Crítica: MACBETH
Shakespeare se levanta de nuevo con una película puramente visual y bella que narra el ascenso y la caído de Macbeth en la locura. Un guerrero casi indestructible que se deja llevar por la ambición. Esta semana hemos visto: MACBETH.
Aviso de antemano que es una película no apta para cualquier persona, a riesgo de salir corriendo de la sala de cine al asistir ante una obra de teatro hecha cine que se toma su tiempo y utiliza el lenguaje teatral Shakespeariano para darle mayor potencia al filme. Lo logra con creces gracias a un enfoque que se va oscureciendo y a la labor de ambos protagonistas.MACBETH es una película que se oculta tras vaticinios regios que hacen que a su protagonista se le desmorone su mundo de guerra y lealtad. El empuje que le aporta su mujer acaba por convertirlo en una persona esquizofrénica que anhela el poder y, lo que es peor, protegerlo a toda costa de los usurpadores. Su peor enemigo es Lady Macbeth, que logra manipularle y tomar las decisiones, siendo Macbeth, el héroe, un mero títere de sus ambiciones.
Una imagen vale más que mil palabras. Las cámaras lentas son impactantesLady Macbeth es Marion Cotillard, la mujer que se mantiene al margen en un segundo plano hasta que escucha la profecía de las hechiceras de boca de su marido. Ella se hace con el control de la mente de Macbeth y lo domina y lo maltrata con duras referencias hacia su virilidad. Marion Cotillard llena la pantalla y está sencillamente impecable. Es, a todas luces, la verdadera protagonista de la tragedia.Por otra parte, el héroe Macbeth es Michael Fassbender, nominado al Globo de Oro por la película Steve Jobs y hombre de moda del momento (protagonizará la versión cinematográfica del videojuego Assassins Creed). Su actuación es brutal, plasmando extraordinariamente bien la locura esquizofrénica y su caída a la vileza, gracias a la manipulación de su mujer y a sus propias ambiciones.
Lady Macbeth se mantiene en segundo plano hasta que da rienda suelta a su ambiciónEra difícil hacer una adaptación en verso de Shakespeare, pero todo encaja con una potencia visual apabullante y una visceralidad propia del teatro. Es curioso que hace poco dije lo mismo con La novia, la adaptación de Bodas de Sangre que ha logrado hacerse con 12 nominaciones en los Goya de este año. Por cierto, MACBETH también está nominada como mejor película extranjera.MACBETH cuenta con una fotografía espectacular. Los paisaje de Escocia son increíblemente bellos y su decadencia hacia la oscuridad se produce paulatinamente a medida que el propio Macbeth cae en la locura. Una locura que su mujer querrá sanar y será demasiado tarde. Una locura que le lleva a cometer actos brutales que un rey jamás haría. Esa locura y ambición hacen que sus súbditos le teman.
Un amor enfermizo, dominante y vejatorio para el propio Macbeth.En definitiva, MACBETH es Shakespeare, y por eso no a todos gustará la recreación de la obra del dramaturgo. Su lentitud hará que más de uno bostece, pero los que la valoren tienen en esta película una más que digna y fiel versión. Brillantes sus protagonistas, poderosas su imágenes.




Published on January 04, 2016 13:14
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