Te di ojos y miraste las tinieblas Quotes
Te di ojos y miraste las tinieblas
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Irene Solà14,736 ratings, 3.81 average rating, 3,036 reviews
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Te di ojos y miraste las tinieblas Quotes
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“Pero no se puede decir cómo se hace una niña. No hay palabras para explicar cómo la hiciste, porque la hiciste como la tierra hace los árboles y los árboles hacen las ramas y las ramas hacen los frutos y los frutos hacen las semillas. A oscuras. Desde un sitio tan adentro que no sabías que sabías hacerlo.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“¡Porque esos ojos nunca habían visto nada! Solo oscuridad, en el vientre. Y la luz pincha y araña.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Aunque lo peor de todo, musitó, no es morirse. Todos nos tenemos que morir un día u otro. Lo peor es la soledad.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“«Les dones us aferreu als llocs», responia, «us hi lligueu com gosses. Al passat, a les cases, a les criatures, a les coses».”
― Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres
― Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres
“Perquè hi ha coses que no es poden dir. Perquè es poden dir les desgràcies, i es pot dir la pena, es poden dir el remordiment i la culpa, i es pot dir la mort, i el mal i les coses que fan els homes. Les bones i les dolentes. Però no es pot dir com es fa una nena. No hi ha paraules per explicar com vas fer-la, perquè la vas fer com la terra fa els arbres i els arbres fan les branques i les branques fan els fruits i els fruits fan les llavors. A les fosques. Des d'un lloc tan endintre que no sabies que en sabies.”
― Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres
― Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres
“tendría que haberlo intuido. Tendría que haberlo visto venir, ella, que todo lo veía, que un ser caprichoso y volátil siempre se va. Siempre huye. Siempre se esconde. Siempre se escapa, cobarde. Como un cervatillo, como una serpiente, como una rata. Pero no quiso verlo.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“De entre todas las muchachas que había para elegir, de entre toda la caterva de mujeres del mundo, con sus ojos y su pelo y su manera de mirar, dijo, esta. Y la señaló.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Y, mientras subían montañas de estiércol y de fuego y bajaban a valles de brasas donde el viento bramaba y los árboles rechinaban cargados de urracas y cuervos, la voz incesante la fustigaba, »Yo te cincelé y tú te hiciste sierva de otro«, tan ensordecedora que la mujer era incapaz de separar las palabras, »Aléjate de mí, endemoniada, que yo te di oídos y tú escuchaste a otro«. Margarida, aterrorizada, miraba al culo del caballo y negaba con la cabeza, »Te di boca y confabulaste con otro«, tropezaba, pero el estrépito continuaba, »Te di ojos y miraste las tinieblas«.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Los últimos hilos que la ataban a la consciencia se deshilacharon, más finos cada vez, y se rompieron.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“...al matí una dona ingènua podria creure's que la nit ja s'acabava. Però la nit no s'acabava mai, s'esperava amagada i sempre tornava.”
― Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres
― Et vaig donar ulls i vas mirar les tenebres
“Margarida didn’t like mornings. Because in the morning a naive woman could believe that the night was ending. But night never ended; it merely waited, hiding, and always returned.”
― I Gave You Eyes and You Looked Toward Darkness
― I Gave You Eyes and You Looked Toward Darkness
“I somicava. “Tinc sorra, tinc sorra, aquí”, assenyalant-se al pit. I si es movia, la sorra li feia mal, i s’estirava, la sorra l’ofegava. I l’ Àngela realment no ho entenia, que una pena pogués durar tant.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“El hedor era orgánico. Vivo. Rasposo. Denso. Puntiagudo. Latía y supuraba, obstinado, hinchado por la oscuridad y la humedad.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Como un alma en pena. Desamparada. Olvidada, abandonada, encantada y castigada. ¡Adiós!, jadeó, entregada. Anhelosa e inflamada.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Que en la bolsa tenían la cena preparada en un táper y que se la podían calentar en el microondas. Significasen lo que significasen esas palabras.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“«Hijos míos, soy viejo y me moriré un día de estos. Id a recorrer el mundo y volved dentro de un año, y a aquel de los tres que haya hecho el acto de pereza más grande le dejaré el burro cuando me muera».”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Quería sentir la tortura, las punzadas, lo mucho que por fuerza debía de doler que te mataran tantas cosas. «¡¿Qué más?!» Quería notar la herida desgarrada, supurante. El cuchillo dentro, dando vueltas.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Quería sentir la tortura, las punzadas, lo mucho que por fuerza debía de doler que te mataran tantas cosas.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“«Cayeron al suelo uno encima de otro, con la cara blanca, la boca abierta y la sangre mezclándose.»”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Bernadeta dijo que algunos no habían tenido ánimo ni para levantarse y que se habían dejado matar sentados.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Sheila levantó la cabeza de los papeles cosidos que tenía en la mesa y preguntó a su hermano si sabía lo que era la troposfera. Nico no respondió, y la niña repitió que si sabía qué era la troposfera. El niño contestó que no y Sheila dijo que ella sí lo sabía, y entonces le preguntó, ¿sabes qué es la estratosfera? Y Nico respondió que no. Y Sheila dijo que ella sí lo sabía, ¿y la mesosfera y la ionosfera?, y Nico dijo que antes él también lo sabía, pero que se le había olvidado. Y entonces Sheila le preguntó si sabía lo que era la exosfera y él dijo que no, pesada, y la niña contestó que ella tampoco lo sabía, y que por eso se lo preguntaba. Empezó a llover. Al principio las gotas caían muy separadas unas de otras. Pesadas. Una en esta hoja, y la hoja se balanceaba. Una en esta teja. Y la teja repicaba. Después cayeron más seguidas. Dentro de la casa se oía el alboroto acogedor del agua.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Se le había metido como ponzoña en los ojos, en la boca, en los oídos y en el corazón, y así, envenenado, ciego y sordo como lo tenía, le había estrangulado la memoria para que olvidara a sus hijos y a su mujer, y se lo había quedado para ella sola hasta hacerle perderlo todo. Hasta la suerte.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“–Se ha muerto –dijo, meditabunda y seria, porque uno solo se muere una vez. Y Àngela, que era una mujer insensible, habría querido notar el dolor y gritar mucho al morir. Gemir con la lengua fuera y que le rechinaran los dientes, y temblar, y tener una herida grande, supurante y desgarrada, que sangrara mucho, y meter los dedos y hurgar y hurgar, y chillar y llorar, y entender las cosas que no había entendido y que tendría que haber entendido.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“La boca como un nido vacío.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Porque, aunque no se viera, si se escuchaba atentamente se percibía; la pequeña tenía mal el corazón. Le faltaba un trozo. Eso no quería decir que Margarida tuviera mal corazón. No. Ni un corazón delicado. Tampoco. Quería decir que lo tenía pequeño, duro, fibroso. Difícil de masticar. Rabioso. De liebre.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Joana lo vio cuando sacudía las ancas para escurrirse la meada. Entre los árboles. Primero los ojos. Porque centelleaban. Después la mancha que era el cuello grueso y la chepa y la espalda. Luego el toro. Porque era un toro. Imponente. Todo él negro como la cosa más negra. Los cuernos eran negros, la carne de dentro de los ojos era negra, negras las pestañas; negras las orejas; negros el morro lleno de mocos, la frente cubierta de remolinos, el cuello venoso, las patas, las pezuñas, el vientre, los lomos, la pija; negros. Tan oscuro que la noche parecía clara. Y se acercó. El pelo le brillaba como si fuera agua.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“La madre de Bernadí enfermó después de que los lobos devoraran a sus otros cuatro hijos igual que si fueran pollos. Se hinchó. Primero los pies, morados. Después las rodillas, negras. Luego el vientre, cual pájaro que se ha caído del nido. Y se murió.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Dentro de sus ojos todo era negro. Tan negro como había visto que sería el cielo cuando se apagara el sol con un estallido que lo mataría todo y se hiciera de noche para siempre.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“Se decía que, para que Francesc nunca estuviera solo, Dios Nuestro Señor había hecho a todos y cada uno de los hombres que lo acompañaban, y que lo querían de esa forma que tienen los hombres de quererse, que es mucho mejor que la que tienen de querer a las mujeres.”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
“«Las mujeres os aferráis a los sitios», respondía, «os atáis como perras. Al pasado, a las casas, a los hijos, a las cosas.»”
― Te di ojos y miraste las tinieblas
― Te di ojos y miraste las tinieblas
