Nieves Hidalgo's Blog: Reseña. Rivales de día, amantes de noche, page 16
November 22, 2019
Un trocito más de Lili, la intrépida hija del duque:─Hace...
Un trocito más de Lili, la intrépida hija del duque:

─Hace un buen rato que lord Weymouth espera abajo, milady ─contestó por fin─. No sé por qué le tiene tanta ojeriza, es un caballero guapísimo. ─Liliana enarcó las cejas y se quedó mirando a su criada hasta que ella se ruborizó.
─Lo es. Pero eso no implica que yo deba de soportarlo pegado a mi trasero cada vez que salgo.
─¡Milady, por Dios!
─¡A mi trasero! ─repitió Liliana con más énfasis, haciéndose con los paquetes que había sobre la cama, antes de que a la criada le diese tiempo de ayudarla. Se le calentaba la sangre de solo pensar que, una vez más, debería soportar la presencia de Patrick. Hacía quince días que no podía realizar sus habituales salidas sin llevarlo de escolta, y esa tarde tendría que volver a aguantarlo. Su padre la había dado a elegir: o con Weymouth de escolta o en casa.
Published on November 22, 2019 13:20
November 20, 2019
Artículo: El bolso

En la prehistoria, la gente no solía afincarse en un lugar concreto, iba de un lado a otro, tenían necesidad de llevar a cuestas sus utensilios y la comida. Y sí, utilizaban bolsos. O sacos, o alforjas más o menos sofisticados. Y hay dibujos impresos en la roca que lo demuestran. Os dejo uno de ellos encontrado en https://www.curiosfera.com
Los primeros se hacían con las pieles de los animales que mataban para comer, pero con el tiempo se suavizaron las formas y comenzaron a elaborarlos como complemento. Los asirios, sin ir más lejos, usaban unos saquitos para llevar las monedas. Fijaos que este tipo de bolsa no ha cambiado tanto a través del tiempo, las encontramos de uso cotidiano en los protagonistas de nuestras novelas de época.
Los griegos las usaban también; simples bolsas de cuero en las que guardaban el dinero o cualquier otro elemento de pequeño tamaño, como podía ser un frasco de perfume… o un puñal. Sí, muchos lo llevaban escondido junto a las monedas, por si acaso.
Fuera para un uso u otro, los griegos han sido siempre amantes de la belleza, y los bolsos no podían ser meros trozos de cuero, también merecían ser adornados. Por tanto, empezaron a decorarlos con flores, y a confeccionarlos de telas de colores. Al ser más vistosos, pasaron a convertirse en un accesorio más de adorno que, muchas veces, llevaban colgado de la muñeca.

Poco a poco se fueron introduciendo otros adornos y otros materiales. Muchos eran obras de arte que, más que lucirse, servían para obsequiar en caso de boda, de agradecimiento o en pago de una deuda, ya que algunos salían de las manos de afamados orfebres y costaban un verdadero dineral.
Aunque hoy en día hay importantes firmas que lanzan al mercado bolsos con diseños estupendos, que hacen juego con los zapatos de las mujeres, me quedo con aquellos otros más sencillos de tiempos pasados. Porque siempre tendrán más magia.
Published on November 20, 2019 09:29
November 15, 2019
Un trocito de Lili, la intrépida hija del duque
Un pedacito de Lili, la intrépida hija del duque, que ya está a la venta.

Weymouth pasó el brazo izquierdo por encima del respaldo del asiento que ocupaba, se mojó los labios en la inmejorable bebida que les sirvieran y guardó silencio.
No le gustaba nada, pero nada, la propuesta que acababan de hacerle. Por él, hubiera seguido los pasos de Liliana Chambers hasta el mismísimo infierno, porque le tenían intrigado sus idas y venidas, nada lógicas en una dama de buena cuna. Pero acceder a lo que le estaban pidiendo, era muy distinto.
Evocando la imagen de la muchacha, admitió que no era extraño que los hombres se sintieran atraídos por aquella loca de remate. Se había convertido en una belleza. Loca, eso sí, pero belleza, al fin y al cabo. Hasta se le podían perdonar sus excentricidades con tal de contemplar esos ojos de gata que llevaban a más de uno por la calle de la amargura.
Published on November 15, 2019 01:16
November 13, 2019
Artículo: La segunda cruzada

Fue el Papa Eugenio III quien convocó esta nueva ofensiva, como represalia a la caída de Edesa, condado fundado en mitad de la Primera Cruzada, hacia el 1098 por Balduino I de Jerusalén. Aunque en realidad, quien la impulsó fue Bernard de Fontaine, conocido como Bernardo de Claraval, un monje de la orden del Císter.
Esta cruzada se llevó a cabo entre 1147 y 1149. Luis VII de Francia y Conrado III de Alemania la dirigieron, apoyados por numerosos nobles, yendo a ella por separado. Aunque los ejércitos eran numerosos, fueron derrotados por los turcos. Parece ser que el emperador bizantino, Manuel I de Comneno, tuvo que ver bastante en este asunto. Sin embargo, no todo parecía estar perdido. En el mes de mayo de 1147, unos doscientos barcos partieron desde Inglaterra con tripulaciones formadas por flamencos, normandos, ingleses y escoceses, alemanes y franceses. Atracados en el puerto de Oporto, se convenció a los cruzados para ayudar a Alfonso I de Portugal a liberar la ciudad de Lisboa, que estaba tomadas por los árabes. Aceptaron, consiguiendo hacerse con Lisboa en octubre para entregársela al rey portugués. Ahora bien, primero la saquearon. Sí, hacían esas cosas, no eran hermanitas de la caridad ni de lejos; muchos de los hombres que se unían a estas expediciones solo buscaban sacar tajada, no nos engañemos. Algunos de ellos se afincaron en la ciudad rescatada y otros, la mayoría, partieron hacia Jerusalén en febrero de 1148. Y es que Jerusalén prometía conseguir más riquezas.
Una vez más, a lo largo de la Historia, el pueblo judío pagó las consecuencias. Se les acusó de negarse a contribuir en la financiación del rescate de Tierra Santa y, como consecuencia, se les mató indiscriminadamente.
Pero retrocedamos un poco y analicemos la Segunda Cruzada desde dos frentes: la de los alemanes y la de los franceses, ya que, como hemos expuesto antes, los ejércitos fueron por separado.
En la alemana, el rey Conrado estaba acompañado por el futuro emperador, Federico I, y contaba con casi 20.000 hombres. Llegaron a Constantinopla, cruzaron el Bósforo y alcanzaron Anatolia, pero hubo incidentes y en Nicea Conrado decidió dividir a su ejército de modo que unos fueran por la costa y otros por el interior. Cuando ya creían que se alzarían con la victoria, fueron emboscados por los turcos y masacrados. Viéndose perdido, Conrado escapó a Nicea dejando atrás hombres y botín. Sus enemigos tomaron prisioneros a los que no mataron, para venderlos como esclavos.
En cuanto al ejército comandado por Luis VII de Francia, llevaba en sus filas a hombres tan importantes como Thierry de Alsacia, Amadeo III de Saboya o Guillermo VII de Auvernia, uniéndose a cruzados normando e ingleses. Marcharon hacia Jerusalén y consiguieron llegar a Antioquía tras librarse de una peligrosísima tormenta. En el camino, moriría Amadeo de Saboya. Tras muchas deliberaciones, decidieron atacar Damasco, pero los musulmanes estaban bien preparados, comenzó a escasear el agua y la comida, el peligro era mucho y la promesa de grandes tesoros se diluía. Por tanto, los cruzados se negaron a seguir combatiendo, se dispersaron y fue el fin de la Segunda Cruzada.
En resumen, que de los miles de hombres que salieron de Europa, regresaron unos cuantos, sin gloria ni botín y, años después, Saladino conquistaría Jerusalén, provocando la Tercera Cruzada.
Published on November 13, 2019 13:42
November 11, 2019
Lili, la intrépida hija del duque

Espero que disfrutéis mucho con esta novela, y aunque es un poco más corta de lo que habitualmente suelo hacerlas, sí tiene todos los ingredientes que acostumbran a tener siempre mis libros.
Os dejo a continuación la sinopsis y la portada:
Vuelve «Un romance en Londres» con la historia de Lili, personaje de Rivales de día, amantes de noche.Una historia de amor aparentamente difícil y llena de secretos.¿Que pasará cuando salga a la luz toda la verdad?1818. Una mujer no debe ejercer ciertas actividades, sobre todo si pertenece a la burguesía y es hija de un duque. Pero Liliana Chambers no está de acuerdo ni con las estrictas normas sociales que constriñen a la mujer, ni con el modo de actuar de un Gobierno que no tiene en cuenta a los desfavorecidos de la sociedad. Y se rebela emitiendo octavillas de carácter subversivo que ponen al regente, a los pares y a todo Londres en estado de alarma.
Desconocedor de sus actividades, pero sabiendo que visita las zonas peligrosas de la ciudad para ayudar a los necesitados, el duque de Hatfield pide al vizconde de Weymouth, un buen amigo de la familia, que haga de guardaespaldas de su hija.
A Liliana le incomoda estar vigilada.
A Patrick no le gusta tener que servir de niñera; tiene otros asuntos que resolver, como encontrar a P, que es quien firma los pasquines subversivos.
Ella ignora que él quiere descubrirla. Él, que es justo su protegida la que actúa en las sombras.
Published on November 11, 2019 00:06
November 9, 2019
Una reseña para Rivales de día, amantes de noche

Os dejo un trocito de la reseña. Si queréis leerla entera no dejéis de visitar Babelio.
La autora ha denunciado también la situación de pobreza y desamparo de los niños de aquella época, así como la diferencia entre clases sociales que se hacía presente en los diferentes barrios de la ciudad y que dependía esencialmente de en qué familia habías tenido la fortuna de nacer.
Nieves Hidalgo te encandila con su prosa. Su manera de incidir en los detalles facilita que puedas imaginarte el despacho de Alan con mucha facilidad, la belleza de Bárbara e incluso los gestos de camaradería que tienen los amigos de Alan.
Published on November 09, 2019 12:43
November 6, 2019
Artículo: Lechuguilla y gorguera

La gorguera apareció en el siglo XIV y no era sino un cuello, una especie de pañuelo que servía para cubrir los escotes de las damas, de encaje o tela transparente, normalmente muselina, que se ajustaba con una cadenita. Sin embargo, al llegar el siglo XV estas simples gorgueras comenzaron a hacerse más grandes. Subían los escotes y, a la vez, subían ellas, empezaron a bordarse con hilo de oro e incluso con perlas.
Fue ya en el XVI cuando su tamaño adquirió proporciones a veces exageradas, tal vez por querer figurar más que el vecino. Utilizaban encaje muy plisado y caros, y las almidonaban para que quedasen tiesas. Tanto es así, que debían poner varillas para poder ajustarlas. Aquello debía ser un tormento, de verdad. Pero nobleza obliga, suele decirse, y las clases altas las lucían como si fuera el más magnífico complemento de su vestimenta. Parecían lechugas y encaje, de ahí el nombre de lechuguillas.
Al principio solo las usaban las mujeres, pero poco a poco se pusieron de moda también en los caballeros, y solían hacer juego con los puños de los trajes y vestidos. La moda, desde luego, no se quedó solo en España, sino que la copiaron en toda Europa, extendiéndose por Inglaterra, Francia y Países Bajos.
En los reinados de Felipe II y Felipe III era impensable no llevarlas, aunque el primero hizo redactar los siguiente:
“Caso que alguno haya de traer cuellos manda que sea del ancho de dozavo, y la lechuguilla de hasta ocho anchos, y no más, sin género alguno de hierro, guarnición, almidón, polvos ni otro, ni con más que una tela, ni abierto con molde ni otro instrumento. Felipe II en Madrid, 1586”.
Así y todo, parece que no le hicieron demasiado caso y siguieron usándolas de gran tamaño, poniendo empeño en que fuesen cuanto más caras, mejor, encargando que las hicieran incluso con joyas. También se puso de moda llevarlas de color añil en lugar de blancas.
Durante el reinado de Felipe III, las autoridades la emprendieron con los fabricantes de lechuguillas, con el tamaño que debían tener, con el precio que podían cobrar por lavarlas, prohibieron el uso del añil… Como es lógico, hubo un sinfín de protestas y no consiguieron su propósito de erradicar esta prenda de la que se burlaban muchos. Pero con fe y constancia, todo se consigue y, en el reinado de Felipe IV, lo lograron. La lechuguilla cayó en desuso en 1630. En su lugar, se empezó a utilizar la nueva moda nacida en Francia, que consistía en un cuello de lienzo fino, bordado o no. Podemos verlo en algunos retratos de militares del XVII.
Hay una rima muy graciosa de Ruiz de Alarcon, burlándose de aquellos cuellos tan exagerados y las varillas que debían sujetarlos, que os dejo:
“Que con tal cuidado sirve un galán a su cuello que por no descomponello se obliga a andar empalado”
Published on November 06, 2019 11:43
October 30, 2019
Artículo: Mobiliario y decoración en la Regencia

Buscando aquí y allá di con varios enlaces en los que se hablaba de los muebles en este tiempo. Uno de ellos en una página en inglés; el de Hannah Crouthamel, en Diseñadores de Muebles.
Jorge, el Príncipe de Gales, más conocido por todas como Prinny, regentaba Inglaterra debido a la enfermedad de su padre, Jorge III. Y sí, hemos oído de él que era un hombre dedicado a la buena vida, que gozaba de ágapes que duraban horas y horas, que le importaba poco si su pueblo tenía o no las necesidades básicas cubiertas. Pero lo que ya no se conoce tanto es que sus propios gustos influyeron en los diseños de la época. Las clases pudientes aceptaron gustosas muebles más ligeros y funcionales. Aunque no solo porque resultaban más cómodos, sino porque llegaron a Inglaterra nuevos diseños de otros países, como Egipto. ¡Egipto, siempre Egipto! Una y otra vez, mientras investigo para escribir mis novelas, tengo que remitirme a la magia de ese país. Y es que fue la cuna de mil cosas.
Nelson dirigió las tropas inglesas contra las francesas en lo que se llamó la batalla del Nilo. Claro, al estar allí, se interesó por el arte del antiguo Egipto y lo llevó a Inglaterra. En muchas novelas habréis leído que la casa de la condesa tal o la marquesa cuál, estaba adornada con motivos que representaban esfinges o cocodrilos, flores de lito, palmas y papiros, muebles hechos con cuerda, conchas o delfines, otros motivos marítimos, mesas con patas de león y hasta zócalos con jeroglíficos egipcios.
Se puso de moda, y el que quería estar a la última no se lo pensaba dos veces.
¿Las maderas? Pues la caboa, el palo de rosa y hasta el ébano. Incluso he leído en alguna parte que el ébano, al ser una madera negra, empezó a utilizarse más cuando murió Nelson, en señal de luto por él. Los que tenían poder adquisitivo no dudaron en encargar a los magníficos ebanistas de la época, muebles de madera noble; era un lujo, sí, pero mostraban su clase social.
En cuanto a los metales, no podemos imaginar la Regencia sin los adornos dorados. El latón, por ejemplo, no resultaba caro y se podía cubrir la demanda sin problemas, así que fue el más utilizado.
Hay que saber que no solo fue el estilo egipcio el que influyó en los diseños de la época; lo hicieron también el griego, el romano y hasta el chino, introduciendo coronas de laurel y lacas orientales.
Fuera como fuese, cada vez que vemos un mueble de ese tiempo, nos imaginamos un salón en el que nuestros protagonistas bailan o discuten, se odian o se aman. ¿O no?
Published on October 30, 2019 12:57
October 23, 2019
Artículo: El papel higiénico

Cualquier cosa ha sido adecuada para el aseo, desde la hierba, un poco de paja, arena, helechos, pieles de fruta o incluso la mano y agua. A veces, un trapo cualquiera servía para la ocasión.
En Roma, donde los baños públicos tenían mucha aceptación, tenían unas esponjas atadas a un palo, que colocaban dentro de baldes de agua, y estaban a disposición de los clientes. No me preguntéis cómo se apañaban una vez que era utilizada por uno de esos clientes; no he conseguido averiguarlo. Pero fuera como fuese, casi prefiero la costumbre judía de limpiarse con unas pequeñas piedras que llevaban en un morral, o un puñado de heno por mucho que raspara. Se dice que por el XI, en Occidente, la costumbre era usar hojas de lechuga y agua. Me apuntaría mejor a eso también.
En realidad, he encontrado que se inventó en China y que, durante la Dinastía Ming, la corte Imperial hacía buen uso de él, era suave y hasta perfumado.
Y llegó el periódico en el siglo XVII. Ya no solo se podían leer las noticias políticas y los cotilleos, también acababa de nacer la mejor forma de limpiarse después de ir al retrete.
He encontrado algo muy gracioso mientras buscaba datos para este artículo. Os lo dejo literalmente: «Lord Chesterfield, en una carta a su hijo en 1747, habla de un hombre que compró: "una edición común de Horacio, de la que arrancó gradualmente un par de páginas, las llevó consigo a ese lugar necesario, las leyó primero y luego las envió como sacrificio a Cloacina (cloaca)”» Vamos, un dos por uno.
Vamos a ver, higiénico no era mucho limpiarse con un periódico impreso. ¿Se lavaban luego para quitarse la tinta? Porque no cabe duda de que tenía que manchar. ¡Menudo dilema!
En fin, que visto lo visto, llegó un señor llamado Gayetty y se puso a pensar, hasta inventar un papel más conveniente, que de inmediato se comercializó. Parece que lo vendía como “medicinal”, eran hojas planas, llevaba áloe, y era estupendo para los que padecían de hemorroides.
Antes, hablar de las partes del cuerpo de una persona estaba mal visto, no era cómodo para nadie y, además, resultaba feo. Cada uno, pues, actuaba en su retrete como mejor le parecía, pero sin entrar en detalles con el vecino. Pero en 1890, los hermanos Scott sacaron el papel en rollos, mucho más cómodo que el anterior. Seguía sin hablarse de este asunto en público, claro está, pero consiguieron meterlo en los hospitales, porque este sí que era pura higiene, y en los hoteles, como un modo de hacer la estancia más agradable a los distinguidos clientes. Se dice que el nombre era Charmin, y el logotipo una preciosa muchacha, símbolo de la suavidad. ¡Toma ya! Derechos no tendrían las mujeres de la época, pero su imagen servía para vender un rollo de papel del váter. Si es que…
En fin, que tuvo éxito, que años después cambiarían el nombre por el de Scottex, y acabó teniendo un perrito como logotipo.
No quiero acabar este artículo sin recordar aquel papel higiénico que se usó en casi todos los hogares españoles hace años: Elefante. No había otra cosa, salvo los periódicos, que ya hemos quedado en que no eran convenientes para el uso delantero ni trasero. Pero es que fue muy nuestro, ¡caray! Aquel papel era satinado por una parte y, en lugar de hacer agradable la limpieza, raspaba que era un primor. Vamos, que casi era lo mismo limpiarte con él que hacerlo con la piedra que usaban los judíos.
¡Voto por una estatua de reconocimiento para los hermanos Scott!
Published on October 23, 2019 08:38
October 22, 2019
Kike, del blog El coleccionista de relatos, ha hecho una ...

Kike, del blog El coleccionista de relatos, ha hecho una bonita reseña de mi novela Ódiame de día, ámame de noche. Me emociona especialmente que le ha ya gustado y haya disfrutado con el libro porque él es un compañero de letras. Le estoy muy agradecida por haber dedicado una parte de su tiempo para reseñar mi novela.
Os dejo un trocito de la reseña, pero si queréis leerla entera y, sobre todo, navegar por su estupendísimo blog, pinchad aquí.

Una historia intrigante que se va desgranando de manera lenta envolviendo al lector en esta. El querer saber hasta qué punto llegará Jason en sus desplantes, hasta cuando aguantará Nicole y sobre todo, cuándo se descubrirá todo, mantienen al lector pegado a la lectura. Una trama envolvente narrada con la maestría de la autora.
Published on October 22, 2019 09:13
Reseña. Rivales de día, amantes de noche
Preciosa la que ha hecho Lady Isabella de Promesas de amor.
https://florecilladecereza.blogspot.c...
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