Matrimonio Quotes

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Vivian Gornick
“Fue en la cocina donde empecé a comprender el significado de la palabra "esposa”. Ahí estábamos, una pareja de 24 años: un día éramos una estudiante de doctorado y un artista, y al día siguiente éramos marido y mujer. Antes siempre habíamos puesto juntos sobre la mesa las rudimentarias comidas que tomábamos. Ahora, de pronto, Stefan estaba cada noche en su taller, dibujando o leyendo y yo estaba en la cocina, esforzándome por preparar y servir una comida que ambos pensábamos que debía ser adecuada. Recuerdo pasar me cobra y media preparando algún espantoso plato de cuchara sacado de una revista femenina para terminar engulléndolo los dos en 10 minutos, pasarme después una hora limpiando los cacharros y quedarme mirando el fregadero, pensando: "¿Será esto así durante los siguientes cuarenta años?”.”
Vivian Gornick, Fierce Attachments

Miguel de Unamuno
“Cásate con la mujer que te quiera, aunque no la quieras tú. Es mejor casarte para que le conquisten a uno el amor que para conquistarlo.”
Miguel de Unamuno, Niebla

Benito Pérez Galdós
“...ni al mar irritado, ni a los monstruos acuáticos, ni a la ruidosa tempestad, ni al cielo, ni a la tierra; no tenía miedo a cosa alguna creada por Dios más que a su bendita mujer.”
Benito Pérez Galdós, Trafalgar

C.S. Lewis
“Cualquier infatuación sexual, mientras se proponga el matrimonio como fin, será considerada “amor”, y el “amor” será usado para excusar al hombre de toda culpa, y para protegerle de todas las consecuencias de casarse con una pagana, una idiota o una libertina.”
C.S. Lewis, The Screwtape Letters

Ignatius of Loyola
“En toda buena elección, en cuanto es de nuestra parte, el ojo de nuestra intención debe ser simple, solamente mirando para lo que soy criado, es a saber, para alabanza de Dios nuestro Señor y salvación de mi ánima, y así, cualquier cosa que yo eligiere debe ser a que me ayude para al fin para que soy criado, no ordenando ni trayendo el fin al medio, mas el medio al fin. Porque primero hemos de poner por obyecto querer servir a Dios, que es el fin, y secundario tomar beneficio o casarme, si más me conviene, que es el medio para el fin; así ninguna cosa me debe mover a tomar los tales medios o a privarme dellos, sino sólo el servicio y alabanza de Dios nuestro Señor y salud eterna de mi ánima.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Ignatius of Loyola
“El primer punto. Es necesario que todas cosas de las cuales queremos hacer elección sean indiferentes o buenas en sí, y que militen dentro de la santa madre Iglesia jerárquica, y no malas ni repugnantes a ella. Segundo. Hay unas cosas que caen debajo de elección inmutable, así como son sacerdocio, matrimonio, etc.; hay otras que caen debajo de elección mutable, así como son tomar beneficios o dejarlos, tomar bienes temporales o lanzallos. Tercero. En la elección inmutable, que ya una vez se ha hecho elección, no hay más que eligir, porque no se puede desatar; así como es matrimonio, sacerdocio, etc. Sólo es de mirar que, si no ha hecho elección debida y ordenadamente sin afecciones desordenadas, arrepintiéndose, procure hacer buena vida en su elección.”
Ignatius of Loyola, The Spiritual Exercises

Orhan Pamuk
“Solo después de casarse descubrió Galip que en la vida de aquella persona anónima a la que las estadísticas y los encasillamientos burocráticos llaman "ama de casa" (aquella mujer con detergente e hijos que Galip jamás había podido relacionar con Rüya) existía una región así de secreta, así de misteriosa y así de resbaladiza.”
Orhan Pamuk, The Black Book

Orhan Pamuk
“En mi opinión, un marido inteligente debe olvidar a todos los hombres que le dan recuerdos para su mujer. ”
Orhan Pamuk, The Black Book

Gianni Farinetti
“Il sogno segreto di Sebastiano non è tanto l'amore eterno, la perfetta irraggiungibile intesa in ogni aspetto possibile della coppia (faccenda anche noiosa), ma una salutare amicizia, un inossidabile sodalizio fraterno. Guarda Duccio nuotare al largo mentre Checco si tiene più a riva facendo il morto.
L'amore è essersi simpatici, pantofole sdrucite, baruffe, sacche di noia in agguato. Tutto qui. Una cosa bella, al limite dello sdolcinato - ma detta dal compagno non era sdolcinata -, che Duccio gli ha detto qualche mese fa è stata: "Ti sceglierei ancora." Tutto qui.”
Gianni Farinetti, La verità del serpente

Henry James
“Anche Isabel era sconvolta, ma non colpita quanto si sarebbe immaginata. Ciò che sentiva non era una grande responsabilità, una grande difficoltà di scelta; le appariva chiaro che nella questione non c’era stato da scegliere. Non poteva sposare Lord Warburton; questa idea non poteva andar d’accordo con nessuno degli illuminati pregiudizi a favore della libera esplorazione della vita che ella aveva finora professati o che era attualmente capace di professare. Doveva scrivergli questo, doveva convincerlo, ed era un compito relativamente facile. Ma ciò che la turbava, nel senso che la riempiva di meraviglia, era proprio il fatto che le costasse così poco rifiutare una magnifica «occasione». Quali che ne fossero i limiti, Lord Warburton le aveva offerto una grande possibilità; la situazione poteva avere i suoi lati
negativi, poteva contenere elementi oppressivi, elementi meschini, poteva addirittura dimostrarsi nient’altro che un farmaco a base di stupefacenti, ma lei non faceva ingiuria al suo sesso ritenendo cosa certa che, su venti donne, diciannove vi si sarebbero adattate senza un lamento. Perché dunque non
doveva imporsi irresistibilmente anche a lei? Chi era, che cosa era lei, per ritenersi superiore? Che modo di vedere la vita, che progetti per la sua sorte, che concetto della felicità aveva lei, tali che pretendevano di essere più vasti di queste vaste, di queste favolose prospettive? Se non avesse fatto una cosa come questa, allora avrebbe dovuto fare grandi cose, avrebbe dovuto fare qualcosa di più grande. La povera Isabel trovava modo di ricordare ogni tanto a se stessa che non doveva essere troppo orgogliosa, e non c’era niente di più sincero della sua preghiera di essere immune da tale pericolo:
l’isolamento e la solitudine dell’orgoglio assumevano nella sua mente l’orrore di un luogo deserto. Se era stato l’orgoglio ad impedirle di accettare Lord Warburton, tale bêtise era singolarmente fuori luogo; ed era tanto cosciente che egli le piaceva, da giungere a dire a se stessa che si trattava proprio della delicatezza, e della fine intesa, di una comunione di spiriti. Le piaceva troppo per sposarlo, ecco la verità; qualcosa le diceva che c’era un punto debole nella brillante logica della proposta - così come la vedeva lui - anche se non riusciva a metterci sopra nemmeno la piccolissima punta del suo dito; e infliggere ad un uomo che offriva tanto una moglie con tali tendenze critiche, sarebbe stata un’azione particolarmente disonesta. Gli aveva promesso di pensare alla sua proposta, e mentre, dopo che egli
l’aveva lasciata, se ne tornava, sperduta nella meditazione, alla panchina dove lui l’aveva trovata, poteva sembrare che stesse mantenendo la promessa. Ma non era così; ella si domandava se non era per caso una creatura fredda, dura, vanitosa, e, mentre infine si alzava e si dirigeva piuttosto svelta verso casa, sentiva, come aveva detto prima al suo amico, davvero terrore di se stessa.”
Henry James, The Portrait of a Lady

Rosa Montero
“¿No son precisamente esos muros invisibles de cosas silenciadas uno de los elementos más habituales de la vida en común? Con los años, las parejas se van llenando de pequeñas desilusiones, de divergencias del proyecto amoroso que creyeron entrever en la primera pasión, de fallos propios y ajenos, rendiciones, aceptación acomodaticia de sus egoísmos y su cobardía. Con los años, el otro o la otra cada vez está más cerca en las rutinas pero más lejos en lo esencial. Hasta llegar a convertirse, en ocasiones, en perfectos extraños. Y los peores son los extraños bien sincronizados, aquellos que entran y salen juntos, que van de vacaciones, que cenan con los amigos y jamás discuten, pero que luego, cuando están los dos solos, ni se miran a los ojos, sideralmente separados por el telón de hierro de todo lo que han dejado de compartir y decirse.”
Rosa Montero, La buena suerte

Rosa Montero
“Sólo la carne les daba un respiro. Piel contra piel, se amaban. También de vacaciones: cuando se iban solos, cuando se dedicaban a subir montañas, cuando no había nadie ante quien pelearse. Ningún juez y ningún testigo. A Pablo le amarga, le obsesiona, no haber sido capaz de quererla mejor. Quererla a la altura de lo que de verdad la quería.”
Rosa Montero, La buena suerte

C.S. Lewis
“El Enemigo describió a la pareja casada como “una sola carne”. Pablo no lo limitó a las parejas casadas. Para él, la mera copulación da lugar a “una sola carne”. Lo cierto es que siempre que un hombre yace con una mujer, les guste o no, se establece entre ellos una relación trascendente que debe ser eternamente disfrutada o eternamente soportada.”
C.S. Lewis, The Screwtape Letters

Stephen King
“Y luego está el divorcio, un término en latín que significa: <>”
Stephen King, The Dark Tower

Stephen King
“Y luego está el divorcio, un término en latín que significa: "arrancar los genitales a un hombre a través de su cartera”
Stephen King, The Dark Tower

Italo Svevo
“Una volta sposati non si discute più d'amore e, quando si sente il bisogno di dirne, l'animalità interviene preso a rifare il silenzio. Ora tale animalità può essere divenuta tanto umana da complicarsi e falsificarsi, ed avviene che, chinandosi su una capigliatura femminile, si faccia anche lo sforzo di evocarvi qualcosa che non c'è. Si chiudono gli occhi e la donna diventa un'altra per ridivenire lei quando si abbandona”
Italo Svevo, La coscienza di Zeno / Senilità

Simonetta Agnello Hornby
“Si può chiamare anche zito, ma uno zito particolare, che marito non ci diventa mai. Non è cosa per tutti, ma a noi due basta e avanza così com'è: un tipo di innamurato che dà cuntintizza ed è questo che importa, la cuntintizza.”
Simonetta Agnello Hornby, La zia marchesa

Walter J. Ciszek
“Desgraciadamente, quienes han perdido el auténtico sentido de la humildad –esa permanente conciencia de la relación entre cada individuo y Dios– han perdido también la capacidad de llevar sus cargas de este modo. No ven más que la carga, las dificultades y las humillaciones en sí; y se hunden. Empiezan a autocompadecerse, a cuestionarse cosas de su vida matrimonial o de su vocación que antes estimaban en mucho. El sacrificio, el esfuerzo y la entrega parecen no tener sentido; la caridad, la paciencia y el amor se convierten en meras palabras vacías. Empiezan a cuestionarse incluso el acierto o la validez de su decisión primera, a buscar la libertad o algún modo de escapar.”
Walter J. Ciszek, He Leadeth Me

Jamie McGuire
“El verdadero matrimonio empieza antes del día de la boda. Y los esfuerzos del matrimonio continúan mucho después de que termine la ceremonia. Un breve momento y el trazo de una pluma es todo cuanto se necesita para crear el vínculo legal del matrimonio, pero hace falta una vida entera de amor, compromiso, perdón y transigencia para que un matrimonio sea duradero y eterno.”
Jamie McGuire, A Beautiful Wedding

“El matrimonio es un sacramento. Ningún matrimonio está libre de discusiones, pero lo importante es abstenerse de palabras que ofendan. Como cualquier pareja casada, Marko y yo teníamos de vez en cuando pequeñas y estúpidas peleas, pero estábamos determinados a evitar las palabras hirientes en nuestra relación. Respetábamos las diferencias de cada uno y poníamos a Dios en primer lugar. Nuestra fe nos ayudaba a pasar por alto los desafíos humanos que a menudo suceden entre las personas. Dios es amor. Y el amor debe hacerte feliz.”
Mirjana Soldo, My Heart Will Triumph

“Después de que Marko y yo nos casáramos, vivimos con sus padres. Con siete miembros de la familia compartiendo dos habitaciones. Marko y yo nos estabilizamos en nuestra nueva vida juntos. Él supervisaba la construcción de nuestra casa y yo continuaba trabajando en la agencia de viajes. Qué afortunada era por haberme casado con un hombre cuyos pensamientos y sentimientos eran tan parecidos a los míos. Nuestra compatibilidad era claramente un fruto del intento de vivir los mensajes de Nuestra Señora. La oración y el ayuno abrieron nuestros corazones para ser más comprensivos y nos permitió ver el valor de dar.”
Mirjana Soldo, My Heart Will Triumph

“Él y yo nunca discutimos sobre las obligaciones de cada uno. Todo lo hacíamos de manera natural. Dios unió al hombre y a la mujer para trabajar juntos, no para que uno de ellos tuviera que cargar con toda la responsabilidad.”
Mirjana Soldo, My Heart Will Triumph

Amalia Frontali
“Ci vuole uno che col matrimonio ti liberi, non che t’incateni.”
Amalia Frontali, La Chioma di Berenice

Carla Lonzi
“El divorcio es un injerto en el matrimonio con el cual se refuerza dicha institución.”
Carla Lonzi, Sputiamo su Hegel e altri scritti

Caitlin Moran
“Muchas veces las mujeres se casan con su techo de cristal.”
Caitlin Moran, More Than a Woman

Kate Danon
“No podría haberme casado con otro hombre... Tú eres el único al que podría haber entregado mu vida y mi corazón.”
Kate Danon, Una mágica visión

“At first, Old Madam Cheng was not very optimistic about Cheng Yujin’s marriage. When two calm and rational people were put together, no one would take the initiative to show emotions to the other. It was better to put a charming and innocent woman next to the Crown Prince, who surely would please him more. After all, men didn’t like women who were too smart. Like Huo Changyuan and Cheng Yumo, one was a formidable man, and the other was an innocent woman who knew nothing of the world. The man was the absolute authority, and the woman was relying wholeheartedly on the man, which was doing good for their relationship.

But who would have thought that the final result would be quite different?

Facts proved that smart people could live well anywhere. Two smart people put together only ended up twice as good. The so-called excellent men did not like smart and capable wives was merely a self-comfort of stupid people.”
Jiu Yue Liu Huo, Greetings Ninth Uncle 九叔万福

Irenea Morales
“O tal vez lo que le pasaba realmente era que se sentía sola. Tal vez se mentía a sí misma cuando decía que no necesitaba a nadie a su lado. Tal vez echaba de menos una caricia, unas palabras de ánimo, una conversación hasta altas horas de la madrugada…
Su matrimonio no podía haber estado más lejos de ser perfecto; sin embargo, a veces se le hacía duro pensar que no volvería a compartir su vida con nadie.”
Irenea Morales, Una visita inesperada

Irene Maciá
“Ni se imagina el lector la cantidad de años que me pasé, durante mis estudios universitarios entre grado y máster, erradicando de mi mente el muy falso mito del 'príncipe azul'. Todavía continúa de sobra extendido en buena parte de la población, aunque desprenda una toxicidad que tanto perjuicio ocasiona en la mente de una chica. Es imposible hacer cambiar para bien a un 'malote' gracias al amor proporcionado por una mujer. Ante la ausencia de unos límites predefinidos que la hagan respetar, lo único que ella obtendrá a cambio serán abusos más constantes y voluminosos por parte del hombre. Y por desgracia, te das cuenta de que el romántico mito del 'príncipe azul' tiene aún más posibilidades de pervivir si el educador de un centro penitenciario se atreve a decirle a un preso, 'de boquilla', que sus ilícitos instintos sexuales desaparecerán solo con la mágica aparición de una esposa. Y con esa magia, me refiero a lo de simplemente ponerle a una mujer por delante, sin un hondo trabajo efectuado anteriormente sobre el sujeto; como tanto he enfatizado en mi idea de la utilización misógina de las mujeres, a las que se les echa encima el enorme peso de reformar a un sacerdote pederasta 'por amor'.”
Irene Maciá, La dimensión del celibato

“Sólo sé que eres mi esposa, que quiero que seas la madre de mis hijos, mi compañera y mi amiga hasta que seamos tan viejos que tengamos que apoyarnos el uno en el otro para poder seguir caminando.”
Yolanda Díaz de Tuesta, Grados de pasión

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