Crítica: CÓNCLAVE

Siempre es interesante descubrir lo que se cuece dentro de los grandes momentos. En este caso, nos vamos al Vaticano a ver cómo se produce la votación de un nuevo Papa, y de los tejemanejes de la iglesia y sus humildes servidores. Esta semana hemos visto: CÓNCLAVE.

Conclave está dirigida por Edward Berger, quien nos pone en la tesitura de que el Papa ha muerto tras muchos años de mandato, nombrando al cardenal Lawrence (Ralph Fiennes) como aquel que ha de liderar el proceso de selección del Sumo Pontífice. Con la intención de hacerlo lo mejor posible, se encontrará con los poderosos cardenales que ansían el trono del Papa y que no dudarán en hacerse valer. Al margen de eso, el cardenal Lawrence se enterará de algunas noticias que sacudirán los cimientos de la iglesia. Y mientras eso sucede, tendremos a los principales candidatos luchando por obtener votos. Entre ellos tenemos a Stanley Tucci, John Lithgow, Sergio Castellitto, Lucian Msamati o Carlos Diehz, pese a que todos los cardenales son elegibles. Encontramos facciones italianas, conservadoras a más no poder, liberales que desean que la mujer tenga mayor presencia en la iglesia, el poder africano, etc.
La gran trascendencia de esta película es que se nos humaniza a los hombres más poderosos de la iglesia católica, puesto que son personas, y las personas pecan, pese a que sean hombres de Dios. En este caso, asistiremos a grandes revelaciones que imposibilitarán a algunos de ellos poder optar al pontificado. Sobre todo es interesante el enfrentamiento interpretativo de Ralph Fiennes, en un papel más comedido, justo y obstinado contra el polvorín liberal que es Stanley Tucci o el pasional y reaccionario Sergio Castellitto. El filme, es muy interesante porque nos hace entender el sistema de votación y, de paso, cómo son los momentos previos al desenlace de la elección, llevando a todos los cardenales a ser recluidos sin poder obtener noticias del exterior que puedan influenciarlos. Puede parece un tema aburrido, incluso poco apetecible, pero Edward Berger siempre se las apaña para que sea interesante y que estemos ante un auténtico fuego cruzado y lucha de poder. Al fin y al cabo, la iglesia católica cuenta con gran poder de influencia. En definitiva, CÓNCLAVE es una de las películas del año por lo que entraña a nivel moral, puesto que da para mucho debate. No solo por su sobriedad y lo férreo de sus interpretaciones, con Ralph Fiennes y Stanley Tucci a la cabeza, sino porque habla de la humanidad, de que nadie escapa del pecado y de que somos personas con derecho a equivocarnos. Y el que nunca lo haya hecho, que tire la primera piedra. No os la perdáis.
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Published on December 26, 2024 10:43
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