Arráncame la vida Quotes
Arráncame la vida
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Ángeles Mastretta16,846 ratings, 4.10 average rating, 1,662 reviews
Arráncame la vida Quotes
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“Me daba vergüenza estar así por un hombre, ser tan infeliz y volverme dichosa sin que dependiera para nada de mí”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Nadie se muere de amor, Catalina, ni aunque quisiéramos.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“¿Y ustedes qué? ¿Se quieren o se van a querer?”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Me muera cuando me muera quiero que mi tumba huela como tu cuerpo ahorita.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Dos días antes me hubiera hecho feliz. Solo que yo acaba de subir los escalones de Bellas Artes, y me había enamorado de otro.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Pensé en Carlos, en que fui a su entierro con las lágrimas guardadas a la fuerza. A él podía recordarlo: exactas su sonrisa y sus manos arrancadas de golpe.
Entonces, como era correcto en una viuda, lloré más que mis hijos.”
― Arráncame la vida
Entonces, como era correcto en una viuda, lloré más que mis hijos.”
― Arráncame la vida
“Tienen razón las muy pendejas, pensé, es guapísimo. Y eso que ellas no lo han oído hablar, no han caminado con él por Madero ni han querido insultarlo a media calle.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Recordaba con precisión cada una de las cosas que me había dicho y de un «espero que nos veamos pronto» sacaba la certidumbre de que él sufría mi ausencia tanto como yo la suya y que se pasaba los días contando el tiempo que le faltaba para verme por casualidad. Me gustaba pensar en su boca, en la sensación que me recorría el cuerpo cuando me besaba la mano como saludo y despedida.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Me volví infiel mucho antes de tocar a Carlos Vives. No tenía lugar para nada que no fuera él. Nunca quise así a Andrés, nunca pasé las horas tratando de recordar el exacto tamaño de sus manos ni deseando con todo el cuerpo siquiera verlo aparecer. Me daba vergüenza estar así por un hombre, ser tan infeliz y volverme dichosa sin que dependiera para nada de mí.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“El mar era Carlos Vives desde que nos escapamos tres días a una playa desierta en Cozumel. Lo miraba tratando de recuperar algo. ¿Qué sería mejor? Tanto tuvimos. ¿Por qué no la muerte?, me preguntaba, si hasta los días que pasamos en el mar resultó inevitable jugar con ella.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Besos aunque sea en la boca.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Me gustaba cómo movía las manos, cómo otros lo obedecían sin detenerse a reflexionar si sus instrucciones eran correctas o no. Daba lo mismo. Él tenía el poder y uno sentía claramente hasta dónde llegaba su dominio. Iba por la sala, se metía en los demás, en mi cuerpo recargado sobre el barandal del palco, en mi cabeza apoyada sobre los brazos, en mis ojos siguiéndole las manos.”
― Arráncame la vida
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“La viudez es el estado ideal de la mujer. Se pone al difunto en un altar, se honra su memoria cada vez que sea necesario y se dedica uno a hacer todo lo que no pudo hacer con él en vida.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“-¿Pero cómo se te ocurrió cantar?- le pregunté.
-Qué otra cosa se me iba a ocurrir si me habías tenido toda la tarde con el estribillo ese del verde que brota del mar, y la boquita de sangre marchita que tiene el coral. Me dormí repitiéndola y de tanto decirla ya no sabía si las borrachas eran las ojeras o las palmeras.”
― Arráncame la vida
-Qué otra cosa se me iba a ocurrir si me habías tenido toda la tarde con el estribillo ese del verde que brota del mar, y la boquita de sangre marchita que tiene el coral. Me dormí repitiéndola y de tanto decirla ya no sabía si las borrachas eran las ojeras o las palmeras.”
― Arráncame la vida
“Tenía quince años y muchas ganas de que me pasaran cosas.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“—Me voy a morir de amor —dije riendo una tarde que caminábamos mojando los pies en el agua tibia.
En mi miedo de siempre la muerta era yo y hasta me parecía romántico dejarlo con la ausencia, inventando mis cualidades, sintiendo un hueco en el cuerpo, buscándome en las cosas que tuvimos juntos.
Muchas veces imaginé a Carlos llorándome, matando a Andrés, enloquecido. Nunca muerto.
Horas pasaba en Acapulco mirando al mar, con la mano de Alonso sobre una de mis piernas y recordando a Vives:
—Nadie se muere de amor, Catalina, ni aunque quisiéramos —había dicho.”
― Arráncame la vida
En mi miedo de siempre la muerta era yo y hasta me parecía romántico dejarlo con la ausencia, inventando mis cualidades, sintiendo un hueco en el cuerpo, buscándome en las cosas que tuvimos juntos.
Muchas veces imaginé a Carlos llorándome, matando a Andrés, enloquecido. Nunca muerto.
Horas pasaba en Acapulco mirando al mar, con la mano de Alonso sobre una de mis piernas y recordando a Vives:
—Nadie se muere de amor, Catalina, ni aunque quisiéramos —había dicho.”
― Arráncame la vida
“¿Qué te lastima? ¿No tienes todo lo que quieres? No llores. Mira qué lindo está el cielo. Mira qué fácil es vivir en un país en el que no hay invierno.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Claro que yo quería que me quisieran. Toda la vida me la he pasado queriendo que me quieran.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Cómo no estaba mi papá para contarle, cómo no estaba para lamentar con él las equivocaciones de la vida, para ir a preguntarle qué hacer con el deseo fuera de sitio que me estaba creciendo.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Pero, ¿por qué lloras? No llores, Catalina, ya prometo serte fiel con marido y sin marido, en las carcajadas y el miedo, y amarte y respetar tus preciosas nalgas todos los días de mi vida.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Empecé a volverme una mujer que va de las penas a las carcajadas sin ningún trámite, que siempre está esperando que algo le pase, lo que sea, menos las mañanas iguales. Odiaba la paz, me daba miedo.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“En la noche, acostada junto a mi general, acaricié su panza.
Ahorita yo lo quiero –pensé— quién sabe después. Me contestó con un ronquido.”
― Arráncame la vida
Ahorita yo lo quiero –pensé— quién sabe después. Me contestó con un ronquido.”
― Arráncame la vida
“Mientras, Vives regresó a escena casi corriendo, subió al podio, y con la cabeza y los brazos al mismo tiempo echó a sonar su orquesta casi sobre los aplausos. Como si les hubiera dicho “todos, otra vez, desde la 24”. Sólo que la música era algo que se podía tararear, como si la hubiera pedido mi papá. Ya no sé cuántas mañanas lo oí levantarse tarareando eso, a veces se paraba en la puerta de nuestro cuarto y lo chiflaba durante un rato hasta que nosotros empezábamos a sacar las cabezas de bajo de las sábanas y a maldecir el sol y al padre madrugador que nos había tocado. Cómo no estaba mi papá para contarle, cómo no estaba para lamentar con él las equivocaciones de la vida, para ir a preguntarle qué hacer con el deseo fuera de sitio que me estaba creciendo. Toda la orquesta era mi papá silbando en las mañanas, y yo como siempre que él estaba sin estar, que algo me traía la certidumbre de que sus palabras y su abrazo se habían muerto y no serían jamás otra cosa que un recuerdo, nada mejor que la terquedad de mi nostalgia, me puse a llorar hipeando y moqueando hasta hacer casi tanto ruido como la orquesta. Dejé la butaca y me senté en el suelo para que nadie viera mi escándalo. Andrés, que nunca supo que hacer en esos casos, me puso la mano sobre la cabeza y me acarició como si fuera yo un gato. Resultado: cuando la orquesta terminó de tocar yo tenía la cara sucia, los ojos hinchados y la melena revuelta.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Porque para vivir en este país hay que estar loco o pedo. Yo casi siempre ando loco, pero ahora me quería ganar la cordura y no la dejé.”
― Arráncame la vida
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“¿De qué tanto hablaba el general? Ya no me acuerdo exactamente... y hablaba conmigo como con las paredes, sin esperar que le contestara, sin pedir mi opinión, urgido solo de audiencia.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Son chistosos los señores, como no pueden besarse ni decirse ternuritas ni sobarse las barrigas embarazadas, entonces se dan esos abrazos llenos de ruido y carcajadas.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Empecé a volverme una mujer que va de las penas a las carcajadas sin ningún trámite, que siempre está esperando que algo le pase, lo que sea, menos las mañanas iguales. Odiaba la paz, me daba miedo”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Cuando me muera quiero que mi tumba huela como tu cuerpo ahorita.”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“Yo preferí no saber qué hacía Andrés. Era la mamá de sus hijos, la dueña de su casa, su señora, su criada, su costumbre, su burla. Quién sabe quién era yo, pero lo que fuera lo tenía que seguir siendo...”
― Arráncame la vida
― Arráncame la vida
“– ¿Por qué dices eso, Catalina? No seas envidiosa.
– Tendría que no ser yo. Pero es una locura traer flores desde Fortín. Es obvio que el general está loco de amor –dije.
– Eso sí–contestó Chofi, que cuando se ponía romántica hinchaba los pechos y suspiraba como si quisiera que alguien, por favor, se la cogiera.”
― Arráncame la vida
– Tendría que no ser yo. Pero es una locura traer flores desde Fortín. Es obvio que el general está loco de amor –dije.
– Eso sí–contestó Chofi, que cuando se ponía romántica hinchaba los pechos y suspiraba como si quisiera que alguien, por favor, se la cogiera.”
― Arráncame la vida
