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La preocupación por el futuro no es simplemente una característica de nuestras personalidades: es el pecado de la incredulidad, una muestra de que nuestros cor...
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Eso me hubiera quitado la presión de la gente, pero no hubiera sido justo. Dios no era el culpable de mi mudanza.
Era mi decisión. Yo era el responsable. Yo tomé la decisión. Y sí, en última instancia Dios ya lo había decidido; eso siempre es cierto.
habría estado mal que yo hubiera usado la voluntad de Dios como una manera de eliminar mi responsabilidad personal en la decisión.
Tenemos que ser cuidadosos de no estar usando a Dios como la carta del triunfo en todas nuestras decisiones.
Una mejor manera de comunicar nuestra dependencia de Dios sería decir: “Estuve orando por eso y me parece la mejor decisión”,
No solo fue rechazado por esta dulce joven, sino también por el Espíritu Santo.
La tercera persona de la Trinidad tomó un descanso de apuntar a la gente a Cristo para decirle a esta jovencita que no saliera con mi compañero.
voluntad de Dios suele usarse como una excusa a la hora de tomar decisiones relacionales difíciles.
“No, gracias” o “Ahora no”, pero por favor no le eches la culpa a Dios.
estemos haciendo la pregunta equivocada. Las Escrituras no nos llaman a determinar la voluntad de Dios para la mayor parte de nuestras decisiones, ni tampoco hay pasajes donde se nos explique cómo hacerlo.
porque tomar decisiones requiere de meditación y energía. Queremos descargarnos de nuestra responsabilidad, y nos sentimos menos amenazados al esperar, en vez de actuar y tomar decisiones importantes.3
Dios espera y nos anima a tomar decisiones, confiados en que Él ya ha determinado cómo encajar nuestras elecciones dentro de Su voluntad soberana.
No es solo que no estamos haciendo nada; es que nos sentimos espirituales por no hacer nada.
Cuando sobreespiritualizamos nuestras decisiones, podemos acabar tomando decisiones impulsivas y tontas.
Sin duda, la ambición egoísta es un peligro para los cristianos, pero también lo es la complacencia, el deambular y la pasividad que se disfraza de espiritualidad.
nuestra inactividad no sea tanto un esperar en Dios y sea más bien una expresión de nuestro temor al hombre, nuestro amor por la gloria del hombre y nuestra incredulidad en la providencia de Dios.
Nuestras decisiones a veces son subjetivas. Eso no siempre es malo. A veces actuamos
Lo que es malo es vivir esclavizados a
este tipo de subjetivismo,
llevaría a nunca asumir riesgos porque estos ...
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Lo cierto es que la mayoría de las grandes decisiones en la vida nos de...
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Pero eso no significa que Dios está negándose a darte de Su paz para que te arrepientas.
“sentimientos”. Pero una adivinación subjetiva de la voluntad de Dios no debe ser parte de tu proceso de toma de decisiones.
¿para qué el Señor nos dio un cerebro y nos dijo tanto acerca de buscar la sabiduría si lo único
que debemos hacer es pedirle que nos
diga qué tenemos que hacer en un sinfín de pequeñas de...
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Es bueno orar por seguridad antes de ensillar el caballo, pero eso no significa que tengamos que esperar el sentimiento
de que “todo está bien” antes de salir.
¿Dios realmente nos libraría de todos los accidentes si simplemente le pidiéramos suficientes detalles y oráramos con suf...
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Si ciertamente hay una voluntad perfecta de Dios que tenemos que descubrir, donde encontramos gran libertad y plenitud, ¿por qué parece que todo el que está buscando esa voluntad vive esclavizado y confundido?
así que ¿por qué convertir la voluntad de Dios en otra ley que nos lleva de regreso a la esclavitud?
Esperar que Dios nos muestre cómo tomar cada decisión a través de nuestros sentimientos subjetivos, sin importar lo trivial que sea, no solo es poco práctico y poco realista, sino que también es una receta para la decepción y la culpa. Y la intimidad con Jesús no tiene nada que ver con eso.
No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida y el cuerpo más que la ropa?
Más bien, busquen primeramente el Reino de Dios y Su justicia y todas estas cosas les serán añadidas.
Jesús no quiere que nos preocupemos por el futuro. Dios sabe lo que necesitamos para vivir. Cuando Él quiera que muramos, vamos a morir. Mientras Él quiera que vivamos, viviremos.
Él nos proveerá de alimento, bebida, trabajo, casa y todo lo que necesitemos para vivir y glorificarle en esta vida hasta que Él quiera que le glorifiquemos con nuestra muerte.
El preocuparnos y obsesionarnos con el futuro, aun sea una preocupación seudosanta por tratar de discernir la voluntad de Dios, no va a añadir ni una sola hora a nuestra vida...
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La preocupación y la ansiedad reflejan nuestra falta de confianza en la bondad y la soberanía de Dios.
Debemos luchar por creer que la misericordia de Dios es suficiente para enfrentar los problemas de hoy y que, sin importar lo que venga,
Su misericordia será suficiente para enfrentar los problemas de mañana (Lam 3:22-23).
La manera de Dios no es darnos un vistazo del futuro ni tampoco decirnos qué d...
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manera de Dios es decirnos que Él conoce el mañana. Él cuida de nosotros, así que...
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“Busquen primeramente el Reino de Dios y Su justicia”.
de decidir entre ir a jugar boliche o jugar golf. Él nos llama a correr tras Él, tras Sus mandamientos y Su gloria. Para
Reino de Dios o el nuestro, a someternos o no a Su señorío, a vivir de acuerdo con Sus reglas o con las nuestras. La
“¿Amo al Señor con todo mi corazón, con toda mi alma, con todas mis fuerzas y con toda mi mente, y a mi prójimo como a mí mismo?”
“la voluntad de Dios”, “Su voluntad” y “la voluntad del Señor” para describir el llamado de Dios para nuestras vidas. Caminar según la voluntad de Dios significa buscar primeramente el Reino de Dios y Su justicia.
Primero, la voluntad de Dios es que vivamos vidas santas: “La voluntad de Dios es que sean santificados; que se aparten de la inmoralidad sexual” (1Ts 4:3).
Su manera consiste en mostrar Su santidad, declararnos