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March 31 - April 8, 2019
El éxito en cualquier campo y sobre todo en los negocios, requiere trabajar con los demás, no contra ellos.
Las personas que instintivamente establecen una sólida red de relaciones siempre han creado negocios de éxito.
la gente más exitosa pide ayuda a los demás, los invitan a ayudarlos a alcanzar sus metas.
Una carrera que valora las relaciones es buena para las empresas en las que trabajas porque todos se benefician de tu crecimiento– es el valor que tú traes contigo que hace que la gente quiera conectar contigo. Te sientes satisfecho cuando tanto tus relaciones como tu empresa comparten tu avance.
El hombre «hecho a sí mismo» no existe. Estamos hechos de miles de otros. Cualquier persona que haya tenido un gesto amable con nosotros alguna vez, o que nos haya animado verbalmente, ha participado en la construcción de nuestro carácter y nuestras ideas, así como de nuestro éxito. GEORGE BURTON ADAMS
Pero –continúo– lo difícil es lo siguiente: tenéis que hacer más que aceptar la generosidad de los demás. A menudo tenéis que ir y pedirla.
Nos poníamos nuestro traje gris para una gran empresa, ofreciéndole lealtad a cambio de seguridad. Era un servicio de por vida,
Hoy, sin embargo, las empresas ofrecen poca lealtad, y los empleados ninguna. Nuestras carreras ya no son caminos, sino paisajes por los que se debe navegar. Somos agentes libres, empresarios.
La generosidad y la lealtad que antes encontrábamos en las empresas para las que trabajábamos como empleados debemos buscarlas hoy en la red de nuestras propias relaciones.
Las relaciones se solidifican con la confianza. Las instituciones se construyen sobre eso. Te ganas la confianza de los demás, no preguntando qué puede hacer la gente por ti sino, parafraseando a Kennedy, qué puedes hacer tú por la gente. En otras palabras, la moneda del verdadero networking no es la avaricia, sino la generosidad.
¿Seguridad laboral? La experiencia no va a salvarte en tiempos difíciles, como tampoco lo harán el trabajo duro ni el talento. Si necesitas un puesto de trabajo, dinero, consejos, ayuda, esperanza, o la mejor manera de hacer una venta, sólo existe un lugar seguro donde encontrar esas cosas: dentro de tu círculo de amigos y asociados.
Es mejor dar antes de recibir. Y no llevar la cuenta. Si te guías por la generosidad, te lloverán recompensas.
4. Contribuye. Ofrece tu tiempo, tu dinero y tu experiencia a tu comunidad de amigos. 5. Al reflexionar
Pero la clave es tener el hábito de ponerse metas. Si lo haces, las metas entran a formar parte de tu vida. Si no, se van marchitando y acaban muriéndose.
Una meta es un sueño con fecha de caducidad». Esa maravillosa definición remacha el clavo. Antes de escribir tus metas, necesitas saber cuál es tu sueño. De lo contrario, podrías acabar yendo en una dirección que no es la que deseas.
Todas las buenas decisiones requieren buena información.
Ambición: los secretos de los grandes líderes
Las ambiciones humanas son como las carpas japonesas. Crecen en proporción al medio en que se encuentran. Nuestras ambiciones crecen según el tamaño de nuestros sueños y el conocimiento de nuestra vocación.
El Plan consta de tres partes. En la primera parte, debes desarrollar las metas que te ayudarán a cumplir tu vocación. En la segunda parte, debes conectar esas metas con las personas, los lugares y las cosas que te ayudarán a hacer el trabajo. En la tercera parte, debes determinar la mejor manera de abordar a las personas que te ayudarán a alcanzar tus metas.
cómo utilizar
Un deseo que no está escrito no es más que un sueño. Cuando lo escribes, se convierte en un compromiso, en una meta.
–Trabajar bien es lo primero –le dije–. Pero encontrar tiempo para hacer las cosas que tú quieras es tu responsabilidad.
1) crear un proyecto aprobado por tu empresa que te forzará a adquirir nuevas habilidades y te hará conocer gente nueva en tu empresa; 2) jugar un papel de liderazgo en las aficiones u organizaciones ajenas a tu trabajo que te interesan; 3) asistir a reuniones de ex-alumnos de tu colegio y pasar tiempo con aquellas personas que están haciendo el trabajo que a ti te gustaría hacer; 4) apuntarte a un curso sobre un tema relacionado con el trabajo que estás realizando o que te gustaría hacer en el futuro.
Atrapa el momento; lo que puedas hacer, o sueñas con poder hacer, empiézalo; la audacia tiene genio, poder y magia. J
Todos fracasamos alguna vez. No se trata de elegir entre el fracaso y el éxito; sino de escoger el riesgo y aspirar a la grandeza, o no tomar ningún riesgo y asegurarnos la mediocridad.
«existen dos tipos de conferenciantes, los que están nerviosos y los que son mentirosos.»
«Fracasa, fracasa de nuevo. Fracasa mejor.»
No hay razón para aceptar un producto o servicio que no cumpla con nuestras expectativas, una empresa que no nos guste, o un jefe al que no respetemos.
Di lo que tengas que decir con pasión. Cuando hables, asegúrate de que tienes algo que ofrecer y ofrécelo con sinceridad. La mayoría de la gente todavía no ha comprendido que es mejor pasar más tiempo con menos personas en una fiesta y tener una o dos conversaciones significativas, que errar de un lado a otro y perder el respeto de la mayoría de la gente.
Cuando la gente sabe que eres honesto con ellos, responde confiando en ti.
Tu meta debe ser conectar de manera genuina con gente en la que puedes contar.
Como decía Winston Churchill, la preparación es, si no la clave del genio, por lo menos la clave para parecer un genio.
«El principio más arraigado en la naturaleza humana es el deseo de ser apreciado.»
–Siempre me esfuerzo por buscar información sobre la gente que quiero conocer.
Las llamadas en frío convierten a las personas más competentes en neuróticos perdidos.
Eso es frecuente. A menudo la gente no te responde. Tienes que olvidarte de tu orgullo y seguir llamando o escribiendo. Y cuando por fin logras conectar, no sabotees tus esfuerzos diciendo que estás bastante enfadado porque no te respondieron tan rápido como esperabas. Tampoco te excuses por insistir. Actúa como si lo hubieras pescado en la primera llamada. Que sea un encuentro cómodo.
1) Mencionar una persona o una institución que resulte familiar, en este caso John Jeff y WebMD. 2) Mencionar el valor de tu propuesta: el nuevo producto de Jeff ayudaría a Serge a vender sus nuevos productos. 3) Dar urgencia y comodidad al estar preparado a hacer lo que sea necesario para reunirse con la otra persona según sus términos. 4) Estar preparado para ofrecer una alternativa que asegura por lo menos un seguimiento.
Si los guardabarreras son importantes dentro de una organización, todavía lo son más cuando estás trabajando desde afuera.
Al construir tu red, recuerda: Sobre todo no desaparezcas nunca.
Cuantas más conexiones desarrolles, más oportunidades tendrás de desarrollar nuevas. Como dice Robert Metcalfe, el inventor de Ethernet, «El valor de una red crece proporcionalmente al cuadrado del número de sus usuarios. En el caso de Internet, cada nuevo ordenador, cada nuevo servidor, y cada nuevo usuario expande las posibilidades de todos los que ya están conectados.»
«Me encantó almorzar contigo ayer. Quería hacer un seguimiento de las ideas que comentamos. Creo que mi empresa puede servir los intereses de la tuya y he tenido tiempo de reflexionar sobre los detalles. La próxima vez que vaya a la ciudad, me gustaría poder hablar contigo al respecto unos minutos.»
Pero recuerda no hablar de lo que pueden hacer por ti, concéntrate en lo que puedes hacer tú por ellos. Se trata de darles una razón para querer volver a verte.
¿Quién te impide organizar tu propia cena mientras asistes a la conferencia, u organizar una discusión informal sobre un tema que te interesa?
Crear una conexión entre dos personas requiere cierto grado de intimidad. En dos minutos debes mirar en los ojos y en el corazón de la otra persona, escucharla con atención, hacer preguntas que van más allá de los negocios y revelar algo sobre ti que introduzca algo de vulnerabilidad en la interacción (sí, vulnerabilidad; ¡es algo contagioso!). Juntas, todas esas cosas hacen que un encuentro sea genuino.
En una palabra: conéctate. En cuatro palabras: Conéctate a los «conectores».
¿Cuáles debieran ser tus objetivos al hablar de trivialidades? La meta es simple: Empezar una conversación, mantenerla, crear un lazo con la otra persona, y marcharse dejando a la otra persona pensando, «me cae bien este tío».
Cuando se trata de crear una impresión, la diferenciación es la clave del juego. Confunde. Agita. ¿Cómo? Hay una manera garantizada en el ámbito profesional: sé tú mismo.
Los verdaderos triunfadores son aquellas personas que se vuelcan del todo y no pierden ni tiempo ni energía en ser alguien o algo que no son. Tener encanto es simplemente cuestión de ser uno mismo. Tu poder es tu singularidad. Todos hemos nacido con rasgos innatos para la charla trivial.
Cuando conozcas a alguien debes estar preparado para hablar. Mantente informado de lo que ocurre en el mundo. Cultiva algún interés especial. Una sola afición (cocina, deporte, coleccionismo) por la que sientes verdadera pasión tendrá poderes expansivos sorprendentes.
«Hay tanta gente estupenda aquí que me sentiría mal si no intento conocer a unas cuantas personas más. ¿Me permites un momento?».