Cómo leer libros más rápido: lo que aprendí leyendo siete libros en siete días| Writing Wednesdays
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Como lectora y como escritora, soy una persona que se enfrenta frecuentemente al bloqueo. Mis hábitos literarios tienden a estar pintados en blanco o en negro: o no leo nada en absoluto durante días o termino varias novelas a la semana; o me mantengo alejada del teclado durante meses o finiquito un manuscrito en menos de lo que dura una estación. Creo que los motivos de estos bloqueos son distintos.
Como lectora, me bloqueo porque no encuentro la lectura perfecta para lo que estoy buscando en ese momento (lo que suele empujarme a querer escribir eso que no puedo encontrar). Como escritora, me bloqueo porque el espacio entre lo que quiero conseguir y el trabajo que produzco me paraliza. Aburrimiento versus miedo, diría yo. Ya hablé un poquito del bloqueo del escritor en esta entrada y en en esta otra entrada, así que esta semana voy a centrarme en el bloqueo lector.
Siempre lo repito y lo repetiré mil y una veces más si hace falta: para escribir con fluidez tienes que leer en abundancia. Por lo tanto, aunque el bloqueo lector puede ser beneficioso hasta cierto punto (como he dicho, a mí me motiva a encontrar nuevos proyectos y trabajar en ellos), evitar la lectura acabará teniendo efectos negativos en la calidad de nuestra prosa. Me he convertido en una especie de experta en el bloqueo lector (por la cantidad de veces que me peleo con él), por lo que aquí tenéis algunos consejos para combatirlo.
No le temas a los retos literarios. Este verano me enfrenté a uno de mis bloqueos lectores más notables, pero logré salir del hoyo gracias al Booktubeathon , un reto de lectura que me empujó a terminar siete libros en siete días. Puede dar miedo, pero el aire de competitividad (si anuncias en redes que vas a completar un reto de lectura, algo en ti te obligará a completar ese reto de lectura aunque te vaya la vida en ello) realmente obra milagros. Piensa en los retos como una especie de sprints literarios o como un buffet de lecturas en el que probarás diversos géneros y autores.
Aprovecha los momentos de no hacer nada. Pueden ser los viajes en transporte público, los descansos para el café en el trabajo, las horas muertas entre clase y clase… utiliza esos momentos en los que no sueles hacer nada y ponte como meta leer un par de capítulos de tu lectura actual.
Prueba los clubs de lectura. En primer lugar, porque no suelen pedirte demasiado (el ritmo tiende a ser lento para que todos los miembros puedan participar independientemente de sus responsabilidades e inquietudes literarias). En segundo lugar, ¡porque el libro que estéis leyendo en cuestión va a ser el principal tema de conversación! Podéis echarle un vistazo a los clubs de lectura de vuestras librerías o bibliotecas (uno que ADORO es La Madriguera Literaria, un club de lectura juvenil en Valencia) o podéis organizar el vuestro con vuestros amigos, que es la opción que he tomado yo. Puesto que mis compañeras del máster y yo ahora vivimos en distintos puntos del globo (algunas seguimos en Londres mientras que otras viven en EEUU, Alemania, Suiza…), decidimos organizar Women That Read, un club de lectura feminista en el que leemos obras escritas por mujeres (la primera es Jane Eyre) y discutimos sobre ellos cada dos semanas mediante videollamada.
Visita librerías a menudo. Vayas a comprar algo o no, hay algo mágico en el hecho de simplemente pasear entre libros, leer las sinopsis, comparar las portadas, mantenerse al tanto de lo que se cuece en el mundillo editorial… a mí, por lo menos, siempre me inspira y me deja con ganas de leer más y más y más.
Trata tu pila de lecturas pendientes como una librería. Creo que a veces se nos acumulan lecturas porque no repasamos cada X tiempo los libros que tenemos por casa y, por lo tanto, no podemos entusiasmarnos ante la perspectiva de atacarlos ya. Yo intento mantener los libros que ya he leído de los pendientes separados físicamente para así poder echarle un vistazo como Dios manda a la estantería de pendientes: tocando los libros, abriéndolos, releyendo la sinopsis…
Lee varios libros a la vez. Parece contraproducente, pero escúchame: si tu problema, como el mío, es que no encuentras esa lectura que vaya a satisfacer todos tus intereses actuales, intenta atacar varias lecturas a la vez. Puedes tener en tu mesilla un libro de no ficción y un contemporáneo juvenil en la mochila, un poemario en tu escritorio y un clásico para antes de dormir…
Prueba distintas plataformas. A lo mejor ahora mismo tienes demasiadas cosas en la cabeza y te ves incapaz de mantener la concentración necesaria para leer un libro físico, ¿así que por qué no probar el maravilloso mundo de los audiolibros? De esta manera puedes leer mientras haces ejercicio, mientras cocinas, mientras te maquillas… es otra manera de incorporar la lectura a tus actividades diarias. De la misma manera, puedes intentar tener siempre contigo un surtido de ebooks en el móvil o en la tableta por si no quieres ir cargando con un tocho de setecientas páginas (más otra lectura por si agotas la primera) día sí y día también.
Lee cosas que no sean libros. A veces retomar el placer de la lectura pasa por consumir productos que no sean libros. Cuando me parece que no tengo la cabeza para enfrentarme a un libro en sí, adoro devorar artículos y artículos de Man Repeller, mi revista de moda favorita. Tú puedes hacer lo mismo con blogs, periódicos, hilos de Twitter… ¡Lo que sea que vaya a despertar de nuevo tu interés por las historias!
¿Preparados para enfrentaros a vuestro bloqueo literario? Si es así, ¿por qué no os unís a mí el mes que viene y participáis en el Contemporary-a-thon? Contemporary-a-thon es un reto de lectura creado por la bloguera Book Hangover. ¿El propósito? Leer hasta siete libros de realismo contemporáneo durante el mes de febrero. Para conseguirlo hay varios mini-retos que podéis combinar (por si la perspectiva de leer siete libros en veintiocho días os da un poco de miedo). Estos mini-retos son…
Leer el último libro de realismo contemporáneo que hayáis comprado. Si no me equivoco, el mío es Final Draft de Riley Redgate.
Leer un libro cuya portada sea azul o púrpura. (¿Alguien se anima a utilizar La luna en la puerta para este reto?
