Crítica: COMANCHERÍA
Con el rancho familiar en quiebra, dos hermanos deciden atracar bancos para así saldar sus deudas. Así comienza este thriller con toques de western en el que los buenos parecen malos y los malos parecen buenos. Los bancos y los rangers de texas contra dos hermanos que luchan por sobrevivir. Esta semana hemos visto: COMANCHERÍA.
Hell or high water es su título original, algo que nada tiene que ver con el título en español, pero nosotros a lo nuestro. Con esa expresión podríamos entender algo así como infierno o el agua hasta el cuello, que es precisamente como están ambos hermanos. Uno es un padre divorciado (Chris Pine), el otro un ex convicto de gatillo fácil, todo un caramelo interpretado por Ben Foster. Ambos atracarán las distintas sedes que tiene su banco en Texas para sacar dinero de una deuda que no hace sino crecer y que pronto se verá expropiada.
Chris Pine y Ben Foster son los hermanos atracadores dispuestos a salvar su granja de la quiebraPor una causa justa, podríamos decir que ellos son los buenos, unos atracadores del montón en el lejano oeste que serán combatidos por un par de rangers de Texas, el primero es indio y el segundo un tejano de ley, nada menos que un Jeff Bridges en su salsa que no deja títere con cabeza con sus chistes raciales. Ambos estudiarán los movimientos de los hermanos y les intentarán dar caza, situándose en el lado de la ley, que no es otro que el lado de los bancos que no cesan de expropiar y robar a los ciudadanos a los que estos defienden. COMANCHERÍA no es el típico western de siempre, el héroe es el villano y su causa no puede ser más justa.
David Mackenzie dirige una película que es solvente en todo lo que se propone: interpretaciones, guión, montaje, fotografía, sonido... No hay ningún pero que sacarle, excepto que la mayoría de espectadores se perderán en blocksbusters del momento y la dejarán pasar, perdiéndose una película que no aburre en ningún momento y siempre trabaja bajo la incertidumbre y el descontrol. 104 minutos que vuelan y se disfrutan gracias a unos personajes redondos y un guión interesante, imágenes violentas y un brillante cierre, pero sobre todo unos personajes que logran interesar al público.
Una de las mejores escenas de la película. Comprobaremos que los tejanos son únicosChris Pine quizás el que menos brille de los tres, pues su personaje es serio, centrado, la mente que piensa y controla a un hermano con el que ha que batallar, una fiera salvaje descontrolada, todo un caramelo para Ben Foster, que lógicamente no puede hacer otra cosa que brillar y comerse a su compañero. No obstante, Chris Pine se muestras solvente, pero es que Ben Foster lo hace genial. Por otra parte, tenemos a un Jeff Bridges que encaja como anillo al dedo en ese ranger de Texas viudo, cascarrabias y a punto de jubilarse, pero trabajando en su último caso junto a su compañero de raza india (Gil Birmingham).
COMANCHERÍA es una película de tono serio, pero en la que no falta el humor, sobre todo en la pareja de rangers, unos chistes raciales que se asientan en el filme con total naturalidad y que boca de Jeff Bridges y su personaje logran dar el impacto adecuado. En general, los tres personajes protagonistas son bastante redondos, pues intuímos cómo ha sido su vida así como también sus pretensiones, evolución y miedos internos. El espectador, al igual que algunos personajes del filme, sabrá posicionarse a favor de unos atracadores que combaten contra la ley, una especie de neo western que rompe los clichés del género y, además, ofrece calidad.
Una pareja de rangers inusual, indio y vaquero unidos en un western atípico y actualEn definitiva, COMANCHERÍA es una película ágil, rápida, con interpretaciones solventes y bien realizada en todos y cada uno de sus apartados. Una obra que sabe aunar lo mejor del clásico western de acción y lo lleva a una nueva época en la que los indios son los bancos y los vaqueros los que luchan contra ellos. Y vosotros, ¿de qué bando estáis? No os la perdáis.

Hell or high water es su título original, algo que nada tiene que ver con el título en español, pero nosotros a lo nuestro. Con esa expresión podríamos entender algo así como infierno o el agua hasta el cuello, que es precisamente como están ambos hermanos. Uno es un padre divorciado (Chris Pine), el otro un ex convicto de gatillo fácil, todo un caramelo interpretado por Ben Foster. Ambos atracarán las distintas sedes que tiene su banco en Texas para sacar dinero de una deuda que no hace sino crecer y que pronto se verá expropiada.

David Mackenzie dirige una película que es solvente en todo lo que se propone: interpretaciones, guión, montaje, fotografía, sonido... No hay ningún pero que sacarle, excepto que la mayoría de espectadores se perderán en blocksbusters del momento y la dejarán pasar, perdiéndose una película que no aburre en ningún momento y siempre trabaja bajo la incertidumbre y el descontrol. 104 minutos que vuelan y se disfrutan gracias a unos personajes redondos y un guión interesante, imágenes violentas y un brillante cierre, pero sobre todo unos personajes que logran interesar al público.

COMANCHERÍA es una película de tono serio, pero en la que no falta el humor, sobre todo en la pareja de rangers, unos chistes raciales que se asientan en el filme con total naturalidad y que boca de Jeff Bridges y su personaje logran dar el impacto adecuado. En general, los tres personajes protagonistas son bastante redondos, pues intuímos cómo ha sido su vida así como también sus pretensiones, evolución y miedos internos. El espectador, al igual que algunos personajes del filme, sabrá posicionarse a favor de unos atracadores que combaten contra la ley, una especie de neo western que rompe los clichés del género y, además, ofrece calidad.

Published on January 09, 2017 12:42
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