Pedro Cayuqueo's Blog, page 63

October 17, 2017

El legado

La entrevista dada por la presidenta Michelle Bachelet a este diario la semana pasada, a parte de invisibilizar por unos días al incómodo candidato Guillier,  ha dado para comentarios durante varios días. Estos han estado referidos al contenido de su legado, y se han emitido a modo de juicio evaluador de sus reformas. Así, presenciamos por un lado los discursos apologéticos (convencidos u obligados) que salieron a defender los distintos cambios impulsados. Por otro, se levantaron las voces críticas que sancionan como perjudiciales -desde el punto de vista económico y social- las reformas de educación escolar y superior, de impuestos, la ley de aborto, laboral, etc. Ambas trincheras, no obstante, suponen, bueno o malo,  el reconocimiento de un legado.  Tal vez convenga preguntarse primero si es oportuno y adecuado hablar de “legado”.


Si se analizan las reformas emblemáticas impulsadas por el gobierno de la Nueva Mayoría, poniendo el énfasis tanto en la ideología o diagnóstico que las inspira, parece más bien que, antes que “legado”, se apunta al “grabado”. Mirar la obra de este gobierno implica primero centrarse en aquellas características que sellan su identidad. Por eso, en esta primera dimensión, por mucho daño que produzca la testarudez o voluntarismo con que se han sacado adelante las promesas comprometidas, es más preciso referirse al sello que define la singularidad de este mandato.


Si, por el contrario, se prefiriese observar sólo  las consecuencias o impacto económico que generarán las reformas, ahí recién se abre una ventana para evaluar las condiciones de posibilidad de un eventual legado. Claro, pues, la condición necesaria para que el trabajo de un gobierno reformador se transforme en un legado político es, paradójicamente, lograr superar la barrera de la autoría. Es decir, no basta una ley para cambiar la realidad. Los mandatarios reformistas logran legar cuando transforman subjetivamente la conciencia colectiva, y eso ocurre cuando los cambios se adhieren a las valoraciones de las personas generando una cultura que gira en torno a esas tradiciones que se logran instalar. Eso ocurre transparentemente, o sea, asumiendo y traspasando esa costumbre adquirida a los demás de modo natural.


Sin embargo, para llegar a ese estadio, se requiere hacer un duelo con el gestor, el cual no se logra automáticamente, es decir, las  reformas por sí mismas no son garantía efectiva de un cambio. De hecho, parte medular del sentido de las democracias representativas es poder cambiar y revertir los escenarios en el mediano plazo (estas mismas reformas operan como dato de constatación de este argumento). Las mayorías y consensos son volátiles, más aun en la vorágine posmoderna donde la sensibilidad cultural se “caracteriza” por la hibridez identitaria y por experienciar caleidoscópicamente la realidad.


Dicho esto, las reformas políticas y económicas promovidas y aprobadas por este gobierno y su coalición requieren generar un cambio cultural para asentar realmente los objetivos que persiguen. Si cada uno de los proyectos y leyes impulsadas por la presidenta Bachelet  no logran cambiar la valoración de los ciudadanos, por ejemplo, en la forma de elegir e involucrarse en la educación de sus hijos, en el derecho que se reconoce a los niños a tener padre y madre, o en el modo que prefieren para negociar sus salarios y horarios, o hacia dónde prefieren que se destinen sus fondos de pensiones,  entonces no será posible un cambio efectivo.


Así las cosas, al parecer la discusión iniciada por el legado es prematura y responde  más bien a los bemoles propios del ambiente electoral.


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Published on October 17, 2017 04:28

Premio Nobel de Física 2017: Comenzando a escuchar el universo

Por estos días la noticia del Premio Nobel de Física 2017, otorgado a tres físicos estadounidenses por la detección de las ondas gravitacionales–las que predijo Einstein hace ya cien años–  ha ocupado las páginas de diversos medios de comunicación.  Pero más allá de lo mediático de este descubrimiento –porque la física  a veces sí puede ser mediática- es importante entender qué son las ondas gravitacionales, cómo es posible detectarlas y cuál es su importancia e impacto para la física  y la comunidad científica, en general. 


La respuesta no es tan compleja como podría esperarse. En definitiva, las ondas gravitacionales de las que hoy todo el mundo habla,  son  distorsiones del mismo espacio y tiempo que viajan a través del universo. Esto pareciera ser parte de una novela de ciencia ficción, pero lo maravilloso es que no lo es. Estas distorsiones, en realidad,  son predicciones de la teoría de la gravedad de Einstein y los físicos solo estábamos esperando su confirmación experimental. Y, felizmente, un siglo después el experimento LIGO (Laser Interferometer Gravitational-Wave Observatory) logró confirmar su existencia por primera vez. Por cierto, son muchos los físicos que han trabajado durante años y han jugado un rol fundamental en este descubrimiento.


Para poder entender intuitivamente qué son estas distorsiones, pensemos primero en una onda un poco más conocida: la luz. La luz es lo que se conoce como una onda electromagnética, esto es campos eléctricos y magnéticos que viajan a través del espacio a una velocidad de 300 mil kilómetros por segundo. Esta es la velocidad de la luz. Por otra parte, la teoría de la gravitación de Einstein es para otro tipo de fuerzas: las fuerzas gravitacionales. Aquí los elementos fundamentales son el espacio y el tiempo en sí. Las distancias se distorsionan y los tiempos se dilatan. Estas dilataciones y contracciones pueden viajar a través del espacio y también lo hacen a la velocidad de luz. Y esto es lo que se conoce como ondas gravitacionales. La comprobación de su existencia es tan espectacular que incluso el propio Einstein dudó de ello y llegó a pensar que, de existir, era casi imposible que el ser humano pudiera detectarlas. Sin embargo, la naturaleza, el intelecto humano y el desarrollo científico tecnológico nos tenían preparada una sorpresa. De eso ya han pasado dos años.


El 14 de septiembre de 2015 los dos observatorios de LIGO, ubicados en las ciudades de Hanford, Washington y Livingston, Louisiana, detectaron, simultáneamente, las ondas gravitacionales emitidas por un evento violentísimo: la colisión de dos agujeros negros. Esta colisión ocurrió a una distancia de mil millones de años luz de nuestro planeta. Las ondas gravitacionales producidas en esta colisión tienen frecuencias entre 35 a 250 Hertz, rango que está, curiosamente, dentro de lo audible para los humanos. Hasta ahora con nuestros telescopios solo podíamos observar el Universo a través de las ondas electromagnéticas (luz) que nos llegan desde los confines del cosmos. Ahora, hemos adquirido un nuevo sentido: no solamente vemos la luz del Universo con nuestros telescopios, también podemos “escuchar” su bella sinfonía a través de las ondas gravitacionales.


De hecho, LIGO junto con un detector de las mismas características en Italia (VIRGO) anunciaron ayer la detección de un nuevo evento ultra violento: la colisión de dos estrellas de neutrones.  Y es aquí cuando sale a relucir toda la maravilla de lo que ya comenzó. Las estrellas, como bien todos sabemos, emiten luz. Al colisionar estas estrellas se emitieron ondas gravitacionales y, junto con la luz que emitieron en este choque, los telescopios del mundo alzaron su vista y pudieron detectarla al mismo tiempo que las ondas gravitacionales arribaron a nuestro planeta.  Nuestros telescopios en Chile, por estar en el hemisferio sur (opuesto al del LIGO y VIRGO), jugaron un rol crucial en esta nueva detección.


No cabe duda de que con estos descubrimientos comienza una nueva era. La era de la astronomía de ondas gravitacionales, insospechada para muchos, incluso para Einstein, y que nos ayudará a revelar los secretos más íntimos de nuestro Universo y nuestro lugar en él.


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Published on October 17, 2017 04:15

October 16, 2017

Recalificación del delito

Quienes enseñamos litigación en el nuevo sistema penal ponemos particular énfasis en lo central que es para ganar un juicio construir una teoría del caso coherente, que dé cuenta en forma íntegra de todos los hechos acaecidos y sus implicancias para el derecho penal. Por ello, la teoría del caso de la Fiscalía no se agota en subsumir determinados hechos en un tipo penal, debiendo hacerse cargo también de las motivaciones, las agravantes y eventualmente de las atenuantes con que actuaron los hechores. Básicamente el juicio consiste en convencer al tribunal sobre qué relato -el de la Fiscalía o el de la defensa- explica de mejor manera lo que efectivamente sucedió en los hechos objeto del juicio. Por lo mismo, no hay peor daño que se le puede hacer a la propia causa que apartarse de ese relato, cambiarlo sobre la marcha o hacer o decir cualquier cosa inconsistente con él. Si la propia parte cambia su versión durante el proceso es difícil que logre convencer de ella al tribunal.


Por lo anterior, no debiera de extrañar la posición de la Fiscalía en el proceso contra los comuneros mapuches de oponerse a la pretensión del gobierno de recalificar los hechos objeto de la acusación, desde un acto terrorista a un simple delito de incendio.


Aquí se ve lo distantes que son lógicas del derecho de las de la política. Por muy atendibles que fueran las motivaciones humanitarias del Ejecutivo para recalificar el delito, necesariamente iban a terminar chocando con las pretensiones del Ministerio Público, pues la recalificación no consiste simplemente en solicitar una menor pena por los mismos hechos, sino en afirmar que las circunstancias en que esos hechos se cometieron habrían sido distintas a las señaladas en la acusación; pero resulta que no hay ningún antecedente nuevo en el caso que justifique ese cambio.


Por otra parte la Fiscalía no debe preocuparse solo de este caso, sino también de darles un tratamiento igualitario a todas las víctimas e imputados en casos similares, principio que no tiene la misma importancia para el gobierno, el cual puede ejercer en forma discrecional sus facultades en esta materia y atender cuestiones contingentes como las consecuencias de una huelga de hambre.


Los problemas de cambiarse de caballo en la mitad de la carrera ya se pudieron constar en la audiencia de revisión de cautelares en que el abogado de Interior solicitó sustituir la prisión preventiva de los comuneros en huelga de hambre por el arresto domiciliario. En ella, el juez de garantía le preguntó: “¿Por qué acusa y pide entre 20 y 23 años, y hoy me dice que esas personas no son peligrosas?”. El mensaje del juez es obvio: en algún momento, ya sea en la acusación o ahora en esta audiencia, usted está utilizando mi tribunal para otros fines. Y eso no se aviene con la justicia. De paso sirvan también estas palabras del juez de garantía para desmentir a quienes piensan que los jueces lo único que hacen es defender a los delincuentes y que nunca se ponen del lado de las víctimas.


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Published on October 16, 2017 22:30

Las armas de Kast

Hasta ahora nadie lo ha tildado de “Cura de Catapilco”. Sin embargo, es un hecho que José Antonio Kast ha logrado capturar un porcentaje de votos que, más allá de otras variables, hace imposible que aspire a ganar en primera vuelta. Kast ha logrado combinar la rigurosidad germánica con la zorruna astucia de estas latitudes. Frente a toda la Corte Suprema, por ejemplo, le dijo a Guillier que sus votos estaban manchados por el narcotráfico de San Ramón.


Tamaña calumnia lo dejó estupefacto. Respecto a Sebastián Piñera, se negó a competir en primarias, y no ha escatimado en críticas a su programa. Ante la recalificación de las querellas por huelgas de hambre de imputados mapuches, le recordó que había cedido frente al mismo tipo de actos antes que Bachelet. Su comando quedó dando explicaciones.


Sus intervenciones y su programa muestran que Kast aparentemente responde a un paradigma político que ya va siendo típico en Europa: las minorías tradicionales abandonadas. Cierto que allá el fenómeno se refiere esencialmente a la inmigración y otros problemas de la comunidad económica. Acá, en cambio, se trata de un grupo de ciudadanos que se sentía más cómodo respirando en los territorios de la UDI, pero le repele Chile Vamos.


Y es que ahí su pensamiento “conservador” no tiene espacio político. Unos ejemplos: se sienten inseguros con el aumento creciente de la inmigración y en privado le atribuyen la proliferación de ciertas enfermedades; hubieran preferido ciertamente el rechazo del aborto. Por otro lado, perciben que el avance en el matrimonio igualitario y la adopción homoparental afecta la institución del matrimonio y les resulta incómodo decirlo abiertamente. También rechazan el cambio de género sexual. En otro ámbito, piensan que en los tiempos de Pinochet hubo actos reprochables respecto a los derechos humanos pero el país fue salvado del marxismo y devuelto a la democracia. No se consideran “cómplices pasivos” del daño causado a muchas familias chilenas, sino orgullosos actores del crecimiento del país que en esa misma época ocurrió. Hay personas afines a la idea de un indulto humanitario para reos exmilitares en condiciones especiales de enfermedad, incapacidad o edad avanzada; y, para finalizar, un grupo nada despreciable es partidario de considerar la idea de fomentar la tenencia de armas para defensa de las familias como forma de repeler la delincuencia.


Al contrario de lo que ha ocurrido en Europa, en que muchedumbres de “indignados” han propiciado importantes cambios legales o adelantado reformas referidas a diferentes derechos, en Chile los que sostienen las ideas recién señaladas no llenan plazas ni calles. A nuestro modo de ver, se trata de personas que, teniendo un punto de vista, quizás se han detenido ante la historia o se han negado a entenderla y mucho menos a aceptar cambiarla.


Kast está representando el pensamiento de estas minorías especiales. Los temas que toca en su campaña son graves, pero las soluciones que propone van a dejar las cosas igual o peor. Lo suyo, electoralmente hablando, responde al título de una de las grandes obras de Paul Auster: “Experimentos con la verdad”.


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Published on October 16, 2017 22:25

Autonomía universitaria

El proyecto de ley que reforma la educación superior se encuentra en su segundo trámite legislativo. Cada día se visibilizan múltiples falencias y omisiones en esa propuesta, que no apunta a mejorar ni la calidad ni la equidad. Un tema son las facultades de la Subsecretaría y la Superintendencia, las que ponen en riesgo características fundamentales: la diversidad interinstitucional y la autonomía. Éste último, el principio de Autonomía Iris Universitaria, creado en el siglo XI y reconocido en Chile desde 1931, busca preservar a la universidad de las presiones del poder político. Se expresa en que las universidades deberían poder elegir con autonomía su forma de gobierno, designar sus autoridades y definir sus estatutos y planes de estudios, con el fin último de fomentar la transmisión y la creación de conocimientos. La intervención puede derivar en un resultado que, con muy buenas intenciones, las empobrezca, en detrimento de la sociedad, hoy y mañana.


El proyecto es un claro retroceso, poniendo en jaque nuestro sistema mixto de educación superior. Un tema que lo ejemplifica es la atribución de autorizar, sin plazos ni contrapesos, las solicitudes de cierres de carreras, sedes y programas. Otro es la prohibición de destinar una cifra superior a l 1% del total de lo que las universidades reciban de su arancel para fines publicitario. Es fácil avizorar el potencial de conflictos que ello conllevaría.


Se plantea un permiso del gobierno para adecuar planes y programas de estudios para quienes no obtengan los más altos niveles de acreditación. Lo lógico es que exista apoyo académico, en un marco de libertad para generar cambios que busquen perfeccionar y actualizar su contenido, siempre y cuando no se afecte al estudiante, al imponerse nuevos requisitos.

Junto a ello, se definen atribuciones desmedidas de fiscalización de la Superintendencia de Educación Superior, a quien se le confiere el poder de acceder a cualquier documento, iniciar procesos sancionatorios por reclamo o denuncia formulada por personas interesadas, no estableciendo cuál es el interés involucrado. Además, puede definir si una acción es o no delito.


La autonomía de las IES no es irrestricta, por lo que apoyamos mecanismos de acreditación y fiscalización, que apoyen y permitan elevar el nivel académico, pero no entidades de gobierno que restrinjan las capacidades para desarrollar proyectos institucionales acordes a su misión y visión, poniendo en riesgo la riqueza del actual sistema.


Han aflorado problemas que debemos corregir y conductas que deben sancionarse, pero no desarmar lo que ha permitido tener instituciones mejores y ha ampliado las oportunidades para jóvenes de los sectores más vulnerables. No es sensato apoyar un intervencionismo fuera de época y sin realismo. Toda la evidencia indica que hoy nuestras instituciones de educación superior son mucho más desarrolladas que hace 20 o 30 años. Sin duda, es necesario hacer cambios para acelerar el paso, pero no ir en dirección contraria a lo que ha permitido ese progreso.


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Published on October 16, 2017 22:20

La derecha alternativa en Chile

Una de las causas por las que Trump llegó a la Casa Blanca fue el aumento vertiginoso de los llamados Alt Right en EE.UU., acrónimo propio de la era informática para la derecha alternativa. Este movimiento es más ciudadano y horizontal, con exacerbado uso de las redes sociales para su comunicación política y directo en su argumento principal: los ciudadanos comunes y corrientes están hartos de Washington, Wall Street, las minorías y los impuestos.


En Chile, estos nuevos derechistas hace un tiempo que han agarrado vuelo. Basta pasearse por las redes sociales y se encontrarán afirmaciones alejadas de la corrección política que busca siempre la autodefinida centroderecha. En contraste, los derechistas ciudadanos escriben sin pudor que los problemas de Chile son porque hay demasiados derechos para los migrantes, delincuentes, políticos y gays. En contraste, para las personas que trabajan y cuidan a sus familias, sólo hay impuestos y reformas de todo tipo para destruir lo que han consolidado.


Pero al tema que más dedican tiempo y argumentos es a su tesis de que el país está en una crisis profunda debido al gobierno de Michelle Bachelet. Con sus lógicas simplistas de 140 caracteres, lo muestran sólo comparable al de Pol Pot en Camboya. Lo asombroso es que corresponden a personas educadas, que saben argumentar bien y que leen correctamente la cada vez mayor distancia entre los ciudadanos a pie y los políticos tradicionales. Por cierto, en estos grupos no es muy popular el ex Presidente Piñera, quien les parece demasiado democratacristiano y, sobre todo, demasiado agente de Bolsa. Este grupo valora el trabajo y la tierra, y no la ingeniería financiera.


Los Alt Right chilenos no solo se han difuminado con rapidez por las redes sociales. A diferencia de EE.UU., han encontrando espacios en los medios y en la agenda pública. Columnistas como Tere Marinovic, locutores radiales como Checho Hirane, activistas como Loreto Iturriaga, dirigentes gremiales como Juan Pablo Swett o filántropos como Lucy Ana Walton se han convertido en personas influyentes, que manejan hábilmente los argumentos, convierten estadísticas sesgadas en verdades y recurren a la libertad de expresión que suelen criticar cuando se sienten atacados.


En estas elecciones, José Antonio Kast  ha logrado representar a este mundo, que va más allá de la familia militar. Tiene soluciones simples para todo, y lo rodea la decencia, un patrimonio proveniente de las cecinas y no de la Bolsa, además de una familia exageradamente bien constituida. Se ha construido su propio muro cuando dijo que pensaba enviar militares a La Araucanía. También aprendió a recurrir a la posverdad en la contienda electoral, señalando con el dedo a Guillier al acusarlo de  vínculos con el narcotráfico en el proceso de recolección de sus firmas. La reacción dubitativa del oficialismo ante las revelaciones sobre el alcalde de San Ramón le dio a Kast un regalo sabroso para su media verdad.


La derecha mira con desdén a este nuevo mundo, pues lo sigue considerando marginal y cree que las grandes mayorías prefieren el centro. Piñera en la entrevista de ayer en este medio reflejó ese sentimiento diciéndoles que “los extremos siempre llevan a fatalidades”.


Este error de tener demasiada fe en el teorema del votante de la mediana ya lo cometió la derecha en EE.UU. Desdeñarlos permite a los Alt Right decir que los políticos tradicionales, como el candidato de Chile Vamos, temen hablar con la verdad y en nombre de las personas comunes.


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Published on October 16, 2017 05:48

Volver a confiar

En términos simples, la existencia de distintas personas y entidades que se vinculan y relacionan para el logro de un objetivo común constituye un sistema. Si lo que se busca es potenciar al máximo las capacidades de cada persona, permitiéndoles el acceso a nuevas oportunidades y su desenvolvimiento libre en sociedad, hablamos del sistema educacional.


La familia, la escuela, los alumnos, sus profesores y el Estado, entre otros, tienen roles distintos e insustituibles, que se entrelazan pero que no deben confundirse para el adecuado funcionamiento de este sistema. Se debe tener conciencia que cada uno cumple una función determinada y reconocer que sin ese aporte difícilmente se alcanzarán sus objetivos. En ese sentido, la confianza es un elemento esencial y al Estado corresponde especialmente contribuir para que no se pierda.


Lamentablemente, la tendencia en los últimos años ha sido la contraria y tanto el discurso como las políticas de este gobierno son una clara señal de ello. Ha primado la desconfianza y, paulatinamente, el desconcierto se impone por sobre la claridad que se necesita para que cada miembro del sistema pueda cumplir a cabalidad su función.


Mientras las escuelas necesitan autonomía para poder llevar adelante sus proyectos educativos, la respuesta del gobierno ha sido un cada vez más rígido marco normativo, acompañado de una maraña burocrática y una fiscalización obsesiva. La preocupación por la forma en que un colegio está jurídicamente organizado pasó a ser más relevante que los resultados de aprendizaje de sus alumnos y se han impuesto obligaciones absurdas como adquirir el inmueble donde hoy funcionan, en circunstancias que lo podrían seguir arrendando incluso a un menor precio. Los sostenedores de establecimientos educacionales parecen ser un contrincante, más que un aliado.


La decisión del gobierno de congelar el incremento del aporte adicional que reciben los colegios gratuitos es una muestra más de cómo las confianzas se han debilitado. La necesidad de impulsar una agenda política (el incremento de la gratuidad en educación superior) hizo que importara poco que los recursos estuviesen comprometidos en una ley permanente y que el Estado deba asegurar su disponibilidad. Tampoco pareció importar que los colegios que renunciaron al financiamiento compartido lo hicieron confiando en que la ley que dispuso la compensación de esos recursos efectivamente se cumpliría.


Sabemos que la confianza demora años en construirse y que, una vez perdida, cuesta mucho recomponerla. Aunque cada vez más dispersas, las piezas de nuestro sistema educacional basado en la libertad, la autonomía y la diversidad de proyectos aún están disponibles y el Estado deberá generar las condiciones para que recuperar la senda sea posible. Ese será el principal esfuerzo del próximo gobierno.


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Published on October 16, 2017 05:25

Programas y educación

Esta columna fue escrita junto a Mirentxu Anaya.


Primeras y compactas impresiones de los programas. Piñera con mayor detalle, el resto por ahora vagas. Esperamos más en contenidos, costos y orden de implementación. No da igual. El orden de los factores sí altera el producto. Omisión: no se asume que mejorar la educación es tarea que trasciende un periodo presidencial y no se vislumbran mecanismos para eso. Tampoco la necesidad de una nueva organización del Mineduc. Si no cambia, podemos tener a Einstein de ministro y no conseguiremos mucho.


Educación inicial: todos proponen aumento de cobertura y calidad, pero nadie menciona la necesidad de aumentar fuertemente la cantidad de educadoras de párvulo. Hemos propuesto, además, flexibilizar las modalidades de atención y crear Centros de Aprendizaje Familiar. Nadie lo hace, y en el tramo de 0 a 3 años lo que se necesita es apoyo a los padres para la crianza, no más salas cuna. Sería un error grave continuar privilegiando esta modalidad.


Educación escolar: estamos de acuerdo con Piñera en permitir el arriendo de inmuebles a precios controlados, ya que en caso contrario, el fin del lucro no funcionará. Él propone aumentar los liceos Bicentenario, pero con mecanismos más inclusivos y privilegiando la formación técnica sin selección, lo cual está bien. Pero ojo: es negativo para los jóvenes que les enseñen a convivir sólo con buenos alumnos o en función del aporte que puedan hacer sus padres. La enseñanza grupal, por tutoría entre pares o aprendizaje basado en proyectos, nos ha demostrado que las cosas se pueden hacer mejor en ambientes integrados. Otro ojo: cambiar la Ley de Inclusión puede significar poner al Congreso en una colisión igual que la de 2014, parando así otras reformas relevantes.


Piñera no se compromete con el fortalecimiento de la educación pública, que NO son 300 liceos. Mayor compromiso declarativo con la educación pública, y con el cambio de modalidades de financiamiento, han mostrado Guillier y Sánchez. Es un punto crucial. Sólo Goic la propone. Piñera anuncia la creación de una Unidad de Innovación Pedagógica y fondos concursables para que todas las escuelas puedan participar. Felicitamos esta iniciativa que apunta al corazón de la calidad. Guillier ha hablado de “revolucionar el aula”, pero sin concreción.


Educación Técnico Profesional: Hemos propuesto un sistema de formación dual. Goic ha hecho algunos anuncios. Piñera coincide con su relevancia, además de la posibilidad de magíster técnico-profesionales, eliminando así el status de segunda de los Institutos. Bien. Educación superior deberemos comentarla en otra ocasión.


En suma, estamos optimistas, muchas de las propuestas recojen lo que planteamos hace unos meses en nuestro plan de educación al 2030. Aunque del plato a la boca se cae la sopa. Chile necesita más diálogo y consensos de largo plazo, y menos peleas de área chica.


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Published on October 16, 2017 05:22

Mujeres que impactan

Hace poco llegó a mis manos un libro fascinante: Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes. Las autoras son Eliana Favilli y Francesca Cavallo, dos italianas que desde hace un tiempo se preocupan de cómo las diversas publicaciones no destacan a las mujeres. Incluso ellas han asegurado que uno de los objetivos de este proyecto era que las niñas recuperaran la confianza en sí mismas. Y para ello se remiten a un artículo de la revista Science que afirma que, a partir de los seis años, las niñitas comienzan a verse a sí mismas como inferiores y/o menos talentosas que sus pares masculinos. A esto se suma que en la literatura y programas de televisión infantiles rara vez aparecen mujeres que trabajan.


Otro dato que me llamó la atención fue el interés que despertó este libro. En abril de 2016, las socias italianas iniciaron una campaña de crowdfunding. Pidieron 40 mil dólares para imprimir mil copias y superaron con creces sus expectativas. A los pocos días lograron reunir 1,28 millones de dólares gracias a la donación de 30.000 patrocinadores de 75 países. Es así como estos cuentos han llegado (ahora de la mano de editorial Planeta) a más de 360.000 niñas y niños que pueden dormirse con la historia de alguna mujer que cambió un pedazo del mundo: desde la faraona egipcia Cleopatra hasta la activista Malala Yousafzai. Son en total cien historias en esta primera edición (y ya viene la segunda).


Hace siete años, en mi cabeza comenzó a dar vueltas la idea de visibilizar historias de mujeres chilenas que estuvieran impactando en su entorno. Quería buscarlas y conocerlas, mostrarlas a otros. Fue así como nació Mujer Impacta y su premio anual. Comenzamos a recibir historias de todo Chile. Historias que hasta hoy me sorprenden y sorprenden a quienes las leen. Ya hemos reconocido a 34 mujeres por el impacto que sus proyectos han generado en la comunidad, así como también hemos recopilado y contado a través de nuestra web más de 300 historias.


Son historias reales. Historias de vida, de empuje, que tienen como objetivo generar un cambio en su entorno para mejorar lo que sucede en su comunidad. Mujeres que acompañan a niños deshauciados por el cáncer y que a través del arte logran que encuentren un sentido en sus últimos meses de vida. Mujeres que han luchado por hacer ciudades más inclusivas. Mujeres que han rescatado a hombres que viven en la calle y les han devuelto la dignidad haciéndoles recordar sus oficios anteriores. Mujeres que se toman la calle con actividades para niños cuyas madres trabajan todo el día y temen que caigan en la droga. Mujeres que se hacen cargo y cuidan a adultos mayores y solos. Chile está lleno de heroínas que hacen la diferencia. Heroínas anónimas, que trabajan con pocos recursos, pero gran seguridad y valentía, logrando cosas impactantes.


En 1995 se estableció que las calles de Puerto Madero, Buenos Aires, llevasen el nombre de destacadas argentinas y latinoamericanas, porque apenas 24 calles tenían nombre de mujer. Me pregunto cuánta deuda tenemos en Chile con nuestras mujeres. Con las de ayer y con las de hoy. Pero sobre todo con las anónimas, con las que día a día luchan por sacar adelante una historia que impacta, sin saber que lo hacen.


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Published on October 16, 2017 05:00

Las verdaderas causas del endeudamiento juvenil

La Octava Encuesta Nacional de la Juventud reveló que 33% de los jóvenes entre 15 y 29 años está endeudado. Alarmados por estas cifras, el Sernac junto al Injuv, lanzaron una campaña de educación financiera para informar a los jóvenes acerca de los riesgos del endeudamiento. El problema, señala el Director del Injuv, es que los jóvenes de hoy no tienen mirada de futuro y viven en la inmediatez. Tienen, además, un acceso prácticamente ilimitado al crédito. La campaña, busca que los “jóvenes conozcan los riesgos e implicancias del uso de las tarjetas de crédito y eviten caer en el sobreendeudamiento”.


La educación financiera es a todas luces necesaria. Sin embargo, el desconocimiento es solo un aspecto del problema. Debemos preguntarnos por qué los jóvenes están consumiendo de la manera cómo lo están haciendo. La tesis de la inmediatez y la mirada de corto plazo no pareciera ser suficiente para explicar el fenómeno. Un estudio que analiza las prácticas de endeudamiento juvenil en tres generaciones distintas de jóvenes en Estados Unidos (los jóvenes de los 70, de los 80 y de los 2000), demuestra que el endeudamiento es más bien una estrategia para sobrevivir en un contexto como el actual en el que los empleos son precarios, en que los ingresos de los empleos a los que acceden los jóvenes son bajos, y en que muchos jóvenes se encuentran desempleados.


Más aun, existe una importante correlación entre nivel socioeconómico y estructura del endeudamiento. Los jóvenes con posibilidades de acceder la educación superior, por su parte, realizan una importante inversión en matrícula y aranceles. Sin embargo, en caso de deserción o de asistir a una institución de baja reputación, esta inversión probablemente no tenga los retornos esperados en el mercado laboral, convirtiéndose en una deuda más. De hecho, el 70% de los jóvenes en Chile, señala Farfán, percibe a la educación como una carga económica o una deuda hacia el futuro. Por otra parte, los jóvenes que no acceden a la educación superior, encuentran trabajos en sectores de baja productividad cuyos ingresos, con frecuencia, nos les permiten solventar sus gastos, incurriendo en deudas con bancos o casas comerciales para solventar su estilo de vida.


En ninguno de estos casos puede entenderse el endeudamiento como consecuencia de la falta de visión de largo plazo de los “millenials”. Pareciera más bien resultado del contexto en el que a esta generación le tocó transitar desde la niñez a la edad adulta.


Celebramos iniciativas como la campaña para mejorar la educación financiera de los jóvenes. Sin embargo, el problema no empieza ni se agota ahí. El endeudamiento no tiene que ver con los atributos de la juventud actual, ni únicamente con la información que manejan, sino con las condiciones que como país le ofrecemos a nuestros jóvenes para integrarse a la sociedad. Es de esperarse que políticas como la gratuidad en la educación superior impacten los niveles de endeudamiento de la juventud. Sin embargo, mientras persistan las tasas de desempleo y subempleo juvenil actual, esta tendencia difícilmente podrá revertirse.


Espacio Público está liderando un estudio en ocho países de América Latina con foco en los jóvenes. Esta investigación busca identificar el efecto de factores tradicionales – tasas de crecimiento, de desempleo y niveles de productividad país- y no tradicionales -expectativas y aspiraciones de los jóvenes, habilidades cognitivas y no cognitivas, preferencias intertemporales- sobre sus trayectorias educativas y laborales. Los resultados de esta investigación servirán para conocer a esta generación, comprender sus comportamientos, y orientar el diseño de políticas públicas que respondan mejor a sus características y a las necesidades que emergen del contexto en el que viven.


Houle, J. (2014): A Generation Indebted: Young Adult Debt across Three Cohorts. Social Problems, Vol. 61, Issue 3, pp. 448–465.


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Published on October 16, 2017 04:58

Pedro Cayuqueo's Blog

Pedro Cayuqueo
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