Yo, Díaz Quotes
Yo, Díaz
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Pedro J. Fernández1,465 ratings, 4.31 average rating, 248 reviews
Yo, Díaz Quotes
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“Los mexicanos nunca han estado contentos con su gobierno; siempre idealizan a los candidatos perdedores y a los presidentes que ya no están. En Estados Unidos la democracia funciona porque una vez que el presidente es elegido todos se suman para apoyarlo, pero en México todos se suman para quitarlo.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Yo espero que llegue mi fin. El mundo cambia y yo aún tengo sed. Todavía espero que haya una última aventura que lleve mi nombre, y que pueda regresar a México para defender a la patria con el fusil al hombro. La”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“En México, todos los que han llegado el poder han cometido el mismo error: se han sentido indispensables hasta querer volverse padres de un pueblo huérfano.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Lo que más pesa a los ochenta y cuatro años no es la fragilidad de la memoria ni la dependencia del bastón, sino el tiempo perdido y esos malditos “si tan sólo hubiera”. Nada vuelve cuando las aguas del tiempo arrasan con todo.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Supongo que a él lo recordarán con cariño. La historia lo tratará bien porque murió joven y no le dio tiempo de equivocarse.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Razones siempre habrá para quejarse del que lleve la banda presidencial, pero nunca para apoyar iniciativas o tomar ellos mismos el poder. ¿Cómo perder la oportunidad de echarle la culpa a alguien más? Si el pueblo mexicano se alimentara de críticas, no tendría hambre.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Decidimos que lo harían cabalgando en Chapultepec. Escogimos un día cualquiera, me monté en mi caballo y lo conduje algunos metros, mientras una caja negra registraba cada uno de mis movimientos. Días después organizamos una proyección privada en el castillo para ver las imágenes. ¡El blanco y negro cobró vida! Ahí estaba, claro, en una fotografía que se movía. Algunos segundos de mí, montado sobre un caballo, con los ahuehuetes plateados al fondo. Así se filmó la primera película mexicana y me convertí en el primer actor que tuvo el país.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Mientras recorríamos las calles de la Ciudad de México recordé cómo eran la primera vez que las vi, la terracería, el polvo; y ahora el drenaje, el alumbrado, los caminos pavimentados, los edificios como carbones negros iluminados por los faroles con electricidad, los templos coloniales; el pasado y el futuro mezclados en un presente incierto. Los faros de acetileno alumbraban el camino. Pasamos una última vez por el Palacio de Gobierno y la Catedral. Me hubiera gustado tener tiempo para cambiarme de ropa.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Me apena el destino de los mexicanos, por cuanto esperan la llegada de algún héroe que les provea un bienestar utópico y siempre son capaces de hallar un villano a quien culpar de todas sus desgracias.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“En una situación de poder, la peor droga que puedes consumir son los aplausos y las adulaciones, porque te arrebatan la vista y el oído,”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Los mexicanos siempre han sido el mayor enemigo de los mexicanos. Ahora logro comprenderlo: vivimos y viviremos en una eterna guerra fratricida.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“No, general. Se preocupó mucho de nosotros, sus científicos y aduladores, de que nosotros nos mantuviéramos felices, de que sus amigos tuvieran un cargo público; se volvió sordo a los abucheos, ciego a los indígenas hambrientos, como usted lo fue alguna vez en Oaxaca.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“para gobernar un pueblo tan cabrón como el nuestro se iba a necesitar un cabrón y medio.”
― Yo, Díaz
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“Los mexicanos siempre están en busca de un culpable para sus dolencias y ahora es mi turno de ocupar ese puesto.”
― Yo, Díaz
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“contra el señor Madero. —A la gente no le importa quién está contra quién, sólo que le están disparando, y tiene miedo, y las inversiones caen, y México pierde. México siempre pierde cuando huele a pólvora.”
― Yo, Díaz
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“Adiós, México —susurré desde el barandal—, si alguna vez necesitaras de mis servicios, pongo mi palabra de militar de que mi espada siempre estará contenta de defender este amado suelo mexicano.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Ahora siento no haber reprimido la Revolución. Tenía yo armas y dinero, pero ese dinero y esas armas eran del pueblo, y yo no quise pasar a la historia empleando el dinero y las armas del pueblo para contrariar su voluntad.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“El pueblo mexicano, ese pueblo que tan generosamente me ha colmado de honores, que me proclamó su caudillo durante la Guerra de Intervención, que me secundó patrióticamente en todas las obras emprendidas para impulsar la industria y el comercio de la república, ese pueblo, señores diputados, se ha insurreccionado en bandas milenarias armadas, manifestando que mi presencia en el ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo es causa de su insurrección. No conozco hecho alguno imputable a mí que motivara ese fenómeno social; pero permitiendo, sin conceder, que pueda ser culpable inconsciente, esa posibilidad hace de mi persona la menos a propósito para raciocinar y decir sobre mi propia culpabilidad. En tal concepto, respetando como siempre he respetado la voluntad del pueblo, y de conformidad con el artículo 82 de la Constitución Federal, vengo ante la Suprema Representación de la Nación a dimitir sin reserva el encargo de presidente constitucional de la república con que me honró el pueblo nacional; y lo hago con tanta más razón, cuanto que para retenerlo sería necesario seguir derramando sangre mexicana, abatiendo el crédito de la Nación, derrochando sus riquezas, segando sus fuentes y exponiendo su política a conflictos internacionales. Espero, señores diputados, que calmadas las pasiones que acompañan a toda revolución, un estudio más concienzudo y comprobado haga surgir en la conciencia nacional, un juicio correcto que me permita morir llevando en el fondo de mi alma una justa correspondencia de la estimación que en toda mi vida he consagrado y consagraré a mis compatriotas. Con todo respeto.”
― Yo, Díaz
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“Así se filmó la primera película mexicana y me convertí en el primer actor que tuvo el país.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Allá por el 86 u 87 anduvo diciendo que se iba a sentir un temblor de tierra en la Ciudad de México, y le atinó de pura suerte. Luego le dio por hacer más predicciones que terminaron por no cumplirse, pero él seguía de terco con que iba a temblar en las fechas que él daba. Pues bien, en 1892 este hombre decidió que iba a contender en las elecciones federales, y hasta se autonombró “el candidato del pueblo” o quién sabe qué burrada.”
― Yo, Díaz
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“Los alumnos y los profesores aún no querían que Matilde se titulara como médica; argumentaron que los estatutos de la escuela hablaban de alumnos, no de alumnas, y que no iba a haber una médica. Perdona que lo diga, Carmelita, pero ¡cómo chingados no! Me canso que todo se puede cuando el que tiene el poder tiene interés. Mandé una solicitud a la Cámara de Diputados para que se cambiara el reglamento, y lo hicieron.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Valiéndome de los discursos liberales y la corriente positivista me propuse crear una identidad para todos los mexicanos, un nacionalismo que nos hiciera sentir orgullosos lo mismo en Coahuila que en Oaxaca, en Baja California que en Yucatán, y la historia nacional y la antropología eran un campo perfecto para realizar aquella proeza. Se inició la creación de mitos (como el de los Niños Héroes) y de héroes patrios sin mancha (como Benito Juárez), así como la enseñanza de batallas importantes (como la batalla del 5 de mayo).”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“No era ningún tonto con banda presidencial, sabía bien que para gobernar un pueblo tan cabrón como el nuestro se iba a necesitar un cabrón y medio.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Para evitar el derramamiento de torrentes de sangre fue necesario derramarla un poco. La paz era necesaria, aun una paz forzosa, para que la nación tuviese tiempo de pensar y trabajar.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
“Nadie puede recibir aplausos sin críticas, ni ataques sin defensas. Tú no eres diferente, eres humano. Un hombre común con un destino extraordinario.”
― Yo, Díaz
― Yo, Díaz
