Todo lo que un Caballero Elegante debe Saber

¿Que son exactamente los mencionados 'Gentleman's Pursuits' del título de este blog?
Sentados ante un café y una laptop de por medio, mi buena amiga Claudia me preguntaba el porqué del título de mi blog, y el porqué de haberlo escrito en inglés y no en español, comentándome que no entendía exactamente qué significaba esto, aun sabiendo su traducción...
– ¿Por qué no en español? - Me miró con una sonrisa.
– Quizás quise dotarle de cierto sentido más amplio en cuanto a los temas que trataría. Fue una pequeña licencia de mi parte para hablar de otras cosas que no fuera solo de vinos y de objetos; es decir, de otros intereses cultos e intangibles, quizás al estilo del ideal de Gentleman decimonónico. Una licencia ambiciosa, sin duda. – respondí, sumiéndome en mis pensamientos...
Aunque es cierto es que el mencionado Gentleman decimonónico ya no existe, es decir, en su espíritu y ambiciones, víctima del paso del tiempo y sobre todo de la televisión primero, y de las redes sociales y programación en streaming a últimas fechas (las cuales a fuerza de horas de poner la mente en neutral viendo pantallas y posts nos taladran e incrustan, desde niños, modelos a seguir no solo con frecuencia vulgares y superficiales sino además sin ninguna calidad moral en la mayoría de los casos, con sus muy honrosas excepciones), es cierto que hoy en día se puede ser "un caballero" si uno decide serlo, o lo que es lo mismo, se es caballero por elección.
Empero, el ideal del ‘Gentleman-Gentilhomme-Caballero’ es deseable como individuo ya que con su espíritu, conocimiento e idealismo lanza a la humanidad hacía adelante, como todos los espíritus escogidos de los que se ocupa la historia (que no de los hombres mediocres).

Aunque la palabra ‘Gentleman’ tiene su equivalente en el español como ‘Señor’ (en el sentido de ‘Don José es todo un señor’, ya que la palabra ‘caballero’ denota más la idea de buenos modales en el trato hacia las mujeres - y prójimos - es decir, un sentido de ‘caballerosidad’: ser ‘todo un señor’ incluye también ser caballeroso), el ideal del ‘Gentleman Británico’ y el ‘Gentilhomme Francés’ surge a partir del desarrollo de las sociedades cortesanas europeas a partir del siglo XVII, la cual exigía una cultura de etiqueta, formalidad y trato ‘educado’ como un código de conducta establecido. Este código incluía naturalmente el concepto de los buenos modales (‘manners’, ‘maniera’) en el trato hacia los demás, pero también exigía, para triunfar en estas sociedades, un grado de cosmopolitismo, inteligencia, bien hablar, humor, sensibilidad, valor, honor y carácter. Así mismo esta idea era descendencia directa del ideal del hombre renacentista del siglo XVI; el individualismo y el deseo de hacer y saber de todo. De esta manera, y como afirmaba el Filosofo Dietrich Schwanitz, ‘La formación cultural se fundía con la cultura social’.
¿Pero qué sucede hoy en día? ¿Es cierto que ‘ya no hay caballeros’, como se quejan la mayoría de las mujeres? Tal vez sea cierto que los buenos modales hagan falta en estos días, pero basta también ver los cambios en los programas educativos para darse cuenta que mucho ha cambiado en el alcance y calidad de los intereses que perseguimos, además de que debemos participar de una nueva concepción del papel del hombre en una sociedad más incluyente y diversa. No me gusta decirlo, pero una generación de hombres que vive viendo posts de Instagram y Facebook, videos de YouTube y jugando videojuegos tendrá muy poco tiempo de perseguir otros intereses más elevados.

Podemos contrastar lo anterior con la educación de un Gentleman de antiguos tiempos: esta incluía la adquisición de conocimientos sobre matemáticas (y ciencias en general), filosofía, latín, geografía, literatura, poesía – artes –, historia, arquitectura, pintura, astronomía y leyes, además de política y conocimiento de estado geopolítico del mundo. Y no solo eso, un caballero debía saber también de vestido, comida, práctica de deportes tales como los incluidos en el pentatlón moderno (carrera, tiro, equitación, esgrima y natación, basándose en las habilidades que un oficial del ejército francés debía idealmente poseer), entre otras cosas y conocimientos. ¡Todo esto además de contar con excelentes modales, ser cosmopolita, inteligente, ingenioso, elocuente, sensible, valiente y honorable! Menuda tarea para cualquiera que aspire a ser ‘todo un Señor'. No se debe excluir la idea de un poco elitista de que 'se requiere de tres generaciones para formar un caballero', es decir, que el haber nacido de uno ya conlleva cierta ventaja, pero es poco pretexto cuando el conocimiento, hoy más que nunca, está al alcance de todo el que lo busque, hasta en las mismas redes sociales y programas de streaming que nos alienan.
El caballero actual, sin embargo debe contar además con un grado aceptable de sensibilidad social, de conciencia ecológica y humanista, y desempeñar un papel diferente en cuanto a su lugar ante el avance de las mujeres en todos los campos, además de ejercer una paternidad más sensible y desde luego responsable, contar con un cuidado aspecto personal a todas las edades (y un cuerpo sano e idealmente ejercitado) y ser todo un profesional... Sobre todo esto la educación de un caballero debe de hacer de este, según las palabras de Henry Peacham, "una persona provechosa y útil para su país".
Lamentablemente la educación actual está en decadencia y se encuentra muy alejada de este propósito de formación de hombres y mujeres de provecho. A veces solo alcanza para ver por los propios intereses y en ocasiones ni para eso; la educación del tipo que menciono arriba parece más un cuestión de suerte que de elección personal... Sin embargo, ya lo escribía Heráclito (540-480 B.C.) hace más de 2500 años: “El contenido del carácter de un hombre es el que él mismo elige. Día tras día, sus decisiones, lo que piensa, y sus acciones son en lo que él mismo se convierte. Su integridad es su destino… es la luz que guía su sendero”.

– ¿Entonces los 'Gentleman's Pursuits' son…? – Claudia me sacaba de mis retruécanos mentales.
– Creo que son todos esos intereses intangibles que uno parte en búsqueda de la verdad, de aquellos placeres de 'fina conmoción intelectual' anunciados por Epicuro; la idea de querer saber de todo y hacer de todo, en el talante de un hombre del renacimiento. Tal vez podríamos englobarlos en el concepto de ‘cultura’– contesté.
– ¿Y para ti, ‘cultura’ es...?
Xavier Hernández-Castañeda
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Published on May 03, 2021 19:07
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