The First Principle Quotes
The First Principle: Talks On Zen
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The First Principle Quotes
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“Si desean saber, permanezcan vacíos. Si desean saber, sean nada. Si desean saber, desaparezcan en la nada.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Nacemos, vivimos, amamos, hacemos mil y una cosas y finalmente morimos. En realidad, todas esas cosas no son más que formas. Formas vacías, sombras vacías.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“El robo se condena a causa de la mentalidad capitalista que reina en el mundo. El pensamiento capitalista considera que el dinero le pertenece a alguien, que hay dueños con derechos y nadie puede arrebatarles esos derechos.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“El dinero tiene una utilidad. No es necesario vivir solamente para el dinero, y tampoco es necesario oponerse a él; es sencillamente un medio.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Carácter significa pasado. El hombre continúa repitiendo su pasado, es como un disco rayado.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“You are not alive even now, and you are talking about life after death? I don’t even see life before death.”
― The First Principle: Talks On Zen
― The First Principle: Talks On Zen
“Let me repeat: the profane is the sacred, the samsara is the nirvana.”
― The First Principle: Talks On Zen
― The First Principle: Talks On Zen
“Cuando el gran maestro Zen Roshi Taji estaba en su lecho de muerte, sus discípulos mayores se congregaron a su lado. Uno de ellos recordó que a Roshi le encantaba un cierto tipo de pastel y dedicó medio día a recorrer las pastelerías de Tokio buscándolo, a fin de ofrecérselo al maestro en ese momento final. Con una sonrisa lánguida, Roshi aceptó un trozo y comenzó a masticarlo lentamente. A medida que se iba debilitando, sus discípulos se fueron acercando y, finalmente, le preguntaron si tenía unas últimas palabras para ellos. “Sí”, respondió Roshi. Los discípulos se inclinaron ansiosos sobre el lecho: “¡Por favor, dínoslas!”. “¡Pero, caramba, este pastel está delicioso!”, y, diciendo esas palabras, expiró. Un maestro Zen no habla de Dios, no habla de la muerte, no habla del más allá. Habla sobre el momento inmediato. Estaba masticando un trozo de pastel, y esa era la realidad. En ese momento, eso era lo real. Lo inmediato es lo real. La respuesta es muy inesperada: “¡Pero, caramba, este pastel está delicioso!”, muy presente. No pueden imaginar a Ramakrishna diciendo eso, ni a un cristiano o a un musulmán. Imposible. Solamente a un maestro Zen… En ese momento, Dios es el sabor delicioso en su boca. Esa es la verdad en ese momento. No hay nada más que la verdad de ese momento. Ni siquiera en su lecho de muerte aplica un maestro Zen algún sistema de creencia; no trae la mente a la situación. Permanece fiel a lo que sea que es.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Un hombre de verdad destruye todas las expectativas que los demás tienen de él porque no ha venido a este mundo para someterse a la prisión de las ideas de nadie. Permanecerá libre. Siempre será inconsistente, porque de eso se trata la libertad. Hará una cosa un día, y hará algo totalmente contrario al día siguiente, para que nadie pueda hacerse a una idea de lo que es. Un ser humano genuino es inconsistente. Solamente son consistentes los falsos seres humanos. Un ser humano real y verdadero alberga contradicciones. Es la libertad pura. Tal es su libertad que puede ser esto y también puede ser aquello. Puede escoger: si desea ser izquierdista, es izquierdista; si desea ser derechista, se convierte en derechista. No alberga obstáculos en su interior. Si desea estar adentro, está adentro, si desea estar afuera, está afuera. Es libre. Puede ser extrovertido, o introvertido, o hacer lo que desee. Es su libertad la que decide qué hacer en un momento determinado.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“verdad destruye todas las expectativas que los demás tienen de él porque no ha venido a este mundo para someterse a la prisión de las ideas de nadie. Permanecerá libre. Siempre será inconsistente, porque de eso se trata la libertad. Hará una cosa un día, y hará algo totalmente contrario al día siguiente, para que nadie pueda hacerse a una idea de lo que es. Un ser humano genuino es inconsistente. Solamente son consistentes los falsos seres humanos. Un ser humano real y verdadero alberga contradicciones. Es la libertad pura. Tal es su libertad que puede ser esto y también puede ser aquello. Puede escoger: si desea ser izquierdista, es izquierdista; si desea ser derechista, se convierte en derechista. No alberga obstáculos en su interior. Si desea estar adentro, está adentro, si desea estar afuera, está afuera. Es libre. Puede ser extrovertido, o introvertido, o hacer lo que desee.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Una cosa es cierta: cuando creemos una cosa, vivimos una realidad, cuando creemos en otra cosa vivimos otra realidad.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Karl Marx dijo: “Proletarios del mundo, únanse. Lo único que tienen que perder son sus cadenas”.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Cuando tenemos mucho que perder nos asalta el miedo y buscamos la forma de transar porque no estamos muy seguros de la victoria.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Lo real es la llama de la vida, la llama blanca de la vida. A fin de conocer esa llama blanca de la vida debemos retirar de nuestros ojos todas las formas.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Una vez que emerge la verdad y se acepta, el error se disipa espontáneamente.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“Este momento lo es todo, y todos somos todo. Puesto que encarnamos el todo, el todo está en juego en nuestro interior. El todo nos atraviesa.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“En la vida real nadie conoce las respuestas. En la vida real es preciso responder al momento. No se puede andar por la vida con respuestas prefabricadas, ni fijas, con lugares comunes. En la vida real es preciso estar abiertos.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“El hombre de carácter está muerto. El hombre de carácter encaja dentro de una casilla; el hombre de carácter es previsible. El hombre de carácter no tiene futuro, solamente tiene pasado.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“En ocasiones, este mundo nos provoca enorme sufrimiento y es porque hemos amado la palabra “carácter” durante mucho tiempo.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
“¿Qué queremos decir con eso de la “coherencia”? Pues que el hombre está muerto, que ha dejado de vivir. Dejó de vivir el día en que se tornó coherente, no ha vivido desde ese momento.”
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
― El principio Zen. La vivencia de la más grande paradoja
