Tan solo seis años después de haber cerrado la saga de animación con la tercera parte, nos llega la película de acción real. Están muy de moda, algunas son innecesarias y casi nunca están a la altura de la original. En este caso, sí lo está y vale mucho la pena. Esta semana hemos visto: CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN.
Volvemos a isla Mema sin cambiar ni un ápice lo colorido del lugar y lo imponente de los vikingos que viven allí, combatiendo a los dragones desde hace generaciones. Estoico es su jefe (Gerard Butler), y tiene por hijo a Hipo, un gandul soñador que es todo lo contrario a él (Mason Thomas). Sin embargo, ha llegado el momento de prepararse para la lucha, por lo que la nueva generación, encabezada por una joven con gran talento (Nico Parker), tendrá que tirar del carro. Mientras el herrero los entrena para sacar algo de provecho de ellos (Nick Frost), Hipo por su parte conocerá al Furia Nocturna, un dragón jamás visto, al que hirió milagrosamente con una de sus armas. Al margen de toda mirada, confirmarán una peligrosa amistad que amenaza con romper los cimientos de la tradición vikinga y que, a su vez, arrojará la realidad de los dragones. Y todo esto sucede exactamente igual que en su primera película, a la cual no nos ha dado tiempo siquiera de olvidar, puesto que es la saga más importante de DreamWorks.
Desdentao y el resto de dragones se mimetizan con el entorno, de manera que no sabemos muchas veces si estamos ante CGI o existen realmente. El acabado es muy preciso y respetuoso con la película original, de manera que encontraremos pocas novedades, salvo las lógicas por el salto de la animación a la acción real. Y ahí radica la grandeza de la película, que veas cual veas estarás totalmente satisfecho con el nivel alcanzado. Encontramos al protagonista, bastante más hecho que el original, y también a unos dragones que sí parece amenazantes, sobre todo el enorme y aterrador dragón que los controla a todos. Esto da buena muestra, y un aviso interesante, al resto de grandes marcas del cine que están pensando seguir haciendo películas de acción real a partir de sus clásicos, puesto que les deja bien claro que las cosas pueden hacerse muy bien, ¿verdad, Disney? Cuando uno trata con mimo sus éxitos suele producir éxitos; y cuando uno trata a sus éxitos como dinero fácil obtiene grandes decepciones.
En definitiva, CÓMO ENTRENAR A TU DRAGÓN es el reinicio de una saga de animación a la acción real que nadie había pedido, pero que vista la calidad, el mimo y el buen hacer de DreamWorks con ella, no podemos más que levantarnos y aplaudir. Dean DeBlois ha hecho que una saga muy querida por el público siga siéndolo dotándola de mayor profundidad y pocos inventos. Cuando algo funciona, no lo toques. Para jóvenes y los que ya no lo son tanto; gustará a todos por igual. No os la perdáis.