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October 24 - October 25, 2020
La ciencia de la nutrición, que a fin de cuentas solo tiene doscientos años de historia, en la actualidad más o menos es lo que era la cirugía allá por el año 1650: una especialidad muy prometedora y en la que se estaban realizando avances muy interesantes,
Existen básicamente dos cosas importantes que debemos saber sobre la relación entre la dieta y la salud, dos hechos nada controvertidos. Todas las partes contendientes en las guerras de la nutrición están de acuerdo en estos dos puntos, y, lo que resulta aún más importante para nuestros propósitos, se trata de dos hechos lo bastante sólidos como para que podamos elaborar una dieta sensata basándonos únicamente en ellos.
HECHO N.º 1: Las poblaciones que se alimentan con lo que podría denominarse una dieta occidental (que normalmente se define como una dieta consistente en muchísimos alimentos procesados y muchísima carne, muchísimos azúcares y grasas añadidos, muchísimos cereales refinados, muchísimo de absolutamente todo menos verdura, fruta y cereales integrales) presentan siempre altos índices de lo que podríamos denominar enfermedades occidentales: obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cáncer. Casi toda la obesidad y la diabetes tipo 2, el 80 por ciento de las enfermedades
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cuál es el culpable, el que podría ser responsable de todas esas enfermedades crónicas. ¿Son las grasas saturadas o los carbohidratos refinados? ¿Quizá la falta de fibra, las grasas trans, los ácidos grasos omega-6…? ¿Qué? Lo mismo da.
HECHO N.º 2: Las poblaciones que se alimentan con una dieta tradicional, de las que existe una gama extraordinariamente variada, no suelen padecer tanto estas enfermedades crónicas.
desde las que tienen un alto contenido en lípidos (los inuits, en Groenlandia, subsisten en gran medida gracias a la grasa de foca) hasta las dietas basadas en hidratos de carbono (los indígenas de América Central se alimentan sobre todo de maíz y frijoles) o las que tienen un alto contenido proteico (los masáis, en África, viven principalmente de la sangre, la carne y la leche de su ganado), por citar solo tres ejemplos muy extremos.
Esto apunta a que no existe una única dieta humana ideal, sino que el omnívoro humano tiene una capacidad exquisita para adaptarse a una amplia gama de alimentos dif...
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quienes han conseguido apartarse de la dieta occidental han experimentado una mejora espectacular en su salud.
Come comida. Con moderación. Sobre todo vegetales.
¿en quiénes confiábamos antes de que los científicos (y a su vez los gobiernos, los organismos de salud pública y los productores de alimentos) nos dijeran qué debemos comer? Confiábamos, qué duda cabe, en nuestras madres, nuestras abuelas e incluso en nuestros antepasados más lejanos, lo cual es otra forma de referirnos a la tradición y la cultura.
Los alimentos son más que la suma de los nutrientes que contienen y, además, todavía nos falta mucho para llegar a entender la forma en que estos se combinan. Puede que el grado de procesamiento al que se ha sometido un alimento nos dé una pista más importante sobre si es beneficioso o no para la salud;
«sustancias comestibles con aspecto alimenticio».
diferenciar entre los alimentos de verdad (plantas, animales y hongos que se consumen desde hace generaciones) y los productos altamente procesados de la moderna ciencia de la alimentación, que cada vez dominan más las tiendas y las dietas occidentales.
Come comida
mejunjes muy procesados que han sido diseñados por los científicos de la industria de la alimentación, y consisten básicamente en derivados del maíz y la soja que ninguna persona normal tendría en la despensa.Además, contienen aditivos químicos que el cuerpo humano conoce desde hace muy poco tiempo.
Hoy en día, los alimentos se procesan pensando específicamente en aprovechar nuestras debilidades evolutivas para que compremos y comamos más: nuestra preferencia innata por el dulce, las grasas y la sal. Son sabores que cuesta encontrar en la naturaleza, pero que se fabrican fácilmente y por poco dinero, así que los científicos de la industria de la alimentación los pueden utilizar y conseguir así, con su procesamiento, que consumamos estas rarezas en una cantidad mucho mayor de lo que sería bueno para nuestro organismo.
Evita productos que contengan ingredientes que nadie tendría en la despensa
Si tú no los utilizarías para cocinar, ¿por qué vas a dejar que otros usen esos ingredientes cuando cocinan para ti?
Evita productos que contengan jarabe de maíz rico en fructosa
es un indicio fiable de que un alimento ha sido sometido a un grado de procesamiento más bien alto.
Evita alimentos que citen cualquier clase de azúcares (o edulcorantes) entre sus tres primeros ingredientes
cualquier producto que tenga mucha más cantidad de azúcar que de otras sustancias, contiene demasiado azúcar.
Evita productos que contengan más de cinco ingredientes
cuantos más ingredientes tiene un alimento envasado, más probable es que haya sido sometido a un alto grado de procesamiento.
Evita productos que contengan ingredientes que un niño de primaria no pueda pronunciar
La comida más sana del súper (los productos frescos) no alardea de lo saludable que es porque los agricultores no tienen ni dinero para ello ni envoltorio en el que publicitarse.
Evita productos con ganchos como «light», «desnatado» o «bajo en grasa» en su nombre
quitar la grasa de los alimentos no los convierte necesariamente en adelgazantes. Los hidratos de carbono también pueden engordar, y muchos alimentos bajos en grasa o desnatados incrementan su contenido de azúcares para compensar la pérdida de sabor.
Más vale comer la versión auténtica con moderación que hincharse de productos light, atiborrados de azúcares y sal.
Evita alimentos que finjan ser lo que no son
Evita alimentos que veas anunciados en televisión
negarse a comprar productos que estén muy promocionados.
Come solo alimentos que acabarán pudriéndose
significa que los hongos, las bacterias, los insectos y los roedores con los que competimos por los nutrientes y las calorías han llegado antes que nosotros. El procesamiento de los alimentos nació para alargar la vida de los productos en el súper protegiéndolos de esos competidores. Eso se consigue haciendo que la comida les resulte menos apetecible eliminando los nutrientes que los atraerían o de otros que acabarían poniéndose rancios, como los ácidos grasos omega-3.
La comida de verdad está viva… y por eso en algún momento tiene que morir.
Come alimentos hechos con ingredientes que puedas imaginarte crudos o creciendo en el campo
irás más sobre seguro si quienes lo hacen son otros humanos, y no grandes corporaciones. Por lo general, las grandes corporaciones de la alimentación cocinan con demasiada sal, grasas y azúcares, además de conservantes, colorantes y otras innovaciones biológicas.
las comidas de restaurante deberían considerarse ocasiones especiales.
Si procede de una planta, puedes comerlo; si lo han fabricado en una planta, no
Si te lo sirven por la ventanilla del coche, no es comida
existen alimentos no procesados más sanos para el organismo que otros, y hay formas de extraerlos y de cocinarlos que pueden suponer un beneficio mucho mayor.Así
Come sobre todo vegetales, en especial los que tienen hojas
una dieta rica en frutas y verduras reduce el riesgo de morir de una enfermedad típicamente occidental.
Considera la carne una guarnición o un alimento para ocasiones especiales
los casi vegetarianos, o flexitarianos (gente que solo come carne un par de veces por semana), tienen tan buena salud como los vegetarianos.
cuanta más carne se incluye en la dieta (sobre todo la carne roja), mayor es el riesgo de sufrir del corazón o padecer un cáncer.
sírvete un filete de ternera de 120 gramos y un cuarto de kilo de verdura.
«Comer lo que tiene una pata [setas y vegetales] es mejor que comer lo que tiene dos [aves], que es mejor que comer lo que tiene cuatro [ternera, cerdo y otros mamíferos]»
Come a todo color
Los colores de muchas frutas y verduras reflejan los diferentes componentes fitoquímicos antioxidantes que contienen: