Tener a Mariló Montero de presidenta del Gobierno no debe de ser muy diferente a lo que tenemos ahora, con la diferencia de que a nuestro querido Mariano, cuando se ve acorralado, le tiemblan las piernas y le parpadea un ojo incontroladamente, mientras que la presentadora sale airosa de la más ridícula de las meteduras de pata.
Lo último de nuestro presidente
ha sido la demostración de su desconocimiento de la Constitución española, ese texto que tanto sirve para un roto como para un descosi...
Published on September 26, 2015 06:58