Crítica: WICKED: PARTE II

Cada vez tengo más claro que esta segunda parte es mucho mejor que la primera, y que los elementos que la componen están más sujetos y son más interesantes. Dos monumentales actrices, ahora sí, se dan cita en el epílogo de una historia que lo deja todo muy bien atado. Un buen número de nominaciones la esperan. Esta semana hemos visto: WICKED: PARTE II.

Wicked: The Good es la segunda parte de Wicked, que llegó el año pasado a la gran pantalla, con gran colorido, una canción memorable (Defying Gravity) y dos grandes intérpretes que en esta segunda parte dejan su impronta en un gran duelo entre el bien y el mal. O más bien lo que la mente del manipulador e irónico Mago de Oz (Jeff Goldblum) ha metido en las cabezas de sus ciudadanos. Y ante eso la sociedad es incapaz de ver como buena a una mujer verde (Cynthia Erivo) que lucha por la libertad de las minorías oprimidas (los animales). Sin embargo, Glinda (Ariana Grande) sí es la Buena, subida en un carro burbuja, aparentando felicidad y siendo manipulada por Madame Morrible (Michelle Yeoh). ¿Os suena? Sí, básicamente es la sociedad en la que vivimos. Y en esta segunda parte pasamos de vivos colores brillantes a tonos más apagados, pues las mentiras salen a la luz y los dilemas morales prevalecen, llegando al punto en que Elphaba y Glinda luchan por comprenderse entre canciones que, no vamos a negarlo, no quedarán en el imaginario del espectador, salvo la que habla sobre sentirse en casa. Debo decir, sin embargo, que el filme no se hace en absoluto largo, cosa que la primera parte sí, y además añado que debería haberlo sido más, puesto que hay decisiones apresuradas que podrían haberse trabajado mejor, al igual que en los personajes secundarios, en los que apenas hay evolución. Aquí es todo Elphaba y Glinda, y un poco de El Mago de Oz. Pero si hay algo interesante en el filme, aparte de ese gran duelo entre las dos titanes, es el círculo que se cierra con la película del año 39. Veremos a Dorothy y los porqués del león, el hombre de hojalata y el espantapájaros. Y a los más viejunos, o que disfrutaron con el primer filme, se nos abrirá una sonrisa al ver las baldosas amarillas, entre otras muchas cosas más, como también un final de lo más redondo y satisfactorio. Lo bueno no es tan bueno y lo malo no es tan malo, simplemente depende del prisma con el que otros nos lo hagan ver. La frase de el Mago de Oz interpretado por un gran Jeff Goldblum es demoledora: "De donde vengo, creemos todo tipo de cosas que son falsas. Lo llamamos Historia". A nivel de CGI todo es sublime, llenando nuestros ojos con imágenes impresionantes, si bien hay más exceso que en la primera parte, pero también hay mucha más acción. Pero es en Cynthia Erivo donde hay que detenerse para comprender que carga con la película a cuestas, con su lucha, con su soledad y con su pesar, pues todos le dan la espalda. Y por otra parte tenemos a Ariana Grande, que se hace enorme en este filme (pese a que sigo pensando que su extrema delgadez no hace ningún bien al filme ni a la industria). Sus registros vocales, así como interpretación dramática e incluso cómica elevan el filme a otra dimensión. Es evidente que ambas deben ser nominadas al Oscar de nuevo, quizás en esta ocasión con mayor peso.  En definitiva, WICKED: PARTE II es una película redonda. Sabe cerrar sus luchas internas y pasadas y nos regala dos interpretaciones de tremendo nivel. Acompañadas de Jeff Goldblum y Jonathan Bailey, además, todo es mucho mejor. Las referencias al pasado son deliciosas y el final es para levantarse y aplaudir. De las mejores películas del año, aunque sea un musical y sus canciones apenas destaquen. No os la podéis perder.