Carta a mi hijo que aún no conozco
Amado hijo mío. Te escribo esta carta aun sin conocerte, pero queriéndote ya con toda la potencia de mi ser. Quiero decirte que estoy tratando de encontrarme contigo. Sin prisas. La vida nos da lo que anhelamos en el momento idóneo. Hace año y medio comencé un proceso de adopción en el DIF Nacional y no fructificó. Me dijeron que serías un niño de ocho años. No fue así. Quizá no busqué en el sitio adecuado. No importa. En absoluto considero que haya sido tiempo perdido. Ocurrió, tal vez, que no seguí el camino indicado para coincidir contigo. Es posible que no tengas ocho años. O que seas una niña. La niña de mis ojos. O si eres niño, serás el rey de mi vida. Por lo pronto quiero decirte que no desesperes. Yo no lo hago. Nos veremos en el instante indicado. Hasta entonces yo será paciente. Te pido que tú lo seas. Yo aquí estoy con los brazos abiertos, con tu cama lista, con tu cuarto arreglado. Te espero con un mar de besos de frente. Y si no es en esta vida, será en otra. De lo que estoy seguro es que nos hemos de topar.
Con todo el amor del que soy capaz de sentir.
Papá.


Omar G. Villegas's Blog
