Las Cepas (X): Carménère, Agent Secret

La Carménère es una cepa con una curiosa historia de supervivencia y de identidad equivocada; una verdadera agent secret française llegada al nuevo mundo...
Se dice que desde la antigua Roma ya era conocida por su gran sabor para la elaboración de vinos, (si hacemos caso de lo que nos indicó Gaius Plinius Secundus, mejor conocido como Plinio el Viejo), e inclusive se sospecha que es la misma que en aquellos días se conocía como Biturica, justo el nombre que se le daba a la actual ciudad portuaria de Bordeaux por esos tiempos. Lo cierto es que de ser una cepa no muy apreciada en Francia, ya que, junto con la Malbec, ha rivalizado siempre contra sus primas más famosas, la Cabernet Sauvignon y la Merlot , vino ciertamente a florecer en América como cepa insignia de Chile, donde ahora se cultiva con excelencia.
De Bordeaux...
Siendo una de las cepas más antiguas y emparentada con la Cabernet Sauvignon fue originalmente cultivada en Francia pero en muchas ocasiones solo para hacer coupage, es decir, para hacer vinos rústicos al mezclar diferentes uvas y variedades en la misma cuba (la mayoría de los llamados vinos de mesa son vinos de coupage). Sin embargo, tras la crisis de la filoxera a mediados del siglo XIX muchos productores decidieron no replantarla dada su importancia menor (o eso pensaban ellos), la dificultad de hallar plantas sanas y las condiciones especiales de su desarrollo.

A Valle Central.
La identidad secreta de la Carménère comenzó temprano, ya que durante mucho tiempo se le confundió con la Cabernet Franc por el parecido de sus hojas y sus bayas. Sin embargo, y a pesar de jugar un papel importante en la Clasificación de Médoc y Graves de 1855, encargada por Napoleón III para la Exposition Unvirselle de Paris de dicho año, y plantarse extensivamente en ambas regiones, sufrió primero en Graves de la plaga del hongo oidium y su casi desaparición en el Medóc tras ser atacada por la filoxera en 1867, al grado de creerse extinta: en un giro del destino ambas plagas eran de origen americano, introducidas a Francia en pies de variedades americanas que los viticultores pensaban harían sus viñedos más resistentes.

La introducción de la Carménère en América data de principios del siglo XIX, cuando los viticultores chilenos más atrevidos quisieron modelar sus viñedos al estilo francés de la época, muy conscientes de las oportunidades de desarrollo que el clima del país les ofrecía en una variedad de ecosistemas prácticamente encapsulados ante los embates de plagas y climas extremos. En su búsqueda de la excelencia, aclimataron con éxito la Cabernet, la Merlot, la Sauvignon Blanc, la Riesling, la Chardonnay y por supuesto, la Carménère, pero esta última con una curiosa identidad falsa.
Agent Secret
Durante más de un siglo y medio la Carménère fue plantada y cosechada como Merlot por productores chilenos debido a la coloración roja de sus hojas (se dice que hasta en un 50% de mezcla), de donde muy probablemente viene su nombre - del color 'carmín' -, y lo que daba a los vinos de Merlot chilenos unas características muy marcadas que se creían dadas por el magnifico terroir chileno (el viñedo más variado que se haya creado en el mundo a la fecha). Fue hasta 1998 que se reconoció esta variedad oficialmente cómo Bordeaux Carménère y no Merlot, gracias a los estudios de la Escuela de Estudios Enológicos de Montpellier.

Cepa de Calidad
Esta cepa ha encontrado su esplendor en Chile, en donde es una suerte de bandera vitícola, aunque también se cultiva con éxito en Italia y en menores cantidades en Argentina y Estados Unidos e inclusive en Australia y Nueva Zelanda. La Carménère da vinos amplios y de color intenso, pero con menos taninos que el Cabernet; son frutales y alcanzan un buen equilibrio con moderada crianza, justo el gusto internacional actual.
Pero quizás su mayor atributo es la complejidad que puede llegar a alcanzar, sobre todo cuando proceden de cosechas bien maduras: son amplios y bien pigmentados, su nariz ofrece bayas y aromas a moras y ciruelas, y tras crianza en roble, ahumados y especies dulces, además de notas de café, chocolate, tabaco y cacao, y algunas ocasiones champiñones.
Los vinos de Carménère maridan muy bien con carnes de res, cerdo o cordero con verduras, quesos semi maduros (como el Provolone, Gouda o Edam), pastas con hierbas, y se consume mejor entre 15 y 18º Celsius dependiendo de su crianza: entre más jóvenes más frescos.
No olvide visitar los enlaces finales, querido lector, para saber más sobre esta excelente cepa.
Para saber más:
Vinos de Chile
Carménère en Wikipedia
Wine Travel Chile
Fuentes:
"Diccionario del Vino", Mauricio Wiesenthal; De Vecchi Ediciones, 2012.
"El Vino", André Dominé; Könemann, 2005.
"Larousse de los Vinos", Ed. Larousse, 2006.
Published on April 25, 2019 17:00
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