En
un artículo anterior sobre el fraude científico mencioné una de sus consecuencias morales: el problema de la
presunción de inocencia
, en relación con el caso que afectó al premio Nobel David Baltimore y a su colaboradora Thereza Imanishi-Kari, que durante diez años tuvo que luchar contra una acusación de fraude que finalmente resultó infundada. También pueden presentarse problemas éticos cuando se descubre que el fraude científico sí ha tenido lugar. La novela policíaca
Gaudy night
(1936)...
Published on November 27, 2014 00:10