Tratado de culinaria para mujeres tristes Quotes

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Tratado de culinaria para mujeres tristes Tratado de culinaria para mujeres tristes by Héctor Abad Faciolince
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“When you say ugly you mean your beauty is not now in style.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“Domínalo y domínate, sigue mandando sobre tu propio cuerpo. Si la euforia se lleva la conciencia de tus actos, si no puedes parar cuando algo te lo indica desde adentro, no te aficiones mucho: Hazlo una vez al año.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“Often, on the brink of finding the recipe for immortality, I get distracted by the frightful presence of death.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“No es bueno que acaricies, pasiva, tu desdicha. La tristeza constipa.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“La vejez que se admite es natural y es agradable en las que son capaces de llevarla sin disfraces. La que se oculta y disimula con el vano intento de devolver el tiempo, representa un fracaso, da una apariencia de máscara que inspira desconfianza. El atractivo de tu edad no es enseñar el pecho; pasó la hora de seducir con las mejillas tersas. Has tenido el tiempo de saber más cosas, es decir de ser más inteligente: es esto lo que te hace más atractiva que las adolescentes.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“S'il est qu'une chose que tu devrais connaître, ce sont les arts plastiques. [...] Regarde bien et tu constateras que telle que tu es (ton visage, ton corps, ton côté pile ou ton côté face), un jour, quelque part, tu as été un modèle de beauté.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“Si quieres que otros labios te sean generosos, abre también los tuyos.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“Haces volteretas con el cuerpo y la imaginación para evadir la tristeza. ¿Pero quién te ha dicho que se prohíbe estar triste? En realidad, muchas veces, no hay nada más sensato que estar tristes; a diario pasan cosas, a los otros, a nosotros, que no tienen remedio, o mejor dicho, que tienen ese único y antiguo remedio de sentirnos tristes. No dejes que te receten alegría, como quien ordena una temporada de antibióticos o cucharadas de agua de mar a estómago vacío. Si dejas que te traten tu tristeza como una perversión, o en el mejor de los casos como una enfermedad, estás perdida: además de estar triste te sentirás culpable. Y no tienes la culpa de estar triste. ¿No es normal sentir dolor cuando te cortas? ¿No arde la piel si te dan un latigazo?”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes
“Vive tu tristeza, pálpala, deshójala entre tus ojos, mójala con lágrimas, envuélvela en gritos o en silencio, cópiala en cuadernos, apúntala en tu cuerpo, apúntala en los poros de tu piel. Pues sólo si no te defiendes huirá, a ratos, a otro sitio que no sea el centro de tu dolor íntimo.”
Héctor Abad Faciolince, Tratado de culinaria para mujeres tristes