Saber comer: 64 reglas básicas para aprender a comer bien (Spanish Edition)
Rate it:
Open Preview
44%
Flag icon
nos ayudan a protegernos de las enfermedades crónicas, pero cada uno de ellos de una forma ligeramente diferente, así que la mejor protección es la de una dieta que contenga cuantos más componentes fitoquímicos mejor.
44%
Flag icon
el agua que se utiliza para hervir las verduras es muy rica en vitaminas y otros componentes químicos muy saludables.
45%
Flag icon
Come animales que hayan comido bien
45%
Flag icon
incluso los animales que toleran bien una dieta de cereales están mucho más sanos cuando tienen acceso a pastos… y entonces su carne y sus huevos también lo están. Los alimentos que extraemos de esos animales contendrán tipos de grasas mucho mejores para la salud (más omega-3 y menos omega-6), además de niveles considerablemente superiores de vitaminas y antioxidantes.
46%
Flag icon
merece la pena buscar carnes y productos derivados del ganado de pasto…
47%
Flag icon
Come como omnívoro que eres
47%
Flag icon
probar nuevos tipos de verduras, frutas, animales y setas.
48%
Flag icon
Cuanto mayor sea la diversidad de especies que incluyas en tu dieta, más probabilidades tendrás de satisfacer todas tus necesidades nutricionales.
48%
Flag icon
Come alimentos que se hayan cultivado bien y en buenos suelos
48%
Flag icon
suelos que solo se han abonado con materia orgánica, y no con fertilizantes químicos.
49%
Flag icon
después de varios días en ruta, recorriendo el país en un camión hasta llegar a los puntos de venta, la calidad nutricional de cualquier producto se deteriora, así que lo ideal sería comer alimentos que sean a la vez orgánicos y locales.
50%
Flag icon
Come alimentos silvestres siempre que puedas
50%
Flag icon
Los campos y bosques están repletos de plantas con niveles más altos de componentes fitoquímicos que las domesticadas.
50%
Flag icon
Los animales salvajes y el pescado también merecen ser incluidos en nuestra dieta. La caza suele contener menos grasas saturadas y más grasas buenas que el ganado, porque la mayoría de esos animales siguen una dieta de plantas muy variada, y no solo a base de cereales
51%
Flag icon
No le hagas ascos a los pescaditos grasos
51%
Flag icon
El pescado que ha crecido en libertad es de los alimentos más sanos que se puedan encontrar,
51%
Flag icon
Evita los grandes peces que se encuentran en lo alto de la cadena alimentaria del mar (el atún, el emperador, el tiburón), porque son estos los que están en peligro y porque, además, suelen contener altos niveles de mercurio.
51%
Flag icon
la sardina y los boquerones) y que no padecen escasez, o incluso abundan. Estos pececillos grasos son una muy buena elección.
52%
Flag icon
el chucrut,
52%
Flag icon
el kimchi
52%
Flag icon
Muchos alimentos fermentados contienen también probióticos, unas bacterias muy beneficiosas que, según indican algunos estudios, mejoran la función de nuestros sistemas digestivo e inmunitario.
54%
Flag icon
Come los dulces que nos da la naturaleza
54%
Flag icon
En la naturaleza, los azúcares casi siempre vienen empaquetados con fibra, lo cual ralentiza su absorción y te proporciona sensación de saciedad antes de haber ingerido demasiadas calorías.
54%
Flag icon
no te bebas los dulces y recuerda: los refrescos sanos no existen.
55%
Flag icon
«Quienes comen más blanco el pan, antes con la tumba dan»
55%
Flag icon
En lo tocante al organismo, la harina blanca no es muy diferente del azúcar. A menos que le añadamos algún suplemento, no ofrece ninguno de los componentes buenos de los cereales integrales (fibra, vitaminas B, grasas buenas) y es poco más que un chute de glucosa. Un festín de glucosa es una bomba incendiaria que causa estragos en el metabolismo de la insulina. Es mejor comer cereales integrales y reducir el consumo de harinas blancas.
57%
Flag icon
Los beneficios nutricionales de los cereales integrales son impresionantes: fibra, la gama completa de vitaminas B y aceites saludables, nutrientes todos ellos que se sacrifican cuando el cereal se refina en molinos modernos
60%
Flag icon
Come más como los franceses. O como los japoneses. O como los italianos, o los griegos La gente que se alimenta siguiendo las reglas de una cultura gastronómica tradicional suele gozar de mejor salud que quienes comemos siguiendo la moderna dieta occidental de alimentos procesados.
61%
Flag icon
Sé escéptico ante los alimentos no tradicionales
61%
Flag icon
cuando se trata de comida, merece la pena acercarse con cautela a toda nueva creación.
62%
Flag icon
La gente ha consumido soja en forma de tofu, salsa de soja y tempe durante generaciones, pero en la actualidad tomamos novedades como la «proteína de soja aislada», las «isoflavonas de soja», la «proteína vegetal texturizada» y los aceites de soja parcialmente hidrogenados, y se tienen muchas dudas sobre los efectos que estos nuevos productos pueden provocar en la salud.
63%
Flag icon
las personas que beben con moderación y regularidad viven más y sufren considerablemente menos del corazón que las que son del todo abstemias.
64%
Flag icon
beber un poco todos los días es mejor que beber mucho el fin de semana, y beber con las comidas es mejor que beber con el estómago vacío.
65%
Flag icon
El cómo se come puede tener tantos efectos en la salud (y el peso) como el qué se come.
66%
Flag icon
una relación más sana con la comida, independientemente de lo que comas.
66%
Flag icon
Paga más y come menos
66%
Flag icon
Con la comida, igual que con muchas otras cosas en esta vida, se tiene lo que se paga. Además, existe una relación inversamente proporcional entre calidad y cantidad, y la «experiencia gastronómica» de una persona —la duración de una comida o su índice de placer— no tiene por qué estar directamente relacionada con la cantidad de calorías consumidas.
67%
Flag icon
Si, por el contrario, te gastas más dinero para comprar alimentos de mejor calidad, seguramente comerás menos y tratarás la comida con más cuidado.
67%
Flag icon
«Más vale pagar en el mercado que en la consulta del médico».
67%
Flag icon
… come menos
68%
Flag icon
La «restricción calórica» ha demostrado repetidas veces que ralentiza el envejecimiento en animales, y muchos investigadores creen que representa el vínculo más sólido que tenemos entre la dieta y la prevención del cáncer. Comemos mucho más de lo que nuestro organismo necesita para mantenerse sano, y ese exceso causa estragos… y no solo en nuestro peso.
« Prev 1 2 Next »