Una tradici��n literaria poderosa

El ��ltimo gran bardo Fang, Ey�� Moan Ndong, fusion�� el mito, la m��sica y la ciencia ficci��n para crear actuaciones ��picas que desaf��an las categor��as occidentales y exigen reconocimiento mundial. Foumban, Cameroon. Cr��dito de imagen Jasmine Halki CC BY 2.0.

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Pr��cticamente analfabeto y afectado por la lepra, Ey�� Moan Ndong (1928-2000) aprendi�� a tocar el nvet, un instrumento ancestral de tubo de ca��a de un metro o poco m��s de largo, que sol��a llevar hasta tres calabazas como cajas de resonancia. Ingresado doce a��os en la leproser��a de Micomeseng, sus sesiones de nvet para enfermos y cuidadores fueron c��lebres. Las autoridades coloniales espa��olas nunca lo vieron con malos ojos, pero tampoco lo tomaron en serio, pues les parec��a un payaso folcl��rico. Tras abandonar la leproser��a, el bardo recorrer��a pueblos actuando en funerales. Daba dignidad tenerlo como int��rprete. Ey�� Moan Ndong apenas chapurreaba el espa��ol. Trovaba en lengua fang, generalmente de noche, como uno m��s de los actos rituales en la casa de la palabra, donde los fang ���la etnia mayoritaria en Guinea Ecuatorial��� com��an, descansaban, jugaban al akong (un juego de mesa), hac��an cester��a con melongo, debat��an cuestiones que afectaran a la comunidad y escuchaban a sus bardos. Ey�� Moan Ndong se llamaba a s�� mismo ���el animador de pueblos���.

Su arte del nvet comenzaba con una canci��n, a veces humor��stica. Luego Ey�� Moan Ndong pasaba a narrar las historias de los Ekang, los primeros habitantes inmortales de la Tierra. Intercalaba canciones (tambi��n un poema autobiogr��fico, el Onvaga) en sus relatos, que pod��an durar toda la noche, seg��n la respuesta del p��blico, que acompa��aba la actuaci��n con baquetas de bamb�� para marcar el ritmo y cascabeles met��licos o botellas con las que hacer contrapunto. Conocido por saberse de memoria incontables epopeyas, Ey�� Moan Ndong tambi��n era un gran improvisador. Es el ��ltimo gran int��rprete de esta tradici��n.

Debo la lectura de cinco epopeyas de Ey�� Moan Ndong a las transcripciones publicadas por el m��dico Ram��n Sales Encinas y el traductor Domingo El�� Mb��, que descubr�� gracias al ensayo de Jorge Abeso Sobre la ��pica fang. Abordo una sexta epopeya en una edici��n biling��e (fang/espa��ol) a cargo del profesor Juli��n Bibang, publicada en el libro ��rase una vez el pa��s del son del tambor y de las tumbas. Hay una s��ptima (El leopardo al acecho del mundo) transcrita por Ver��nica ��engono en su tesis doctoral, todav��a in��dita. Y a��n circulan grabaciones no transcritas (Ngara Bikie��, sobre un androide), as�� como transcripciones no publicadas (El accidente de circulaci��n entre Nnang Ond�� y Ekie�� Ndong El��) de m��s epopeyas.

Consulto al catedr��tico Alberto Montaner, quien dirige la tesis doctoral sobre Ey�� Moan Ndong del investigador Filiberto Micha Monayong. A su juicio, ���el argumento de las epopeyas fang es un tanto surrealista, pero hay que entenderlo desde una cosmovisi��n profundamente m��gica���. En la ��pica occidental no hay nada comparable. Si bien el bardo fang presenta paralelismos con los aedos griegos, los juglares medievales e incluso con El hablador de Vargas Llosa, sus epopeyas recuerdan m��s al cuento maravilloso. Bastar�� un resumen de algunos argumentos para comprobarlo.

Desde el m��s all��, una madre manda a su hijo a un r��o del que se puede extraer pescado cocinado en envueltos con picante, sal y cebolla (El extra��o regalo venido del otro mundo). Acusado de haber matado a un primo hermano, Akoma Mba es llevado por un ��ngel a un tribunal divino (Akoma Mba ante el tribunal de Dios). Varios grupos Ekang tratan de derrotar y capturar a un gigante can��bal para poder llev��rselo al viejo Ayomongang, que quiere com��rselo (Mbuandong, el antrop��fago). Un joven visita por primera vez el pueblo natal de su madre y all�� encuentra a los habitantes aterrorizados por un monstruo (Mond�� Messeng).

El gigante podr��a verse como un trasunto fang del c��clope hom��rico (La odisea). La mano que escribe la citaci��n judicial de Akoma Mba recuerda al fest��n de Baltasar (El libro de Daniel). Ahora bien, las similitudes con las letras occidentales son m��nimas. De hecho, lo m��s llamativo y original de Ey�� Moan Ndong es su estilo retrofuturista (mucho antes de Wakanda). Por un lado, el bardo se remonta a un pasado m��tico de seres inmortales que usan amuletos, lanzan hechizos y se sirven de gran variedad de animales m��gicos: en Akoma Mba���, un elefante se encarga de todas las tareas agr��colas y dom��sticas (cortar le��a, arrancar malas hierbas, cocinar verduras���); en Mbuandong���, una cabra defeca grasa comestible de la que se alimenta todo un pueblo.

Por otro lado, uno esperar��a encontrar un estilo de vida primigenio en la m��tica tierra de Engong. Pero los inmortales Ekang tienen muchos artilugios tecnol��gicos: tel��fonos, coches, camiones��� ��y platillos volantes! En efecto, el ���Mivul����� cumple la funci��n de los barcos en la ��pica griega, pues permite que los personajes se desplacen r��pidamente de un lugar a otro (por ejemplo, a la caza de Mbuandong, el gigante can��bal). Ey�� Moan Ndong pasa sin problemas del espejo m��gico (Eyom Ndong, el buscaproblemas) a unas gafas que permiten ver a kil��metros de distancia (Mbuandong, el antrop��fago), un gadget que ni James Bond. El primer artefacto remite al g��nero del cuento maravilloso, ya mencionado; el segundo, a la ciencia ficci��n.

Por tanto, el arte del nvet es h��brido no solo por los elementos que combina (cuento, canci��n, m��sica, danza, teatro), sino tambi��n por los g��neros literarios de los que participa. En este sentido, Ey�� Moan Ndong cre��a que la variedad era clave para mantener la atenci��n de su p��blico, que en Guinea Ecuatorial fue numeroso. De hecho, su obra sigue siendo popular no solo en su pa��s, sino tambi��n entre las poblaciones fang de Gab��n y Camer��n. Y merecer��a cruzar m��s fronteras.

Dada su importancia y universalidad, es fundamental preservar el legado de Ey�� Moan Ndong. No podemos recuperar las epopeyas perdidas, pero convendr��a traducir, anotar y publicar en ediciones biling��es (fang/espa��ol) las grabaciones no transcritas. Asimismo, debe fomentarse su estudio. Basta consultar la bibliograf��a sobre el nvet para comprobar que casi toda proviene del ��frica franc��fona. Sigamos su ejemplo y promovamos la ex��gesis de estas epopeyas tambi��n en espa��ol. Asimismo, es prioritario impulsar la ense��anza del nvet. En Gab��n y Camer��n existen escuelas dedicadas a este instrumento, pero no en Guinea Ecuatorial. Fomentar su aprendizaje contribuir��a a preservar la tradici��n y a inspirar nuevos talentos.

Desde que lo descubr��, hablo de Ey�� Moan Ndong con el mismo respeto admirativo con el que me refiero a Homero o Vargas Llosa. Y no es necesario tener conocimientos previos de fang o del nvet para disfrutarlo. Para quienes quieran leerlo en espa��ol (espl��ndidamente anotado), las cinco epopeyas editadas por Ram��n Sales Encinas y Domingo El�� Mb�� son dif��ciles de encontrar en librer��as, pero est��n disponibles en l��nea: El extra��o regalo venido del otro mundo, Akoma Mba ante el tribunal de Dios, Mbuandong el antrop��fago, Eyom Ndong, el buscaproblemas y Mond�� Messeng. ~

 

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Published on April 15, 2025 04:29
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Sean Jacobs
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