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Desgastar al enemigo durante un conflicto consiste en utilizar la duración de la guerra para agotar gradualmente su resistencia física y moral.
CARL VON CLAUSEWITZ

En conclusión, el empleo de niños soldados drogados representa la antítesis de la cultura estratégica occidental contemporánea, que se centra en el valor de la vida humana individual. El uso «bárbaro» de jóvenes combatientes y la multiplicación de su efectividad mediante sustancia psicoactivas vulnera, al menos en términos axiológicos, los principios de la «guerra humanitaria» occidental.

la ebriedad de los niños soldado aumenta la aleatoriedad de los acontecimientos en el campo de batalla, confirmando la idea clausewitziana de la guerra como situación incontrolable gobernada por el azar.

Un adversario asimétrico es un adversario cuyos ataques son erráticos o muy difíciles de predecir, y los estupefacientes maximizan la nefasta imprevisibilidad de los combatientes irregulares.

La dedovshchina, es decir, el sistema organizado y ritualizado por el cual, desde el fin de la primera guerra mundial, los soldados con más tiempo de servicio se aprovechan de los recién llegados, era una de“los motivos principales de deserción.

la creación del «síndrome pos-Vietnam» (...) Los mismos jóvenes que habían sido llamados a filas para prestar servicio en el hostil Sureste Asiático y que se habían volcado en las drogas para mantenerse cuerdos y enfrentarse a la realidad de una guerra espantosa eran descritos como abominables drogadictos. Los políticos, los medios de comunicación y la sociedad los estigmatizaron.

Al privar a las personas de su libre albedrío, la dependencia socava la esencia de la libertad individual, que es uno de los pilares de la identidad estadounidense. Mientras que la modernidad libera a las personas de las antiguas limitaciones sociales, económicas, tradicionales y mentales, las drogas las esclavizan de una manera novedosa y tóxica.

la seguridad, en lugar de ser el resultado de factores objetivos, fijos e inalterables, se «escribe», es decir, se halla en un constante proceso de construcción y creación. (...) el objetivo de la estrategia de seguridad nacional consiste, ante todo, en definir y preservar la identidad del estado y la nación. Y la identidad es siempre relacional: se crea estableciendo fronteras entre «nosotros» y «ellos».

Esa advertencia no solo fue una exageración burda, sino también perniciosa, porque el presidente alarmó a la sociedad basándose en un riesgo (un posible peligro) y no en una amenaza (un peligro real). Es decir, presentó el riesgo como si fuera una amenaza. (...) en el inconsciente colectivo afloró el miedo a que los veteranos toxicómanos que regresaban a casa pudieran poner en peligro el orden del mundo civil.

La ebriedad, al provocar un estado de euforia y de embotamiento de la psique, permite a uno ver su situación personal con mayor optimismo, por grave que esta pueda ser. Las drogas son «consoladores» que ayudan a sobrellevar mejor las situaciones difíciles, por eso crean adicción con tanta facilidad. Son un medio para evadirse de la desesperanza, la tragedia, el despropósito y la brutalidad del entorno.

A pesar de q Estados Unidos luchaba en nombre de la democracia, a menudo la seguridad pesaba más q los valores fundamentales de la democracia liberal que en teoría protegía. Los experimentos secretos con seres humanos y sustancias psicoactivas, motivados por las presuntas técnicas de lavado de cerebro (...) comunistas, debían conceder (...) la capacidad para controlar no solo el cuerpo, sino también la mente humana.

Muy a menudo, un veneno neutraliza a otro o, según las célebres palabras de Paracelso, todas las sustancias son tóxicas, que sean un veneno o un medicamento solo depende de la dosis.

“Sunzi y su famosa máxima de que «obtener cien victorias sobre cien combates no es lo mejor. Lo más deseable es someter al enemigo sin librar batalla con él».”

“Por lo general, en la guerra es preferible preservar un país que destruirlo, preservar un ejército que destruirlo, preservar un batallón que destruirlo, preservar una compañía que destruirla.”
SUNZI

“Así, en primer lugar, quiero expresar mi firme convicción de que lo único que debemos temer es el miedo en sí: el terror indescriptible, irracional e injustificado que paraliza los esfuerzos necesarios para convertir el repliegue en avance.”
FRANKLIN DELANO ROOSEVELT

Ya observó Cicerón que lent enim leges inter arma («en tiempos de guerra, la ley se queda muda»).

nunca hay que perder de vista que, en ocasiones, la cultura es una «droga» tan potente y capaz de mover a los hombres como cualquier estimulante farmacológico.

En Japón, el honor estaba inextricablemente ligado con la lucha a muerte. Sin el confucianismo, es imposible entender los principios básicos de una doctrina que llevaba a los soldados japoneses a pelear hasta las últimas consecuencias sin plantearse la posibilidad de rendirse. En las Analectas, explica Confucio: «Ver la justicia y no hacerla es cobardía».

el pánico moral suele ser un obstáculo a la hora de hacer interpretaciones racionales y emitir juicios ponderados

La historia nos enseña que, a menudo, la religión es una de las drogas sociales más potentes.

el odio que nace del desprecio es de ordinario furioso

El derecho natural no existe; es una ficción (…) No: las gentes que pasan por honradas son malvados a quienes no han sorprendido en flagrante delito.

Pero tengo un corazón que se conmueve fácilmente; la frase más sencilla, si es pronunciada con acentos de sinceridad, es bastante para emocionarme y hasta para hacerme derramar lágrimas.

Hoy no quedan más que la cuna y la bravura, y estas dos cualidades, que por sí solas hacían a un hombre completo en 1722, son, un siglo más tarde, un anacronismo y no sirven más que para cultivar pretensiones. Hoy son necesarias otras cosas para colocarse a la cabeza de la juventud francesa.

profesaba al dinero toda la veneración que le profesan los provincianos

Si me entrego a ese placer con tanta prudencia y circunspección, dejará de ser placer para mí.
LOPE DE VEGA

le hablé de la conveniencia de afectar un continente grave, pero los extremos son viciosos. Conviene aparentar aburrimiento, hastío; pero la tristeza siempre es de mal tono. La razón es muy sencilla; el hastío sigue a la posesión, al paso que la tristeza indica que falta algo, que suspiramos por lo que no logramos alcanzar.

La primera ley de todo ser, es su propia conservación, vivir. Sembráis cicuta y pretendéis ver madurar espigas.
MAQUIAVELO

Los temperamentos atrevidos y orgullosos pasan con facilidad pasmosa desde la cólera contra sí mismos a la furia contra los demás, porque para ellos el furor constituye un vivo placer.

No olviden nuestros lectores que las novelas son espejos que pasean por la vía pública, que tan pronto reflejan el purísimo azul del cielo, como el cieno de los lodazales de la calle. Y si así es, ¿os atreveréis a acusar de inmoral al hombre que lleva el espejo? ¡Porque su luna refleja el cieno, os revolvéis contra el espejo! ¡No! A quien debéis acusar es al inspector de limpieza que consiente que se forme el lodazal