Beatriz y los cuerpos celestes Quotes

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Beatriz y los cuerpos celestes Beatriz y los cuerpos celestes by Lucía Etxebarria
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“No intentes enterrar el dolor: se extenderá a través de la tierra, bajo tus pies; se filtrará en el agua que hayas de beber y te envenenará la sangre. Las heridas se cierran, pero siempre quedan cicatrices más o menos visibles que volverán a molestar cuando cambie el tiempo, recordándote en la piel su existencia, y con ella el golpe que las originó. Y el recuerdo del golpe afectará a decisiones futuras, creará miedos inútiles y tristezas arrastradas, y tú crecerás como una criatura apagada y cobarde. ¿Para qué intentar huir y dejar atrás la ciudad donde caíste? ¿Por la vana esperanza de que en otro lugar, en un clima más benigno, ya no te dolerán las cicatrices y beberás un agua más limpia? A tu alrededor se alzarán las mismas ruinas de tu vida, porque allá donde vayas llevarás a la ciudad contigo. No hay tierra nueva ni mar nuevo, la vida que has malogrado malograda queda en cualquier parte del mundo.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
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“Es el ansia de perfección la que asesina los afectos, la sed de absoluto, el miedo a la costumbre, la perenne nostalgia de imposibles, la negativa constante a aceptarnos como somos y a aceptar a los demás por lo que son. Cuando uno no se entiende a sí mismo es imposible que entienda que otros le amen, y es imposible por tanto que respete a aquellos que le quieren. Pero el tiempo nos ofrece sólo dos opciones: o asumir lo que somos, o abandonar; y si no abandonamos, si decidimos quedarnos en este planeta minúsculo y pactar con nuestra aún más minúscula vida, podemos interpretar esta resignación como una derrota, o como un triunfo.”
Lucía Etxebarria, Beatriz y los cuerpos celestes
“Cuanto más la miro y pienso en la persona fascinante que una vez fue, más me cuesta comprender que se haya convertido en esta especie de campesina regordeta de manos rudas.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“No, no hay culpas, sólo causas.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“Cuando pienso en la gente con la que me he relacionado a veces se me ocurre que he tenido mala suerte, y otras pienso que los he ido buscando, que es como si mi corazón estuviera blindado con un sistema secreto de seguridad que sólo pudiera desactivarse introduciendo una combinación determinada, y de esta forma sólo acceden a mi interior gentes con determinadas características.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“He intentado olvidar, pero la memoria, la muy traidora, aprovecha cuando duermo, cuando estoy indefensa.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“Contemplaba el vello que sombreaba sus nudillos y el corazón me daba un vuelco al recordar su tórax cubierto de pelo.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“-Y supongo - dije yo, irónica - que la moraleja de la historia es que uno sólo se hace fuerte después de superar todo tipo de pruebas.
-Fuerte no. Fuertes ya eran la piedra y el hierro - afirmó ella categórica -. Flexible. Ahí radica la diferencia. No puedes sobrevivir si no lo eres.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“El desarrollo de la vida es un milagro inevitable, una milagrosa combinación de elementos según una trayectoria de mínima resistencia.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“A la madre y a las tías les parecía una pena que una delicia de chica como aquélla, tan fina y tan mona, se tuviera que quedar a vestir santos. (Cuando oía la historia me estremecía al pensar que si mi madre no hubiera sido tan guapa a las mujeres de su familia les hubiera parecido lógico condenarla a zurcir calcetines y a oír misas para el resto de su vida).”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“A partir de entonces, iban a ser mis padres los que tomaran decisiones sobre mi existencia. En aquel universo privado lo de menos eran las razones, las excusas que me dieran para controlarme. Lo importante era la renuncia, la sumisión a un poder ajeno, impuesto y absoluto, que exigía la entrega de lo íntimo en nombre de los sagrados valores de obediencia familiar. Se suponía que yo debía aprender a negarme a mí misma y a amoldarme, a aceptar normas y convenciones por incomprensibles que parecieran. Y aquella exigencia se justificaba en la seguridad de su criterio, tan aplastante que rechazaba la existencia de cualquier otro.”
Lucía Etxebarría, Beatriz y los cuerpos celestes
“Perchè fuggire e lasciarti alle spalle la città della tua caduta? Per la vana speranza che in un altro luogo, in un clima più favorevole, non ti facciano più male le cicatrici e tu possa bere acqua più limpida? Attorno a te si alzeranno le stesse rovine della tua vita, perchè ovunque andrai ti porterai dietro la città.”
Lucía Etxebarria, Beatriz y los cuerpos celestes