Reseña de "El instinto" de Audrey Audrain
Debo reconocer que al principio desconfié un poco de este libro. Venía con la "etiqueta de libro del año" y de no sé cuántos mil ejemplares vendidos. Que me parecía demasiado comercial, vaya. Y cuando por fin di con él, me lo llevé a ver qué tal estaba y ¡menuda sorpresa!

El instinto (Editorial Alfaguara) narra la historia de Blythe, que vive un matrimonio perfecto con su marido sólo mejorado con la llegada de su primera hija, Violet. Tras el nacimiento tiene todo tipo de dudas, pero se encuentra con una pared de condescendencia: que si es madre primeriza, que si las hormonas, etc. A ella le preocupa sobre todo ser una madre despegada, puesto que es hija de una madre tóxica que no supo quererla bien y que rozó incluso el maltrato.

Uno de los temas recurrentes de este libro es precisamente la prohibición o más bien la censura social que sufren aquellas madres primerizas a las que se les ocurre quejarse. Cuando estás embarazada te dan una visión edulcorada de la maternidad con fotos incluso de niños gorditos y rosados que duermen a sus horas y apenas lloran. Pero al salir del hospital nos esperan malas noches, malos días, niños que no comen, o que no duermen, o que lloran sin que sepamos por qué. Y cuando se lo cuentas a alguien recibes un aluvión de consejos no solicitados, pero nadie que te diga que a ella le pasó lo mismo.
“Las expectativas sociales sobre la maternidad son una carga enorme para las mujeres”
Está feo quejarse del hijo. Es como si te hubiera caído un regalo del cielo y tú sólo le ves defectos. Pero el cansancio, las hormonas y la recuperación del parto exigen mucho más de la mujer en el momento en que más débil se encuentra. Eso es lo que nos intenta transmitir Blythe, pero la novela tiene mucha más enjundia que no revelaré aquí para no hacer espoiler.
Pero además tiene mucho más. Nos habla del árbol genealógico corrupto y marchito, de la existenciad e la maldad, de su esta se hereda y de si estamos condenados a repetir los errores que nuestros padres y madres o en algún momento seremos capaces de romper ese círculo vicioso. Siempre dicen que el amor lo puede todo. Pero, ¿qué ocurre si tu madre no te quiso y tu hija no acepta el amor incondicional que le ofreces? Una novela que terminas devorando e intentando que no te devore a ti.