Qué fue de Sophie Wilder, Christopher R. Beha

Charlie Blakeman vive en Washington Square, Nueva York, ha publicado una novela que ha pasado sin pena ni gloria y, aunque se supone que está escribiendo otra, dedica su tiempo a trasnochar con aspirantes a artista en el apartamento que comparte con su primo. Un día se reencuentra por casualidad con Sophie Wilder, su novia de la universidad con la que rompió diez años antes y a lo que no ve desde entonces. Sophie le empieza a contar cómo ha sido su vida desde que se separaron: el inicio de su carrera literaria, su matrimonio y también la temporada que pasó cuidando a un enfermo moribundo. Cuando Sophie vuelve a desaparecer, Charlie querrá saber qué fue de Sophie Wilder.
Qué fue de Sophie Wilder es una novela clásica en el mejor sentido de la palabra: una novela inteligente, conmovedora y bien aramda que aborda algunos de los grandes temas de la literatura como la amistad, el amor o la fe.
Christopher R. Beha es escritor y periodista. Colabora habitualmente en Haper's Magazine y ha publicado artículos y reseñas en The New York Times o The London Review of Books, entre otros medios. Es autor de la novela Qué fue de Sophie Wilder (2012) y del libro de memorias The whole five feet (2010). Ha editado junto a Joyce Carol Oates la Ecco Anthology of Contemporary American Short Fiction (2008).
Cuanto tienes expectativas con un libro siempre te arriesgas a que no se cumplan, por lo que te queda la sensación de que, en el fondo, es culpa tuya por haberte hecho una idea demasiado elevada de lo que iba a ser la lectura. Esto es lo que me pasó con Qué fue de Sophie Wilder . En principio lo tenía todo para gustarme —los protagonistas que escribían pero no, el recuerdo de quiénes fueron, el tema de la fe—, pero ya antes de llegar a mitad del libro me di cuenta de que el asunto no era como yo quería que fuera, que no encajábamos bien la historia y yo.
En esta novela nos encontramos a Charlie, un escritor que escribió una novela que pasó sin pena ni gloria cuando pretendía triunfar y que, en lugar de ponerse con su segunda novela, está atravesando una pequeña racha de dudas sobre el tema. Por las noches, Charlie se dedica a organizar fiestas en un apartamento y, en una de estas, se reencuentra con Sohpie. La historia se va intercalando entre el punto de vista de él, que rememora cómo conoció a Sophie y su relación en la universidad, y el de ella, que habla sobre qué hizo después de casarse.
Uno de los primeros problemas es que así como la parte narrada por Charlie me parecía interesante, la parte de ella no la soportaba. Por mucho que siguiera las andanzas de Sophie, no conseguí empatizar con ella, mucho menos llegar a entender por qué razón decide hacerse cargo de su suegro —otro personaje en el que no se ahonda lo suficiente como para comprenderlo—. Los fragmentos de Sophie eran un barullo de pensamientos incoherentes sobre su marido, lo mal que le sentaría que se hiciera cargo de Crane o cómo no podía escribir. Estoy de acuerdo en crear personajes misteriosos o personajes "complicados" si se ven desde lejos: que a Charlie Sophie lo confunda a veces está bien, pero que cuando la propia Sophie esté contando su historia yo, como lectora, no llegue a empatizar en absoluto o comprenderla bien resulta más que frustrante. Porque está claro que Sophie busca la redención en base a la religión y luego a la figura de Crane, pero no me parece suficiente para justificar sus pensamientos o algunas de sus acciones, y menos aún el desapego que sentí al leer sus partes en la historia.
Lo más interesante de la novela, además de los momentos en los que Charlie cuenta sus inicios con Sophie, es cómo los dos personajes buscan la inspiración y un par de conversaciones que tienen al respecto. Desde el sentarse en el metro o el idear historias para la gente que ven en la calle fueron detalles muy agradables para la lectura, que superaron con creces ese reencuentro entre los dos personajes y que descubran cómo han cambiado con el paso del tiempo.
Christopher Beha escribe de manera sobria, sin artificios o párrafos extensos de descripciones o detalles vacuos. Sirve bien a la novela, a la redención de Sophie y a la búsqueda de inspiración de Charlie, pero no consigue llenar los huecos de unos personajes que siguen siendo unos extraños al acabar la novela (con un final, por cierto, que tampoco terminó de convencerme por el exceso de explicación sobre lo que ocurre y su por qué).

Published on May 10, 2016 04:17
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