Cómo enviar tu novela a una editorial | Edición desde dentro
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Vale, a lo mejor ya has terminado tu novela. A lo mejor ya la has corregido, reescrito y corregido OTRA VEZ. A lo mejor ya lo has consultado con tu almohada, con tus lectores beta y con cualquier pobre alma que esté dispuesta a escucharte. Estás preparado, y has decidido que ni los concursos literarios ni la autoedición son para ti; quieres tirarte a la piscina y publicar con una editorial convencional, quizá incluso con una editorial convencional razonablemente grande, pero eres novel y/o desconocido. ¿Difícil? Desde luego. ¿Imposible? En absoluto.
No temáis. Aquí os resumiré qué quieren (y qué NO quieren) las editoriales de los autores que buscan publicar con ellas.
Documéntate. Por el amor de Dios, haz tu trabajo y estudia las distintas editoriales que hay en el mercado (y, créeme, son muchas… si no me crees, échale un vistazo a esta base de datos). Párate un momento a pensar el género al que mejor se adapta tu novela (y, de verdad, no quieres pretender que pertenece a un género que no es el suyo; solo frustrarás a los editores que, por muy buena que sea tu obra, te rechazarán por no seguir su línea editorial). Piensa, además en la audiencia. ¿Infantil? ¿Juvenil? ¿Adulta? Asegúrate de mandar tu novela solo a aquellas editoriales que realmente podrían estar interesadas en ellas. Por ejemplo, si escribes juvenil romántica Plataforma Neo podrían ser perfecta para ti, mientras que si escribes fantasía tal vez deberías enviar tu novela a Nocturna. No cometas el error de pensar que tu novela es universal y gustará a todo el mundo porque, lo siento, no es así y los editores no van a estar impresionados.
De verdad, échale un buen vistazo a las webs y las redes sociales de las editoriales. Normalmente las editoriales convencionales no aceptan manuscritos no solicitados a lo largo del año. Lo sé, esperar levanta dolor de cabeza a veces, pero si envías tu propuesta antes de tiempo lo único que pasará es que borrarán tu mail sin haberlo leído siquiera. Esto no es capricho; una editorial vive en un clima de trabajo constante y leer manuscritos de noveles es solo una pequeñísima parte que, además, está muy calculada. ¿Por qué? Porque una editorial es una empresa. Para sobrevivir, debe publicar cierto número (pongamos cinco) de potenciales bestsellers (en otras palabras, novelas de autores consagrados que ya son súperventas o, alternativamente, novelas de personajes públicos que venderán muchos libros, como celebrities o youtubers). Una vez ya se han firmado esos potenciales bestsellers, es el momento de cubrir los huecos con novelas más pequeñas que no se espera que vendan tan bien (aunque el sector editorial está lleno de sorpresas y cualquier día puede aparecer una J.K. Rowling de la nada… o puede acabársele la buena racha a un autor súperventas). Recordad que las editoriales trabajan con plannings de uno a dos años y saben muy bien cuándo quieren recibir manuscritos no solicitados para suplir esos huecos. Estad atentos. Si no anuncian en su web cuándo se abrirá el plazo de recepción de manuscritos, enviadles un mail (suele haber una dirección en la sección de Contacto y, solo por si acaso, este NO es el email del editor así que ni intentéis enviar vuestro manuscrito ahí por si acaso) o preguntadles en sus redes sociales.
Nunca enviéis un manuscrito completo. A no ser, claro, que lo soliciten explícitamente. Aquí os remito de nuevo al punto número dos: revisar las webs y redes sociales; allí lo más normal es que las editoriales clarifiquen cómo desean recibir sus propuestas editoriales. Si no lo hacen, lo más seguro siempre es preguntar. ¿Por norma general? Estaréis bien mandando uno o dos capítulos de vuestra novela, la sinopsis (pensad en lo que escribiríais en la contraportada), un resumen largo del argumento (aquí es donde les destripáis todo lo que va a pasar en la novela) y una carta de presentación (idealmente de una hoja de Word, como muchísimo dos) en la que habláis de vosotros como autores (lo que escribís/habéis escrito, si sois activos en redes sociales o foros, si habéis publicado o autopublicado ya, si tenéis blogs o cuenta de Wattpad, si ya tenéis lectores…). Algunos autores, además, preparan un pequeño dossier con imágenes que evocan el ambiente de la novela (pensad en un muro de Pinterest o en el concept art de Disney), fichas de personajes e información sobre el mundo en el que se desarrolla la novela (esto último es especialmente útil en fantasía y ciencia ficción). Este dossier es opcional y no todas las editoriales querrán echarle un vistazo, así que aseguraos de que sea un documento aparte.[image error][image error]
No acoséis a las editoriales. Habéis esperado hasta que han abierto el plazo de recepción. Habéis seguido todas las pautas y les habéis mandado vuestra propuesta editorial tal y como ellos pedían. ¿Y… ahora? Ahora, lo siento mucho, toca esperar más. Contad en que, como mínimo, las editoriales os contestarán en un mes y, como máximo, en seis. Si después de seis meses no habéis recibido noticias (y queréis comprobar el correo basura también… experiencia personal), asumid que la respuesta es negativa. Algunas editoriales, Dios las bendiga, se toman el tiempo de responder a absolutamente todas las propuestas editoriales. Pero, seamos justos, estas suelen ser editoriales pequeñas. Editoriales grandes que reciben centenares (¡O incluso más!) de manuscritos durante el plazo de recepción (que suele ser de un par de meses o menos), sencillamente, no tienen el tiempo de responder a todo el mundo explicando por qué la respuesta es negativa. Esta es una de las partes más desquiciantes de la vida del escritor, pero es una parte a la que hay que acostumbrarse. [image error]
Sé realista y no te rindas. En la película Sin destino, uno de los personajes, medio en broma y medio en serio, dice lo siguiente:
“Mantén baja la moral y nunca pierdas la desesperanza.”
Como escritores llenos de sueños o os estoy pidiendo exactamente que os lo apliquéis pero, bueno, aplicáoslo igualmente. Aprended a vivir con el rechazo. Aprended a tomároslo como una lección. A lo mejor no supiste discernir bien cuál era la editorial adecuada para tu novela. A lo mejor apuntaste demasiado alto y solo te propusiste publicar con las grandes, donde la competencia es mucho más grande y mucho más descarnada (y aquí puedes decidir bajar el listón o esperar a ser incluso mejor antes de volver a intentarlo). A lo mejor tu novela podía mejorar (y este es un buen momento para, si sigues creyendo en ella, plantearte otra corrección y otra reescritura… mantén a tus betas cerca). A lo mejor, simple y llanamente, tu novela no era lo suficientemente comercial (y esta palabra da mucha tirria a muchos escritores, así que este es vuestro recordatorio de que “comercial” significa “tener en cuenta el mercado y los lectores” y no está reñido, de ningún modo, con la calidad).
Si has sido rechazado este es el momento de, o seguir trabajando en mejorar tu novela o, si has decidido que no era una buena idea (espera para hacer esta decisión al menos tres meses; tras recibir una respuesta negativa, tu instinto será odiar tu manuscrito y todo lo que hayas escrito jamás, pero este instinto no es honesto), empezar de cero con otro proyecto. Ante todo este no es momento para rendirse. Muchos autores han sido rechazados muchas veces (de hecho, muchas de las novelas más influyentes a lo largo de la historia llegaron a nosotros tras una auténtica odisea) y por diversos motivos. Las editoriales, creo necesario recalcar, no dejan de ser empresas, y los editores se equivocan en su juicio. Intenta extraer una lección de cada rechazo (no creas que, porque los editores se equivoquen a veces, la culpa sea únicamente suya) y sigue adelante. Lo más importante es la historia. Lo más importante es tu talento. Escribir no es una carrera y no tienes que publicar a los dieciocho o a los treinta y tres. Publicarás cuando llegue el momento y, mientras tanto, procura disfrutar del viaje.

