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Tenemos demasiadas opciones. Estoy convencido
Si tuviéramos menos opciones y más restricciones, se eliminarían muchas concesiones,
dudaríamos menos de nosotros mismos y no sentiríamos tanta necesidad de justificar nuestras decisiones; estaríamos más satisfechos y más seguros de las decisiones tomadas.
La iglesia necesita personas que estén dispuestas a quedarse y con quienes se pueda contar a largo plazo.
“¿Cómo puedo servir de una manera más efectiva y fructífera en la iglesia local?”.
nuestra misión de formar discípulos maduros y completos, y llevando a los cristianos a evitar la responsabilidad y el compromiso a largo plazo. Con
Nuestra libertad para hacer cualquier cosa o ir a cualquier lugar termina sintiéndose más como una esclavitud,
porque las decisiones nos causan dolor, no placer.
patalear menos y empezar a hacer una diferencia para Dios más rápidamente; sobre todo sin estar sobreespiritualizando año
En otras palabras, nuestro gran deseo por conocer la voluntad de Dios no suele ser una marca de corazones desesperados por conocer a Dios, sino de mentes desconcertadas con todas las decisiones que hay que tomar.
es porque somos cobardes.
“Señor, dime lo que debo hacer para que no me pase nada malo y no tenga que enfrentar ningún temor ni nada desconocido”.
Queremos estar seguros de que todo va a salir bien en nuestras vidas y en las de todos los que amamos.
Dios involucran riesgos…
“No te imagines que por estar en la casa del rey serás la única que escape con vida de entre todos los judíos. Si ahora te quedas absolutamente callada, de otra parte vendrán el alivio y la liberación para los judíos, pero tú y la familia de tu padre perecerán. ¡Quién sabe si no has llegado al trono precisamente para un momento como éste!”
Yo, por mi parte, ayunaré con mis doncellas al igual que ustedes. Cuando cumpla con esto, me presentaré ante el rey, por más que vaya en contra de la ley. ¡Y si perezco, que perezca!”
Solo sabía que salvar a su pueblo era algo bueno.
Ella tenía que arriesgarse por amor a Él y a Su
“¡Y si perezco, que p...
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No nos arriesgamos confiando en Dios porque
estamos obsesionados con la seguridad, la protección y, sobre todo, con el futuro.
Él no es una bola de cristal. Su camino es el de la sabiduría.
le oramos a Dios para que nos muestre Su voluntad.
No estamos pidiendo santidad, ni rectitud, ni una mayor consciencia de nuestro pecado. Queremos que Dios nos diga qué hacer para que todo nos salga bien.
Dios no quiere que vivamos obsesionados con el futuro, pues Él nunca dijo que nos lo mostraría. Más bien, Él nos habla a través de la Escritura para que nuestro entendimiento sea renovado.
Él no es una bola de cristal. Su camino es el de la
sabid...
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Tenemos que empezar a buscar a Dios —Su carácter y Sus promesas— para así estar confiados en Él y arriesgarnos por Su causa.
Él ha preparado cada detalle de nuestras vidas —los días felices y los días difíciles— para nuestro bien (Ef 7:14). Debido
obedecer la voluntad de Dios en Sus deseos, sin preocuparnos por la voluntad de Dios respecto a una dirección que Él no nos ha prometido.
Podemos dejar de rogarle a Dios que nos muestre el futuro… confiados en que el futuro está en Sus manos.
de lado nuestro deseo insaciable de controlar o predecir cada aspecto de nuestras vidas, incluyendo los más importantes.
Dios tiene un plan maravilloso para tu vida: un plan que incluye pruebas y triunfos a medida que eres transformado a la imagen de Su Hijo (Ro 8:28-29).
Dios promete ser tu sol y tu escudo, y llevarte y protegerte con Su mano poderosa. Así que podemos dejar de rogarle a Dios que nos muestre el futuro, y empezar a vivir y a obedecer confiados en que el futuro está en Sus manos.
—donde Su voluntad es como un laberinto con una sola salida y muchos caminos confusos, o como un tiro al blanco donde la voluntad de Dios solo está en el centro y todo lo demás
perspectiva convencional acerca de descubrir la voluntad de Dios se enfoca principalmente en decisiones amorales. La Escritura no nos dice si debemos vivir
Dios le importan todas nuestras decisiones porque a Él le importan todos los detalles de nuestras vidas, pero lo que estaba tratando de enfatizar era que, desde el punto de vista de Dios, estos no son los asuntos más importantes.
Los asuntos más importantes para Él son la pureza moral, la sana doctrina, la compasión, el gozo, nuestro testimonio, la fidelidad, la hospitalidad, el amor, la adoración y la fe.
Nos obsesionamos con cosas que Dios no ha mencionado y tal vez nunca mencione, y pasamos
muy poco tiempo en las cosas que Dios ya ha revelado en la Biblia.
Pero si tu motivación es correcta y haces lo correcto, entonces decidir qué carrera elegir es un asunto amoral.
supuesto, eso no significa que no debemos ser cuidadosos al elegir una carrera o que debemos ignorar la manera en la que Dios nos ha creado, o el hecho de que nos ha ordenado hacerlo todo para Su gloria (1Co
debemos pasar más tiempo tratando de discernir cómo podemos actuar con justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con Dios (como se nos instruye en Miq 6:8), ya sea como doctores o como abogados, y pasar menos tiempo preocupándonos por saber si Dios quiere que seamos doctores o abogados.
Nuestra fascinación por la voluntad de Dios a menudo revela nuestra falta de confianza en las promesas y las provisiones de Dios.
No nos basta Su promesa de que Él estará con nosotros, sino que queremos que nos muestre el fin desde el principio y que nos demuestre que se puede confiar en Él.
Queremos saber qué nos deparará el mañana en lugar de enfocarnos en obedecer durante el recorrido.
Debemos vivir creyendo que todos nuestros planes y estrategias están sujetos a la voluntad inmutable de Dios.
Debemos renunciar a nuestro deseo pecaminoso de conocer el futuro y tener el control.
Caminamos por fe, no por vista. Nos arriesgamos porque Dios no se arriesga.
Caminamos hacia el futuro con una confianza que glorifica a Dios, no porque conozcamos el futuro,...
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