Berenice Quotes
Berenice
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Edgar Allan Poe7,772 ratings, 3.75 average rating, 852 reviews
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Berenice Quotes
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“To muse for long unwearied hours with my attention riveted to some frivolous device upon the margin, or in the typography of a book — to become absorbed for the better part of a summer's day in a quaint shadow falling aslant upon the tapestry, or upon the floor — to lose myself for an entire night in watching the steady flame of a lamp, or the embers of a fire — to dream away whole days over the perfume of a flower — to repeat monotonously some common word, until the sound, by dint of frequent repetition, ceased to convey any idea whatever to the mind — to lose all sense of motion or physical existence in a state of absolute bodily quiescence long and obstinately persevered in — Such were a few of the most common and least pernicious vagaries induced by a condition of the mental faculties, not, indeed, altogether unparalleled, but certainly bidding defiance to any thing like analysis or explanation.”
― Berenice
― Berenice
“How is it that from beauty I have derived a type of unloveliness?—from the covenant of peace a simile of sorrow? But as, in ethics, evil is a consequence of good, so, in fact, out of joy is sorrow born.”
― Berenice
― Berenice
“In the strange anomaly of my existence, feelings with me had never been of the heart, and my passions always were of the mind.”
― Berenice
― Berenice
“En la extraña anomalía de mi existencia, los sentimientos en mí nunca venían del corazón, y las pasiones siempre venían de la inteligencia.”
― Berenice
― Berenice
“Igual que en la ética el mal es consecuencia del bien, en realidad de la alegría nace la tristeza. O la memoria de la dicha pasada es la angustia de hoy, o las agonías que son se originan en los éxtasis que pudieron haber sido.”
― Berenice
― Berenice
“Either the memory of past bliss is the anguish of today, or the agonies which are have their origin in the ecstasies which might have been...”
― Berenice
― Berenice
“la memoria de la dicha pasada es la angustia de hoy, o las agonías que son se originan en los éxtasis que pudieron haber sido.”
― Berenice
― Berenice
“Las realidades del mundo terrestre me afectaron como visiones, sólo como visiones, mientras las extrañas ideas del mundo de los sueños, por el contrario, se tornaron no en materia de mi existencia cotidiana, sino realmente en mi cínica y total existencia.”
― Berenice
― Berenice
“Igual que en la ética el mal es consecuencia del bien, en realidad de la alegría nace la tristeza.”
― Berenice
― Berenice
“Dans un mois, dans un an, comment souffrirons-nous Seigneur, que tant de mers me séparent de vous. Que le jour recommence et que le jour finisse Sans que jamais Titus puisse voir Bérénice.”
― Berenice
― Berenice
“En la extraña anomalía de mi existencia, mis sentimientos nunca venían del corazón, y mis pasiones siempre venían de la mente.”
― Berenice
― Berenice
“En los intervalos lúcidos de mi mal, la calamidad de Berenice me daba lástima, y, profundamente conmovido por la ruina total de su hermosa y dulce vida, no dejaba de meditar con frecuencia, amargamente, en los prodigiosos mecanismos por los que había llegado a producirse una revolución tan repentina y extraña.”
― Berenice
― Berenice
“Mortuus est Dei filius: credibile est quia ineptum est; et sepultus resurrexit: certum est quia impossibile est,”
― Berenice
― Berenice
“Las meditaciones nunca eran agradables, y al final de la ensoñación, la primera causa, lejos de perderse de vista, había alcanzado ese interés sobrenaturalmente exagerado que constituía el rasgo primordial de la enfermedad. En una palabra, las facultades que más ejercía la mente en mi caso eran, como ya he dicho, las de la atención; mientras que en el caso del soñador son las de la especulación.”
― Berenice
― Berenice
“En mi caso, el objeto primario era invariablemente trivial, aunque adquiría, mediante mi visión perturbada, una importancia refleja e irreal.”
― Berenice
― Berenice
“La enfermedad —una enfermedad mortal— cayó sobre ella como el simún, y, mientras yo la contemplaba, el espíritu del cambio la arrasó, penetrando en su mente, en sus costumbres y en su carácter, y de la forma más sutil y terrible llegó a alterar incluso su identidad. ¡Ay! La fuerza destructora iba y venía, y la víctima..., ¿dónde estaba? Yo no la conocía, o, al menos, ya no la reconocía como Berenice.”
― Berenice
― Berenice
“Pero crecimos de modo distinto: yo, enfermizo, envuelto en tristeza; ella, ágil, graciosa, llena de fuerza; suyos eran los paseos por la colina; míos, los estudios del claustro; yo, viviendo encerrado en mí mismo, entregado en cuerpo y alma a la intensa y penosa meditación; ella, vagando sin preocuparse de la vida, sin pensar en las sombras del camino ni en el silencioso vuelo de las horas de alas negras.”
― Berenice
― Berenice
“Pero crecimos de modo distinto: yo, enfermizo, envuelto en tristeza; ella, ágil, graciosa, llena de fuerza; suyos eran los paseos por la colina; míos, los estudios del claustro; yo, viviendo encerrado en mí mismo, entregado en cuerpo y alma a la intensa y penosa meditación; ella, vagando sin preocuparse de la vida, sin pensar en las sombras del camino ni en el silencioso vuelo de las horas de alas negras. ¡Berenice! —Invoco su nombre—, ¡Berenice!”
― Berenice
― Berenice
“pero no intento convencer. Sin embargo, hay un recuerdo de formas etéreas, de ojos espirituales y expresivos, de sonidos musicales y tristes, un recuerdo que no puedo marginar; una memoria como una sombra, vaga, variable, indefinida, vacilante; y como una sombra también por la imposibilidad de librarme de ella mientras brille la luz de mi razón.”
― Berenice
― Berenice
“una memoria como una sombra, vaga, variable, indefinida, vacilante; y como una sombra también por la imposibilidad de librarme de ella mientras brille la luz de mi razón.”
― Berenice
― Berenice
“La desdicha es muy variada. La desgracia cunde multiforme en la tierra. Desplegada por el ancho horizonte, como el arco iris, sus colores son tan variados como los de éste, a la vez tan distintos y tan íntimamente unidos.”
― Berenice
― Berenice
“La desdicha es muy variada. La desgracia cunde multiforme en la tierra. Desplegada por el ancho horizonte, como el arco iris, sus colores son tan variados como los de éste, a la vez tan distintos y tan íntimamente unidos. ¡Desplegada por el ancho horizonte como el arco iris!”
― Berenice
― Berenice
“La desdicha es diversa. La desgracia cunde multiforme sobre la tierra. Desplegada sobre el ancho horizonte como el arco iris, sus colores son tan variados como los de este y también tan distintos y tan íntimamente unidos.”
― Berenice
― Berenice
“Señaló mis ropas: estaban manchadas de barro y de sangre. No contesté nada; me tomó suavemente la mano: tenía huellas de uñas humanas. Dirigió mi atención a un objeto que había en la pared; lo miré durante unos minutos: era una pala. Con un grito corrí hacia la mesa y agarré la caja. Pero no pude abrirla, y por mi temblor se me escapó de las manos, y se cayó al suelo, y se rompió en pedazos; y entre éstos, entrechocando, rodaron unos instrumentos de cirugía dental, mezclados con treinta y dos diminutos objetos blancos, de marfil, que se desparramaron por el suelo.”
― Berenice
― Berenice
