Un poeta, una desconocida y una librería de libros raros y usados
(Rui Pires Cabral, Portugal, 1967)
En esta ocasión quiero presentarles mi traducción de otro poema, que adoré, del libro “Morada”, de Rui Pires Cabral. Este breve texto es una genial historia, porque la poesía también sirve para contarnos historias, sobre todo si son hermosas como la que nos cuenta aquí el poeta portugués, una en la que él mismo es protagonista junto a una desconocida de la que apenas sabe su nombre y su domicilio, “Shirley Ann Eales”, y una librería de libros raros y usados, como la Librería El Buscón, acá en Caracas, a la que dedico esta traducción y en la que he encontrado muchas veces verdaderas joyas.
SHIRLEY ANN EALES
En la vitrina se lee Libros Raros
y Usados bajo el azul inclinado
de un toldo – justo en frente
de la frígida cafetería de franquicia
donde el día maltrata el deseo
y no se puede fumar. Subo
a los pequeños gabinetes
zambullidos en el dulce moho
de la literatura y recorro de la A
a la Z los lomos ásperos
y agrietados de poesía. Es el sitio
más vacío de noviembre
y el que más me reconforta;
el libro que elijo, por la mitad
de una libra, trae en el frontispicio
un nombre y un domicilio: Shirley Ann
Eales, de Scottsville – un desfigurado
autógrafo de mayúsculas delgadas
y triangulares donde la imaginación
encuentra en ese momento pretexto
y oxígeno suficientes para arder.
El libro tuvo otra existencia,
perteneció a otra casa, a otra mesa
de noche – y el pensamiento,
de tan obvio, convoca de repente
un vértigo, es un pasillo
abrupto hacia la inmensidad del mundo
donde trafica el acaso. Ah, sabemos
que la vida es improbable si
nos ponemos a divagar, a mitad de una tarde
insípida, sobre una mujer desconocida
que leía poemas en Scottsville, en los años
¿Pero habrá aquí alguna especie
de sentido, alguna señal reservada
para alguien más sabio o inocente
que yo? No sé quién eres
ni dónde estás ahora, Shirley Ann,
pero qué bello sería si pudieses
encontrar un día, por obra de la misma
suerte, tu nombre en estos versos.
(Traducción de Alejandro Rodríguez Morales)


