La hija del caníbal Quotes

“Lo que públicamente se entiende por normal no es lo más habitual, sino lo normativo, lo convencionalmente obligatorio. Pero dentro del secreto de nuestra intimidad, todos nos desviamos de la regla, todos somos de algún modo heterodoxos.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“La guerra es una porquería no sólo derriba casas, sino también los principios más elevados.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“И така, сама съм и ми харесва. След толкова много години на съжителство, сега възвръщам дома си със същия плам, с който колониалните страни възвръщат независимостта си от империите. Сега аз съм принцесата на своя хол, царица на спалнята си и императрица на часовете си. Оставям в безпорядък дисковете, които слушам, чета до пет сутринта и ям, когато ми се яде. Да живееш с някого, значи да отстъпваш. Значи да се спазариш с другия,като винаги плащаш някаква цена за минутите си,за любимите си ъгълчета. Това отказване от ежедневните ти права се извършва, естествено,за сметка на нещо друго: подслон, ласка, компания, секс, развлечение, съучастие. Но когато двойката се разпадне, сделката със съвместното живеене направо рухва. Една отегчена двойка е като неудобен хотел, натъпкан с прекалено много гости. Въпреки това съм склонна да пробвам нов хотел. Но спокойно, без да се опиянявам от фантазии. След като бях търсила напразно идеалния мъж, започвам да подозирам,че е по-приятно и по-подходящо да намериш един, който просто да бъде добър човек.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“La cotidianeidad tiene estos lazos, el entrañamiento del aire que se respira a dos, del sudor que se mezcla, la ternura animal de lo irremediable.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Aprendí que la mirada implacable con la que nos fileteamos y descuartizamos y despreciamos las mujeres es una mirada nuestra, una mirada interna, una exigencia loca con la que nosotras mismas nos esclavizamos”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Somos sólo palabras, palabras que retumban en el éter. Palabras musitadas, gritadas, escupidas, palabras repetidas millones de veces o palabras apenas formuladas por bocas titubeantes. Yo no creo en el Más Allá, pero creo en las palabras. Todas las palabras que las personas hemos dicho desde el principio de los tiempos se han quedado dando vueltas por ahí, suspendidas en el magma del Universo. Esa es la eternidad: un estruendo inaudible de palabras.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Çok sonraları, aşk hayatımda, öyle sessiz ve suskun kadınlar tanımışımdır ki, yatakta beklenmedik bir biçimde dilleri çözülüp inanılmaz derecede tatlı dilli olmuşlardır. O dul kadına da o gece buna benzer bir şey olmuştu, ama gırtlağında çözülen sesi erotik değil, içten ve sevecendi. Aramızda cinsellikle ilgili hiçbir şey geçmedi: kocası ve çocukları olmayan, orta yaşın sınırına ermiş o dul kadın, birkaç saat boyunca benim varlığımda kendi yavrusunu bulmuştu; ben de, anasını özlemiş bir öksüz olarak, o kocaman kollarında beni sallamasının keyfine bırakmıştım kendimi. Gün doğana kadar, birbirimize sımsıkı sarılarak öylece kalmıştık; benim o partal, kirli gömleğim, onun o kaba saba, hışır hışır gömleğine değiyor; ekmek ve ter kokan doyurucu kokusu her yanımıza siniyor; horoz, domuz, ördek boğazlayan elleri, aynı rahatlıkla öldürebilen, doyurabilen, yatıştırabilen o güçlü elleri, yumuşacık bir sürtünmeyle başımı okşuyordu. Unutulmaz bir gece olmuştu, çünkü o geceden sonra çocukluğum sona erdi. Son masumiyet gecemdi benim.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Si el onanismo no nos es suficiente es porque el sexo es otra cosa. Es salir de ti mismo. Es detener el tiempo. El sexo es un acto sobrehumano: la única ocasión en la que vencemos a la muerte. Fundidos con el otro y con el Todo, somos por un instante eternos e infinitos, polvo de estrellas y pata de cangrejo, magma incandescente y grano de azúcar. El cielo, si es que existe, sólo puede ser eso.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“La realidad tiende a manifestarse así, insensata, inconcebible y paradójica, de manera que a menudo de lo grosero nace lo sublime; del horror, la belleza, y de lo trascendental, la idiotez más completa.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“El dolor, la inquietud, la indigna dependencia, la miseria de los días y las noches, todo esto por amor, o así denominaban a esta patología, a la necesidad del otro que destruye, a la ferocidad antropofágica, son caníbales aquellos que para amar devoran. Si lo siniestro es la irrupción del horror en lo cotidiano y lo apacible, no hay nada más siniestro que el amor que envilece; y por ese agujero negro, rugiendo como un dragón y echando fuego, emerge la perdición de cada cual.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Ignoro de qué sustancia extraordinaria está confeccionada la identidad, pero es un tejido discontinuo que zurcimos a fuerza de voluntad y de memoria. ¿Quién fue, por ejemplo, la niña que yo fui? ¿Dónde se ha quedado, qué pensaría de mí si ahora me viera?”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Buscaba el Paraíso porque ignoraba que era un lugar inexistente.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“el uso de la tercera persona convierte el caos de los recuerdos en un simulacro narrativo y disfraza de orden la existencia.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“La pérdida, cualquier pérdida, es un aperitivo de la muerte. No nos cabe la pérdida en la cabeza, de la misma manera que no nos cabe la idea de nuestro fin. Uno nunca está preparado para perder.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Te pondré un ejemplo: probablemente no lo sepas, pero los viejos y las viejas amamos hasta el final. Incluso cuando ya no hay fuerzas ni capacidad para pasar al acto, nos enamoramos del médico, de la enfermera, de la asistente social. Algunos se burlan de estos sentimientos terminales, les parecen chistosos y grotescos, pero para mí son amores tan serios y tan auténticos como cualquier pasión de la juventud. Y tan hermosos. Por ejemplo, yo te quiero, Lucía, perdóname. Te quiero y creo que si estuve a punto de morir de neumonía fue por puro miedo a perderte, ¿sabes? Me refiero a cuando en Amsterdam Adrián y tú... Pero no me gustaría que me malinterpretases: yo te quiero sin aspirar a nada, por supuesto. Me basta con quererte y con”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Toda guerra es abominable; las guerras civiles son, además, perversas. Ya lo habéis visto ahora en Yugoslavia. En España fue también así. Violencia y crueldad hasta la náusea.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“De manera que estoy sola, y me gusta. Después de tantos años de convivir con Ramón recupero mi casa con la misma avidez con la que un país colonial se independiza del imperio. Ahora soy princesa de mi sala, la reina de mi dormitorio y la emperatriz de mis horas. Dejo los discos compactos todos desordenados, leo hasta las cinco de la madrugada y como cuando tengo hambre. Convivir es ceder. Es negociar con otro, pagando siempre un precio, los minutos y los rincones de tu vida. Esa entrega de tus derechos cotidianos se hacen por supuesto a cambio de algo: cobijo, cariño, compañía, sexo, diversión, complicidad. Pero cuando la pareja se deteriora el negocio de la convivencia empieza a ser ruinoso. Al final de mi vida con Ramón ya no nos dábamos nada el uno al otro. Una pareja aburrida es como una posada incómoda con demasiados huéspedes. Sin embargo, estoy dispuesta a probar en otra posada. Pero con tranquilidad, sin emborracharme de fantasías; digamos que, después de haberme dejado las pestañas buscando inútilmente al Hombre Ideal, empiezo a sospechar que es más grato y más conveniente encontrar a un buen hombre cualquiera.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Era una pizca de persona, una mínima momia de boca desdentada y ojos encapotados por el velo lluvioso de la edad.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Estoy convencida de que el arte primordial es el narrativo, porque, para poder ser, los humanos nos tenemos previamente que contar. La identidad no es más que el relato que hacemos de nosotros mismos.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“El amor era a menudo el caballo de Troya que permitía el triunfo del enemigo interior.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Todos llevamos dentro nuestro propio infierno, una posibilidad de perdición que es sólo nuestra, un dibujo personal de la catástrofe.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“La vida es justamente eso, un camino azaroso entre tentaciones; y la probidad no depende únicamente de la virtud de cada cual, sino también, y en cierta medida, de la suerte. De cómo, cuándo y dónde te han tentado.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Ignoro de qué sustancia extraordinaria está confeccionada la identidad, pero es un tejido discontinuo que zurcimos a fuerza de voluntad y de memoria.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“¿Qué puede haber más tópico y ramplón que ese afán de ser y no morir? No ha debido de existir ni un solo ser humano, desde el principio de los tiempos, que no haya experimentado alguna vez ese espejismo de hermosura, esa necesidad de permanencia. Hasta los idiotas tienen inquietudes trascendentes y aspiran alguna vez a la eternidad. La metafísica es la más común de las bajas pasiones.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“A veces me embarga la intuición de la profundidad, de que somos más que el mero momento que vivimos y que la carne efímera.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“Cuando vives a dos el mundo se adapta a ese ruido, a ese ritmo, a esos perfiles, y la súbita ausencia del otro desencadena un cataclismo en el paisaje.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“El silencio puede ser ensordecedor y la ausencia invasora.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“La identidad de cada cual es algo fugitivo y casual y cambiante, de modo que, si dejas de mirar a alguien durante un tiempo largo, puedes perderlo para siempre, igual que si estás siguiendo con la vista a un pececillo en un inmenso acuario y de repente te distraes, y cuando vuelves a mirar ya no hay quien lo distinga de entre todos los otros de su especie.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“La buena noticia es que, si sobrevives, el sufrimiento enseña. La mala noticia es que el verdadero sufrimiento casi siempre mata.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal

“El arte primordial es el narrativo, porque, para poder ser, los humanos nos tenemos previamente que contar. La identidad no es más que el relato que nos hacemos de nosotros mismos.”
― Rosa Montero, La hija del caníbal