The President Quotes

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The President The President by Miguel Ángel Asturias
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“القاعدة التى استنها السيد الرئيس هى عدم إشاعة أى أمل”
Miguel Ángel Asturias, The President
“ان الامر يكون اكثر مدعاة للاشمئزاز وبالتالي للحزن اذا كان علي المرء ان يكون عسكرياً فحسب كيما يبقي السلطة في يد عصابة من الافاقين المستغلين، المتشبهين بالالهة، الخونة لاوطانهم، عن ان يموت المرء من الجوع في المنفي”
ميجيل آنخل أستورياي, السيد الرئيس
“Le dolía su país como si le hubiera podrido la sangre. Le dolía afuera y en la médula, en la raíz del pelo, bajo las uñas, entre los dientes.”
Miguel Ángel Asturias, El Señor Presidente
“¡Soy la vida, la Manzana-Rosa del Ave del Paraíso; soy la mentira de todas las cosas reales, la realidad de todas las ficciones!”
Miguel Ángel Asturias, El Señor Presidente
“901Le dolía su país como si le hubiera podrido la sangre. Le dolía afuera y en la médula, en la raíz del pelo, bajo las uñas, entre los dientes.”
Miguel Ángel Asturias, El Señor Presidente
“I met an angel on the rubbish dump. The light from the flames flickered on the bamboo walls and the straw roof, like the wings of other angels from the hut there emerged a tremulous stream of white, vegetal smoke.

Silence took possession of the house, but it was not the silken silence of sweet peaceful nights, whose nocturnal carbon-paper makes copies of happy dreams, lighter than the thoughts of flowers, less metallic than water.

April nights in the tropics are like the widows of the warm days of March - dark, cold, dishevelled and sad.

The meaning of happiness or despair can only be understood by those who have spelt it out in their minds beforehand, bitten a tear-soaked handkerchief, torn it to shreds with their teeth.”
Miguel Ángel Asturias, The President
“El dedo de Cara de Ángel le señalaba el camino del destierro como única salvación posible…«¡”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“¡Alumbra, lumbre de alumbre, Luzbel de piedralumbre, sobre la podredumbre!”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Parrales Sonriente.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“La ciudad grande, inmensamente grande para su fatiga, se fue haciendo pequeña para su congoja.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Todos los personajes que aparecen en el libro —militares, jueces, políticos, ricos y pobres, poderosos y miserables— son la encarnación misma del mal: ladrones, cínicos, aprovechados, mentirosos, inescrupulosos, borrachos, serviles y violentos; es decir, seres repugnantes y asquerosos.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“¿Adónde volver los ojos en busca de libertad? El sacristán: —¡A Dios, que es todopoderoso! El estudiante: —¿Para qué, si no responde?... El sacristán: —Porque esa es Su Santísima voluntad... El estudiante: —¡Qué lástima! La”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Los ciudadanos que anhelaban el bien de la patria están lejos; unos piden limosna en casa ajena, otros pudren tierra en fosa común.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“—¡Hablen, sigan hablando —dijo Carvajal después de un largo silencio—; sigan hablando! —¡Hablemos de la libertad! —murmuró el estudiante. —¡Vaya una ocurrencia! —se le interpuso el sacristán—; ¡hablar de la libertad en la cárcel! —Y los enfermos ¿no hablan de la salud en el hospital?...”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Un disparo rasgó el aire y como plátano desgajado del racimo se desplomó un hombre.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Le dolía su país como si se le hubiera podrido la sangre. Le dolía afuera y en la medula, en la raíz del pelo, bajo las uñas, entre los dientes. ¿Cuál era la realidad? No haber pensado nunca con su cabeza, haber pensado siempre con el quepis. Ser militar para mantener en el mando a una casta de ladrones, explotadores y vendepatrias endiosados es mucho más triste, por infame, que morirse de hambre en el ostracismo. A santo de qué nos exigen a los militares lealtad a regímenes desleales con el ideal, con la tierra y con la raza...”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“¡qué más quisiera uno que irse sin conocer la vida!...”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“El que regresa de un entierro, como el que sale de una pesadilla, experimenta el mismo bienestar.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Veinticuatro horas antes, esta basura humana ahora agonizante era el alma de un hogar donde por toda política el canario urdía sus intrigas de alpiste, el chorro en la pila, sus círculos concéntricos, el general, sus interminables solitarios, y Camila, sus caprichos.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“El auditor ordenó que se catearan las casas vecinas a la del general. Grupos de soldados, al mando de cabos y sargentos, se repartieron por todos lados. Registraban patios, habitaciones, dependencias privadas, tapancos, pilas. Subían a los tejados, removían roperos, camas, tapices, alacenas, barriles, armarios, cofres. Al vecino que tardaba en abrir la puerta se la echaban abajo a culatazos. Los perros ladraban furibundos junto a los amos pálidos. Cada casa era una regadera de ladridos...”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“¡Órdenes; para eso se inventó el teléfono, para capturar a los enemigos del gobierno!”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“A soplidos le sacaba la fondera los ojos al fuego, sin dejar de repetir entre dientes: «Fuego y luego, luego y fuego». A”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Si en el primer instante sintió vaciarse sus pupilas para abarcar la inmensidad, ahora la inmensidad se las llenaba. Era el regreso de la marea hasta sus ojos.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“La imagen de la Virgen se borró en la sombra y por el suelo rodaron dos cuerpos hechos una trenza de ajos.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“El crimen es precioso porque garantiza al gobierno la adhesión del ciudadano. ¿La patria? ¡Sálvese, general, yo sé lo que le digo; qué patria ni qué india envuelta! ¿Las leyes? ¡Buenas son tortas! ¡Sálvese, general, porque le espera la muerte!».”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“doña Venjamón, dama de puerta mayor, dos asientos en el tranvía, uno para cada nalga, y ocho varas y tercia por vestido.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Pero la fondera no se dejaba por aquello de que la que da el beso da el queso.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Los médicos, en cambio, pueden ensayar en el hospital con los indios.”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“Basta con hacerse buenas cuñas y de nombre. El médico del Señor Presidente por aquí... El médico del Señor Presidente por allá... Y eso sí, ya ves; eso sí ya es ser algo...”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente
“En lugar de biblioteca deberías tener clientela. Si por cada librote inútil de esos tuvieras un enfermo, estaríamos mejor de salud nosotros aquí en la casa. Yo, por mí, quisiera ver tu clínica llena, oír sonar el teléfono a todas horas, verte en consultas... En fin, que llegaras a ser algo...”
Miguel Ángel Asturias, El señor presidente

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