Sari Arponen's Blog

June 12, 2021

El ABC de la microbiota

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Published on June 12, 2021 10:50

February 7, 2021

Consecuencias de la sindemia COVID-19 en el microbioma humano

La microbiota importa en el COVID-19

Se han publicado muchos artículos sobre la importancia de la microbiota en la evolución del COVID. Yo misma revisé el tema en marzo y de nuevo unos meses más tarde. El uso de estrategias de cuidado de la microbiota son importantes siempre, pero ahora más que nunca, tanto para ayudar a prevenir un COVID grave, como para recuperar una disbiosis que se produzca por la infección.

Sin embargo, no se ha hablado mucho sobre el COVID y la microbiota desde otro punto de vista: ¿cómo impactan las medidas de contención de la epidemia/pandemia/sindemia sobre nuestros microbiomas en un sentido más amplio? La hipótesis de la higiene y de la necesidad de biodiversidad son muy conocidas. Un exceso de higiene daña la diversidad de la microbiota, y puede tener consecuencias indeseables como un factor más en la génesis de patologías no transmisibles como la diabetes y la obesidad, las alergias o patologías autoinmunes, los procesos neurodegenerativos, e incluso en mecanismos de carcinogénesis.

En un artículo de PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America) de enero de 2021 se revisa este tema. El artículo (Finlay et al) se titula “The hygiene hypothesis, the COVID pandemic, and consequences for the human microbiome”. Como no es de acceso libre, procedo a resumir algunos de los puntos principales de él. Yo misma había reflexionado mucho sobre este tema.

¿ C ómo afecta la pandemia y las medidas de su control al microbioma humano?

En el paper inicialmente se revisa la importancia de la adquisición de la microbiota desde incluso antes de nacer (es un tema en debate pero las pruebas van más a favor de una colonización prenatal que en contra). El resto de nuestra vida todo lo que hacemos impacta sobre nuestro microbioma. Nuestro estilo de vida actual en las sociedad modernas industrializadas hace que muchísimas personas tengan disbiosis y patologías asociadas a esa disbiosis.

Entonces, ¿cómo afecta la pandemia y las medidas que se han tomado para su control en la microbiota?

1. Impacto de la infección y su tratamiento.

La propia infección y su tratamiento produce disbiosis, sobre todo cuando se usan fármacos antimicrobianos. La estancia en un hospital también modifica por sí mismo el tipo de microorganismos que nos colonizan. Esto sucede a nivel del intestino, pero también en la boca, la vía respiratoria y la piel.

¿Solución?: utilizar estrategias de microbioterapia individualizadas para la recuperación de la microbiota durante y después de la infección.

2. Influencia de las medidas higiénicas.

El efecto de las medidas higiénicas en la adquisición y la pérdida del microbioma: lo cierto es que esto depende mucho del país. En muchos países en vías de desarrollo no hay un exceso de higiene, sino un déficit. Sin embargo, en nuestra sociedad, el exceso de higiene puede tener consecuencias negativas en nuestra microbiota. Dicho sea de paso: en general, en el ambiente urbano estamos expuestos a microorganismos muy perjudiciales, y la higiene adecuada tiene sentido (aunque más con agua y jabón que geles hidroalcohólicos por doquier, máxime ahora que parece que el contagio por superficies es más bien improbable).

¿Solución?: fomentar la permanencia en ambientes naturales y al aire libre, donde no nos debe preocupar la higiene. Se debe respirar aire puro en un ambiente natural, con árboles y otras plantas, que además emiten fitoncidas que se sabe que aniquilan microorganismos patógenos.

3. Alimentación.

Durante la sindemia COVID-19 por un lado se ha reducido lo de comer fuera, que a menudo supone una alimentación quizá no tan sana como si se cocina en casa. Pero por otro lado, se pide comida a domicilio a menudo de mala calidad.

Además, la pérdida de poder adquisitivo por el impacto negativo de las medidas restrictivas hace que muchas personas no puedan comer de manera saludable. Muchas familias tienen que recurrir a bancos de alimentos, que son una ayuda, pero a menudo el tipo de alimentos que otorgan no son los óptimos para nuestra microbiota. Globalmente, en el artículo se comenta que es probable que la alimentación de la población de manera global sea más inflamatoria y generadora de disbiosis que antes.

Yo aquí añadiría que los confinamientos han llevado a muchas personas al sedentarismo. La falta de movimiento y de actividad física es perjudicial para la microbiota.

¿Solución?: pues quizás sea difícil. Las campañas informativas sobre la alimentación saludable y asegurar que al menos los niños coman de forma saludable sería fundamental. ¡Ojo!, que además, la pandemia adiposa (la presencia de grasa inflamatoria incluso en gente delgada) favorece un cuadro más grave de COVID.

4. Los microbiomas sociales.

Las restricciones de movilidad y de distancia social y física se estima que globalmente tienen un efecto perjudicial sobre nuestras microbiotas. Dejamos de hacer intercambios con otras personas y nuestras microbiotas se empobrecen más. Se hace un comentario especial en:

Niños (sobre todo pequeños): por un lado quizá los bebés pasen más tiempo con su madre si ésta teletrabaja, y tenga una lactancia más prolongada, lo que es positivo. Sin embargo, la distancia social en las escuelas (y con la familia extensa) junto a la higiene excesiva hace que se produzca una menor exposición a diversos microorganismos en esta fase tan crítica de programación microbiómica y del sistema inmune.

Ancianos: es otro grupo de población preocupante. En condiciones normales, reciben microorganismos con los abrazos y los besos de sus familiares y sus seres queridos. El aislamiento forzoso, la permanencia en residencias a menudo durante semanas sin salir ni a la calle… hace que sus microbiomas pierdan diversidad. Esto no es importante sólo por las enfermedades crónicas no transmisibles. Además, una microbiota sana nos protege de infecciones víricas y bacterianas, y quizás esta pérdida que sufren haga que pierdan una parte de la protección frente a otros patógenos.

Buscando un equilibrio entre prevención del COVID-19 y conservació n del microbioma

Los autores concluyen que sí, que hay que prevenir la transmisión del COVID. Es un hecho que la higiene adecuada ha permitido disminuir la morbimortalidad por muchas enfermedades infecciosas en los últimos 100 años. Es decir, no se trata de no hacer lo que podamos para evitar la infección por el SARS-CoV-2. Aquí de lo que hablamos es de ser conscientes de que todo lo que hacemos tiene sus consecuencias, y no siempre son todas beneficiosas. La microbiota puede ser una víctima secundaria colateral de lo que se ha considerado necesario para atajar la pandemia. Debemos ser conscientes de ello, e intentar poner remedio.

Y es un hecho que la intersección entre las prácticas de higiene excesiva y las medidas de control de la pandemia del COVID pueden afectar de forma negativa a los microbiomas de los individuos y las sociedades y de toda la humanidad a corto, medio y largo plazo, e incluso a las próximas generaciones. Esto puede tener un impacto en múltiples patologías crónicas. Actuemos ahora.

Medidas globales para proteger el microbioma

Proponen como medidas para paliar este problema a nivel global:

Mantener todos los parques urbanos abiertos (manteniendo la distancia física). Yo añadiría aquí que se debería promover el pasar tiempo al aire libre en entornos naturales.Promover la lactancia materna.Facilitar una alimentación saludable a las familias con bajos ingresos.

Medidas individuales para cuidar el microbioma.

En el artículo se mencionan algunas como:

Pasar tiempo en entornos naturales al aire libre.Trabajar en una huerta o jardín si es posible.Comer una alimentación prebiótica y antiinflamatoria.Tener contacto físico con las mascotas de la casa.

De mi cosecha añadiría las siguientes:

Utilizar la microbioterapia personalizada para mejorar el estado de disbiosis.Cuidar en especial la boca para evitar la mask mouth o boca de mascarilla. Se debería retirar la obligatoriedad de la mascarilla al aire libre si no hay situaciones de riesgo, y aquí me acojo a lo que dice la Organización Mundial de la Salud y la evidencia científica. (Los que me leáis: me gusta la ciencia, y debería ser nuestra guía en esta época, no la política ni la demagogia. La mascarilla en medio del monte o una calle vacía mientras va uno solo o con sus convivientes no es necesaria. Si alguien se la quiere poner, debería ser una elección personal.)Cuidar los ritmos circadianos.Buscar formas de evitar el estrés crónico o mejorar la tolerancia a él. La exposición a las noticias atemorizantes a todas horas también daña la microbiota.

¿Habías reflexionado ya sobre cómo estará afectando la situación actual a nuestro microbioma individual y colectivo? Por cierto, que con las vacunas del COVID no hay estudios aún, como es lógico, pero sí se ha comprobado con algunas otras vacunas que el estado de la microbiota puede influir en la respuesta a la vacuna (es decir, que sea más efectiva). Es otro motivo más por el que merece la pena cuidar nuestra mitad microbiana.

(DISCLAIMER: en condiciones normales no ser í a necesario añadir lo que viene a continuación, pero vivimos una é poca complicada en la que parece que todo hay que matizarlo para evitar malos entendidos. En ning ú n momento minimizo la importancia de la pandemia, ¿ c ó mo podrí a?, la viv í en un hospital muy golpeado de Madrid por la primera ola y en el IFEMA. No reniego de muchas de las medidas que se realizan, aunque otras podr í an ser discutidas a la luz de la evidencia cient í fica. Y echo en falta otras que no se utilizan ni se promueven por las autoridades sanitarias, aunque s í por humildes divulgadores en el á mbito de la salud como yo misma. Me refiero a los cuidados de la salud en general, como la alimentación, la actividad f í sica o la vitamina D. En   el episodio 13 del podcast de Slow Medicine Revolution   hablamos sobre estas medidas en las que muchas autoridades sanitarias no hacen hincapi é , o ni siquiera las mencionan. El COVID-19 es una sindemia con muchos factores adem á s del virus. Es tambi é n una crisis social, econó mica, polí tica, y psicológica para muchos. Se deben examinar todos los aspectos de esta m ú ltiple crisis sind é mica, y esto no significa que le restemos importancia al sufrimiento de los pacientes que tienen COVID, sus familiares, ni al esfuerzo de los profesionales sanitarios, entre los que me incluyo.)

Dra. Sari Arponen

Doctora, docente y escritora

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“Todo holobionte puede proponerse tener un microbioma saludable.”

Sari Arponen

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Published on February 07, 2021 10:50

Consecuencias de la sindemia COVID-19 en el microbioma humano

La microbiota importa en el COVID-19

Se han publicado muchos artículos sobre la importancia de la microbiota en la evolución del COVID. Yo misma revisé el tema en marzo y de nuevo unos meses más tarde. El uso de estrategias de cuidado de la microbiota son importantes siempre, pero ahora más que nunca, tanto para ayudar a prevenir un COVID grave, como para recuperar una disbiosis que se produzca por la infección.

Sin embargo, no se ha hablado mucho sobre el COVID y la microbiota desde otro punto de vista: ¿cómo impactan las medidas de contención de la epidemia/pandemia/sindemia sobre nuestros microbiomas en un sentido más amplio? La hipótesis de la higiene y de la necesidad de biodiversidad son muy conocidas. Un exceso de higiene daña la diversidad de la microbiota, y puede tener consecuencias indeseables como un factor más en la génesis de patologías no transmisibles como la diabetes y la obesidad, las alergias o patologías autoinmunes, los procesos neurodegenerativos, e incluso en mecanismos de carcinogénesis.

En un artículo de PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America) de enero de 2021 se revisa este tema. El artículo (Finlay et al) se titula “The hygiene hypothesis, the COVID pandemic, and consequences for the human microbiome”. Como no es de acceso libre, procedo a resumir algunos de los puntos principales de él. Yo misma había reflexionado mucho sobre este tema.

¿Cómo afecta la pandemia y las medidas de su control al microbioma humano?

En el paper inicialmente se revisa la importancia de la adquisición de la microbiota desde incluso antes de nacer (es un tema en debate pero las pruebas van más a favor de una colonización prenatal que en contra). El resto de nuestra vida todo lo que hacemos impacta sobre nuestro microbioma. Nuestro estilo de vida actual en las sociedad modernas industrializadas hace que muchísimas personas tengan disbiosis y patologías asociadas a esa disbiosis.

Entonces, ¿cómo afecta la pandemia y las medidas que se han tomado para su control en la microbiota?

1. Impacto de la infección y su tratamiento.

La propia infección y su tratamiento produce disbiosis, sobre todo cuando se usan fármacos antimicrobianos. La estancia en un hospital también modifica por sí mismo el tipo de microorganismos que nos colonizan. Esto sucede a nivel del intestino, pero también en la boca, la vía respiratoria y la piel.

¿Solución?: utilizar estrategias de microbioterapia individualizadas para la recuperación de la microbiota durante y después de la infección.

2. Influencia de las medidas higiénicas.

El efecto de las medidas higiénicas en la adquisición y la pérdida del microbioma: lo cierto es que esto depende mucho del país. En muchos países en vías de desarrollo no hay un exceso de higiene, sino un déficit. Sin embargo, en nuestra sociedad, el exceso de higiene puede tener consecuencias negativas en nuestra microbiota. Dicho sea de paso: en general, en el ambiente urbano estamos expuestos a microorganismos muy perjudiciales, y la higiene adecuada tiene sentido (aunque más con agua y jabón que geles hidroalcohólicos por doquier, máxime ahora que parece que el contagio por superficies es más bien improbable).

¿Solución?: fomentar la permanencia en ambientes naturales y al aire libre, donde no nos debe preocupar la higiene. Se debe respirar aire puro en un ambiente natural, con árboles y otras plantas, que además emiten fitoncidas que se sabe que aniquilan microorganismos patógenos.

3. Alimentación.

Durante la sindemia COVID-19 por un lado se ha reducido lo de comer fuera, que a menudo supone una alimentación quizá no tan sana como si se cocina en casa. Pero por otro lado, se pide comida a domicilio a menudo de mala calidad.

Además, la pérdida de poder adquisitivo por el impacto negativo de las medidas restrictivas hace que muchas personas no puedan comer de manera saludable. Muchas familias tienen que recurrir a bancos de alimentos, que son una ayuda, pero a menudo el tipo de alimentos que otorgan no son los óptimos para nuestra microbiota. Globalmente, en el artículo se comenta que es probable que la alimentación de la población de manera global sea más inflamatoria y generadora de disbiosis que antes.

Yo aquí añadiría que los confinamientos han llevado a muchas personas al sedentarismo. La falta de movimiento y de actividad física es perjudicial para la microbiota.

¿Solución?: pues quizás sea difícil. Las campañas informativas sobre la alimentación saludable y asegurar que al menos los niños coman de forma saludable sería fundamental. ¡Ojo!, que además, la pandemia adiposa (la presencia de grasa inflamatoria incluso en gente delgada) favorece un cuadro más grave de COVID.

4. Los microbiomas sociales.

Las restricciones de movilidad y de distancia social y física se estima que globalmente tienen un efecto perjudicial sobre nuestras microbiotas. Dejamos de hacer intercambios con otras personas y nuestras microbiotas se empobrecen más. Se hace un comentario especial en:

Niños (sobre todo pequeños): por un lado quizá los bebés pasen más tiempo con su madre si ésta teletrabaja, y tenga una lactancia más prolongada, lo que es positivo. Sin embargo, la distancia social en las escuelas (y con la familia extensa) junto a la higiene excesiva hace que se produzca una menor exposición a diversos microorganismos en esta fase tan crítica de programación microbiómica y del sistema inmune.

Ancianos: es otro grupo de población preocupante. En condiciones normales, reciben microorganismos con los abrazos y los besos de sus familiares y sus seres queridos. El aislamiento forzoso, la permanencia en residencias a menudo durante semanas sin salir ni a la calle… hace que sus microbiomas pierdan diversidad. Esto no es importante sólo por las enfermedades crónicas no transmisibles. Además, una microbiota sana nos protege de infecciones víricas y bacterianas, y quizás esta pérdida que sufren haga que pierdan una parte de la protección frente a otros patógenos.

Buscando un equilibrio entre prevención del COVID-19 y conservación del microbioma

Los autores concluyen que sí, que hay que prevenir la transmisión del COVID. Es un hecho que la higiene adecuada ha permitido disminuir la morbimortalidad por muchas enfermedades infecciosas en los últimos 100 años. Es decir, no se trata de no hacer lo que podamos para evitar la infección por el SARS-CoV-2. Aquí de lo que hablamos es de ser conscientes de que todo lo que hacemos tiene sus consecuencias, y no siempre son todas beneficiosas. La microbiota puede ser una víctima secundaria colateral de lo que se ha considerado necesario para atajar la pandemia. Debemos ser conscientes de ello, e intentar poner remedio.

Y es un hecho que la intersección entre las prácticas de higiene excesiva y las medidas de control de la pandemia del COVID pueden afectar de forma negativa a los microbiomas de los individuos y las sociedades y de toda la humanidad a corto, medio y largo plazo, e incluso a las próximas generaciones. Esto puede tener un impacto en múltiples patologías crónicas. Actuemos ahora.

Medidas globales para proteger el microbioma

Proponen como medidas para paliar este problema a nivel global:

-Mantener todos los parques urbanos abiertos (manteniendo la distancia física). Yo añadiría aquí que se debería promover el pasar tiempo al aire libre en entornos naturales.

-Promover la lactancia materna.

-Facilitar una alimentación saludable a las familias con bajos ingresos.

Medidas individuales para cuidar el microbioma

En el artículo se mencionan algunas como:

-Pasar tiempo en entornos naturales al aire libre.

-Trabajar en una huerta o jardín si es posible.

-Comer una alimentación prebiótica y antiinflamatoria.

-Tener contacto físico con las mascotas de la casa.

De mi cosecha añadiría las siguientes:

-Utilizar la microbioterapia personalizada para mejorar el estado de disbiosis.

Cuidar en especial la boca para evitar la mask mouth o boca de mascarilla. Se debería retirar la obligatoriedad de la mascarilla al aire libre si no hay situaciones de riesgo, y aquí me acojo a lo que dice la Organización Mundial de la Salud y la evidencia científica. (Los que me leáis: me gusta la ciencia, y debería ser nuestra guía en esta época, no la política ni la demagogia. La mascarilla en medio del monte o una calle vacía mientras va uno solo o con sus convivientes no es necesaria. Si alguien se la quiere poner, debería ser una elección personal.)

-Cuidar los ritmos circadianos.

-Buscar formas de evitar el estrés crónico o mejorar la tolerancia a él. La exposición a las noticias atemorizantes a todas horas también daña la microbiota.

¿Habías reflexionado ya sobre cómo estará afectando la situación actual a nuestro microbioma individual y colectivo? Por cierto, que con las vacunas del COVID no hay estudios aún, como es lógico, pero sí se ha comprobado con algunas otras vacunas que el estado de la microbiota puede influir en la respuesta a la vacuna (es decir, que sea más efectiva). Es otro motivo más por el que merece la pena cuidar nuestra mitad microbiana.

(DISCLAIMER: en condiciones normales no sería necesario añadir lo que viene a continuación, pero vivimos una época complicada en la que parece que todo hay que matizarlo para evitar malos entendidos. En ningún momento minimizo la importancia de la pandemia, ¿cómo podría?, la viví en un hospital muy golpeado de Madrid por la primera ola y en el IFEMA. No reniego de muchas de las medidas que se realizan, aunque otras podrían ser discutidas a la luz de la evidencia científica. Y echo en falta otras que no se utilizan ni se promueven por las autoridades sanitarias, aunque sí por humildes divulgadores en el ámbito de la salud como yo misma. Me refiero a los cuidados de la salud en general, como la alimentación, la actividad física o la vitamina D. En el episodio 13 del podcast de Slow Medicine Revolution hablamos sobre estas medidas en las que muchas autoridades sanitarias no hacen hincapié, o ni siquiera las mencionan. El COVID-19 es una sindemia con muchos factores además del virus. Es también una crisis social, económica, política, y psicológica para muchos. Se deben examinar todos los aspectos de esta múltiple crisis sindémica, y esto no significa que le restemos importancia al sufrimiento de los pacientes que tienen COVID, sus familiares, ni al esfuerzo de los profesionales sanitarios, entre los que me incluyo.)

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Published on February 07, 2021 06:14

January 31, 2021

Intestino, microbiota y migrañas

Eje intestino – cerebro y migrañas

En mi Instagram realicé una serie de vídeos sobre ciertos aspectos de la fisiopatología de la migraña, además de comentar las ventajas evolutivas de tener un cerebro tendente a las migrañas. Me faltó por contar la relación entre la microbiota intestinal y la migraña.

El eje intestino – cerebro es muy conocido y está en boca de todos. Así, no es extraño que también en las migrañas el estado del intestino y de la microbiota tenga un papel. Aquí te resumo lo que se cuenta en un artículo de febrero del año pasado sobre este tema en el Journal of Headache and Pain (Arzani et al.). Si te apetece profundizar en este tema, te recomiendo su lectura completa.

Aquí me centro en la microbiota intestinal, pero la oral también puede influir en la fisiopatología de la migraña. Puedes leer sobre cómo cuidar de la microbiota oral en mi artículo sobre ella.

La inflamación en la migraña y el papel de la microbiota intestinal

Las citoquinas proinflamatorias como la IL-1beta, la IL-6, la IL-8 y el TNF-alfa se han implicado en el dolor de cabeza migrañoso. Son sustancias del sistema inmunitario que señalizan de una manera que fomenta la inflamación. Se sabe que aumentan durante los ataques de migraña. También a nivel intestinal estas citoquinas producen estimulación de los nervios aferentes (los que recogen la información para llevarla al cerebro) e inducen dolor visceral (vaya, dolor de tripas!).

¿Y qué sucede?: pues que la disbiosis puede hacer que se estimule la producción de estas citoquinas proinflamatorias, por un lado. Por otro, el sistema nervioso también puede modular a la microbiota por la influencia que ejerce sobre el intestino por el sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático). Así, también los factores estresantes tanto físicos como psicológicos pueden fomentar la aparición de alteraciones a nivel intestinal, tanto en forma de disbiosis como de inflamación con producción de esas citoquinas.

Por si fuera poco, la disbiosis y la inflamación contribuyen al aumento de permeabilidad intestinal (que también se genera por el estrés), con una consecuente endotoxemia. Todo esto contribuye a una mayor activación del eje HPA (el que lleva a la producción de cortisol) de forma crónica y excesiva, lo que aumenta la susceptibilidad a todo tipo de trastornos inflamatorios. Y por supuesto, la neuroinflamación también aparece, y al final, la sensibilización central.

Sustancias neuroactivas, intestino y migrañ as

Sustancias como el CGRP, la sustancia P, el VIP o el neuropéptido Y, junto a la señalización glutamaérgica, serotoninérgica, dopaminérgia y GABAérgica también se relacionan con las alteraciones del eje intestino – cerebro en las personas con migraña. La producción de estas sustancias se puede modificar por la microbiota, y viceversa.

Por ejemplo, se sabe que la sustancia P aumenta en el colon cuando se dan antibióticos, y que la administración de L. paracasei atenúa ese incremento.

El CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina), que tiene un rol central en las crisis de migraña, se ha visto que altera la secreción ácida del estómago e inhibe la producción de enzimas pancreáticas.

En cuanto a la vía del triptófano, la quinurenina y la neurotransmisión serotoninérgica, se sabe que hay alteraciones en su funcionamiento en muchos trastornos del eje intestino-cerebro, y parece que en la migraña también ocurre.

SCFA

Se considera que hay factores nutricionales y metabolómicos con impacto en la migraña.

Por ejemplo, la disbiosis altera la producción de SCFA (ácidos grasos de cadena corta) como el butirato, que tiene efectos neuroprotectores y neurotróficos. Además, ejerce una acción antiinflamatoria en el cerebro contra los efectos del LPS (una endotoxina de bacterias “malas”). Tomar prebióticos y bifidobacterias puede ayudar a restaurar la función de las bacterias productoras de butirato.

Relación con s í ntomas   y patolog í as digestivas

En las personas migrañosas es relativamente frecuente que haya síntomas digestivos tanto durante las crisis como entre ellas: diarrea o estreñimiento, dispepsia, reflujo,…

Adicionalmente, patologías como la infección por el Helicobacter pylori, la enfermedad inflamatoria intestinal, la celiaquía (de la que hablaba en uno de los vídeos de Instagram) o el “síndrome de intestino irritable” se han asociado con la migraña.

Cuida tu intestino para mejorar tus migrañ as

Entonces, ¿qué puede hacer una persona con migrañas para mejorar el estado de su intestino y su microbiota?:

1. Como decía en mi vídeo, es FUNDAMENTAL descartar la celiaquía. Y si se tiene celiaquía o sensibilidad al gluten no celíaca, realizar una dieta sin gluten estricta. En las personas migrañosas además la caseína de los lácteos puede ser especialmente perjudicial.

Incluso, aunque el estudio de celiaquía sea negativo, se debería casi con toda seguridad realizar una prueba de dieta sin gluten de al menos 6 meses. Claro, dentro de una estrategia de alimentación como la que comento a continuación, no con productos procesados y ultraprocesados sin gluten). Pero recuerda siempre realizar primero el estudio diagnóstico y consultar con un profesional actualizado. Puedes escuchar la entrevista que me realiza Lorena Pérez de Celicidad sobre este tema.

2. La alimentación debe ser prebiótica y antiinflamatoria. En el vídeo sobre la energía cerebral comentaba que la dieta cetogénica puede ser muy interesante en las personas con migrañas. Si tienes migrañas recurrentes, puede ser conveniente buscar a un profesional actualizado que te ayude a diseñar la estrategia de alimentación más adecuada para tu caso.

Es muy importante sobre todo evitar el azúcar en sus muchas formas y priorizar los hidratos de carbono que dan de comer a las bacterias: son los MACs o carbohidratos accesibles para la microbiota, AK “fibra”. Es decir: verdura, fruta con cierta moderación, almidón resistente… Esto, dependiendo de si la estrategia es cetogénica o no. En general, es preferible una estrategia tendente a low carb por lo que comentaba en el vídeo sobre la energía.

Las grasas tienen que ser “buenas”: es decir, alimentos marinos, frutos secos enteros, aguacate, aceite de oliva, aceite de coco, ghee, mantequilla ecológica… Se debe evitar todo tipo de aceites vegetales con exceso de omega 6 (que es proinflamatorio cuando hay déficit de omega 3, como suele ser el caso en nuestra sociedad).

3. Ya hay estudios con probióticos que han demostrado mejorar las migrañas. Recuerda que la estrategia de microbioterapia debe ser individualizada teniendo en cuenta también los síntomas digestivos. No es conveniente tomar cualquier producto sin saber qué cepas son y para qué se toman. Como haya una disbiosis intensa de intestino delgado (lo que se suele llamar SIBO), tomar según qué cepas de inicio puede sentar regular.

4. Además, se debería individualizar el resto de suplementación. Son importantes la vitamina D3 (según niveles), el magnesio (interesante sobre todo el treonato porque pasa la barrera hematoencefálica), los omega 3…

5. El movimiento (ejercicio físico y evitar sedestaciones prolongadas), la regulación de los ritmos circadianos y las estrategias de control del estrés crónico también forman parte del cuidado del intestino, la microbiota y el resto del organismo.

Por supuesto, además se pueden hacer más cosas, como por ejemplo:

Acudir a un fisioterapeuta/osteópata para complementar el tratamiento.Recurrir a la neuropedagogía para desaprender la migraña como la que propone el doctor Arturo Goicoechea en su libro Desaprender la migraña.Solucionar problemas de desequilibrio en los aminoácidos precursores de neurotransmisores, las disfunciones hepáticas u hormonales, etc.No está de más asegurarse de que de verdad es una migraña. Hay dolores derivados de disfunciones de la ATM que a veces se pueden confundir. Otras veces, hay un componente de cefalea tensional.

Con un enfoque personalizado para lograr una salud 360º se pueden mejorar la migrañas y otras muchas patologías y disfunciones.

Dra. Sari Arponen

Doctora, docente y escritora

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“Todo holobionte puede proponerse tener un microbioma saludable.”

Sari Arponen

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Published on January 31, 2021 12:11

Intestino, microbiota y migrañas

Eje intestino – cerebro y migrañas

En mi Instagram realicé una serie de vídeos sobre ciertos aspectos de la fisiopatología de la migraña, además de comentar las ventajas evolutivas de tener un cerebro tendente a las migrañas. Me faltó por contar la relación entre la microbiota intestinal y la migraña.

El eje intestino – cerebro es muy conocido y está en boca de todos. Así, no es extraño que también en las migrañas el estado del intestino y de la microbiota tenga un papel. Aquí te resumo lo que se cuenta en un artículo de febrero del año pasado sobre este tema en el Journal of Headache and Pain (Arzani et al.). Si te apetece profundizar en este tema, te recomiendo su lectura completa.

Aquí me centro en la microbiota intestinal, pero la oral también puede influir en la fisiopatología de la migraña. Puedes leer sobre cómo cuidar de la microbiota oral en mi artículo sobre ella.

La inflamación en la migraña y el papel de la microbiota intestinal

Las citoquinas proinflamatorias como la IL-1beta, la IL-6, la IL-8 y el TNF-alfa se han implicado en el dolor de cabeza migrañoso. Son sustancias del sistema inmunitario que señalizan de una manera que fomenta la inflamación. Se sabe que aumentan durante los ataques de migraña. También a nivel intestinal estas citoquinas producen estimulación de los nervios aferentes (los que recogen la información para llevarla al cerebro) e inducen dolor visceral (vaya, dolor de tripas!).

¿Y qué sucede?: pues que la disbiosis puede hacer que se estimule la producción de estas citoquinas proinflamatorias, por un lado. Por otro, el sistema nervioso también puede modular a la microbiota por la influencia que ejerce sobre el intestino por el sistema nervioso autónomo (simpático y parasimpático). Así, también los factores estresantes tanto físicos como psicológicos pueden fomentar la aparición de alteraciones a nivel intestinal, tanto en forma de disbiosis como de inflamación con producción de esas citoquinas.

Por si fuera poco, la disbiosis y la inflamación contribuyen al aumento de permeabilidad intestinal (que también se genera por el estrés), con una consecuente endotoxemia. Todo esto contribuye a una mayor activación del eje HPA (el que lleva a la producción de cortisol) de forma crónica y excesiva, lo que aumenta la susceptibilidad a todo tipo de trastornos inflamatorios. Y por supuesto, la neuroinflamación también aparece, y al final, la sensibilización central.

Sustancias neuroactivas, intestino y migrañas

Sustancias como el CGRP, la sustancia P, el VIP o el neuropéptido Y, junto a la señalización glutamaérgica, serotoninérgica, dopaminérgia y GABAérgica también se relacionan con las alteraciones del eje intestino – cerebro en las personas con migraña. La producción de estas sustancias se puede modificar por la microbiota, y viceversa.

Por ejemplo, se sabe que la sustancia P aumenta en el colon cuando se dan antibióticos, y que la administración de L. paracasei atenúa ese incremento.

El CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina), que tiene un rol central en las crisis de migraña, se ha visto que altera la secreción ácida del estómago e inhibe la producción de enzimas pancreáticas.

En cuanto a la vía del triptófano, la quinurenina y la neurotransmisión serotoninérgica, se sabe que hay alteraciones en su funcionamiento en muchos trastornos del eje intestino-cerebro, y parece que en la migraña también ocurre.

SCFA

Se considera que hay factores nutricionales y metabolómicos con impacto en la migraña.

Por ejemplo, la disbiosis altera la producción de SCFA (ácidos grasos de cadena corta) como el butirato, que tiene efectos neuroprotectores y neurotróficos. Además, ejerce una acción antiinflamatoria en el cerebro contra los efectos del LPS (una endotoxina de bacterias “malas”). Tomar prebióticos y bifidobacterias puede ayudar a restaurar la función de las bacterias productoras de butirato.

Relación con síntomas  y patologías digestivas

En las personas migrañosas es relativamente frecuente que haya síntomas digestivos tanto durante las crisis como entre ellas: diarrea o estreñimiento, dispepsia, reflujo,…

Adicionalmente, patologías como la infección por el Helicobacter pylori, la enfermedad inflamatoria intestinal, la celiaquía (de la que hablaba en uno de los vídeos de Instagram) o el “síndrome de intestino irritable” se han asociado con la migraña.

Cuida tu intestino para mejorar tus migrañas

Entonces, ¿qué puede hacer una persona con migrañas para mejorar el estado de su intestino y su microbiota?:

1. Como decía en mi vídeo, es FUNDAMENTAL descartar la celiaquía. Y si se tiene celiaquía o sensibilidad al gluten no celíaca, realizar una dieta sin gluten estricta. En las personas migrañosas además la caseína de los lácteos puede ser especialmente perjudicial.

Incluso, aunque el estudio de celiaquía sea negativo, se debería casi con toda seguridad realizar una prueba de dieta sin gluten de al menos 6 meses. Claro, dentro de una estrategia de alimentación como la que comento a continuación, no con productos procesados y ultraprocesados sin gluten). Pero recuerda siempre realizar primero el estudio diagnóstico y consultar con un profesional actualizado. Puedes escuchar la entrevista que me realiza Lorena Pérez de Celicidad sobre este tema.

2. La alimentación debe ser prebiótica y antiinflamatoria. En el vídeo sobre la energía cerebral comentaba que la dieta cetogénica puede ser muy interesante en las personas con migrañas. Si tienes migrañas recurrentes, puede ser conveniente buscar a un profesional actualizado que te ayude a diseñar la estrategia de alimentación más adecuada para tu caso.

Es muy importante sobre todo evitar el azúcar en sus muchas formas y priorizar los hidratos de carbono que dan de comer a las bacterias: son los MACs o carbohidratos accesibles para la microbiota, AK “fibra”. Es decir: verdura, fruta con cierta moderación, almidón resistente… Esto, dependiendo de si la estrategia es cetogénica o no. En general, es preferible una estrategia tendente a low carb por lo que comentaba en el vídeo sobre la energía.

Las grasas tienen que ser “buenas”: es decir, alimentos marinos, frutos secos enteros, aguacate, aceite de oliva, aceite de coco, ghee, mantequilla ecológica… Se debe evitar todo tipo de aceites vegetales con exceso de omega 6 (que es proinflamatorio cuando hay déficit de omega 3, como suele ser el caso en nuestra sociedad).

3. Ya hay estudios con probióticos que han demostrado mejorar las migrañas. Recuerda que la estrategia de microbioterapia debe ser individualizada teniendo en cuenta también los síntomas digestivos. No es conveniente tomar cualquier producto sin saber qué cepas son y para qué se toman. Como haya una disbiosis intensa de intestino delgado (lo que se suele llamar SIBO), tomar según qué cepas de inicio puede sentar regular.

4. Además, se debería individualizar el resto de suplementación. Son importantes la vitamina D3 (según niveles), el magnesio (interesante sobre todo el treonato porque pasa la barrera hematoencefálica), los omega 3…

5. El movimiento (ejercicio físico y evitar sedestaciones prolongadas), la regulación de los ritmos circadianos y las estrategias de control del estrés crónico también forman parte del cuidado del intestino, la microbiota y el resto del organismo.

Por supuesto, además se pueden hacer más cosas, como por ejemplo:

-Acudir a un fisioterapeuta/osteópata para complementar el tratamiento

-Recurrir a la neuropedagogía para desaprender la migraña como la que propone el doctor Arturo Goicoechea en su libro Desaprender la migraña.

-Solucionar problemas de desequilibrio en los aminoácidos precursores de neurotransmisores, las disfunciones hepáticas u hormonales, etc.

-No está de más asegurarse de que de verdad es una migraña. Hay dolores derivados de disfunciones de la ATM que a veces se pueden confundir. Otras veces, hay un componente de cefalea tensional.

Con un enfoque personalizado para lograr una salud 360º se pueden mejorar la migrañas y otras muchas patologías y disfunciones.

 

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Published on January 31, 2021 03:12

January 26, 2021

Cuídate la boca y su microbiota

La salud de la boca es básica para tu bienestar

Todo el mundo habla de la microbiota intestinal. ¡O al menos, da esa impresión! Y eso es fenomenal: se le debe dar la importancia que tiene en nuestra salud. Tiene múltiples funciones y se ve influída por lo que comemos, los fármacos que tomamos, el estrés, la actividad física, los ritmos circadianos…

Sin embargo, se habla mucho menos de la microbiota oral. Es curioso que, con lo importante que es la salud de la boca, no se le preste demasiada atención. En España hay millones de personas con enfermedad periodontal y caries. El tabaco, el alcohol, la diabetes, la obesidad, ciertos factores hormonales, la genética… (y por supuesto la mala alimentación y el estrés, también) son factores de riesgo para las enfermedades periodontales.

Aunque yo sea internista, he tenido ocasión de revisar muchas veces el tema de la salud y la microbiota oral, y la influencia que tienen en la salud de todo el cuerpo. Si te interesa mucho este tema, puedes leer el artículo de revisión que escribí para Dentista Moderno. En Slow Medicine Revolution entrevistamos además al Dr José Luis de la Hoz para hablar específicamente sobre la boca y sus cuidados. Desde luego, yo a mis pacientes les miro la boca o les pregunto por su estado si la consulta es a distancia: si sangran las encías, cuándo han ido al dentista por última vez, si tienen bruxismo, si llevan amalgamas…

Además de bacterias, en la boca también hay hongos, arqueas y virus; incluso, algún protozoo (aunque parece que éstos suelen ser más bien fastidiosos en la boca). Incluso ya se habla de dos tipos de personas según el perfil de hongos que predominen en su boca.

¿Qué hace la microbiota oral?

Aún hay gente que piensa que “todas las bacterias de la boca son malas”. Es un error. Una microbiota oral saludable cumple muchísimas funciones como:

-Evitar que las bacterias “malas” puedan proliferar y generar problemas como la caries o la patología periodontal.

-Contribuye al inicio de la digestión de los alimentos.

-Mucha gente no lo sabe, pero hay alimentos que contienen nitratos. Ciertas bacterias los transforman en nitrito y éste pasa a óxido nítrico. Son sustancias importantes con propiedades antiinfecciosas y antiinflamatorias. Además, el óxido nítrico es importante para la salud cardiovascular.

-El funcionamiento normal de la mucosa oral y del sistema inmunitario también depende de la microbiota oral.

La disbiosis o desequilibrio de la microbiota oral es el camino a la caries o enfermedades periodontal. De aquí se pasa al “leaky mouth” y la contribución a diversas patologías sistémicas por la aparición de la inflamación crónica de bajo grado y la endotoxemia. Alzheimer, psoriasis, infartos, diabetes, ciertos tumores, problemas en el embarazo, artritis reumatoide… son sólo algunas de las situaciones en las que el cuidado de la boca es FUNDAMENTAL: se ha relacionado la presencia de ciertas especies de bacterias patógenas en la boca con la fisiopatología de todas ellas (y otras enfermedades).

Son especialmente «malas» (patógenas):

-En la disbiosis cariogénica: Streptococcus mutans y Propionibacterium acidifaciens, junto a especies de Veillonella, Actinomyces, además de especies cariogénicas de Lactobacillus (también hay Lactobacillus «buenos»!).

-En la disbiosis de la patología periodontal: Porphyromonas gingivalis, Aggregatibacter actinomycetemcomitans, Prevotella intermedia, Treponema denticola, T. forsythia, Fusobacterium nucleatum y Campylobacter rectus

Además, ya se sabe que los microorganismos de la boca pueden llegar al intestino, sobre todo si hay hipoclorhidria, por ejemplo. Hay personas que tienen disbiosis intestinal (incluso SIBO) de origen oral! He tenido pacientes cuyo problema principal para sus problemas digestivos venía de la boca. El problema es que muchas veces no hay ningún síntoma local a nivel oral y se tarda mucho en solucionar el problema si no se va al dentista a las revisiones.

¿Cómo nos debemos cuidar la boca?

-La alimentación debe ser prebiótica y antiinflamatoria. No se debe comer entre horas. Hay que huir de las bebidas azucaradas o con burbujas. Es conveniente comer texturas duras también, para darle trabajo a los músculos de la cara. Por cierto, esto no es solo para la boca, sino en general: es conveniente masticar cada comida al menos 30 veces para hacer bien la digestión.

-Ya sabes que la higiene de la boca es importante: desde el oil pulling con aceite de coco hasta el cepilla de los dientes pasando por la sede o los cepillos interproximales. Evita los colutorios comerciales; úsalos sólo si tu dentista te los indica. El aceite de coco en cambio es beneficioso para tu microbiota oral. Además de usarse en el ayurveda, tiene evidencia científica sobre sus beneficios en la microbiota oral.

-La visita regular al profesional de la salud oral en prevención te puede evitar muchos disgustos.

-Hay probióticos específicos que apoyan la salud oral.

-Como en otras situaciones, puede ser en ocasiones necesaria alguna suplementación como la vitamina D, la C, los omega 3… todo esto, bajo la guía de un profesional actualizado.

-Lo voy a escribir aunque me parece tan obvio que casi me da vergüenza: el tabaco es una de las peores cosas para la salud; también, para la salud de la boca.

-La respiración debe ser nasal: respirar por la boca altera la producción de la saliva y la composición de la microbiota de la boca. En esta época de mascarillas esto es especialmente importante. Los dentistas ya hablan del mask mouth, la «boca de mascarilla»: han visto aumentar la incidencia de caries, enfermedad periodontal y patología cutánea y mucosa oral y perioral por el uso masivo de las mascarillas. Esto es un problema sobre todo cuando no se cambian con la frecuencia adecuada.

-El estrés es muy pernicioso para la microbiota, ¡también para la de la boca! El predominio del tono simpático y la falta de tono parasimpático altera la composición de la saliva de una forma desfavorable.

-Si tienes problemas de bruxismo, dolor orofacial, mala función de la articulación temporo-mandibular… busca ayuda. Hay profesionales muy formados en todos estos problemas. ¿Sabías que los dolores de cabeza pueden tener que ver con la mordida o problemas orales y de la ATM?

Ah, por cierto… si tienes pareja, que también se cuide la boca! Si no, tus esfuerzos pueden ser en balde… porque con la pareja compartimos de todo, y esto incluye la microbiota.

Cuidados de la boca

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Published on January 26, 2021 13:51

Cuídate la boca y su microbiota

La salud de la boca es b á sica para tu bienestar

Todo el mundo habla de la microbiota intestinal. ¡O al menos, da esa impresión! Y eso es fenomenal: se le debe dar la importancia que tiene en nuestra salud. Tiene múltiples funciones y se ve influída por lo que comemos, los fármacos que tomamos, el estrés, la actividad física, los ritmos circadianos…

Sin embargo, se habla mucho menos de la microbiota oral. Es curioso que, con lo importante que es la salud de la boca, no se le preste demasiada atención. En España hay millones de personas con enfermedad periodontal y caries. El tabaco, el alcohol, la diabetes, la obesidad, ciertos factores hormonales, la genética… (y por supuesto la mala alimentación y el estrés, también) son factores de riesgo para las enfermedades periodontales.

Aunque yo sea internista, he tenido ocasión de revisar muchas veces el tema de la salud y la microbiota oral, y la influencia que tienen en la salud de todo el cuerpo. Si te interesa mucho este tema, puedes leer el artículo de revisión que escribí para Dentista Moderno. En Slow Medicine Revolution entrevistamos además al Dr José Luis de la Hoz para hablar específicamente sobre la boca y sus cuidados. Desde luego, yo a mis pacientes les miro la boca o les pregunto por su estado si la consulta es a distancia: si sangran las encías, cuándo han ido al dentista por última vez, si tienen bruxismo, si llevan amalgamas…

Además de bacterias, en la boca también hay hongos, arqueas y virus; incluso, algún protozoo (aunque parece que éstos suelen ser más bien fastidiosos en la boca). Incluso ya se habla de dos tipos de personas según el perfil de hongos que predominen en su boca.

¿ Qu é hace la microbiota oral?

Aún hay gente que piensa que “todas las bacterias de la boca son malas”. Es un error. Una microbiota oral saludable cumple muchísimas funciones como:

Evitar que las bacterias “malas” puedan proliferar y generar problemas como la caries o la patología periodontal.Contribuye al inicio de la digestión de los alimentos.Mucha gente no lo sabe, pero hay alimentos que contienen nitratos. Ciertas bacterias los transforman en nitrito y éste pasa a óxido nítrico. Son sustancias importantes con propiedades antiinfecciosas y antiinflamatorias. Además, el óxido nítrico es importante para la salud cardiovascular.El funcionamiento normal de la mucosa oral y del sistema inmunitario también depende de la microbiota oral.

La disbiosis o desequilibrio de la microbiota oral es el camino a la caries o enfermedades periodontal. De aquí se pasa al “leaky mouth” y la contribución a diversas patologías sistémicas por la aparición de la inflamación crónica de bajo grado y la endotoxemia. Alzheimer, psoriasis, infartos, diabetes, ciertos tumores, problemas en el embarazo, artritis reumatoide… son sólo algunas de las situaciones en las que el cuidado de la boca es FUNDAMENTAL: se ha relacionado la presencia de ciertas especies de bacterias patógenas en la boca con la fisiopatología de todas ellas (y otras enfermedades).

Son especialmente «malas» (patógenas):

En la disbiosis cariogénica: Streptococcus mutans y Propionibacterium acidifaciens, junto a especies de Veillonella, Actinomyces, además de especies cariogénicas de Lactobacillus (también hay Lactobacillus «buenos»!).

En la disbiosis de la patología periodontal: Porphyromonas gingivalis, Aggregatibacter actinomycetemcomitans, Prevotella intermedia, Treponema denticola, T. forsythia, Fusobacterium nucleatum y Campylobacter rectus.

Además, ya se sabe que los microorganismos de la boca pueden llegar al intestino, sobre todo si hay hipoclorhidria, por ejemplo. Hay personas que tienen disbiosis intestinal (incluso SIBO) de origen oral! He tenido pacientes cuyo problema principal para sus problemas digestivos venía de la boca. El problema es que muchas veces no hay ningún síntoma local a nivel oral y se tarda mucho en solucionar el problema si no se va al dentista a las revisiones.

¿ C ómo nos debemos cuidar la boca?

La alimentación debe ser prebiótica y antiinflamatoria. No se debe comer entre horas. Hay que huir de las bebidas azucaradas o con burbujas. Es conveniente comer texturas duras también, para darle trabajo a los músculos de la cara. Por cierto, esto no es solo para la boca, sino en general: es conveniente masticar cada comida al menos 30 veces para hacer bien la digestión.

Ya sabes que la higiene de la boca es importante: desde el oil pulling con aceite de coco hasta el cepilla de los dientes pasando por la sede o los cepillos interproximales. Evita los colutorios comerciales; úsalos sólo si tu dentista te los indica. El aceite de coco en cambio es beneficioso para tu microbiota oral. Además de usarse en el ayurveda, tiene evidencia científica sobre sus beneficios en la microbiota oral.

La visita regular al profesional de la salud oral en prevención te puede evitar muchos disgustos.

Hay probióticos específicos que apoyan la salud oral.

Como en otras situaciones, puede ser en ocasiones necesaria alguna suplementación como la vitamina D, la C, los omega 3… todo esto, bajo la guía de un profesional actualizado.

Lo voy a escribir aunque me parece tan obvio que casi me da vergüenza: el tabaco es una de las peores cosas para la salud; también, para la salud de la boca.

La respiración debe ser nasal: respirar por la boca altera la producción de la saliva y la composición de la microbiota de la boca. En esta época de mascarillas esto es especialmente importante. Los dentistas ya hablan del mask mouth, la «boca de mascarilla»: han visto aumentar la incidencia de caries, enfermedad periodontal y patología cutánea y mucosa oral y perioral por el uso masivo de las mascarillas. Esto es un problema sobre todo cuando no se cambian con la frecuencia adecuada.

El estrés es muy pernicioso para la microbiota, ¡también para la de la boca! El predominio del tono simpático y la falta de tono parasimpático altera la composición de la saliva de una forma desfavorable.

Si tienes problemas de bruxismo, dolor orofacial, mala función de la articulación temporo-mandibular… busca ayuda. Hay profesionales muy formados en todos estos problemas. ¿Sabías que los dolores de cabeza pueden tener que ver con la mordida o problemas orales y de la ATM?

Ah, por cierto… si tienes pareja, que también se cuide la boca! Si no, tus esfuerzos pueden ser en balde… porque con la pareja compartimos de todo, y esto incluye la microbiota.

Dra. Sari Arponen

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24 de mayo de 2020


Cuando el tsunami del COVID19 estaba a punto de barrernos, escribí este artículo sobre microbiota, probióticos y algunas estrategias de suplementación...
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Nutrición y microbiota en COVID-19



Microbiota


Nutrición y microbiota en COVID-19



11 de marzo de 2020


Introducción al COVID-19 y a su relación con la microbiota En estos primeros meses del 2020, marcados por la epidemia...
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Guerra a la grasa: el día de la marmota



PNI Reflexiones


Guerra a la grasa: el día de la marmota



16 de septiembre de 2019


De la ciencia a la prensa generalista: estudios en ratones e inferencias falaces Esta mañana me pasan un artículo de...
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Yo soy yo, mis circunstancias y mi microbiota



Colaboraciones Microbiota Reflexiones


Yo soy yo, mis circunstancias y mi microbiota



11 de septiembre de 2019


Antes de que acabara el curso pasado se publicaron algunos artículos en el blog de Nutribiótica que no llegué a...
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Entrevista con Marcos Vázquez sobre Medicina Evolucionista



Colaboraciones


Entrevista con Marcos Vázquez sobre Medicina Evolucionista



27 de mayo de 2019


Recientemente conversamos con Marcos Vázquez de Fitness Revolucionario sobre Medicina Evolucionista, y la influencia del ambiente y el estilo de vida sobre los...
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La PNI clínica, ¿qué es?



PNI


La PNI clínica, ¿qué es?



21 de febrero de 2019


¿Qué es la PNIc, la PsicoNeuroInmunología Clínica? Lo que escribo hoy quizá no sea lo mismo que hubiera escrito hace...
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Entrevista sobre Microbiota en Julia en la Onda



Colaboraciones Microbiota


Entrevista sobre Microbiota en Julia en la Onda



20 de febrero de 2019


«JELO» es un programa que escucho bastante, sobre todo si me toca coger el coche a las horas en que...
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LDN: ¿qué es la Naltrexona a dosis baja?



Sin categoría


LDN: ¿qué es la Naltrexona a dosis baja?



17 de enero de 2019


La Naltrexona es un fármaco que se desarrolló inicialmente para su uso a dosis de entre 50 y 300 mg...
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«Tus pruebas están bien»



Reflexiones


«Tus pruebas están bien»



10 de enero de 2019


¿Cuántas veces escucharán eso los pacientes? Cuando una persona se encuentra mal y va al médico, con frecuencia se piden...
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Salud del viajero



Colaboraciones


Salud del viajero



2 de enero de 2019


Al final de la residencia de Medicina Interna fui un par de meses a rotar al Hospital Carlos III. Después...
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Infecciones y más



Colaboraciones


Infecciones y más



1 de diciembre de 2018


Desde hace un par de años colaboro con el portal Webconsultas con algunos artículos divulgativos sobre temas de salud. La...
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Entrevista sobre Microbioma en «Alimento y salud» de RTVE



Colaboraciones


Entrevista sobre Microbioma en «Alimento y salud» de RTVE



7 de noviembre de 2018


La microbiota es algo sobre lo que podría hablar horas y horas. La mayoría de las veces no tengo tanto...
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Empoderamiento en salud



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Empoderamiento en salud



2 de noviembre de 2018


El 20 de octubre de 2017 se celebró la primera edición de los IEP Talks, que por cierto vamos a...
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Entrevista con Pablo Martínez-Arroyo del IEP



Colaboraciones


Entrevista con Pablo Martínez-Arroyo del IEP



15 de octubre de 2018


Cuando acabé el primer curso del Máster en Psiconeuroinmunología Clínica de Natura Foundation di una sesión introductoria para algunos compañeros del...
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Published on January 26, 2021 12:18

January 3, 2021

Recetas de Navidad fino-hispanas

Lo de fino no es que sean recetas finas 🙂 Sino que como finlandesa en España, intento recrear sabores navideños de la infancia y a la vez hacerlas más saludables. Se pueden hacer en otra época del año, claro 🙂

Huelga decir que este tipo de recetas son calóricas e hiperpalatables, aunque sean más saludables que las recetas “normales”. No se trata de comer estas cosas todos los días. Sí son una forma de tomar un postre o un dulce especial en una época en la que se estilan este tipo de elaboraciones.

Por otro lado, la prohibición absoluta de este tipo de sabores y productos puede ser frustrante, sobre todo en una casa con niños. Cocinar juntos en casa en ocasiones especiales es una manera estupenda de enseñar a los niños a saber lo que comen y a apreciar los sabores reales de la comida de casa.

Recuerda que tienes otras recetas (de desayunos sin gluten ni lácteos) si te suscribes a Slow Medicine Revolution, el proyecto que inauguramos a finales de año las doctoras África Villarroel, Susan Judas y yo misma (es una buena época además para escuchar nuestro podcast).

TARTA DE MANZANA SALUDABLE DE MI SUEGRA ALISTANA (publicada con su permiso)Ingredientes

-6-8 manzanas cortadas en láminas

-Almendra rallada (150 g aprox)

-9-10 huevos

-Canela

Instrucciones

Se dispone una primera capa de láminas de manzana en círculos concéntricos en un molde redondo bajo (puedes hacerlo en otro molde, claro!). Se cubre con una capa fina de almendra rallada y luego de huevo batido. Repite otra o dos capas más de cada cosa (depende de la altura del molde). Espolvorea canela por encima (y si quieres, unas lascas de mantequilla de forma opcional).

No digo cantidades exactas porque es personalizable y depende del tamaño de las manzanas y del molde. Ponle que sean 6-8 manzanas. La almendra rallada, entre 150 y 300 gramos.

Introdúcelo en el horno a 180-200ºC, entre 30 y 45 minutos. (Depende del horno.)

GALLETAS DE JENGIBRE DE TRIGO SARRACENO

Estas galletas en finés se llaman “piparkakut” o “piparit”, y además de jengibre llevan otras especias. Ten en cuenta que es conveniente hacer la masa el día de antes de elaborar las galletas.

Ingredientes

-150 g de mantequilla

-1 dl de azúcar de coco (la receta original además lleva 1 dl de melaza o sirope)

-Especias: yo he utilizado una premezcla especial, pero si no la tienes, son:

·2 cucharadas de té (de las pequeñas de té/café, CT) de jengibre en polvo

·2 CT de canela

·1 CT de clavo molido

·1 CT de cardamomo

(1/2 CT de pimienta de Jamaica y 1 CT de naranjo amargo en polvo, opcionales)

-2 huevos (del cero!)

-3 dl de almendra rallada/en polvo

-3.5 dl de harina de trigo sarraceno

-1.5 CT de levadura química

Instrucciones

1º Coge una cazuela pequeña e hierve juntos la mantequilla, el azúcar de coco y las especias (si añades el sirope, también), removiendo con una cuchara de madera. Ten cuidado para que no se queme. Deja que se enfríe la mezcla.

2º Cuando la mezcla esté enfriada, bate los dos huevos con ella (si lo haces con la mezcla caliente, los huevos se cuajan).

3º Mezcla la almendra rallada, la harina de trigo sarraceno y la levadura química y luego añádelos a la fracción líquida. Remueve bien hasta conseguir una masa que debes introducir en el frigorífico tapándola hasta el día siguiente.

4º Para hacer las galletas, usa un rodillo para hacer una lámina fina. Este tipo de masas son más difíciles de trabajar que las de la repostería “normal” de trigo y azúcar. Puedes usar las manos para acabar haciendo láminas más pequeñas de las que sacar las galletas con los moldes. Coloca las formas en una bandeja de horno con un papel de hornear. Mételas en el horno a 200ºC, unos 8 minutos.

ESTRELLAS FINLANDESAS DE NAVIDAD

Son un dulce típico navideño de Finlandia. Hasta ahora nunca he probado a hacer hojaldre “paleo” así que tiré de hojaldre comercial sin gluten. NO lo considero saludable (el maíz tiene un alto índice glucémico y tiene alguna grasa vegetal), pero sólo hago esta receta una vez al año. A ver si con las sugerencias que me habéis mandado algunos el año que viene me atrevo con otro tipo de hojaldre.

Son muy sencillas. Se corta el hojaldre en cuadrados y cada cuadrado en cuatro casi-medias-diagonales, como se enseña aquí. Se pueden hacer otras formas, en realidad.

En el centro se coloca un poco de relleno. El relleno clásico es ciruela pasa hervida en agua y luego triturada. En esta ocasión, utilicé 350 g de ciruelas pasas, 7 dátiles, dos puñados de pasas y 6 higos secos. Los puse en una cazuela cubiertos con agua y los llevé a hervir unos 5-10 minutos. Luego, lo trituré. (Me sobró muchísimo relleno que utilicé para hacer un bizcocho.) Una vez colocado el relleno, se doblan las puntas hacia el centro donde se juntan para darle la forma a la estrella. Luego, se pintan con un poco de huevo batido.

Luego, las estrellas se hornean a 180ºC unos 20-25 minutos (en una bandeja con papel de horno). Esto de los tiempos siempre depende del horno. La superficie del hojaldre se debe quedar daradita. En la receta original luego se decoran con azúcar glas, pero no tengo así que prescindí de él.

BIZCOCHO NAVIDEÑO “À LA SARI”

Suelo hacer la repostería con todos los ingredientes a ojo, cosa que se puede hacer con este tipo de ingredientes (es más complicado en la repostería estándar, según tengo entendido).

Como me sobró tanto relleno y venía mi hermana a comer a casa en Nochebuena, quise hacer un bizcocho que ella también pudiera comer. Mezclé:

-5 huevos.

-Media bolsa de almendra rallada (unos 75 o 100 g).

-Entre media y una bolsa de coco rallado ( unos 100 o 125 g).

-2 cucharadas grandes soperas y colmadas del relleno de las estrellas, que SUPERDULCE, no hay que echar más azúcar ni nada.

-100 g de mantequilla derretida.

-Un poco de levadura química.

-Una pizca de sal.

-En total, dos cucharadas pequeñas de la mezcla de especias de las galletas de jengibre (puedes usar sólo canela).

Lo horneé a 200ºC entre 30 y 40 minutos en un molde de silicona.

CHOCOLATE/TURRÓN CASERO

Esta receta la hago a lo largo del año si me apetece chocolate y no tengo en casa (como del 90% o como poco, del 85%, y las marcas blancas por ejemplo no me gustan nada).

Derrito aceite de coco y le añado cacao puro en polvo. Nunca calculo las proporciones, pero viene a ser 1 cucharada de aceite de coco por cada 2 cucharadas de cacao. Y luego, frutos secos variados, alguna pasa, y lo mezclo todo. En la superficie le suelo echar canela, cayena, sal o matcha (no todo junto). Si le añades una crema de fruto seco quedará más “aturronado”.

Se echa la mezcla en un molde de silicona con huecos pequeños alargados o bien en un recipiente cuadrado de cristal y se introduce en el frigorífico donde se solidificará.

La idea original la saqué de un dulce que se llama “Rocky Road”, pero esa versión original lleva MOGOLLÓN de azúcar y ésta, cero.

PASTEL CARELIANO DE BONIATO

Yo soy de una zona de Finlandia que se llama Karjala (Carelia). Ahí tenemos unas empanadas con una masa fina de centeno rellena de arroz con leche (en Finlandia no es muy dulce y se come como gachas en Navidad, con canela) o de puré de patatas. Como ahora no soy muy fan del arroz, ni de la leche, ni de la patata, pero esas empanadas me EN-CAN-TAN, ideé esta versión.

Hago una masa con 3 huevos y un par de cucharadas de harina de trigo sarraceno (en esta ocasión además usé los restos sólidos de una leche de anacardos que había hecho el día anterior) y la extiendo como una capa fina en un molde bajo redondo de silicona.

Encima, vierto el relleno: 2 boniatos grandes cocidos y triturados con mantequilla y sal, junto a 5 huevos.

Luego, lo meto en el horno unos 40-45 minutos a 180-200ºC. Cuando la superficie tiene ya algunas zona un poco tostadas, es que está hecho.

Las empanadas de Karelia se comen con mantequilla y encima queso o salmón o jamón o lo que quieras… o «munavoi»: con huevos cocidos y mantequilla (y un poco de sal) se hace una mezcla que se unta encima.

Como no como pan ni las susodichas empanadas, esta delicia casera me lo sustituye y diré que está BUE – NÍ – SI – MO.

COMENTARIO FINAL

Sé que las recetas no son muy «exactas». Soy de ésas que cocinan «a ojo», como las madres (mi madre y mi suegra al menos lo hacen así; vaya, yo también soy madre, ¿no sé si tiene que ver!). Lo cierto es que los hornos tienen su personalidad, y por lo demás recurro a ingredientes que tengo por casa y no siempre son los mismos (lo que no uso nunca es harinas con gluten ni tampoco las mezclas de harinas sin gluten, prefiero el trigo sarraceno y los frutos secos y el coco).

De todos modos, si ves alguna cosa que no queda clara en las recetas coméntamelo y lo explico mejor.

Lanzaos a cocinar, es divertido y relajante.

Feliz Año de cocina y recetas 🙂

La entrada Recetas de Navidad fino-hispanas se publicó primero en drasariarponen.com.

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Published on January 03, 2021 12:21

Recetas de Navidad fino-hispanas

Lo de fino no es que sean recetas finas 🙂 Sino que como finlandesa en España, intento recrear sabores navideños de la infancia y a la vez hacerlas más saludables. Se pueden hacer en otra época del año, claro 🙂

Huelga decir que este tipo de recetas son calóricas e hiperpalatables, aunque sean más saludables que las recetas “normales”. No se trata de comer estas cosas todos los días. Sí son una forma de tomar un postre o un dulce especial en una época en la que se estilan este tipo de elaboraciones.

Por otro lado, la prohibición absoluta de este tipo de sabores y productos puede ser frustrante, sobre todo en una casa con niños. Cocinar juntos en casa en ocasiones especiales es una manera estupenda de enseñar a los niños a saber lo que comen y a apreciar los sabores reales de la comida de casa.

Recuerda que tienes otras recetas (de desayunos sin gluten ni lácteos) si te suscribes a Slow Medicine Revolution, el proyecto que inauguramos a finales de año las doctoras África Villarroel, Susan Judas y yo misma (es una buena época además para escuchar nuestro podcast).

 

TARTA DE MANZANA SALUDABLE DE MI SUEGRA ALISTANA (publicada con su permiso)

Ingredientes

-6-8 manzanas cortadas en láminas

-Almendra rallada (150 g aprox)

-9-10 huevos

-Canela

Instrucciones

Se dispone una primera capa de láminas de manzana en círculos concéntricos en un molde redondo bajo (puedes hacerlo en otro molde, claro!). Se cubre con una capa fina de almendra rallada y luego de huevo batido. Repite otra o dos capas más de cada cosa (depende de la altura del molde). Espolvorea canela por encima (y si quieres, unas lascas de mantequilla de forma opcional).

No digo cantidades exactas porque es personalizable y depende del tamaño de las manzanas y del molde. Ponle que sean 6-8 manzanas. La almendra rallada, entre 150 y 300 gramos.

Introdúcelo en el horno a 180-200ºC, entre 30 y 45 minutos. (Depende del horno.)

GALLETAS DE JENGIBRE DE TRIGO SARRACENO

Estas galletas en finés se llaman “piparkakut” o “piparit”, y además de jengibre llevan otras especias. Ten en cuenta que es conveniente hacer la masa el día de antes de elaborar las galletas.

Ingredientes

-150 g de mantequilla

-1 dl de azúcar de coco (la receta original además lleva 1 dl de melaza o sirope)

-Especias: yo he utilizado una premezcla especial, pero si no la tienes, son:

·2 cucharadas de té (de las pequeñas de té/café, CT) de jengibre en polvo

·2 CT de canela

·1 CT de clavo molido

·1 CT de cardamomo

(1/2 CT de pimienta de Jamaica y 1 CT de naranjo amargo en polvo, opcionales)

-2 huevos (del cero!)

-3 dl de almendra rallada/en polvo

-3.5 dl de harina de trigo sarraceno

-1.5 CT de levadura química

Instrucciones

1º Coge una cazuela pequeña e hierve juntos la mantequilla, el azúcar de coco y las especias (si añades el sirope, también), removiendo con una cuchara de madera. Ten cuidado para que no se queme. Deja que se enfríe la mezcla.

2º Cuando la mezcla esté enfriada, bate los dos huevos con ella (si lo haces con la mezcla caliente, los huevos se cuajan).

3º Mezcla la almendra rallada, la harina de trigo sarraceno y la levadura química y luego añádelos a la fracción líquida. Remueve bien hasta conseguir una masa que debes introducir en el frigorífico tapándola hasta el día siguiente.

4º Para hacer las galletas, usa un rodillo para hacer una lámina fina. Este tipo de masas son más difíciles de trabajar que las de la repostería “normal” de trigo y azúcar. Puedes usar las manos para acabar haciendo láminas más pequeñas de las que sacar las galletas con los moldes. Coloca las formas en una bandeja de horno con un papel de hornear. Mételas en el horno a 200ºC, unos 8 minutos.

ESTRELLAS FINLANDESAS DE NAVIDAD

Son un dulce típico navideño de Finlandia. Hasta ahora nunca he probado a hacer hojaldre “paleo” así que tiré de hojaldre comercial sin gluten. NO lo considero saludable (el maíz tiene un alto índice glucémico y tiene alguna grasa vegetal), pero sólo hago esta receta una vez al año. A ver si con las sugerencias que me habéis mandado algunos el año que viene me atrevo con otro tipo de hojaldre.

Son muy sencillas. Se corta el hojaldre en cuadrados y cada cuadrado en cuatro casi-medias-diagonales, como se enseña aquí. Se pueden hacer otras formas, en realidad.

En el centro se coloca un poco de relleno. El relleno clásico es ciruela pasa hervida en agua y luego triturada. En esta ocasión, utilicé 350 g de ciruelas pasas, 7 dátiles, dos puñados de pasas y 6 higos secos. Los puse en una cazuela cubiertos con agua y los llevé a hervir unos 5-10 minutos. Luego, lo trituré. (Me sobró muchísimo relleno que utilicé para hacer un bizcocho.) Una vez colocado el relleno, se doblan las puntas hacia el centro donde se juntan para darle la forma a la estrella. Luego, se pintan con un poco de huevo batido.

Luego, las estrellas se hornean a 180ºC unos 20-25 minutos (en una bandeja con papel de horno). Esto de los tiempos siempre depende del horno. La superficie del hojaldre se debe quedar daradita. En la receta original luego se decoran con azúcar glas, pero no tengo así que prescindí de él.

 

BIZCOCHO NAVIDEÑO “À LA SARI”

Suelo hacer la repostería con todos los ingredientes a ojo, cosa que se puede hacer con este tipo de ingredientes (es más complicado en la repostería estándar, según tengo entendido).

Como me sobró tanto relleno y venía mi hermana a comer a casa en Nochebuena, quise hacer un bizcocho que ella también pudiera comer. Mezclé:

-5 huevos.

-Media bolsa de almendra rallada (unos 75 o 100 g).

-Entre media y una bolsa de coco rallado ( unos 100 o 125 g).

-2 cucharadas grandes soperas y colmadas del relleno de las estrellas, que SUPERDULCE, no hay que echar más azúcar ni nada.

-100 g de mantequilla derretida.

-Un poco de levadura química.

-Una pizca de sal.

-En total, dos cucharadas pequeñas de la mezcla de especias de las galletas de jengibre (puedes usar sólo canela).

Lo horneé a 200ºC entre 30 y 40 minutos en un molde de silicona.

CHOCOLATE/TURRÓN CASERO

Esta receta la hago a lo largo del año si me apetece chocolate y no tengo en casa (como del 90% o como poco, del 85%, y las marcas blancas por ejemplo no me gustan nada).

Derrito aceite de coco y le añado cacao puro en polvo. Nunca calculo las proporciones, pero viene a ser 1 cucharada de aceite de coco por cada 2 cucharadas de cacao. Y luego, frutos secos variados, alguna pasa, y lo mezclo todo. En la superficie le suelo echar canela, cayena, sal o matcha (no todo junto). Si le añades una crema de fruto seco quedará más “aturronado”.

Se echa la mezcla en un molde de silicona con huecos pequeños alargados o bien en un recipiente cuadrado de cristal y se introduce en el frigorífico donde se solidificará.

La idea original la saqué de un dulce que se llama “Rocky Road”, pero esa versión original lleva MOGOLLÓN de azúcar y ésta, cero.

 

PASTEL CARELIANO DE BONIATO

Yo soy de una zona de Finlandia que se llama Karjala (Carelia). Ahí tenemos unas empanadas con una masa fina de centeno rellena de arroz con leche (en Finlandia no es muy dulce y se come como gachas en Navidad, con canela) o de puré de patatas. Como ahora no soy muy fan del arroz, ni de la leche, ni de la patata, pero esas empanadas me EN-CAN-TAN, ideé esta versión.

Hago una masa con 3 huevos y un par de cucharadas de harina de trigo sarraceno (en esta ocasión además usé los restos sólidos de una leche de anacardos que había hecho el día anterior) y la extiendo como una capa fina en un molde bajo redondo de silicona.

Encima, vierto el relleno: 2 boniatos grandes cocidos y triturados con mantequilla y sal, junto a 5 huevos.

Luego, lo meto en el horno unos 40-45 minutos a 180-200ºC. Cuando la superficie tiene ya algunas zona un poco tostadas, es que está hecho.

Las empanadas de Karelia se comen con mantequilla y encima queso o salmón o jamón o lo que quieras… o «munavoi»: con huevos cocidos y mantequilla (y un poco de sal) se hace una mezcla que se unta encima.

Como no como pan ni las susodichas empanadas, esta delicia casera me lo sustituye y diré que está BUE – NÍ – SI – MO.

COMENTARIO FINAL

Sé que las recetas no son muy «exactas». Soy de ésas que cocinan «a ojo», como las madres (mi madre y mi suegra al menos lo hacen así; vaya, yo también soy madre, ¿no sé si tiene que ver!). Lo cierto es que los hornos tienen su personalidad, y por lo demás recurro a ingredientes que tengo por casa y no siempre son los mismos (lo que no uso nunca es harinas con gluten ni tampoco las mezclas de harinas sin gluten, prefiero el trigo sarraceno y los frutos secos y el coco).

De todos modos, si ves alguna cosa que no queda clara en las recetas coméntamelo y lo explico mejor.

Lanzaos a cocinar, es divertido y relajante.

Feliz Año de cocina y recetas 🙂

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Published on January 03, 2021 10:54

November 15, 2020

Alimentación prebiótica y antiinflamatoria

Somos lo que comemos

Para tener buena salud, la alimentación es básica.

“Somos lo que comemos”. Es una frase de Ludwig Feuerbach, un filósofo alemán del siglo XIX. Dijo: «Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores alimentos. El hombre es lo que come». A Hipócrates se le atribuye algo muy parecido: “Que el alimento sea tu medicina, y tu medicina tu alimento”, aunque hay quien dice que este padre griego de la Medicina en realidad no llegó a formular esa frase.

Por desgracia, hoy en día muchas personas comen productos que les hacen enfermar. Y no comen comida de verdad, con los múltiples micronutrientes necesarios para el adecuado funcionamiento del organismo. De hecho, hace unas semanas surgió la noticia: «La mala alimentación mata más que el tabaco» (1 de cada 5 muertes serían por este motivo; lógicamente a menudo se asocian la mala alimentación con otros factores de riesgo) – y esto se publicó en Lancet, una de las revistas científicas del campo de la biomedicina más importantes del mundo.

¿Alimentos o productos?

Así a ojímetro, el 90% de lo que se vende en un supermercado son “productos”, cosas procesadas o ultraprocesadas con código de barras. Si algo contiene más de un ingrediente, ya puede ser considerado “sospechoso”. Quizá esto sea exagerado y podamos aceptar un par de ellos. Lo que es un hecho es que cuantos más ingredientes tiene un producto, más probabilidades hay de que se haya colado M****A en el mismo. ¿Qué digo colado?; no, colado no.

Lo «malo» está ahí a propósito: azúcar a cascoporro, grasas chungas no, lo siguiente (“La naturaleza no hace grasas malas, sólo las hace el ser humano”). Y aditivos de diverso tipo: edulcorantes, emulsionantes, conservantes… No todo lo que lleva una letra “E” es “malo” per se, no. No se trata de quimiofobia porque sí. El E330 o ácido cítrico está presente en los cítricos y es inofensivo. El E-100 es curcumina, el E-101 riboflavina (una vitamina del grupo B), pero el E-102 es tartrazina o “amarillo 5”. Oigan, ¿el amarillo 5 suena a comestible? Se ha relacionado con TDAH en niños, y puede provocar alergia y urticaria y aumentar de forma excesiva la liberación de histamina. Estuvo prohibida en Austria y Reino Unido hasta que la UE dijo que qué era eso de andar prohibiendo cosas que a la industria le vienen bien.

Pero no quería meterme a hacer una revisión exhaustiva de los e-aditivos. En la página e-aditivos.com viene un listado de todos ellos con sus simbolitos de bueno, malo o malísimo.

Cómo huir de la monotonía alimentaria

Uno de los problemas de nuestra sociedad actual es que se come de forma muy monótona. Muchas personas no comen más de un par de decenas de cosas: derivados del trigo (pan, galletas, pasta, bollería variada), derivados lácteos (da igual la forma, al final es un alimento = leche), cerdo, patata, pollo, huevo, aceite de oliva, aceite de girasol, lechuga iceberg, tomate, atún de lata (y ya con eso hay quien dice que han comido pescado), maíz, arroz, manzana, plátano, naranja (en zumo, lo que hace que el consumo de fructosa se dispare). En España la situación no es tan mala como en algunos lugares de la sociedad industrializada y hay verdura y fruta variada, pescado, marisco… Aunque no todo el mundo tiene acceso a productos frescos de calidad.

En cualquier caso, el día típico de mucha gente empieza con unos cereales o pan con leche (y zumo); al mediodía, puede caer un bocadillito, quizá una fruta. Para comer, suele haber como acompañamiento pan, y los postres a menudo son lácteos. Merienda: más pan o galletas o bollería, o un lácteo hiperazucarado, y de cena unos palitos de merluza rebozados. No es que todo el mundo coma así, pero… si se hace una lista de los ALIMENTOS distintos que se comen en un día, ¿llegarían a superar los 20 o 40? Nuestros ancestros del Paleolítico comían de lo que había y según las estaciones. Hasta 3000 plantas y bichos diferentes.

¿120 alimentos distintos?

Yo he hecho la prueba de huir de la monotonía: nos la pusieron de tarea en el primer seminario de PNI al que asistí hace casi 3 años (fue ese Dr Leo Pruimboom que nos puso a los compañeros y a mí la cabeza del revés). Comer durante 10 días 120 alimentos distintos. Me senté en el ordenador y me hice una hoja de cálculo con listas de alimentos. Además, se trataba de hacer una pauta de alimentación evolutiva que no incluyera cereales, lácteos, carne de mamíferos, legumbres ni patatas. Esto implica restringir en realidad muy pocas cosas de ciertos productos de consumo más habitual: trigo, leche, cerdo, ternera, lentejas, garbanzos, guisantes, patata. Para mí no fue muy difícil en cuanto a no tomar alguna cosa porque llevaba muchos años haciendo cambios en mi alimentación, hacia una tendencia tipo paleo. (Lo de la carne de mamíferos y el Neu5Gc reconozco que fue un poco traumático pero ya pasó.)

Afortunadamente las especias también contaban y pude hacer un primer listado de no ya 120, sino 140 alimentos. Eso sí, cuando iba por los 80 ya me costaba. Fue difícil. Me parece un ejercicio interesante para cualquiera que quiera hacer cambios positivos en su alimentación. Anotar TODOS los alimentos distintos que se comen en una semana, por ejemplo (debería ser sin hacer trampa: es decir, “no vale” modificar la conducta y empezar a variar la alimentación por el hecho de observarla). Y luego, hacer ese listado de 140 o más alimentos y comerlos de forma rotativa en 10 días o 2 semanas. No significa no aprovechar las sobras, claro.

Incluir setas, algas, especias e hierbas, verduras de todos los tipos, lo hace posible. ¿Y para qué sirve? Para conseguir más micronutrientes y evitar la ingesta excesiva de alimentos de baja densidad nutricional. Comer trigo 3-4-5 veces al día y lácteos ídem no es muy buena idea para nadie, al menos si hablamos de alimentación saludable. En otra entrada (o múltiples) podremos centrarnos más en el tema del gluten/cereales y la caseína/lácteos (no solo caseína, también están la butirofilina o el miRNA 148).

¿Qué pasa con las legumbres?

Hay personas que huyen mucho de las legumbres porque les sientan muy mal, o por los antinutrientes o lectinas que pueden contener. Lo cierto es que pueden formar parte de una alimentación variada en el seno de la dieta pescomediterránea, por ejemplo. Cuando se remojan y cuecen de forma prolongada, estas sustancias se inactivan en gran parte. Incluso, si permanece una pequeña cantidad, pueden llegar a ser horméticas. Otras técnicas ancestales son la germinación y la fermentación.

¿Veredicto?: si te sientan bien y te gustan, incorporarlas a la alimentación alguna/s veces en semana da variedad «plant-based» a tu ingesta proteica. Además, tienen un tipo de MACs (hidratos de carbono accesibles a la microbiota) que nutren a tu microbiota. Claro, de ahí también los a veces excesivos gases que pueden generar.

Si tienes alguna patología específica y ves que te sientan muy mal, no estás, por supuesto, «obligado» a comerlas! Si el malestar es sobre todo digestivo, habría que ver por qué no te caen bien. Por otro lado, en algunas patologías puede ser que lleguen a ser algo problemáticas. Por ejemplo, hay personas con ciertas condiciones inflamatorias o autoinmunes crónicas que no las toleran. En estas situaciones, tras una fase inicial de nutrición personalizada, puede que las lleguen a incorporar posteriormente en algún momento de forma ocasional.

En este fantástico artículo Marcos Vázquez de Fitness Revolucionario repasa más aspectos sobre las legumbres. La flexibilidad en la alimentación sin caer en embudos alimentarios sería la situación ideal, sobre todo en personas sanas. En personas con patologías, la individualización es la clave. Ni las legumbres son un superalimento que sea necesario consumir a diario por todo el mundo, ni tampoco el villano universal que consideran algunos.

Más allá de estas consideraciones, la libertad individual de las personas informadas está por encima de imposiciones que a menudo tienen más de ideología que de otra cosa.

Nuestra microbiota también necesita nutrirse

Y es que no solo nuestro cuerpo mamífero necesita variedad de alimentos. Nuestra MICROBIOTA sobre todo necesita MUCHA variedad de alimentos: fibra celular y soluble, polifenoles, ácidos grasos omega 3… ¿les damos a nuestros bichos todo lo que precisan para estar bien?

Hoy en día, en cualquier persona que quiera mantener la salud o mejorar un proceso patológico necesita un consejo específico en lo que se refiere a la alimentación. NO da igual lo que se come si se tiene artritis reumatoide, tiroiditis de Hashimoto, esclerosis múltiple o una espondiloartropatía. Por suerte, cada vez va habiendo más información al respecto sobre todo en formato divulgativo, por mucho que se empeñen algunos en decir que “no hay evidencia”. Claro, porque la alimentación y su impacto sobre la salud no se puede analizar de una forma lineal. Forzosamente es un asunto complicado por las múltiples sustancias que tiene un alimento. Pero, si una aspirina hace múltiples efectos sobre el organismo, ¿por qué iba a ser descabellado pensar que un alimento puede contener sustancias con efectos beneficiosos o perjudiciales sobre el cuerpo?

Sobre este tema escribí un minilibro que se llama “Alimentación prebiótica y antiinflamatoria” en colaboración con Nutribiótica. Ahora, lo tienes disponible aquí en mi web si te suscribes a mi newsletter. Evidentemente es algo introductorio, y para casos particulares lo adecuado es contar con un asesoramiento por parte de un profesional actualizado.

¿Una utopía?

Lo ideal sería que un médico actualizado pudiera trabajar en colaboración con un dietista o un nutricionista actualizado para individualizar las pautas de alimentación para un paciente concreto. Por desgracia esto no siempre es posible – ¿o debería decir «casi nunca»? Yo soy médico, y aunque tenga un título de experto en nutrición, no me dedico a hacer “dietas. Aun así, considero que es mi obligación informar a mis pacientes de las pautas alimentarias que les pueden perjudicar o beneficiar para su patología concreta. Por desgracia en la sanidad pública no lo podía hacer con todos los pacientes, y no todos los pacientes quieren y/o pueden hacer caso de los consejos que les pueda aportar, pero… esto es lo que DEBERÍA ser. Es mi opinión personal, discutible como todo, claro.

Lamentablemente, no hay nutricionistas en muchos hospitales ni desde luego tampoco en los Centros de Salud. Alguno habrá pero muchos menos de los que debería. Vaya, igual que debería haber en la sanidad pública MUCHOS más psicólogos, y por supuesto fisioterapeutas, CAFD, logopedas, podólogos, odontólogos, y claro, también más enfermeras, auxiliares, celadores, etc. Los médicos especialistas en Endocrinología y Nutrición tienen muchísimo trabajo con las patologías endocrinológicas, y sus consultas suelen tener una duración más breve. Por lo demás, la inmunonutrición por ejemplo no es aún una subespecialidad muy trabajada en los programas formativos de los MIRes de esta especialidad, que yo sepa (que me corrijan si está cambiando).

Así nos va, la salud de nuestros pacientes y de la población supuestamente sana (la mayoría probablemente premórbida), cuando se les atiende “a la pata coja y con los brazos atados a la espalda” por esa falta de profesionales que permitan una verdadera atención multidisciplinar.

Quiero confiar en que el futuro será mejor. Mi granito de arena de momento lo he dejado por escrito en mi e-book.

Agradezco a Nutribiótica el haber creado este e-book: los textos son míos, pero la maquetación, las imágenes, el diseño,… ¡yo no sabría hacer algo tan chulo a nivel visual! En en #NBlog tenéis muchísimos artículos divulgativos sobre la microbiota; por ejemplo, un artículo escrito por mi amiga y compañera la doctora África Villarroel sobre Alimentación, microbiota e inmunidad. ¡Os lo recomiendo para seguir aprendiendo!

La entrada Alimentación prebiótica y antiinflamatoria se publicó primero en drasariarponen.com.

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Published on November 15, 2020 12:22

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Sari Arponen
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