Fashion Transparency Index 2021: la moda no mejora sus indicadores de transparencia
Al parecer las 250 marcas y retailers de la moda a nivel mundial que fueron analizados por el
Fashion Transparency Index 2021
o Índice de Transparencia de la moda 2021 publicado por Fashion Revolution, predican mucho, pero practican poco. Eso queda en evidencia al comprobar que obtuvieron una puntuación promedio de 23% de 100. Es decir, todavía es un misterio el número de trabajadorxs de su cadena de suministro que cobran un salario digno, así también la cantidad de ropa que producen, lo que impide entender el real impacto de la sobreproducción en términos ambientales. Hoy revisaremos en detalle estos resultados, que nos obliga a levantar la voz con más fuerza para saber ¿quién y cómo hacen nuestra ropa? y ¿de qué está hecha nuestra ropa? En las próximas líneas el detalle.Resumen de resultados del Fashion Transparency Index 2021
Lentitud, que casi se puede confundir con desidia, es la palabra que mejor describe los resultados del Índice de Transparencia de la moda 2021, en un contexto donde la transparencia debería ser la norma, no la excepción.
De hecho, las cifras alarman y nos confirman que no podemos ser indiferentes, ni bajar la guardia, porque hay mucho de greenwashing allá afuera y muchas marcas nos están queriendo pasar "gato por libre". Revisemos los principales resultados del índice para que lo dimensionemos:
Porcentajes generales en los 5 componentes que revisa el índice: políticas y compromisos; gobernanza; trazabilidad de la cadena de sumistro; conozca, muestre y arregle; y problemas destacados (Ej: trabajo decente, igualdad de género, cambio climático y diversidad, entre otros).Salario digno
El 99% de las marcas no revelan la cantidad de trabajadorxs en su cadena de suministro a los que se les paga un salario digno.
El 96% no publica la hoja de ruta sobre cómo planean lograr un salario digno para todos los trabajadores en su cadena de suministro.
De hecho, en torno a la contingencia del Covid-19, solo el 3% ha divulgado públicamente la cantidad de trabajadorxs en sus cadenas de suministro despedidos debido a la pandemia, lo que deja una "imagen incompleta" del impacto socioeconómico negativo que los trabajadorxs han enfrentado durante este periodo.
Asimismo, sólo un 18% de las principales marcas ha divulgado el porcentaje de cancelaciones de pedidos totales o parciales, lo que dificulta la evaluación del impacto total de la pandemia en las cadenas de suministro de la moda.
Menos del 10% de las marcas pagan a sus proveedores en un plazo de 60 días, lo que significa que lxs consumidorxs suelen usar ropa antes de que las etiquetas hayan pagado a las fábricas que las confeccionan.
Solo el 14% de las principales marcas divulgan la cantidad total de productos fabricados anualmente, lo que dificulta comprender la magnitud de la sobreproducción a nivel mundial.
Hay claridad de que la mayoría de las emisiones de carbono ocurren a nivel de procesamiento y materia prima, sin embargo mientras el 62% de las grandes etiquetas publican la huella de carbono que producen en sus propias instalaciones, solo el 26% divulga esta información, a nivel de procesamiento y fabricación y solo el 17% lo hace a nivel de materia prima.
Más de un tercio de las grandes marcas (36%) han publicado sus avances en la reducción del uso de plásticos vírgenes para envases, pero solo el 18% lo hace para textiles derivados de combustibles fósiles vírgenes, que los consumidorxs son menos propensos a reconocer como plástico.
El 27% de las etiquetas dan a conocer algunas de sus instalaciones donde realizan procesamientos tales como hilanderías, tintorerías y lavanderías; mientras que en 2020, solo el 24% lo hacía.
El 11% de las principales marcas publican algunos de sus proveedores de materias primas (por ejemplo, algodón, lana, viscosa), frente al 7% del año pasado.
Para tomar nota... (a modo de reflexión de cierre)
Los datos hablan por si solos. De hecho si uno revisa en detalle el índice se dará cuenta que aunque se observan mejoras en algunos ámbitos asociados a ciertos participantes de este instrumento, nadie puede cantar victoria, ni menos regocijarse por sus resultados finales, ya que la opacidad sigue siendo la norma en los aspectos más cuestionables de la manera de operar de la industria.
En ese sentido como ciudadanxs - consumidorxs no podemos ser indiferentes ante esta realidad y debemos seguir insistiendo en la honestidad y transparencia que se requiere de parte de las marcas, no sólo para poner fin a las malas prácticas que dañan el medio ambiente y a las personas que son parte de la cadena de valor, sino también para tomar mejores decisiones en cuanto a nuestro vestir y su eventual consumo.
La versión 2021, nos obliga a reflexionar y reafirma que el cambio de verbo en el vestir, se va imponiendo como el mejor camino, si es que los modelos de negocio de la moda y las exigencias de los Estados no hacen nada para que las transformaciones lleguen cuando se requieren, es decir, hoy.
¿Qué te parecieron estos resultados? ¿Te sorprendieron?
Descarga el Fashion Transparency Index 2021
Sofía Calvo Foxley's Blog

