Fernando A. Iglesias's Blog, page 23

October 20, 2012

Este mes tampoco me publicaron la nota en La Nación, así ...


Este mes tampoco me publicaron la nota en La Nación, así que –tarde- la publico aquí.Espero que les interese. F
Fascismo, estalinismo, kirchnerismo
La discusión acerca del carácter “fascista” o “estalinista” del régimen kirchnerista ha alcanzado dimensiones tan extensas como las miles de páginas de la historiografía argentina ocupadas en caracterizar al gobierno del General Perón. La mecánica suele hoy comenzar por algún tipo de acción autoritaria del Gobierno a la que sigue la denuncia de su carácter fascista o estalinista por algún periodista o miembro de la oposición, y finaliza con una catarata de declaraciones oficialistas sobre la enormidad del exabrupto, con explícita mención del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial. Paradójicamente, estas desmentidas no hacen más que poner en evidencia la existencia de un enorme aparato de propaganda gubernamental cuyas dimensiones y aspiración al control total de la información nos recuerdan las que un día manejaron fascistas y stalinistas. Ahora bien: igualar las acciones criminales de nazis y estalinistas con las domésticas barrabasadas del kirchnerismo es, sin dudas, una desmesura. Pero quienes acusamos a Cristina Kirchner y su gobierno de fascistas y estalinistas no sostenemos que el kirchnerismo haya matado millones de judíos y opositores, o declarado una guerra mundial. Por el contrario, decimos que es vergonzoso que un gobierno de origen democrático reivindique valores y repita prácticas similares a las de quienes sí lo hicieron. A contramano de la horripilante muletilla del “No podés comparar a X con Y porque son muy diferentes” comparar no es igualar sino buscar nexos entre actores y actos diversos, digamos: como cuando Newton enunció la ley de gravedad observado la luna (que era grande y no caía) y una manzana (que era pequeña y caía). “Qué burro ese Newton”, diría hoy un militante K siguiendo la más extendida plaga del pensamiento nac&pop, y agregaría: “La luna y una manzana, no me podés comparar”…
Existe, además, una pregunta pertinente: ¿desde cuándo fue fascista el fascismo, nazi el nazismo, y estalinista el estalinismo? Porque si el carácter guerrero y genocida es necesario para definirlos, entonces el nazismo sólo fue nazi a partir de finales de los 30, con la Noche de los cristales rotos, el estalinismo sólo fue estalinista con las grandes purgas, y el fascismo con la entrada de Italia en guerra. De lo que se concluye que los opositores al nazismo, el fascismo y el estalinismo de entonces tendrían que haberse abstenido de denunciarlos como tales durante los 20 y los 30, cuando todavía era posible contrastar su poder, y deberían haber esperado hasta que fuera demasiado tarde. Quienes esto exigen, ¿lo dicen en serio?
Es cierto: no hay presunción ninguna de que el gobierno argentino pretenda reeditar un genocidio o meter al país en una guerra. Sin embargo, existe sí una larga evidencia de que prepara el paso previo que los regímenes totalitarios aplicaron siempre: la destrucción de la república democrática. Basta observar la erosión sistemática de los poderes del Congreso, la destrucción de la independencia de la Justicia, la persecución de la prensa independiente, la descalificación de la oposición y el insulto a los ciudadanos que se rebelan. Basta escuchar a funcionarios K proponiendo el fin de la alternancia en el poder, limitando y controlando el derecho a abandonar el país, transformando la AFIP en una agencia de disciplinamiento K, preparando la clausura de la prensa independiente, intentando ocupar  todos los espacios disponibles con una propaganda gubernamental goebbeliana basada en la mentira, amenazando a los empresarios díscolos con la confiscación, desgastando las relaciones con los países democráticos y reforzándolas con autócratas y terroristas, etc., para entender lo que se cocina hoy en la gran olla kirchnerista. ¿Hay que esperar que lleven a cabo este plan para denunciar su carácter totalitario, es decir: fascista y estalinista? ¿Y no lo están haciendo ya? ¿No avanza, y rápidamente, cuando en una semana pasa lo que pasa (escribo el 11/10)?: creación de una CGT oficialista y foto con lo más corrupto del sindicalismo noventista; quema de autos y tiroteos en el gremio dirigido por el espía del batallón 601, un protegido de la Presidenta; acto partidario-gobernativo para amenazar a los medios críticos con la extinción el 7D, con la presencia de la Presidenta y Sabbatella, el titular de la agencia estatal encargada de la persecución; intento de desarticulación del Consejo de la Magistratura y renuncia del juez a cargo de la causa del 7D –Dr. Tettamanti- quien denuncia haber sufrido violencia moral por obra del Ejecutivo; intento de destitución del titular de la Auditoría de la Nación –Dr. Despouy- culpable de haber previsto la masacre de Once; apertura de tratativas con Irán, un gobierno negador del Holocausto y encubridor de los acusados por la Justicia de cometer la atrocidad de la AMIA; declaraciones del Ministro de Justicia y Derechos Humanos –Dr. Alak- atribuyendo, sin pruebas, la desaparición-aparición de un ciudadano al complot de un medio periodístico; aprobación de otro presupuesto basado en datos falsos por parte de un Congreso convertido en recompensa y refugio de levantamanos que se autodenominan “soldados de Cristina”; sobreseimiento de Echegaray, el responsable de transformar la AFIP en una agencia de persecución; encubrimiento de las acciones represivas los servicios secretos bolivarianos  contra un periodista argentino por parte de un embajador –Cheppi- y un canciller –Timerman- más preocupados en quedar bien con Chávez que en defender a los ciudadanos argentinos; apoyo y exaltación del modelo chavista por parte de la Presidenta y los dirigentes oficialistas, etc.. ¿Qué tiene que suceder para que podamos denunciar el fascismo de estos actos? ¿A quiénes protege y qué políticas habilita la notable estupidez de enunciar la obviedad que el kirchnerismo no es igual al estalinismo? Por otra parte: ¿quién puede hacer predicciones sobre la dinámica de la política argentina? Arroje la primera piedra el que anticipó que esos jóvenes católicos “de buena familia” se iban a transformar en los Montoneros, el que previó que el ejército lanussiano terminaría por cometer un genocidio, el que vio venir al menemismo convertible en las épocas del Menem patilludo, el que dos años antes profetizó el estallido de fines de 2001 o el que comprendió lo que se traía esa parejita que había gobernado Santa Cruz en los 90. ¿Por qué estar tan seguros entonces de que una vez destruida la república democrática este gobierno y sus aliados o continuadores se darán por satisfechos?
De manera que aunque sea erróneo igualar al kirchnerismo con el fascismo y el estalinismo eso no proscribe calificar de fascistas y estalinistas a sus actos y sus funcionarios. Como publiqué en 2008 ante la burla de muchos que confiaban en las promesas de “calidad institucional” de Cristina y hoy se escandalizan por lo que sucede, el régimen kirchnerista es una forma de estalinismo-débil, es decir: un régimen –y no una dictadura, pero tampoco un Gobierno- que sin llevar a sus extremos las prácticas estalinistas coincide con casi todos sus principios: liderazgo carismático, discurso anticapitalista, populismo demagógico, culto a la personalidad, legitimación del partido único, estatizaciones masivas, ataque a las libertades civiles en nombre de la igualdad, destrucción de las empresas independientes en nombre de la democracia, nacionalismo paranoico, alianzas internacionales oportunistas, industrialización forzada basada en la exacción de las actividades agropecuarias, descalificación de los adversarios políticos, persecución de la prensa crítica, uso de los órganos parlamentarios en el modo de la unanimidad, marxismo mal digerido y craso positivismo disfrazado de hegelianismo. Aún más alarman algunas observaciones sobre el fascismo de la prestigiosa Enciclopedia Treccani, la más “progre” de Italia: “Algunos principios culturales y políticos que contribuyeron a la formación del fascismo existían en vísperas de la I Guerra Mundial en movimientos radicales de izquierda y derecha (nacionalismo, sindicalismo revolucionario, futurismo): el sentido trágico de la vida; el mito de la voluntad de poder; la aversión al humanitarismo; el desprecio del parlamentarismo; la exaltación de las minorías activas; la concepción de la política como tarea para organizar la conciencia de las masas; el culto de la juventud como aristocracia gobernante; la apología de la violencia y la acción directa; la visión de la modernidad como conflicto de fuerzas colectivas organizadas en clases o naciones; la expectativa de un hito histórico inminente que marcaría el final de la sociedad burguesa liberal y el comienzo de una nueva era”. ¿No es éste acaso el manual que aplican los funcionarios del Gobierno y en el que se educan los chicos de La Cámpora?
Fernando A. IglesiasAutor de “La cuestión Malvinas- crítica del nacionalismo argentino”
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Published on October 20, 2012 14:01

October 15, 2012

Hoy lunes a las 22 hs. estaré hablando de actualidad arge...


Hoy lunes a las 22 hs. estaré hablando de actualidad argentina, globalización y ley de medios con Roberto García. Será en La mirada, por Canal26.   
Los espero. 
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Published on October 15, 2012 09:53

October 2, 2012

Esta noche a las 21.00hs estaré en Plan M (Canal26), el p...


Esta noche a las 21.00hs estaré en Plan M (Canal26), el programa de Maximiliano Montenegro, discutiendo con Jorge Dorio sobre actualidad política, ley de medios y libertad de expresión. Los espero.

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Published on October 02, 2012 11:15

September 29, 2012

El miércoles 3 comenzará el 1º Forum por la Integración R...


El miércoles 3 comenzará el 1º Forum por la Integración Regional- 4º Simposio Spinelli y XVII Conosur- que organizan Democracia Global (Movimiento por la Unión Sudamericana y el Parlamento Mundial), la Cátedra de Integración Regional
 Altiero Spinelli del CUIA (Consorcio Universitario Italiano para la Argentina) y la Federación Nacional de Estudiantes de Relaciones Exteriores de Brasil (FENERI). 

Este llamado al debate y a la organización de una red académico-política-civil por la integración regional se hace bajo la convocatoria “Desafíos y estrategias en el marco de la crisis del Mercosur y la Unión Europea”. Es precisamente la actual crisis de los procesos de integración regional la que hace que la discusión de sus supuestos y su desarrollo sea hoy más necesaria que nunca. Por eso, para debatir el presente y el futuro de una Europa y una Sudamérica unidas e integradas, hemos reunido a prestigiosos estudiosos, políticos y líderes de la sociedad civil de varios países sudamericanos y europeos especializados en el tema.

Las conferencias, con posterior debate, se desarrollarán miércoles, jueves y viernes por la tarde en el Centro Cultural General San Martín (Sarmiento 1551, 1º piso, Sala C) y el jueves por la mañana en el CUIA (Consorcio Universitario Italiano para la Argentina, Libertad 1173, 1º A). 
La concurrencia es libre pero rogamos (especialmente, a quienes deseen que se les entregue un diploma de asistencia) inscribirse en info@democraciaglobal.org.ar 

Ya hay más de sesenta participantes (mayoría brasileña, por ahora,) inscriptos.

Tanto Democracia Global como la Cátedra Spinelli, el CUIA y la FENERI hemos hecho un gran esfuerzo para organizar el Forum y ampliar la convocatoria a otros países. Por eso les solicitamos que den la mayor difusión posible al evento. 

Gracias.
Los esperamos.

Fernando A. Iglesias
Direttore Cattedra Spinelli (CUIA)
Vicepresidente Democracia Global - Argentina
World Federalist Movement council chairman
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Published on September 29, 2012 11:15

September 26, 2012

Se armó el debate sobre mi caracterización del kirchneris...





Se armó el debate sobre mi caracterización del kirchnerismo como stalinismo-débil, así que publico de nuevo aquí el artículo que escribí originalmente en 2008 para Crítica de la Argentina, el diario de Lanata, y que republiqué como parte de "Qué significa ser progresista en la Argentina del siglo XXI - Ideas y propuestas para un progresismo con progreso" (Sudamericana, 2009). 
Espero que les guste. 







El kirchnerismo como estalinismo débil
(se corrieron a la derecha)

Buena parte de los miembros de mi familia, antiguos militantes del Partido Comunista Argentino, se han transformado en kirchneristas. Kirchneristas furiosos, quiero decir, de esos que creen que está en marcha un gran proyecto de transformación nacional -lo que es cierto- y piensan que esa transformación lleva a la Argentina a ser un país más solidario, igualitario y desarrollado, lo que no lo es. 
No es que tenga particular estima por el olfato político de mi familia, ni del PCA, ni de sus ex militantes, especialmente después del apoyo oficial brindado por el PC al camarada Videla en ocasión de ser éste acosado por sectores fascistas (sic). Y sin embargo, debo confesar que este pasaje casi unánime del estalinismo al kirchnerismo me ha tenido sin dormir algunos días. Esto, hasta que un día tomé lápiz y papel, puse por escrito los fundamentos políticos que sostuvieron la más terrible pesadilla de la historia de la humanidad justificada en ideales admirables, y grité ¡Eureka! He aquí lo que escribí:


PRINCIPIOS DE LA PRÁCTICA POLÍTICA ESTALINISTALiderazgo carismático / Discurso anticapitalista / Populismo demagógico / Culto a la personalidad / Partido único / Estatizaciones masivas / Nacionalismo paranoico / Alianzas oportunistas (un año con Hitler, el siguiente con Churchill) / Industrialización forzada basada en la exacción de las actividades agropecuarias / Descalificación de los adversarios políticos y persecución de la prensa independiente / Uso de los órganos parlamentarios (soviets) en el modo de la unanimidad / Marxismo mal digerido / Craso positivismo disfrazado de hegelianismo


Hecha la lista, la conclusión es descontada: lo que explica la fascinación de buena parte de mi familia y de la izquierda argentina por los Kirchner es que el kirchnerismo es una encarnación débil del estalinismo, con su tradicional carga de populismo, nacionalismo e industrialismo. De allí su confusión entre socialización y estatización y entre propiedad estatal y propiedad de los miembros del bureau político, su pérdida de los límites entre estado y gobierno y entre gobierno y partido, su concentración de poder en una sola cabeza, su deseo totalitario de unanimidad y sus periódicas purgas internas, su idea delirante de que se combate la pobreza combatiendo la generación de riqueza y su delirio industrialista-nacionalista en pleno desarrollo de la sociedad global del conocimiento y la información. De allí el desprecio por la oposición, por la independencia de la prensa y los mecanismos republicanos, descalificados otra vez como formales. De allí también, de la idea del “socialismo en un solo país” y de la concepción de la economía industrial como única economía “real”, la sorpresa inmensa por la existencia del mundo y por la consecuencias de la economía “irreal” en la realidad económica. De allí los privilegios de la Nomenklatura, la dacha en Calafate, la cooptación de una casta de intelectuales orgánicos amigos del régimen y la edificación de una leyenda en torno al líder que tiene el modesto inconveniente de contradecir su biografía. De allí también, finalmente, la extraordinariamente simétrica descalificación del estalinismo a la socialdemocracia y del kirchnerismo a la oposición progresista: se vendieron al sistema, se hicieron capitalistas, son aliados de nuestros enemigos, les paga la Embajada. Se corrieron, en suma, a la derecha, ilusión espacial sólo comprensible si se piensa que el estalinismo es la izquierda. 

Vista desde el estalinismo, fuerte o débil, cualquier posición racional, progresista y socialdemócrata es parte de la traición revisionista y de la nueva derecha. Por eso tampoco es causal la súbita empatía entre los K y el régimen autoritario, antidemocrático, militarista y nacionalista del gran heredero del maridaje entre la KGB y la Nomenklatura, el nuevo zar de Rusia, Vladimir Putin, concretado en la reciente visita de nuestra Presidenta. Que el acuerdo entre dos de los regímenes más corruptos del mundo, desarrollados al interno de gobiernos nacionales que hicieron su fortuna durante la furia neoliberal de los noventa y generadores de las formas más avanzadas del capitalismo de amigos se haya concretado en el terreno de la petropolítica es igualmente significativo. Y que haya tenido lugar en momentos de gran expansión de la mafia rusa y en medio del más escandaloso intento de hacer de Argentina un paraíso para el lavado de dinero es cualquier cosa menos casualidad.
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Published on September 26, 2012 20:01

September 18, 2012

Roberto Esposito ha escrito una nota sobre el Manifiesto ...

Roberto Esposito ha escrito una nota sobre el Manifiesto por una Democracia Global en el principal diario italiano, la Repubblica, que el Parttito Democratico ha reproducido en su página WEB (en italiano). Les paso el link. 

http://www.partitodemocratico.it/doc/242956/cos-nato-il-manifesto-per-la-democrazia-globale.htm

saludos

(en la foto: Roberto Esposito, Lucio Levi, Giacomo Marramao, Heikki Patomaki, Raffaele Marchetti y Fernando Iglesias en el lanzamiento del Manifiesto por una Democracia Global, en el Senado de Italia)

El texto, en http://globaldemocracymanifesto.wordp...
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Published on September 18, 2012 05:34

September 11, 2012

DEMOCRACIA GLOBAL EN EL SENADO DE ITALIACon una conferenc...



DEMOCRACIA GLOBAL EN EL SENADO DE ITALIA


Con una conferencia de prensa convocada bajo el título “Los intelectuales llaman a los líderes políticos y ciudadanos del mundo a construir una democracia global”, realizada hoy (11 de septiembre) en dependencias del Senado itlaiano, fue presentado en Roma el MANIFIESTO POR UNA DEMOCRACIA GLOBAL.



Esposito, Marramao, Levi, Patomaki, Marchetti e Iglesias. 
Ante una concurrencia que colmó las instalaciones, los profesores Roberto ESPOSITO (Istituto Italiano di Scienze Umane), Fernando IGLESIAS (Cattedra Spinelli-CUIA), Lucio LEVI (Università di Torino), Raffaele MARCHETTI (Libera Università Internazionale), Giacomo MARRAMAO (Università di Roma Tre) y Heikki PATOMAKI (Università di Helsinki) ofrecieron su visión de la situación global y explicaron las propuestas contenidas en el manifiesto que han firmado junto con otros intelectuales especializados en el estudio de ls polEiticas y tendencias globales, como Ulrich Beck, David Held, Beatriz Sarlo, Noam Chomsky, Bertrand Badie, Juan José Sebreli, Zygmunt Bauman, Saskia Sassen y Toni Negri. La reconocida editorialista de La Repubblica Concita DE GREGORIO coordinó la mesa y las preguntas de los periodistas y el numeroso público presente.
Fernando Iglesias  abrió el panel recordando que once años atrás, otro once de septiembre había sido la ejemplificación más espectacular de lo que Samuel Huntington preidjo como el choque de civilizaciones. “Esperemos que este once de septiembre sea todo lo contrario, y que con nuestras reflexiones podamos ofrecer una pequeña contribución a la paz, el pluralismo y la democracia en el mundo. Pero no habrá paz en el mundo si no hay justicia, y no habrá justicia en el mundo si no somos capaces de construir instituciones democráticas mundiales que tomen las decisiones que hoy están en manos del mecado financiero, de agencias internacionales no democráticas y de las grandes potencias”.
Lo siguió Giacomo Marramao, quien señaló: “Las protestas que se extienden por el planeta muestran el malestar con las formas de representación existentes y con la escasa capacidad del sistema político para proteger los bienes comunes. Los indignados, la Primavera Árabe, los chicos de Occupy y las protestas globales expresan una exigencia de más y mejor democracia no sólo a nivel nacional, sino global”.
Por su parte, el estudioso finlandés Heikki Patomaki agregó “Las crisis globales requieren soluciones globales. Las cumbres ocasionales, los acuerdos inter-gubernamentales y la cooperación inter-nacional no bastan. La globalización de las finanzas y las cadenas productivas exigen instituciones regionales democráticas en todos los continentes, una Corte Penal Internacional más poderosa y equitativa, y una Asamblea Parlamentaria en las Naciones Unidas, embrión de un futuro Parlamento Mundial”.
Roberto Espósito concluyó la reunión afirmando “Compartimos con los movimientos sociales mundiales el reclamo de unirnos por un cambio global y por una democracia real. No queremos seguir siendo gobernados por poderes sobre los cuales no tenemos influencia. La autodeterminación no sólo es válida a nivel nacional, sino regional y mundial. Queremos ser ciudadanos del mundo y no solo sus habitantes. Exigimos una democracia global y nos comprometemos a trabajar por su desarrollo con todos los líderes políticos, intelectuales y civiles, con todas las organizaciones, partidos y movimientos democráticos del planeta”.
Todos los panelistas respondieron luego a las preguntas del periodismo, concordando en que le cumbre sobre Democracia Global programada para el 7 de octubre en la Asamblea Parlamentaria del consejo de Europa, y en la que participará el secreatario general de la ONU Ban-ki-moon, constituye una clara demostración de la actualidad y urgencia de un orden global más pacífico, justo y democrático.
En la foto, Espósito, Marramao, Levi, Patomaki, Marchetti e Iglesias
Para más informaciones sobre el Manifiesto por una Democracia Global:  
http://globaldemocracymanifesto.wordp...
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Published on September 11, 2012 12:25

September 3, 2012

Parece que tampoco esta vez La Nación va a publicar mi ar...

Parece que tampoco esta vez La Nación va a publicar mi artículo de agosto en agosto. Así que se los dejo aquí. Que lo "disfruten"....
Fernando A. Iglesias


El sueño de la verdad engendra monstruos
Resulta difícil establecer cuál de las dos grandes afirmaciones de la cultura tanguera describe mejor la política nacional. Cierto es que las disputas por el control del subte parecieron regidas por el “Mentira, mentira…”, de Gardel y Lepera. Sin embargo, no es justo olvidar que las recientes elecciones de octubre fueron determinadas por el anónimo “Mentime, que me gusta”. Sabrán ustedes disculpar reflexiones tan desperdigadas en momentos en que el stalinismo-débil incumbe, pero no es usual que las publicidades gubernamentales se llenen de cartelones que cruzan la pantalla con la palabra MENTIRA; ni que cada crítica deba ser respondida por el Gobierno mediante un ataque directo contra la credibilidad de su enunciador y el envío de la AFIP. En efecto, a pesar de su ostensible derrumbe frente a las magnificencias de la Argentina K, en los países civiles los debates sobre la pobreza suelen empezar por el análisis de la información de los institutos estatales. Aquí, no. Aquí, en la Argentina de la reconstrucción del estado, lo reglamentario es emplear la primera media hora discutiendo si los datos del INDEC son certeros, falsos, o simplemente surrealistas. De manera que la cuestión de la verdad y la mentira, siempre presente en la política de todas partes, se ha instalado aquí en el lugar central del debate: ¿quién lo dice?, ¿a quién ayuda o perjudica lo que dice?, ¿de qué vive?, ¿quién le paga? se han transformado en las cuestiones centrales, quedando la veracidad de lo que se afirma –es decir: su ajuste a los hechos- relegada a un rol secundario; un tema para pueblos en decadencia como los suecos y alemanes. Semejante desapego por la realidad, semejante rechazo por la lógica, semejante vocación por el realismo mágico -aplicado siempre con entusiasmo a la política nacional y jamás a la decisión de comprar un lavarropas- no es casual. Los políticos argentinos nos prometieron que levantarían las persianas de las fábricas y acabarían con el pacto sindical-militar, y terminamos en la hiperinflación, la obediencia debida y con Alderete a cargo del Ministerio; dijeron que traerían la revolución productiva y batimos todos los récords de desocupación; llegaron al poder auspiciando más Convertibilidad y menos corrupción y nos dejaron la Convertibilidad implosionada en medio del escándalo de la Banelco; dijeron que quien había depositado dólares recibiría dólares, y recibieron pesos… etcétera y etcétera. Para no hablar del presente: una redistribución de la riqueza que ha ido a parar a los bolsillos de unos pocos; una nueva política que consiste en la combinación de la intolerancia de los Setenta, la obsolescencia tecnoeconómica de los Ochenta y la corrupción de los Noventa, y un país en serio cuyo gobierno se parece cada vez más a la murga carcelaria del Vatayon Militante, encabezada por el director del Servicio Penitenciario Nacional.
Pero quería hablarles yo de Víctor Hugo. No el de Los miserables. O sí, pero el otro. Y era para decirles que sí, que es cierto que los políticos argentinos, queriéndolo o no, nos han mentido, pero que tampoco es la política argentina la que está basada sobre la mentira sino la entera sociedad nacional. Lo de Víctor Hugo es una simple anécdota en la larga marcha hacia el desastre de un gobierno, el de los Kirchner, cuya principal capacidad simbólica ha sido la de permitir a la sociedad argentina olvidar sus responsabilidades en la Historia y adoptar su lugar preferido: el de víctima impoluta de una conspiración.  “Las cosas que nos pasaron a  los argentinos”, decía Néstor, y abría los brazos en señal de impotencia y resignación ante sucesos evidentemente relacionados con la conducta perversa de los aborígenes de Birmania. “Las cosas que nos pasaron a  los argentinos” decía, y nos habilitaba a la propia autocompasiva absolución. ¿Cómo podía resistir la tentación una sociedad que se había imaginado revolucionaria, dormido genocida y despertado defensora de los derechos humanos? ¿Y por qué habría de hacerlo si dos usureros que se hicieron ricos lucrando con la 1050 se presentaban ahora como héroes de la lucha contra la dictadura con la complicidad de los verdaderos héroes: las organizaciones de derechos humanos? Ha sido éste el truco crucial del kirchnerismo, magistralmente concebido para la sociedad del “yo no lo voté”: desligar los hechos de sus causas, aliviarnos de las responsabilidades, otorgarnos la credibilidad de las almas bellas, facilitarnos el acceso a otra vuelta de tuerca de nuestra propia decadencia sin necesidad de ningún mea culpa. No fueron sólo los commodities. Bajemos el cuadrito, y Videla no ha sido nunca presidente, ni nadie jamás lo ha apoyado. Incorporemos a todos los menemistas y duhaldistas disponibles al gobierno de la revolución nac&pop, y aquí no ha pasado nada. Estaticemos YPF y Ciccone, y tapemos con tierra la montaña de excrementos. Y, sobre todo, hablemos mucho de memoria, ya que carecemos completamente de ella.  Chi ha avuto, ha avuto. Chi ha dato, ha dato. Scurdámmoce o passato! Mentira sobre mentira, para tapar mentiras anteriores. Total, vamos ganando. Total, somos derechos y humanos. Total, hace años que los aguafiestas nos dicen que la Convertibilidad es insostenible en el largo plazo, y nunca pasa nada…Pero yo quería hablarles de otra cosa. Yo quería decirles que es por todo esto que la denuncia de la miserabilidad de los miserables, -es decir: la puesta evidencia de una realidad de la cual todos somos responsables, y no sólo los militares y los políticos- no es anecdótica sino esencial para la construcción de una sociedad mejor, capaz de enfrentar la realidad y sus dilemas y responsabilidades. Para decirlo parafraseando autores prestigiosos, yo quería afirmar, de una vez y por todas, que en la Argentina y en cualquier lugar del mundo el sueño de la verdad engendra monstruos. Y los tenemos allí aunque no queramos verlos. Aunque nos digamos –y nos digan cada día- que al fin de cuentas el diablo de la mentira no es tan malo, allí está de nuevo. Incólume, impune, prepotente. Decidido a ir por todo. Delante de nuestras narices.
Fernando A. Iglesias
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Published on September 03, 2012 03:25

August 11, 2012

APOCALIPSIS FRÍOSe derrumbe o no el mundo, la Argentina s...



APOCALIPSIS FRÍO
Se derrumbe o no el mundo, la Argentina sigue teniendo los principales factores externos a favor. No a pesar de la crisis, sino gracias a ella. Y aún así, a pesar de ocho años de viento de cola que no existe pero que lo hay, lo hay, el panorama es caótico en todos los aspectos de la vida nacional. No es ya que se tema o se profetice la llegada del apocalipsis. Es que el apocalipsis ha llegado. Es un apocalipsis frío, pero es un apocalipsis. Aquí. Hoy.  “Esto no es el 2001” sostuvo hace pocas semanas Kiciloff, ese agitador universitario a cargo de la economía nacional. Razón no le faltaba. Esto no es el 2001 porque la soja hoy vale cinco veces más que entonces, el real casi tres veces más, el euro más de seis veces y el dólar cuatro veces y media. Eso, si damos por buenos los valores oficiales. Y tampoco es el 2001 porque no hay corridas bancarias, y no hay corridas bancarias porque tampoco hay dólares y el peso argentino no merece siquiera que alguien corra. Y esto no es el 2001, además, porque el gobierno es un gobierno peronista. Así que de saqueos, ni hablar.Si la actual economía argentina tuviera que funcionar con los parámetros internacionales de 2001, el señor Kiciloff vería que, en efecto, esto no es el 2001 sino algo peor, ya que todos los factores de competitividad vía devaluación que el 2002 duhaldista nos legó al precio de llevar la pobreza de 35% a 57% en seis meses (son datos del INDEC, QEPD), se han volatilizado en ocho años de progresismo sin progreso, dejando a la vista la carne viva de la realidad.
En 2001, en el colapso de los Noventa, la pobreza llegó a un cuarto de la población luego de dos años de recesión. Hoy estamos en esa cifra con sólo dos meses de recesión. Para no mencionar la situación en todos los aspectos en los que Argentina avanzó con el estilo de un cangrejo en los últimos ocho años, en los que pudo haber dado un enorme paso hacia el futuro. Trabaja hoy en negro un tercio de la mano de obra ocupada. No hay vivienda sino villas miseria que crecieron un 50% y barrios y edificios cada vez más amurallados. La infraestructura se cae a pedazos, evidenciada por un accidente ferroviario a 27 kilómetros por hora en el que fallecieron 51 personas. No ha habido una sola obra pública digna de mención a pesar de la carga fiscal de primer mundo y las cifras del gasto público. Enfrentamos así cuellos de botella asfixiantes en transporte y comunicaciones. En energía pasamos del autoabastecimiento y la exportación a una boleta energética anual de 8.000 millones, lo que ha llevado al bloqueo del dólar. A pesar del famoso seis por ciento los índices internacionales muestran un retroceso del rendimiento educativo sin precedentes en nuestra historia, en tanto el señor ministro de educación propone pruebas especiales que contemplen las capacidades diferentes de los pobres niños argentinos. El pasaje del superávit al déficit comercial –especialmente significativo respecto a Brasil, que duplicó el valor de su moneda frente al peso- tampoco miente: la Argentina carece ya de una verdadera estructura productiva. El único sector en condiciones de sobrevivir por sí solo es el agropecuario, sin cuyo aporte impositivo la estantería se vendría abajo. Algunas joyas de escaso volumen, como el software y la bioingeniería, dos o tres campeones industriales que han tomado apropiada nota del estado de las cosas y elaborado estrategias de desinversión, y algunos pocos servicios decentes no bastan para esconder la realidad: mitad de la población argentina vive colgada de la nada. Si además el gobierno bloquea los mecanismos que financian la construcción y las automotrices bajan un cambio no hace falta demasiado para comprender lo que sigue. ¿La inflación? Bien, gracias. La inflación no existe, pero acabamos de superar a Venezuela... Para no hablar de la situación social creada por una década de demagogia populista, que ha destruido la cultura del trabajo, según la izquierda, y las ganas mismas de trabajar, según la derecha. Esa misma inconsciencia irresponsable hace hoy que la mayoría de los argentinos crean que éste es el piso de la situación, y es hora de ir por más, cuando no es el piso sino el techo. Y en cualquier momento se nos cae encima. En cuanto al famoso desendeudamiento, hágase la cuenta de las necesidades de inversión en transporte, energía y educación y se comprenderá en qué ha consistido: otra fiesta consumista como la de la plata dulce y la convertibilidad, al precio de acabar con el crédito externo y destruir la infraestructura. Estar desendeudados significa hoy, simplemente, que no podemos siquiera pedir prestado lo necesario para reconstruir el país. Desendeudamiento financiero pagado con endeudamiento estructural, en suma; y en nombre de un “modelo productivo”. La seguridad, sin palabras. La droga crece al amparo de la complicidad política y de la desactivación progresiva del sistema judicial. Su influencia en la criminalidad se hace trágica pese al discurso políticamente correcto. Y de la institucionalidad, mejor no hablar. Todas y cada una de las principales instituciones argentinas se ha convertido en una fachada detrás de la cual opera una mafia, que maneja una caja, y es defendida por una patota. Mafia, caja y patota son hoy las verdaderas instituciones nacionales. ¿Cómo va a haber seguridad de ningún tipo? Lo que hay es violencia, y miedo. Por eso la opción entre obsecuencia y apriete determina la relación entre gobierno y ciudadanos, como bien han comprendido desde el humilde señor Saldaña, el de la inmobiliaria. Es cierto que la situación objetiva es todavía remediable. Tan cierto como que el problema del país no es la enfermedad, sino el médico. El médico y su estrategia de tensar las cosas hasta el extremo, a riesgo de hacerlas inmanejables. El médico y sus recetas megalomaníacas, capaces de convertir un resfrío en neumonía. El médico y su deliriro autorreferencial. El médico y los colegas del médico, los que le disputan el negocio, tan armados, preparados y listos a matar al paciente como el propio médico. El médico y los que eligen siempre al mismo médico y luego dicen “A este paciente, sólo este médico lo puede curar”.
La intolerancia política de los Setenta, la obsolescencia económica de los Ochenta y la corrupción general de los Noventa. Pobreza, recesión, inflación, inseguridad, autoritarismo, violencia y corrupción crecientes, agudizadas por una sociedad partida al medio y por agresiones impiadosas a toda forma de oposición y dentro del mismo bloque de gobierno. Todo esto, después de ocho años que deberían haber sido los del despegue y en un momento en que las variables externas son aún muy favorables. No está dicho que el país explote de nuevo, pero el apocalipsis está aquí. Es un apocalipsis frío, distante, implosivo, muy distinto al de 2001. Y tan solo acaba de empezar.

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Published on August 11, 2012 14:22

August 7, 2012

No hace falta esperar el fin de los Juegos Olímpicos para...


No hace falta esperar el fin de los Juegos Olímpicos para comprobar los pobres resultados obtenidos por los atletas que dependen del ENARD. La de este año no sólo será, probablemente, una de las performances olímpicas más pobres de la historia, sino que las pocas medallas que ha obtenido y aún puede obtener la delegación argentina dependen de deportes que poco y nada tiene que ver con la gestión Whertein. 
Los muchachos no tienen la culpa, sino el modelo de ENARD establecido por la ley 26.573: gestión discrecional de un empresario, sin concursos públicos y con escaso o nulo control del estado, financiada por un impuesto directo a la telefonía celular, un consumo hoy básico para cualquier canasta familiar. 
Pagan los pobres, dirige un empresario y el estado mira para otra parte. Si esto no es neoliberalismo, el neoliberalismo ¿dónde está?

Y para que no me acusen del habitual "critican pero no tienen propuestas" les paso mi propuesta de modificación de la ley de creación del ENARD, presentada en 2010. Recuerdo bien la reticencia de los diputados de los demás partidos de la oposición, y "veo" aún a la Presidenta de la Comisión de Deportes, la diputada Bianchi (PJ), maniobrando el expediente para que se tratara durante uno de mis viajes en misión oficial, y a varios entrenadores y deportistas famosos, simpatizantes de Werthein, diciendo públicamente que me oponía a la creación del ENARD cuando su creación fue uno de mis sueños en los treinta años de mi vida que dediqué al deporte...

Acá están las razones y acá está el proyecto: juzguen ustedes mismos.  

ENARD (ENTE NACIONAL DE ALTOS RENDIMIENTOS DEPORTIVOS)DIEZ RAZONES PARA MEJORAR LA LEY 26.573
Para ver el proyecto presentado por los diputados IGLESIAS, PIEMONTE, PRAT GAY, REYES, CARRIO, COMI, FLORES, y BULLRICH entrá enhttp://www1.hcdn.gov.ar/proyxml/expediente.asp?fundamentos=si&numexp=3721-D-2010
1- La ley 26.573 no prevé ninguna limitación a los deportes a los que el ENARD puede apoyar 1- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 prevé que el ENARD sólo puede apoyar deportes olímpicos y paralímpicos, evitando así que sus fondos puedan dilapidarse en el fútbol y el boxeo profesionales, en organizar grandes premios automovilísticos o financiar la carrera de corredores en el exterior, por ejemplo.
2- La ley 26.573 no prevé la presencia del deporte paralímpico, estableciendo una inaceptable discriminación entre los deportistas argentinos 2- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 incluye al Comité Paralímpico Argentino entre los socios fundadores del ENARD y le asigna funciones y capacidad decisoria en varios de sus organismos de administración y gestión.
3- La ley 26.573 no prevé ningún tipo de planificación por objetivos, ni la presentación de un presupuesto, ni una asignación de recursos que respete las prioridades deportivas fijadas por el proyecto y relacione su mantenimiento o mejora a la obtención de los resultados prefijados; quedando libradas todas estas decisiones fundamentales a la discrecionalidad del gestor. 3- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 obliga a la dirección del ENARD a actuar planificadamente, a determinar sus objetivos, establecer sus prioridades, asignar recursos en forma coherente con los mismos, planificar sus intervenciones, informar sobre el éxito o el fracaso de sus programas y reasignar periódicamente recursos de acuerdo a una evaluación de los resultados obtenidos, evitando el amiguismo, el clientelismo y las intervenciones discrecionales por parte de las autoridades responsables de su gestión.
4- La ley 26.573 no prevé ningún mecanismo de designación de personal capaz de impedir la discrecionalidad, el nepotismo y el clientelismo, del tipo de las que son obligatorias en todos los cargos estatales que dependen –como el ENARD- de la asignación de fondos públicos; dejando libradas todas las designaciones de personal a la libre discrecionalidad del gestor. 4- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 establece un mecanismo específico de designación de funcionarios -tanto de los cuerpos técnicos como en los consejos de asesores- adaptado a  las necesidades del deporte olímpico, con participación del propio ENARD, de sus organizaciones fundadoras, de las federaciones y de los ex deportistas olímpicos; limitando así, en todo lo posible, cualquier ejercicio de favoritismo y discrecionalidad por parte de las autoridades a cargo de la gestión.
5- La ley 26.573 excluye al Congreso de la Nación -es decir: a los representantes constitucionales de los ciudadanos argentinos- de las funciones que le competen en materia de regulación y control de los organismos financiados con fondos públicos, limitando su función a la mera sanción de la ley de origen y autorizando a las autoridades del ENARD a modificar las reglas de funcionamiento fijadas por esa ley sin pasar por la aprobación legislativa.
5- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 incluye al Congreso de la Nación en las funciones que le competen en materia de regulación y control de los organismos financiados con fondos públicos, obligando a que toda modificación del reglamento del ENARD que altere lo fijado por ley sólo pueda ser sancionado mediante la necesaria aprobación legislativa. 6- La ley 26.573 excluye a los deportistas y ex deportistas olímpicos de las funciones de administración y control del funcionamiento del ENARD. 6- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 incluye a los deportistas argentinos de las funciones de administración y control del funcionamiento del ENARD a través de la presencia de ex deportistas olímpicos en varias de sus instancias de gestión.
7- La ley 26.573 prevé un presupuesto reducido de gastos, que -según las cifras brindadas recientemente por el propio ENARD- es inferior a los 10 millones de pesos mensuales, sin que la ley prevea un adecuado escrutinio de la asignación y el destino final de esos recursos.
7- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 prevé un presupuesto de gastos que prácticamente duplica el presupuesto anual previsto por la ley original, sometiendo a su vez a esos gastos a un estricto control de transparencia. 8- La ley 26.573 imputa el presupuesto del ENARD a un impuesto fijo sobre la telefonía móvil, gravando ulteriormente uno de los servicios de alto consumo por parte de los sectores sociales más vulnerables del país (trabajadores que necesitan telefonía móvil para comunicarse, personas que habitan en villas o lugares donde no llega la red de telefonía fija, etc.) y sometiendo la financiación del deporte de alto rendimiento a los vaivenes del ciclo comercial y a las innovaciones tecnológicas que puedan modificar la telefonía móvil en el futuro cercano.
8- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 prevé la financiación del ENARD a través del presupuesto del estado, estableciendo además el origen de esos fondos (un recorte de alrededor del 20% en los recursos demagógicamente empleados en la financiación estatal del más rico de los deportes argentinos, el fútbol), lo que establece una asignación más democrática y racional de los recursos públicos destinados al deporte nacional y pone a salvo los fondos del deporte olímpico de las fluctuaciones típicas del ciclo comercial y de las innovaciones tecnológicas que puedan alterar los ingresos de la telefonía móvil. 9- La ley 26.573, de creación del ENARD, ha sido una excelente iniciativa, destinada a responder a una vieja y legítima demanda de atención por parte del deporte olímpico argentino. 9- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 respeta y mantiene todas y cada una de estas características, ampliándolas en varios de sus aspectos y recogiendo la experiencia de varios organismos de este tipo que han funcionado con gran eficiencia en otros países.
10- La ley 26.573 responde a una concepción fuertemente neoliberista según la cual los sectores de ingresos bajos y medios aportan el dinero a las arcas públicas y estos recursos son administrados discrecionalmente y casi sin ningún tipo de control, por un empresario privado.
10- Nuestro proyecto de modificación 3721-D-2010 se basa en que el estado no debe ser el socio-idiota de un gestor privado ni puede estar despreocupadamente ausente de la gestión un organismo de gran importancia para el deporte nacional, financiado –además- con fondos públicos. 
 Fernando A. Iglesias


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Published on August 07, 2012 09:07

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