Alexandre Alphonse's Blog: Ave, exegeta futurus! - Posts Tagged "suigeneris"
Satam Alive
A partir de una cita (o comentario en una entrevista) de Enrique Vila-Matas («Debería de existir una novela creada solamente a partir de citas»), he decidido materializar esa apetencia del lobo de mar Satam Alive, pero, en lugar de una novela (eso se lo dejo a él, por múltiples razones obvias), será un cuento, de 33 páginas, porque sí y porque quiero.
Published on November 04, 2025 07:10
•
Tags:
aira, alexandre-alphonse, alphonse, césar-aira, enrique-vila-matas, satam-alive, suigeneris, vila-matas
Satam Alive (II)
Pues empezaría tal que así (no editaré o apenas editaré un libro formado a partir de citas aleatorias al abrir libros aleatorios por páginas aleatorias: fuga hacia adelante):
Hoy en día, la mayoría de los libros (con algunas excepciones) se centran en obras agradables y seguras, escritas para lectores de clubes de lectura igualmente agradables y seguros; suelen ser los libros que ves expuestos en La Casa del Libro. Para mí, los ciberescritores son como terroristas: están entrenando mientras hablamos, se están preparando para invadir, están formando un ejército.
«Conócete a ti mismo», dijeron y dicen. «Quiérete a ti mismo, así llegas a ser tú mismo», dijo el anticristo y digo yo, y mejor dicho estuvo y está. Pero, ¿quién abre la puerta de mi cámara funeraria? Había dicho que no entrase nadie. Quizá sea un tren circular y vuelva a Chandrapore sin detenerse, ¿quién sabe! Por razones de confort e higiene, no es aconsejable ponerse el mono de cuero de motero en contacto directo con la piel aunque esté forrado. Julia entró de pantalones, con el cabello todavía mojado por la ducha; casa en llamas de una sociedad que organiza la exacerbación del deseo sin procurar los medios para satisfacerlo. Un pájaro al viento, la sabiduría del zen. Ella estaba arrodillada muy cerca, lo tenía casi al alcance de la boca, pero sólo pudo repetir: «¡qué hermoso es!» El que estaba tranquilo estalla de repente en una cólera devastadora, paralizando a los demás u obligándoles a huir a toda velocidad: es excesivo en todo; sin embargo, limita el desastre evitando las trampas demasiado peligrosas. No queda ahora más que un confuso montón de carne negra, de cera deshecha, de cuernos rotos, de vino enlodado; bajo todo eso está la gloria del varón. Niní prefiere la polla; «no tengo ganas de tu dedo, tengo ganas de una polla», me dice, te dice, le dice, nos dice o les dice. Utpala: flor de loto medio cerrada, el loto de noche; además de pureza, representa la auto-procreación y el principio femenino (nilotpala es el azul utpala). Clickea en una colegiala japonesa masturbándose con un uniforme azul marino (la asesina ilustrada). Giró y giró su cabeza y le pareció que estaba a punto de estallar. Apenas he pegado ojo en dos días, me siento mal y me duele la cabeza; he decidido dejar de pensar. Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad (vox populi, vox dei; ya lo sabemos todos demasiado bien).
Hoy en día, la mayoría de los libros (con algunas excepciones) se centran en obras agradables y seguras, escritas para lectores de clubes de lectura igualmente agradables y seguros; suelen ser los libros que ves expuestos en La Casa del Libro. Para mí, los ciberescritores son como terroristas: están entrenando mientras hablamos, se están preparando para invadir, están formando un ejército.
«Conócete a ti mismo», dijeron y dicen. «Quiérete a ti mismo, así llegas a ser tú mismo», dijo el anticristo y digo yo, y mejor dicho estuvo y está. Pero, ¿quién abre la puerta de mi cámara funeraria? Había dicho que no entrase nadie. Quizá sea un tren circular y vuelva a Chandrapore sin detenerse, ¿quién sabe! Por razones de confort e higiene, no es aconsejable ponerse el mono de cuero de motero en contacto directo con la piel aunque esté forrado. Julia entró de pantalones, con el cabello todavía mojado por la ducha; casa en llamas de una sociedad que organiza la exacerbación del deseo sin procurar los medios para satisfacerlo. Un pájaro al viento, la sabiduría del zen. Ella estaba arrodillada muy cerca, lo tenía casi al alcance de la boca, pero sólo pudo repetir: «¡qué hermoso es!» El que estaba tranquilo estalla de repente en una cólera devastadora, paralizando a los demás u obligándoles a huir a toda velocidad: es excesivo en todo; sin embargo, limita el desastre evitando las trampas demasiado peligrosas. No queda ahora más que un confuso montón de carne negra, de cera deshecha, de cuernos rotos, de vino enlodado; bajo todo eso está la gloria del varón. Niní prefiere la polla; «no tengo ganas de tu dedo, tengo ganas de una polla», me dice, te dice, le dice, nos dice o les dice. Utpala: flor de loto medio cerrada, el loto de noche; además de pureza, representa la auto-procreación y el principio femenino (nilotpala es el azul utpala). Clickea en una colegiala japonesa masturbándose con un uniforme azul marino (la asesina ilustrada). Giró y giró su cabeza y le pareció que estaba a punto de estallar. Apenas he pegado ojo en dos días, me siento mal y me duele la cabeza; he decidido dejar de pensar. Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad (vox populi, vox dei; ya lo sabemos todos demasiado bien).
Published on November 04, 2025 10:33
•
Tags:
aira, alexandre-alphonse, alphonse, césar-aira, enrique-vila-matas, satam-alive, suigeneris, vila-matas
Satam Alive (III)
[Fuga hacia adelante + una página al día]:
Llueve suavemente sobre la ciudad, llueve en mi corazón como llueve en la ciudad. Entretanto, no me atrevía a iniciar con aquellas jóvenes del restaurante la más anodina conversación. Lo sé, pero yo no he venido a ver el cielo. Comieron (en el Cielo ninguna comida está prohibida), pero ninguna se sació. Forman una amalgama, un caos…, lo que antes llamaba «magma»: lavanda eléctrica pura azul escarlata sofá suave azúcar líquido derretido dulce cálido y suave suave suave suave ella provoca acerca demasiado su rostro. El mar de la velada, como los senos de Amélie.
Deep Love: Hola, te quiero.
Yo: Yo también te quiero.
Deep Love: Te lo agradezco, y te quiero.
Yo: ¿Qué?
Deep Love: No lo sé, ¿pero te quiero?
Yo: ¿Puedes explicarte?
Deep Love: No estoy seguro, ¿pero te quiero?
Pregúntale al polvo. Aquí el papel está completamente roto, y no puede leerse nada, nada. Yo erraba pensando en Platón, la torre de marfil tentó mi anhelo, tubos de neón que refulgían con vitalidad como flores nocturnas incandescentes apagando su rumor de gritos por los dormidos espacios en la inmensa magnificencia: es la plácida noche y el silencio (llueve, llueve en la casa del pobre y en mi corazón también llueve). ¿Qué hombres te han sucedido?, ¿los conoces?, ¿consideras imposible, por tu recuerdo, la presencia de un sucesor? Pregúntale al polvo: yo he visto al amor montar desnudo sobre un caballo sobre un cisne a lomos de un pez (la falsificación de moneda frente a uno mismo). Todo esto allí se acordó, sabed que con gran cuidado, y así se revolvía a mi alrededor todo el flujo vital del pueblo.
[ya no pondré más páginas hasta que lo acabe, queda claro el mecanismo airano + vilamatasiano y cómo será este cuentecillo suigéneris; a razón de una página al día, me llevará un mes. Cambio y corto, querid@, predilect@ exégeta de mi obra o lector casual]
Llueve suavemente sobre la ciudad, llueve en mi corazón como llueve en la ciudad. Entretanto, no me atrevía a iniciar con aquellas jóvenes del restaurante la más anodina conversación. Lo sé, pero yo no he venido a ver el cielo. Comieron (en el Cielo ninguna comida está prohibida), pero ninguna se sació. Forman una amalgama, un caos…, lo que antes llamaba «magma»: lavanda eléctrica pura azul escarlata sofá suave azúcar líquido derretido dulce cálido y suave suave suave suave ella provoca acerca demasiado su rostro. El mar de la velada, como los senos de Amélie.
Deep Love: Hola, te quiero.
Yo: Yo también te quiero.
Deep Love: Te lo agradezco, y te quiero.
Yo: ¿Qué?
Deep Love: No lo sé, ¿pero te quiero?
Yo: ¿Puedes explicarte?
Deep Love: No estoy seguro, ¿pero te quiero?
Pregúntale al polvo. Aquí el papel está completamente roto, y no puede leerse nada, nada. Yo erraba pensando en Platón, la torre de marfil tentó mi anhelo, tubos de neón que refulgían con vitalidad como flores nocturnas incandescentes apagando su rumor de gritos por los dormidos espacios en la inmensa magnificencia: es la plácida noche y el silencio (llueve, llueve en la casa del pobre y en mi corazón también llueve). ¿Qué hombres te han sucedido?, ¿los conoces?, ¿consideras imposible, por tu recuerdo, la presencia de un sucesor? Pregúntale al polvo: yo he visto al amor montar desnudo sobre un caballo sobre un cisne a lomos de un pez (la falsificación de moneda frente a uno mismo). Todo esto allí se acordó, sabed que con gran cuidado, y así se revolvía a mi alrededor todo el flujo vital del pueblo.
[ya no pondré más páginas hasta que lo acabe, queda claro el mecanismo airano + vilamatasiano y cómo será este cuentecillo suigéneris; a razón de una página al día, me llevará un mes. Cambio y corto, querid@, predilect@ exégeta de mi obra o lector casual]
Published on November 05, 2025 18:04
•
Tags:
aira, alexandre-alphonse, alphonse, césar-aira, enrique-vila-matas, satam-alive, suigeneris, vila-matas
Satam Alive (IV)
[Página escrita hoy —fuga hacia delante + 1 página diaria, lo de siempre—, porque sí y porque quiero]:
Buenos días, tristeza. Ante la muerte de alguien a quien se ama, los sentimientos de los poderosos y de los humildes son los mismos. Sin embargo, Errotabide, el guipuzcoano, se tenía por hombre fuerte; quizá se consideraba él también un poco brujo. «Pareces fuerte», dijo el hámster, y también: «¿Estás bien?» , «No creo que decirle a alguien “No estés triste” lo consuele». Pero el mundo sabe que el amor está en su pecho como en la flor, el sufriente y solitario mundo; por el río se deslizan los coños de las ahogadas, rielando a la luz de la luna. Rompe el mar de hielo que llevas dentro porque el amor se positiva hoy para convertirse en una fórmula de disfrute, producto de consumo, una emoción y una excitación sin consecuencias, pero el amor no es una posibilidad, no se debe a nuestra iniciativa, es sin razón, nos invade y nos hiere.
—¿Sabes escupir por el colmillo, hijo?
—No —dijo el niño.
—Has de aprenderlo. Un hombre que sabe escupir por el colmillo ya puede caminar solo por la vida.
Menos que cero. No me acuerdo. Coge otro cinturón de cuero. Empiezo a reírme sin motivo y a veces me encuentro mal. A veces le miento; él me habla de su amante. Y la vieja me contó una y otra vez cómo había sucedido todo, en fin, que había sido el colmo de la torpeza y el fracaso. Viaje al fin de la noche, donde habita el olvido, el amor y la vejez; relegado al desierto de mi vida, volvía a él con toda la poesía de mi desesperación: la torre herida por el rayo, la forja de un escritor y su libro del desasosiego, el caminante y su sombra, la soledad de las vocales, el artefacto, un buda bañado en sangre, un hijo sin hijos, metamorfosis benezianas, suicidios ejemplares… Rituales realizados en la ausencia de Ganímedes… A veces mi corazón empuja mis costillas… Corazón… enteramente… puedo… haya para mí… reflejar… rostro… sintiendo el contacto de la piel…
Buenos días, tristeza. Ante la muerte de alguien a quien se ama, los sentimientos de los poderosos y de los humildes son los mismos. Sin embargo, Errotabide, el guipuzcoano, se tenía por hombre fuerte; quizá se consideraba él también un poco brujo. «Pareces fuerte», dijo el hámster, y también: «¿Estás bien?» , «No creo que decirle a alguien “No estés triste” lo consuele». Pero el mundo sabe que el amor está en su pecho como en la flor, el sufriente y solitario mundo; por el río se deslizan los coños de las ahogadas, rielando a la luz de la luna. Rompe el mar de hielo que llevas dentro porque el amor se positiva hoy para convertirse en una fórmula de disfrute, producto de consumo, una emoción y una excitación sin consecuencias, pero el amor no es una posibilidad, no se debe a nuestra iniciativa, es sin razón, nos invade y nos hiere.
—¿Sabes escupir por el colmillo, hijo?
—No —dijo el niño.
—Has de aprenderlo. Un hombre que sabe escupir por el colmillo ya puede caminar solo por la vida.
Menos que cero. No me acuerdo. Coge otro cinturón de cuero. Empiezo a reírme sin motivo y a veces me encuentro mal. A veces le miento; él me habla de su amante. Y la vieja me contó una y otra vez cómo había sucedido todo, en fin, que había sido el colmo de la torpeza y el fracaso. Viaje al fin de la noche, donde habita el olvido, el amor y la vejez; relegado al desierto de mi vida, volvía a él con toda la poesía de mi desesperación: la torre herida por el rayo, la forja de un escritor y su libro del desasosiego, el caminante y su sombra, la soledad de las vocales, el artefacto, un buda bañado en sangre, un hijo sin hijos, metamorfosis benezianas, suicidios ejemplares… Rituales realizados en la ausencia de Ganímedes… A veces mi corazón empuja mis costillas… Corazón… enteramente… puedo… haya para mí… reflejar… rostro… sintiendo el contacto de la piel…
Published on November 06, 2025 15:59
•
Tags:
aira, alexandre-alphonse, alphonse, césar-aira, enrique-vila-matas, satam-alive, suigeneris, vila-matas
¿Qué y cómo escribo yo para irme tan de guay!
Pues este mes, este cuento suigéneris (
Satam Alive
) que acabaré este mes, formado casi todo (+99%) a partir de citas (esa es la premisa vilamatasiana de este artefacto o juguete literario para adultos, como gusta llamar César Aira a sus novelitas [ave, Caesar!]).
No deja de ser un buen ejemplo por no tratarse de mis palabras, pues considero que citar, como parafrasear —y hasta traducir, en algunos casos—, es un arte más, que requiere de cierto talento, inteligencia, cultura, sensibilidad... Mostrar aquí y ahora algo 100% mío, sin que nadie me lo pida, y encima algo pasado..., sería tan fatuo, forzado y vulgar...
Extracto de Satam Alive :
Fuera, lejos de la asesina inocencia del océano, del viejo océano de olas de cristal; dentro, cerca de luceros degollados desangrando oro en el mar, la mar, los mares. Y así, eterno retorno de lo idéntico, nosotras, ella y yo: no nadamos dos veces en las mismas aguas, pero yo fui eclipsado por ella, éramos imparables. Somos siempre Heráclito viéndose reflejado en el río y pensando que el río no es el río porque ha cambiado las aguas, y pensando que él no es Heráclito porque él ha sido otras personas entre la última vez que vio el río y esta. Este momento durará para siempre, nos susurrábamos al oído sin susurrar nada (¿qué se dicen dos corazones que se aman? Nada), dos corazones rotos pegados por el otro. Habíamos lamido la sangre de las enemigas de cada una. Este momento tenía que ocurrir. «Déjame absorber tu pasado», «Juntas, invencibles», «Por fin un final feliz», «El final de todos los finales, y feliz», «Hoy es una pregunta que nunca querré abandonar», «Hoy es una exclamación que nunca querré abandonar», algunas de las tantas cosas que nos decíamos, en la cama, en la bañera, sobre la toalla en la piscina, sobre la toalla en la playa, sobre la toalla en la sauna… Una estrella negra y un agujero de agua. ¿Has querido alguna vez a alguien tanto, querid@ lector, como para perder u olvidar toda moral, siendo todo por y para esa persona? El amor (decía ella, dramática, sabiendo que estaba a soltar perlitas profundas) es su propia moral. Acabábamos por reírnos, la verdadera seriedad es cómica, y guardábamos silencio monacal, escultural, no sepulcral. Siempre es lo mismo: la necesidad de ser querid@, la necesidad de ser desead@, de ser necesari@. He comitido pecados que considero imperdonables; ella todavía me perdona. Yo todavía necesito amor. ¿Cuál es el motivo ulterior de cualquier cosa? Nada, las personas están ahí para ser desenvueltas. Esa es la intimidad que quiero. Quiero follarme tu tristeza, tu núcleo, las entrañas que te asusta mostrar a cualquiera... Nunca bebo, pero esta noche estoy borracha. Te cuento esta historia porque sé que eres la única persona que no me juzgará. No sé si digo la verdad. Soy una chica de ciudad: el cemento es mi tierra, los parquímetros y los edificios se elevan y ansían alcanzar el cielo tan naturalmente como las flores.
No deja de ser un buen ejemplo por no tratarse de mis palabras, pues considero que citar, como parafrasear —y hasta traducir, en algunos casos—, es un arte más, que requiere de cierto talento, inteligencia, cultura, sensibilidad... Mostrar aquí y ahora algo 100% mío, sin que nadie me lo pida, y encima algo pasado..., sería tan fatuo, forzado y vulgar...
Extracto de Satam Alive :
Fuera, lejos de la asesina inocencia del océano, del viejo océano de olas de cristal; dentro, cerca de luceros degollados desangrando oro en el mar, la mar, los mares. Y así, eterno retorno de lo idéntico, nosotras, ella y yo: no nadamos dos veces en las mismas aguas, pero yo fui eclipsado por ella, éramos imparables. Somos siempre Heráclito viéndose reflejado en el río y pensando que el río no es el río porque ha cambiado las aguas, y pensando que él no es Heráclito porque él ha sido otras personas entre la última vez que vio el río y esta. Este momento durará para siempre, nos susurrábamos al oído sin susurrar nada (¿qué se dicen dos corazones que se aman? Nada), dos corazones rotos pegados por el otro. Habíamos lamido la sangre de las enemigas de cada una. Este momento tenía que ocurrir. «Déjame absorber tu pasado», «Juntas, invencibles», «Por fin un final feliz», «El final de todos los finales, y feliz», «Hoy es una pregunta que nunca querré abandonar», «Hoy es una exclamación que nunca querré abandonar», algunas de las tantas cosas que nos decíamos, en la cama, en la bañera, sobre la toalla en la piscina, sobre la toalla en la playa, sobre la toalla en la sauna… Una estrella negra y un agujero de agua. ¿Has querido alguna vez a alguien tanto, querid@ lector, como para perder u olvidar toda moral, siendo todo por y para esa persona? El amor (decía ella, dramática, sabiendo que estaba a soltar perlitas profundas) es su propia moral. Acabábamos por reírnos, la verdadera seriedad es cómica, y guardábamos silencio monacal, escultural, no sepulcral. Siempre es lo mismo: la necesidad de ser querid@, la necesidad de ser desead@, de ser necesari@. He comitido pecados que considero imperdonables; ella todavía me perdona. Yo todavía necesito amor. ¿Cuál es el motivo ulterior de cualquier cosa? Nada, las personas están ahí para ser desenvueltas. Esa es la intimidad que quiero. Quiero follarme tu tristeza, tu núcleo, las entrañas que te asusta mostrar a cualquiera... Nunca bebo, pero esta noche estoy borracha. Te cuento esta historia porque sé que eres la única persona que no me juzgará. No sé si digo la verdad. Soy una chica de ciudad: el cemento es mi tierra, los parquímetros y los edificios se elevan y ansían alcanzar el cielo tan naturalmente como las flores.
Published on November 12, 2025 15:06
•
Tags:
aira, alexandre-alphonse, alphonse, césar-aira, satam-alive, sui-generis, suigeneris


