Generación dopamina
Rate it:
Open Preview
Read between February 20 - March 17, 2024
70%
Flag icon
Cuanto más avanzado es el lenguaje, más sofisticadas son las mentiras.
71%
Flag icon
Es muy fácil caer en el hábito de la mentira. Todos mentimos de forma habitual, la mayor parte de las veces sin darnos cuenta. Nuestras mentiras son tan pequeñas e imperceptibles que nos convencemos de que estamos diciendo la verdad. O de que no tiene importancia, incluso si sabemos que estamos mintiendo.
71%
Flag icon
El mito de Ulises subraya una característica clave del cambio de comportamiento: contar nuestras experiencias nos otorga dominio sobre ellas. Ya sea en el contexto de la psicoterapia, hablando con un padrino de Alcohólicos Anónimos (AA), confesando con un sacerdote, haciendo confidencias a un amigo o escribiendo en un diario, nuestra revelación honesta pone de relieve nuestro comportamiento, permitiéndonos en algunos casos verlo por primera vez. Esto es especialmente cierto para los comportamientos que implican un nivel de automatismo que los pone lejos del alcance de la percepción consciente.
72%
Flag icon
En concordancia con la experiencia vivida por las personas en recuperación, decir la verdad puede cambiar el cerebro, lo que nos permite ser más conscientes de nuestro equilibrio placer-dolor y de los procesos mentales que nos impulsan al consumo excesivo-compulsivo y, por lo tanto, cambiar nuestro comportamiento.
72%
Flag icon
—Me quedo despierta hasta muy tarde leyendo, y eso está interfiriendo con mi sueño. Me gustaría cambiarlo. Tan pronto como lo dije, supe que era cierto, tanto que me estaba quedando despierta hasta muy tarde leyendo, como que quería cambiar ese comportamiento. Sin embargo, hasta ese momento no había sido realmente consciente de ninguna de las dos cosas.
73%
Flag icon
Tenía razón. Eran buenos motivos. Al expresarlos en voz alta, me di cuenta por primera vez de la dimensión del impacto negativo de mi comportamiento en mi vida y en la de las personas que me importaban.
73%
Flag icon
Decir la verdad atrae a las personas, especialmente cuando estamos dispuestos a exponer nuestra propia vulnerabilidad. Esto suena contradictorio, porque presuponemos que revelar nuestros aspectos menos agradables alejará a la gente. Es lógico pensar que las personas se distanciarán al conocer nuestras transgresiones y nuestros defectos de carácter. Sin embargo, ocurre lo contrario: las personas se acercan. Ven en nuestras resquebrajaduras su propia vulnerabilidad y humanidad. Sienten que no están solas en sus dudas, temores y debilidades.
74%
Flag icon
Cualquier comportamiento que conduzca a un aumento de la dopamina tiene el potencial de ser explotado.
74%
Flag icon
Las historias que narramos sobre nuestras vidas no solo sirven como un recuento de nuestro pasado, sino que también pueden dar forma a nuestro comportamiento futuro.
74%
Flag icon
En más de veinte años como psiquiatra, en los que he escuchado decenas de miles de historias de pacientes, me he convencido de que la forma en que contamos nuestras historias personales es un indicador y un predictor de la salud mental.
74%
Flag icon
cuando mis pacientes comienzan a contar historias que describen con precisión su responsabilidad, sé que están mejorando.
74%
Flag icon
Si la narrativa autobiográfica fuese un río, la psicoterapia sería el medio por el cual ese río es cartografiado y, en algunos casos, redirigido.
75%
Flag icon
Como dijo Esquilo: «Debemos sufrir, sufrir hasta la verdad».
76%
Flag icon
Las redes sociales han contribuido al problema del falso yo al convertirlo en algo mucho más fácil de construir, y al animarnos a crear narrativas sobre nuestras vidas muy alejadas de la realidad.
76%
Flag icon
Cuando nuestra experiencia vital difiere de la imagen que proyectamos tendemos a sentirnos distantes e irreales, tan falsos como las imágenes falsas que hemos creado. Los psiquiatras llaman a este sentimiento «desrealización» y «despersonalización».
76%
Flag icon
El antídoto contra el falso yo es el auténtico yo. La honestidad radical es una forma de alcanzarlo: nos ata a nuestra existencia y nos hace sentir reales en este mundo. También disminuye la carga cognitiva que requiere mantener todas esas mentiras, liberando energía mental para que vivamos el momento de forma más espontánea.
76%
Flag icon
Empecé a contar calorías… contar las calorías me hizo darme cuenta de cuánto estaba comiendo.
76%
Flag icon
Aprendí que el hambre es una señal que puedo ignorar.
77%
Flag icon
¿O por qué cuando los adultos cumplen sus promesas a los niños, estos pueden controlar mejor sus impulsos?
79%
Flag icon
Hubo un momento en el que me pregunté si habría sido mejor mentir. Pero ahora, cuando miro atrás, me alegro de haber dicho la verdad.
80%
Flag icon
Quizás ser honesto a lo largo de los años me ha ayudado a sentirme más cómodo conmigo mismo. No guardo secretos.
80%
Flag icon
¿Podría la honestidad radical ser considerada una medida preventiva?
81%
Flag icon
Uno de mis colegas psiquiatras me dijo una vez: «Si no nos gustan nuestros pacientes, no podemos ayudarlos».
82%
Flag icon
Entender verdaderamente a alguien es cuidarlo.
82%
Flag icon
nuestras primeras ideas acerca de nosotros mismos tienen una gran importancia en nuestras vidas, a pesar de todo lo que se diga en contra.
85%
Flag icon
Las iglesias con reglas más estrictas consiguen un mayor número de seguidores y, en general, tienen más éxito que las independientes porque descubren a los oportunistas y al mismo tiempo ofrecen bienes de club más sólidos.
86%
Flag icon
A veces, como padres, pensamos que al ocultar nuestros errores e imperfecciones y revelar solo lo mejor de nosotros mismos les enseñaremos a nuestros hijos lo que es correcto. Pero esta actitud puede tener el efecto contrario, haciendo que los niños sientan que deben ser perfectos para ser amados.
86%
Flag icon
En cambio, si somos abiertos y honestos con nuestros hijos acerca de nuestras luchas, creamos un espacio para que ellos sean abiertos y honestos con respecto a las suyas. Como padres, también debemos estar preparados y dispuestos a admitir nuestros errores al interactuar con ellos y con los demás. Debemos aceptar nuestra propia vergüenza y estar dispuestos a enmendarnos.
88%
Flag icon
Las redes sociales impulsan nuestra tendencia a la autovergüenza al incitarnos a tanta comparación odiosa. Ahora nos comparamos no solo con nuestros compañeros de clase, vecinos y compañeros de trabajo, sino con el mundo entero, lo que hace que sea muy fácil convencernos de que deberíamos haber hecho más, o haber obtenido más, o simplemente vivir de manera diferente.
89%
Flag icon
Las drogas y los comportamientos adictivos brindan esa evasión, pero a la larga se suman a nuestros problemas.
89%
Flag icon
¿Y si, en lugar de buscar el olvido huyendo del mundo, nos volvemos hacia él? ¿Y si en lugar de dejar el mundo atrás nos sumergimos en él?
89%
Flag icon
Debemos estar dispuestos a seguir adelante a pesar de no estar seguros de lo que nos depara el futuro.
90%
Flag icon
Presionar sobre el lado del dolor restablece nuestro equilibrio hacia el lado del placer.
90%
Flag icon
La vergüenza prosocial nos confirma nuestra pertenencia a la tribu humana.
90%
Flag icon
En lugar de huir del mundo, podemos encontrar la salida sumergiéndonos en él.
1 2 4 Next »