The demon in the mirror

Andrew J. Offutt, un autor, fallecido en 2013, fue conocido sobre todo por su espada y brujería, en la línea de (y a menudo como homenaje directo a) Robert E. Howard.

Aparte de unos cuentos primerizos, su carrera empezó realmente a mediados de los años sesenta, orientada inicialmente hacia la ciencia ficción, pero redirigida pronto hacia la fantasía heroica, desarrollada principalmente en las décadas de 1970 y 1980. En su seno, por ejemplo, participó activamente en el escenario compartido del Mundo de Ladrones, escribió tres pastiches de Conan (entre los que destaca «Conan y la espada de Skelos») y seis sobre el héroe irlandés Cormac Mac Art, así como un par de trilogías propias, la de War of the gods in Earth y la de War of the wizards (con Richard K. Lyon). A esto se le suman en principio un puñado de novelas independientes y ya solo cabría hablar de su labor como editor de la serie de antologías de fantasía heroica Swords Against Darkness (cinco entre 1977 y 1979) o su servicio como noveno presidente de la SFWA entre 1976 y 1978. ¿O no?

Porque lo cierto es que el grueso de la producción de Offutt se centró en otro mercado, el erótico, bajo seudónimos como John Cleve, Turk Winter y así hasta doce más, que le llevaron a publicar más de cuatrocientas novelas y novelas cortas eróticas en unos cuarenta años de profesión. Esta actividad se mantuvo en secreto hasta su muerte y a efectos de lo que nos ocupa, cabría mencionar la intersección con el fantástico en series como Spaceways (ciencia ficción erótica), en la que publicó diecinueve novelas en catorce años, o la tetralogía histórico-erótica de The Crusader, ambas bajo el seudónimo de John Cleve.

La historia de «Demon in the mirror», primera entrega de la trilogía War of the wizards, sin embargo, empieza con otra persona, Richard K. Lyon, un escritor amateur que había intentado publicar por su cuenta lo que básicamente era un fanfiction sobre Valeria, la pirata de la Hermandad Roja de Robert E. Howard coprotagonista de «Clavos rojos«. Tras pasarle el manuscrito a Offutt, este le propuso reescribir la novela por completo y repartirse los derechos. Así nació Tiana de Reme, hija ilegítima de un duque y adoptiva de un capitán pirata que, al jubilarse, le traspasa el mando de su barco (aunque luego le pica la nostalgia y vuelve como primer oficial).

Estructuralmente, «The demon in the mirror» (1978) es una novela totalmente episódica, hasta el punto de constituir poco más que un fix-up, aunque las historias nunca vieron una publicación previa independiente. La historia arranca con el navío de Tiana abordando un buque que transporta un tesoro mágico. Tras superar las trampas que lo protegen y al intentar vender su botín en la cercana ciudad a donde iba dirigido el navío, la capitana pirata se encuentra metida en una misión desesperada por recuperar las partes desmembradas del poderoso mago Larramed, pues sin reconstituirlo y matarlo definitivamente, su hermanastro, asesinado por el hechicero, no podrá descansar en paz.

Buena parte del resto del libro se ocupa en describir cómo Tiana por un lado y su tripulación al mando de su padre adoptivo por el otro, viven diversas aventuras, repletas de magia, exotismo y criaturas monstruosas, para recuperar los miembros cercenados y dispersos de Larramed (su cabeza, su torso, piernas, brazos y mano… pues la otra ya la transportaba el primer navío).

Si bien el primer encuentro con Tiana no resulta muy esperanzador, pues el estilo peca un tanto de las sobreexplicaciones de Srague de Camp y Lin Carter, pronto se resarce con historias tan imaginativas como dinámicas, que involucran desde un aquelarre de monjas vampiras que sirven a un murciélago gigante, hasta unas antiguas ruinas habitadas por lagartos gigantes y hechizadas por guerreros-sombra que albergan un inmenso huevo de fénix, pasando por jardines encantados (que recuerdan uno de los cuentos de Zothique de Clark Ashton Smith), jinetes de la tormenta, tumbas reales cuajadas de gemas, islas doblemente embrujadas, hombres-cuervo y príncipes desesperados por reclutar ayuda para salvar su ciudad.

Ciertamente, nada de todo esto es un prodigio de estilo, por mucho que los autores se esfuercen por dotar a su prosa de un tono exótico, pero cumplen de sobra con lo que se espera de una aventura de espada y brujería, e incluso me atrevería a decir que están por encima de la media del género. Eso sí, pese a contar con una protagonista femenina, el punto de vista es desvergonzadamente masculino, con Tiana aprovechando cualquier ocasión para admirarse en los espejos y alardear de lo macizorra que está (nada que ver con la Jirel de Joiry de Catherine L. Moore, y sí mucho más con la Sonja la Roja reimaginada para el cómic por Roy Thomas y reintrepretada con su famoso bikini de malla por Esteban Maroto).

Lo que termina de elevar la propuesta es que, pese a esta naturaleza episódica que he descrito, que al principio parece limitarse a la recuperación del fragmento de cuerpo de turno, poco a poco la historia va entrelazando pistas y, hacia el final, ya tenemos una imagen clara de quién fue Larramed, qué es lo que busca el contratador con su cuerpo y cuál era la motivación real de Tiana. Del mismo modo, a la hora de resolver todo el conflicto (que no es sino el principio de una lucha por la supremacía entre magos, como sugiere el título general de la trilogía), los autores logran atarlo todo con cierta habilidad, lo que acaba por aportar la muy necesitada sensación de cohesión al conjunto y deja al lector satisfecho. No es poca cosa, en un género que no siempre es capaz de aportar ese mínimo de coherencia interna en medio de las más o menos inverosímiles hazañas de sus protagonistas.

La trilogía, cofirmada siempre por Lyon y Offutt, se completó en 1980 con «The eyes of Sarsis» y 1981 con «Web of the spider». Ambos autores colaborarían una vez más en la novela de ciencia ficción «Rails across the galaxy» (1982) y en un puñado de relatos, pero más o menos por esas fechas Andrew J. Offutt empezó a volcarse de lleno en su otra carrera literaria y dejó por completo de publicar fantasía o ciencia ficción no erótica.

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Published on September 23, 2025 03:45
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