antes que el de la madre, que rara vez se usa.
—Vivo aquí desde chica, señor. No he tenido ninguna relación
—Nadie me llama Lety ahora. Así me decían de chica —murmuró Leticia.
—Desapareció. Pensamos que fue deportada. —¿Desapareció?
A muchos simplemente los mandan a México con instrucciones de esperar a que los llamen para que un juez
Al otro lado de la frontera hay campamentos de refugiados, docenas de miles de personas viviendo en tiendas, en pésimas condiciones.
público no conoce ni la mitad de lo que está sucediendo.
—Así es, señor. Mientras procuramos encontrar a la madre, lo que está resultando difícil, sería de gran ayuda que Anita estuviera a cargo de un familiar.
Se preguntó si había borrado a propósito sus primeros cinco años o si simplemente era demasiado joven
Que fueran parientes o no lo fueran, daba lo mismo. El destino les presentaba la oportunidad
—Prométame que pase lo que pase, usted no se va a quejar. Una vez que esa chiquilla esté aquí, ya no irá a ninguna otra
parte, sólo a reunirse con su madre, ¿de acuerdo?
asedio.
—Apenas se pueda la vamos a inscribir en la escuela de ciegos en Fremont;
—Tal vez no sepa suficiente inglés para eso —dijo Leticia. —Lleva varios meses en este país, algo debe de hablar.
Si he podido enseñarles música a alumnos sin talento, puedo enseñarle inglés y algo más a esa chiquilla.
esmerado
empolvado
cervatillo
Los comienzos fueron tensos, pero el ambiente se relajó cuando Leticia sirvió la horchata y el pastel de tres leches, que según ella era el más popular en El Salvador.

