La casa del sano placer Quotes

Rate this book
Clear rating
La casa del sano placer La casa del sano placer by Alicia Yánez Cossío
20 ratings, 3.60 average rating, 7 reviews
La casa del sano placer Quotes Showing 1-3 of 3
“La Casa del Sano Placer era la otra cara del pueblo. Se erguía alegre y un tanto imperiosa a un costado de la plaza central, frente con frente a la inmensa catedral, de manera que la devoción y el forniqueo parecían mirarse provocativamente cara a cara. La más grande, fiera e iracunda era como si ansiara volcarse encima de la otra para ahogarle y sofocarle con sus piedras y sus mármoles. La pequeña, desparpajada y proclive, parecía que estaba allí como para establecer un balanceo, como para dar un respiro al sofoco que producía la imponencia de la catedral. Se mostraba agresiva y un tanto insinuate dando lugar a una cierta irritación por el sitio donde se había instalado que venía a ser lo mismo que si una pécora estuviera taconeando a las puertas de una escuela o de una sacristía, sin lograr establecer ninguna clase de equilibrio porque inmediatamente del estupor del poder se caía de bruces en el estupor de la insolencia.”
Alicia Yánez Cossío, La casa del sano placer
“No había dinero en el mundo capaz de pagar sus favores, porque la constante penetración del macho no era solamente a su himen maltratado, sino que iba hasta la pulverización de todo sentimiento humano.”
Alicia Yánez Cossío, La casa del sano placer
“Que más tarde se complicó cuando se tuvo la ocurrencia de asociar el sexo con la idea de pecado, lo que produjo a la dolida humanidad tanto penar y sufrimiento como los estragos de las guerras. Que los teólogos, que siempre fueron varones, manipularon el asunto del pecado original recargando la culpabilidad a la hembra. Que se llegó a la histeria cuando se hizo hincapié en que la finalidad del sexo era la procreación y no el simple placer que debía ser tan simple como aplacar la sed, comer cuando picaba el hambre, dormir cuando los ojos se cerraban y otras tantas funciones necesarias. Que se llegó a la arbitrariedad de decir que de aquí para acá es amor y de aquí para allá era pecado poniendo una barrera entre los dos asuntos y confundiendo lo que podía ser más natural y simple con lo escatológico y metafísico, para que en fin de cuentas los más osados hicieran lo que les viniera en gana y los tímidos se hundieran en la culpa.”
Alicia Yánez Cossío, La casa del sano placer