Las legiones malditas Quotes

“«Las batallas se pueden ganar con el corazón, pero las guerras sólo se pueden ganar con la cabeza.»”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Cuius aures veritati clausae sunt, ut ab amico verum audire nequeat, huius salus despernada est. Cicerón en Laelius, de amicitia, 24, 90 [Aquel cuyos oídos están tan cerrados a la verdad hasta el punto que no puede escucharla de boca de un amigo, puede darse por perdido.] 16”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Netikerty, que significa «la que es excelente, la que hace lo correcto, la que es buena».”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“«La tiranía no acepta comunidad alguna entre señor y súbditos: no hay en ella ni derecho ni justicia. El súbdito es para el tirano lo que la herramienta para el artesano... Hablando con propiedad, el tirano no ve a su alrededor seres humanos, sólo bueyes, caballos y, en todo caso, esclavos.»[11] —Publio”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“La guerra es la excusa perfecta en donde todo se justifica.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“—Nam bene consultum consilium surripitur saepissime, si minus cum cura aut cautela locus loquendi lectus est... [con frecuencia se frustra aquella decisión bien tomada cuando se ha elegido con poca cautela el lugar donde hablar].”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“no confundas mi respeto con temor, no confundas mi franqueza con miedo.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Todos terminamos siendo vulnerables alguna vez. Todos.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Escuchémosle antes de juzgarle.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“no infravaloro ni a mis enemigos ni a los que me rodean, pues ése es el principio de todos los fracasos.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“La amistad es poderosa cuando no es por interés, o, al menos, eso dice Aristóteles,”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Sé que parece injusto lo que digo, pero la vida, a veces, con frecuencia, es injusta.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Un pedagogo con espíritu de siervo transmitiría servilismo a su hijo; un sabio con sentido de su propia dignidad enseñaría autoestima.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Publio, tal y como ya hiciera cuando partieron hacia el sur hacía unos meses, marchaba a pie, al igual que los legionarios, para dar ejemplo y mostrar a sus hombres que compartía con ellos el duro esfuerzo de las eternas jornadas a paso ligero con las que había habituado a sus legionarios a desplazarse por las agrestes tierras hispanas.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“entre el rey Sífax y la joven púnica Sofonisba.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“por eso no lo dudó cuando Giscón le ofreció a su hija en señal de buena amistad. Sífax sabía que aquella hija del general púnico era pretendida por Masinisa, y Sífax no podía por menos de relamerse de satisfacción pensando en la cara que pondría Masinisa cuando éste se enterase de que la mujer de sus sueños era ya otra hembra más en propiedad de su odiado enemigo Sífax, el gran rey de los númidas.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“sangre de una decena de pueblos arrastrados todos por aquella guerra interminable al corazón de una batalla desgarradora.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“En ambos ejércitos había soldados de muy diferentes orígenes y muchos odios acumulados por el dolor de la pérdida de seres queridos durante aquel largo conflicto.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Un pedagogo con espíritu de siervo transmitiría servilismo a su hijo; un sabio con sentido de su propia dignidad enseñaría autoestima. El cónsul sonrió abiertamente.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“era la fuerza del corazón de los hombres fríamente filtrada por la cabeza y el pensamiento.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Vino entonces el momento de mirar al joven Escipión. Fabio vio sus peores augurios confirmados. Ambición y arrogancia sin límites y algo... algo peculiar: una fe en sí”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“mismo descomunal, más allá de toda lógica, ¿alguien que se cree ungido por los dioses? No estaba claro. Fabio comprendió entonces qué era lo que le ponía nervioso de aquel muchacho: había heredado la misma destreza que su padre, la habilidad de hacer difícil que otro supiera lo que pensaba. En Fabio, acostumbrado a mentes más débiles, aquello despertaba una profunda ira.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“todo hombre es corruptible, Marco, absolutamente cualquier hombre, hasta el más honesto es corrompible, pues, de un modo u otro, todos tenemos un punto débil.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“—No, mi general. Mis disculpas, pero yo me quedo aquí... Ha sido una gran batalla, un gran honor... gracias por recuperarnos, por sacarnos del destierro... gracias, mi... mi general... siempre...”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“admisión era gratuita pues el Estado financiaba aquellas representaciones”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“Cicerón en Laelius, de amicitia, 24, 90 [Aquel cuyos oídos están tan cerrados a la verdad hasta el punto que no puede escucharla de boca de un amigo, puede darse por perdido.]”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“«un hueso duro de roer, mejor dicho, un hueso viejo y duro de roer, mejor aún, un hueso del que apenas queda ya nada por roer».”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“La firmeza en la negociación empieza por ser puntuales en el encuentro.”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“[Aquel cuyos oídos están tan cerrados a la verdad hasta el punto que no puede escucharla de boca de un amigo, puede darse por perdido.]”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas

“[Las leyes yacen vencidas bajo la espada guerrera.]”
― Santiago Posteguillo, Las legiones malditas