“Pero la verdad yo creo que es la Cenicienta la que rescata al príncipe. Ella es la que hace todo. Limpia todo para poder ir al baile, está trabaje y trabaje, hasta hace su vestido. Y ella es la que es buena con todo el mundo y por eso el hada madrina viene a ayudarla. Si ella no hubiera hecho todas esas cosas el príncipe se hubiera casado con alguien horrible que sólo lo quiere por su dinero, como las hermanastras. La Cenicienta quiere una vida mejor, por eso hace todo lo que hace, no nada más para casarse con el príncipe. Además, mi mamá siempre se queja de que hay poquitas películas que se tratan de mujeres. La películas de princesas se tratan de mujeres y lo que ellas quieren, ¿o no? —la escuincla culmina semejante dosis de sabiduría mirando al techo y encogiendo los hombros—, Bueno, yo digo. Hago”
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Catalina Aguilar Mastretta,
Todos los días son nuestros