RelAt(Ad)os 01 – Capítulo VII
Y como quien no quiere la cosa, ya nos hemos plantado en la última semana de RelAt(Ad)os 01, el experimento literario que llevamos en nuestros blogs Vicente F. Hurtado, Ignacio J. Borraz y yo mismo en nuesttros respectivos blogs. Aquí tenéis los capítulos anteriores por si no nos habéis ido siguiendo:
y aquí os dejo mi contribución de hoy:
Caín dedicó todos sus esfuerzos a encontrar la mítica Atlántida. Pese al avance de los siglos y la tecnología, la ciudad donde se escondía Eva seguía formando parte de los mitos humanos, algo que cada vez era menos real. Se relacionó con soñadores y charlatanes, con investigadores de buena intención y arribistas. Pero ninguno de ellos le fue de ayuda y llegó a la conclusión de que nunca la encontraría por medios humanos, por mucho que toda la superficie de la tierra estuviera ya monitoreada por satélites.
Durante años fue visitando todos y cada uno de los lugares de poder del planeta, buscando cualquier pista que las corrientes telúricas o la energía depositada por la fe de los hombres pudieran ofrecerle. La mayoría de estos lugares estaban ocupados por templos —los humanos no eran tan idiotas, al fin y al cabo— y en uno de ellos encontró la pista para hallar a alguien que podría ayudarle: su viejo amigo de las diez caras.
Viajó hasta un campo de trigo solitario donde las corrientes de la Tierra eran poderosas y plantó en su centro siete tipos distintos de flores de siete puntos distintos del planeta, con la esperanza de convertirlo en un waryapola donde pudieran materializarse fuerzas antiguas. No fue hasta que las plantas hubieron crecido que, una noche, empezaron a entrelazarse las briznas de trigo formando un intrincado círculo. El movimiento era frenético, Caín apenas atisbaba a ver a Ravana montado en su vimana, un majestuoso carro de flores que era el responsable de las dobleces del cereal. Justo cuando el antiguo estaba a punto de dar por concluido su rápido y majestuoso trabajo, Caín salió de entre las sombras.
—¡Demonio! Hace siglos que no nos vemos, pero debes ayudarme con el conocimiento que atesoras en tus cinco pares de cabezas.
—Caín —lo reconoció Ravana—. Han pasado muchas generaciones humanas. Sabes que te puedo ayudar, pero primero debes ofrecer algo a cambio.

«Crop circles Swirl» por FuturePropulsion – http://web.archive.org/web/20040920093803/[dead link]. Disponible bajo la licencia Public domain vía Wikimedia Commons.


