―Entonces no lo entiendo. Si no quiere arrestarme, ¿para qué ha venido?
―Para volver a verla. ―«Para recrearme la vista»,
pensó mientras colocaba un mechón suelto detrás de su oreja. Los
guantes no le permitían disfrutar de la suavidad de su piel, pero
notaba su calor a través del cuero―. Para mirarla. ―«Para soñar
contigo»―. Y para preguntarle por qué demonios me golpeó en la
cabeza.
— Apr 05, 2022 01:46PM
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