Crítica: WONDER

En la sociedad de hoy en día nos llenamos la boca con la inclusión, el respeto al prójimo y la tolerancia, pero, ¿hasta qué punto lo reflejan nuestros actos? Esta película, amable y positiva, quizás en demasía, debería ser un éxito en taquilla y tendrían que verla los padres junto a sus hijos para recibir una lección educativa sobre cómo afrontar la vida, sobre cómo ser únicos y sobreponerse a ello, y finalmente acabar venciendo. Película obligatoria para educadores. Esta semana hemos visto: WONDER. Stephen Chbosky, su director, nos presenta un filme muy positivo, cargado de buenas intenciones y algún cartucho que da en la diana. La crueldad de una sociedad por el simple hecho de ver a alguien "especial" se evidencia todavía en la actualidad. Los niños no están educados para afrontar relaciones que se alejan de una "normalidad" impuesta, así que recibir en su clase a una persona como Oggie (Jacob Tremblay), a quien han debido operar una veintena de veces la cara, supone todo un impacto. Y los niños son crueles, pese a que Oggie es un niño sociable, inteligente y con gran sentido del humor. Es su primer día de clase y sus padres y hermana (Julia Roberts, Owen Wilson e Izabela Vidovic), temen lo peor. No es para menos. Los niños pueden aniquilar el ego de cualquier compañero en cuestión de segundos, y ser tan especial como Oggie, y no tener otra defensa que meterse con su físico, es algo a lo que recurren sin miedo. Sin embargo, Oggie, un friki de Star Wars, (como lo es Jacob Tremblay, quien lo interpreta) conseguirá hacerse un hueco entre ellos, destacará como uno más y se integrará con esfuerzo en un grupo que acabará por acostumbrarse a su cara y a no poder vivir sin su presencia. Demasiado positivo, sí, pero con un mensaje claro a una sociedad que, pese a que avanza con la inclusión, todavía no está preparada ni educada para afrontar según qué situaciones.
WONDER es positivismo, pero también una clase didáctica sobre el impacto que tiene en la familia un caso similar, sea cual sea la situación. La madre (Julia Roberts), abandonó su tesina en cuanto Oggie nació, y la hija (Izabela Vidovic), asume que el sol es su hermano y todos giran a su alrededor; ella es un segundo plano, como la vida de sus padres, y eso le supone más que un problema en su vida personal. Es más que interesante el enfoque de los protagonistas, puesto que la película no solo se centra en la vida de Oggie. Lo hace también en su hermana, la vida de una amiga que la deja de lado, y un amigo que tiene en clase Oggie. La influencia de Oggie sobre todos ellos y la superación constante de obstáculos y altibajos en una familia volcada en él. En definitiva, WONDER es una película que todo buen educador debería ver y trabajar con ella en clase. Quizás es amable en exceso, quizás podrían haberse cebado más, hacerla más dramática, pero el toque de comedia la hace especial y apta para todos los públicos y muy familiar y educativa. Un elenco de actores de nivel y un mensaje más que positivo para una sociedad que ha de seguir despertando y luchando por la inclusividad. Porque todos somos diferentes, porque todos somos especiales, porque todos somos Oggie. Ni se os ocurra perdérosla.
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Published on December 07, 2017 13:07
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