Clara Tiscar i Castells's Blog, page 17
October 23, 2015
Nombre de Huracán d’oferta aquest cap de setmana
Des d’aquest divendres 23 d’octubre fins al diumenge 25 podràs trobar la versió electrònica en castellà del Nom dels Huracans a preu d’oferta. Si vols llegir Nombre de Huracán compra’l ja.
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September 24, 2015
Cómo conseguir lectores beta
Para un escritor conseguir opiniones de su novela debería ser una preocupación básica. Saber lo que piensan los lectgores debería ser algo obligatorio, como corregir las faltas de ortografía. El problema para muchos escritores es que no tienen lectores de confianza con quien intercambiar opiniones sobre sus libros. Normalmente son la familia y los amigos los primeros lectores de una novela y, bajo mi punto de vista, esto no es del todo positivo por varias razones.
La primera de ellas es que t...
Y antes de teclear… decide el formato en el que publicarás
Cuando escribí El Nom dels Huracans, la primera novela que he publicado (que no la primera que he escrito) todavía aspiraba publicarla en un canal tradicional. En aquellos tiempos, hace más de una década que la escribí, lo que se recomendaba era enviar el manuscrito a las editoriales y esperar un tiempo prudencial para obtener una respuesta antes de enviarlo a la siguiente. La razón de hacerlo así era que podían decirte que sí en dos editoriales (¡¡¡ja ja ja!!!) y entonces tener problemas.
El...
September 4, 2015
Errores en las novelas autopublicadas: los diálogos
Últimamente observo tres errores, formales, de manera habitual en los diálogos de las novelas autopublicadas. Además comentaré algo incorrecto que yo hago, y que hacen muchos, lo hago consciente de mi desobediencia, así que si lo hacéis que sepáis que es incorrecto. ¿Empezamos?
Los diálogos van precedidos de una raya, no de un guión
El guión es el más corto, el que se usa como signo de restar: –
La raya es el doble guión, o guión largo que es el que se debe usar para los diálogos: —
También tenemos el guión medio: –.
Los diálogos van con guión largo. Siempre. Lo que veo habitualmente en las novelas autoeditadas es que usan el guión corto, cuando tendrían que estar usando el largo.
Cada cosa que dice en voz alta un personaje va precedido de un guión largo (sin espacio entre el guión y la palabra) y los incisos del narrador, también. Esto es lo que yo hago incorrectamente, pues me gusta mucho más como queda el guión corto. De hecho algunos editores de texto lo substituyen automáticamente y a mí no me parece mal. Conste que si lo veis en mis novelas es algo que hago consciente y que sé que formalmente no es lo correcto. Pero bueno, desobedecer es una opción. Lo es cuando conoces la regla y decides saltártela, sino es una falta gramatical. ;D
Además del mal uso del guión la puntuación en los diálogos, que es complicada, se usa habitualmente de forma errónea, pero eso da para otra entrada bien larga.
Los pensamientos de los personajes no son diálogos
Lo que piensa un personaje y no dice en voz alta no es un diálogo. Lo puedes entrecomillar o no, depende de tu estilo narrativo. Supongo que lo más correcto es entrecomillarlo, pero a menudo el narrador omnisciente cuenta lo que piensa el personaje. La diferencia para entrecomillarlo o no es si el pensamiento que traslada es literal o no. Por ejemplo:
Marta va en el coche escuchando su canción favorita y pensando que todo le va bien, que hace un día bonito y está contenta.
O bien:
Marta va en el coche y mientras pone su canción favorita piensa: “Qué día tan bonito hace hoy, todo va bien, estoy contenta”.
La excepción que se me ocurre es que un personaje tenga un diálogo interior y lo observe, la típica escena de las películas del angelito y el diablo hablándote cada uno a una oreja diferente. En este caso tal vez usaría los diálogos y convertiría a esos personajes interiores en un personaje más de la novela.
Un diálogo siempre es un párrafo
¿Qué pasa cuando usas el punto y aparte? Que muchos procesadores de textos saltan una línea. Por tanto, cuando haces un punto y aparte en un diálogo para que empiece a hablar el siguiente personaje tienes una linea en blanco entre sus diálogos. Eso es incorrecto. Ocupa mucho más espacio del necesario, ralentiza la lectura y rompe el ritmo. No lo hagás. Considera, aunque tu procesador de textos no lo haga, que todo el diálogo es un párrafo y por tanto no hay huecos entre líneas, más allá del interlineado que usas para el resto de frases.
Un buen modo de trabajar es usar los estilos de párrafo, una herramienta muy útil que incorporan los procesadores de texto: pages, word, open office…
Si usas plantillas para novelas descargadas de Amazon, por ejemplo, verás que vienen con esos estilos predeterminados. Úsalos y te facilitará mucho la tarea, sobre todo a la hora de realizar cambios de forma rápida y controlada. Esto también me va a dar para otra entrada, así que si te interesa suscríbete al blog y la recibirás por mail en cuanto la publique.
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De qué hablamos cuando hablamos de formato
Hoy un post rapidito para introducir el concepto de formato, ya que toda idea debe ser formateada y de un mismo concepto pueden surgir formatos diferentes.
En anteriores artículos he hablado del formato del guión como forma de presentación. Formatear o dar formato es aplicar una serie de reglas, unas características concretas a un producto. En el caso de los guiones se habla de formato profesional a la presentación y disposición de las palabras sobre el papel.
No se escribe igual un guión de radio, que de entretenimiento televisivo, ficción televisiva, o cine. Es importante conocer el formato pero tampoco es algo que tenga que quitarte el sueño. Usa cualquier programa para escribir guiones y los podrás presentar en formato profesional, generalmente a la persona que lo reciba le dará igual uno que otro, siempre y cuando pueda diferenciar los encabezados de escena, los personajes, acotaciones y diálogos. Cuanto más estándar sea el formato más fácil será leer tu guión, por aquello de la costumbre. Pero el formato es mucho más que la distribución de las palabras en el papel o del uso de negritas. 
¿A qué nos referimos cuando hablamos de formatos televisivos?
Dice Gloria Saló en su libro ¿Qué es eso del Formato?[image error]
Técnicamente se podría decir que es el desarrollo concreto de una serie de elementos audiovisuales y de contenidos que conforman un programa determinado y lo diferencian de otros.
En mis palabras, es la idea adaptada a poder ser vista por una pantalla o escuchada en la radio. Una misma idea puede dar lugar a diferentes formatos. Por ejemplo piensa en buscar pareja, eso puede dar lugar a una serie de ficción, de género cómico, un drama, un mockumentary… O puede dar lugar a un programa de televisión en forma de Dating Show, por ejemplo. Digamos que es la forma de presentar la idea.
Después de tener la idea hay que pensar en el formato
Formatear significa, en primer lugar, adaptar la idea al medio en el que va a desarrollarse. No es lo mismo escribir para el cine que para la televisión. Y no es lo mismo la ficción que el entretenimiento, insisto en que una misma idea puede dar lugar a productos muy diferentes en función del formato escogido.
Otra opción es pensar en un formato directamente, pero siempre vas a necesitar una idea, un tema. Eso será lo que marque la diferencia entre tu producto y otros que pertenezcan al mismo género y formato.
Título, formato y storyline
Las tres cosas básicas que necesitas para empezar a trabajar en un proyecto son el título, el formato y el storyline. Vale, el título puede que no sea imprescindible para empezar a trabajar en ello, pero cuando vayas a venderlo estas tres cosas son las primeras que van a mirar. Si no encaja el formato con lo que se busca y la storyline no engancha, probablemente no se miren el resto del dosier o de la ficha de venta. El título es necesario para diferenciar tu producto de otro, y ya sabemos la importancia que tienen los títulos, puede ser totalmente decisivo para que alguien abra la primera página y lea o simplemente para que baje la vista hasta la segunda línea y vea el formato y la storyline.
Junto al formato es necesario indicar el tiempo que dura el programa y su frecuencia. Por ejemplo: sitcom, 22′ (13 episodios). O bien: telenovela 45 minutos, diaria.
En próximos artículos hablaré sobre cómo pensar formatos, qué elementos los conforman o cómo etiquetarlos cuando parecen una fusión de varios formatos distintos.
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September 3, 2015
¿Autopublicas? Pide ayuda para corregir
¿Has terminado de escribir un libro? ¡Felicidades! Ahora tómate un descanso, unas vacaciones, dedícate a otras cosas… lo que sea, pero deja este proyecto unos días para poder desconectar y trabajar mejor a la vuelta.
Pide ayuda a alguien para que te eche una mano revisando tu manuscrito. Asegúrate de que es una persona con buena solvencia ortográfica y gramatical. Corregirse a uno mismo es muy difícil, a mí me resulta casi imposible hacerlo, hacerlo bien es una utopía. Aquí van las razones por las que creo que nadie debería corregirse a sí mismo.
Pide ayuda para revisar
1. El cerebro no funciona igual con los textos propios
Está comprobado, seguro que te ha pasado alguna vez que revisas y revisas y cuando por fin lo das por terminado, otra persona lo lee y encuentra una falta nada más empezar. Pasa escribiendo en los blogs, en los que no te queda más remedio que corregirte a ti mismo (aunque muchos no se molesten en hacerlo). Te avisan del error y alucinas con no haberlo visto. Seguro que te resulta familiar la sensación.
Por lo visto está comprobado científicamente (creo que es algo que se puede comprobar fácilmente) que el cerebro no procesa la información del mismo modo cuando el texto es tuyo. Tú lo has escrito y ya sabes lo que pone por lo que no haces una lectura igual de profunda que cuando lees textos de los demás. Y parece ser que ni siquiera lees el 100% de lo escrito, el cerebro se salta partes.
Para evitar que esto pase todo el mundo recomienda tomarse un descanso entre la escritura y la corrección. Si es una novela en la que has pasado horas y que has escrito y reescrito cada página varias veces, necesitarás mucho más tiempo para poderlo revisar que un artículo en un blog. Para los blogs creo que es una buena idea dejar los artículos preparados con antelación y el día que quieras publicarlos los relees y corriges. Yo suelo dejarlos programados y lo primero que hago por la mañana es echar un vistazo a las programaciones de los blogs para corregir artículos.
Si se trata de una novela necesito bastante tiempo de desconexión antes de poder hacer una primera corrección. Siempre hago una primera y una segunda corrección antes de pasárselo a otra persona para que busque las faltas y errores que se me hayan pasado.
2. Puedes no tener las competencias necesarias
Eres escritor, o redactor, y se supone que escribes bien, que has leído mucho y que tienes mucha más competencia que muchas otras personas. Pero no siempre es así. He leído libros autopublicados en los que usaban palabras que no significaban lo que pretendían o que confundían haber con a ver. Esto son errores graves, pero los hay mucho más sutiles que se te pasarán por alto como acentos en interrogativas indirectas, que es uno de los fallos que más observo.
Contar con alguien que tenga mucha más competencia que tú es algo bueno. Ni te sientas mal por ello ni nada parecido, cada uno se dedica a lo que se dedica y es por ello que la figura del corrector, y la del editor, son importantes. En estos días de libros autopublicados puede ser complicado que encuentres dinero para pagar un corrector profesional, pero vale la pena pedírselo a alguien que no seas tú. Si es profesional mejor que mejor.
Yo personalmente desconfío de los precios demasiado baratos, es posible que si encuentras un corrector que te cobra un 10% de lo que cobran los demás, no le dedique el mismo tiempo ni tenga las mismas capacidades. Pero puedes encontrar a alguien que haya estudiado y no tenga experiencia, con lo que podéis ajustar el precio y esa persona adquiere experiencia. No aconsejo regatear con los precios ni pretender que alguien trabaje gratis, dejando las razones humanas de lado, como he dicho antes, cuando te pagan una miseria tienes que hacer mucho más trabajos para llegar a final de mes, y eso se nota en la calidad del trabajo.
Sea o no sea un corrector profesional es imprescindible que tu libro lo revise otra persona.
3. Es inevitable reescribir
Hace poco llevé a cabo la traducción de mi primera novela El Nom dels Huracans[image error], no era la primera vez que me enfrentaba a la traducción de una novela, pero al ser la mía me di cuenta de que es muy difícil no cambiar cosas. Con la novela de otra persona no juzgas. Te limitas a traducir sus palabras lo mejor posible, buscas las mejores palabras para el ritmo que tiene la novela en el lenguaje original y poco más, si es que eso es poco. Si alguien usa un lenguaje básico no vas a enriquecérselo en la traducción, ni vas a cambiar el ritmo de una narración, por lo menos no de forma voluntaria.
Pero, ¡ay! si es tu trabajo siempre ves cosas que podrían mejorar, que podrías corregir, cambiar, eliminar, ¡eliminar!. Así que me vi con los dos documentos abiertos y con los cambios que había hecho en la versión en castellano me iba a la versión original, en catalán, y los igualaba. La novela ya estaba corregida y editada, así que imagínate… deja pasar el tiempo de nuevo antes de poder corregir… Y aún y así estoy segura que habrá cosas que cambién en castellano y que no son exactamente así en catalán.
Por supuesto que puedes corregir y reescribir a la vez, pero eso te llevará a necesitar una nueva corrección y por tanto a dejar pasar el tiempo de nuevo… ¿Cuántas reescrituras son necesarias hasta dar un proyecto por acabado? Me temo que eso da para un nuevo artículo, así que ya tengo trabajo para los próximos días.
¿Dime, cómo corriges tú tus trabajos? ¿Te resulta fácil corregirte a ti mismo?
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7 razones para ver “Grace and Frankie”
Si vas al día de las series que se emiten el verano es un buen momento para ver otros productos a los que no has prestado atención durante el resto del año, así que mi serie de este verano ha sido Jane the Virgin, de la que hablaré la semana que viene. Justo antes de verano vi casi del tirón la primera temporada de Grace and Frankie.
Es una sitcom, por lo que es casi de obligado visionado para mi, me gustan mucho las sitcoms de 20 minutos, pero también veo las de 30 sin quejarme. Esta primera temporada de Grace and Frankie está producida por Netflix y protagonizada por, , y .
1. Es una sitcom
Ya lo he dicho antes, me gusta el género, por lo que suelo dar oportunidad a todas las nuevas series de este tipo. Reírse siempre viene bien, el humor es muy necesario y me hace pasar un buen rato sin pensar en políticos, economía ni nada aburrido y preocupante. Así que por ser una sitcom ya es una razón suficiente para verla.
2. Tiene una buena premisa
Sol y Robert son socios desde hace muchos años, están enamorados el uno del otro en secreto, hasta que deciden dejar a sus mujeres, Grace y Frankie, para empezar una historia de amor. Dos señores de la tercera edad saliendo del armario me parece una premisa potente, divertida y que da mucho juego. Además, como es totalmente lógico y necesario, sus esposas no se soportan.
3. Choque de personalidades opuestas
Después de ser dejadas por sus respectivos maridos, Grace y Frankie, que son dos polos opuestos se ven en la necesidad de vivir juntas en la casa de la playa. Grace es estirada, pija, elegante y muy preocupada por su imagen mientras que Frankie es muy hippy y dispuesta a experimentar con todo.
4. La tercera edad
Me gusta ver a Jane Fonda, (un poco sobre actuada en ciertos momentos) y a Lily Tomlin. Me gusta que las series tengan protagonistas de edades diferentes y que sean aptas para un público más joven. Crecí viendo a Las Chicas de Oro y ese es el tipo de “gente de la tercera edad” que me gusta ver en la ficción. A veces da la sensación de que a partir de cierta edad nos encerramos en casa, ellas salen de fiesta, ligan, practican sexo… Ya va siendo hora de que se hable sin tapujos de esta generación.
5. La produce Netflix
Todo lo que he visto hasta el momento producido por Netflix me ha gustado. Así que también es una buena razón para darle una oportunidad. La producción está muy cuidada y los guiones tienen puntos muy buenos.
6. No falta la TSNR
Por supuesto, si eres de los que disfruta viendo los problemas y tensiones entre dos personajes que se atraen pero que no pueden o no quieren estar juntos, en esta serie no faltan. Le dan un poco más de vidilla haciendo que sean los hijos de las dos protagonistas. Veremos qué pasa la temporada que viene.
7. Toca temas interesantes
Como decía en los puntos 2 y 4 me gustan los temas que tocan, por ejemplo el hecho de dejar a tu mujer por otra persona que no es otra mujer, sino otro hombre. Sus hijos quieren apoyarles, por supuesto, que tu padre salga del armario a su edad debe ser duro así que merecen apoyo. Pero ¿le apoyarían igual si dejar a su madre después de tener una aventura con otra mujer durante 20 años?
El tema del sexo y las relaciones después de la edad de jubilarte también está presente, aunque podrían profundizar un poco más en ello.
¿Mantener la amistad con tu pareja, una vez te ha dejado por otro hombre, o perder al amigo que te ha acompañado durante tantos años?
No sé si te parecen temas tan interesantes como a mí, pero son algo distintos a los que vemos habitualmente en las sitcoms, así que bienvenidos sean.
¿Y tú? ¿La has visto? ¿Qué te ha parecido?
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September 2, 2015
Tengo una idea, ¿ahora qué?
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Tener una idea es el primer paso imprescindible para empezar a escribir así, que ¡felicidades! Lo primero que tienes que hacer es estar contenta contigo misma. Refuerzo positivo, siempre, siempre, siempre, que esto de escribir es duro y solitario… Después de las palmaditas en el hombro, ¿cuál es el siguiente paso para que esta idea termine en forma de novela?
Algunos, muchos, creen que el siguiente paso es lanzarse a escribir la novela. No. Tampoco lo es hacer una sinopsis detallada de la historia. Por lo menos a mí no me funciona trabajar así. Lo que sigue ahora es dejar que la idea crezca. Sin prisas. Sin presiones.
Es un trabajo básicamente mental y de paciencia. Te vas a llevar tu historia a todas partes y vas a ir pensando en ella, en los acontecimientos que ocurren pero también en los personajes. Las primeras ideas no siempre son las mejores así que dale dos vueltas a cada impedimento que tienen tus protagonistas si es que ya los tienes claros. No es necesario en este punto tener clara la estructura de la novela. Basta con tener una idea y empezar a desarrollarla mentalmente.
No todas las ideas son buenas, tampoco las buenas ideas son todas ideales para ser ideas principales en una novela. En primer lugar tienes que dejar que la idea crezca. Llévatela a donde vayas, piensa en ella y averigua si da juego como para escribir 250 páginas sobre ella.
Las cosas que tienes que hacer antes de escribir nada
Bueno, puedes escribir la idea básica, una storyline de cinco líneas máximo y después dejar el boli para ponerte a trabajar mentalmente con esa idea durante el tiempo que haga falta.
No tengas prisa
Mi primer consejo es: tómate el el tiempo que haga falta. No puedo decirte si vas a hacer esto en dos días o en dos semanas. Puede que necesites dos meses o varios años. La idea tiene que crecer lo suficiente y tener buena forma en tu cabeza antes de desarrollarla sobre papel. Después será todo mucho más fácil, te lo garantizo.
Entiendo que creas que escribir es lo que tienes que hacer, pero en el fondo un escritor no es alguien que escribe sino alguien que inventa historias. Para poder escribirlas esas historias tienen que ser perfectas, cuanto más fantasees ahora y más profundices en tu historia mentalmente mejor preparada estarás para afrontar la siguiente fase, la planificación.
Hazte preguntas
Si sabes inglés es más fácil recordarlas 5 W y una H.
Who -> quién
What -> qué
Why -> por qué
Where -> dónde
When -> cuándo
How -> cómo
Crea a tus personajes
En mente, no hace falta que escribas nada todavía, piensa en ellos, cómo interactúan, cómo hablan, qué sienten, cómo son. Trata de ver el mundo con los ojos de cada uno de tus personajes. Deja que interactúen entre ellos, fantasea, sueña despierta, métete en la historia como si fueras uno más y juega con ellos a ver qué pasa. Hazles pasar por cosas que no saldrán en la novela, sólo para ver cómo reaccionan. Es un modo de conocerles más a fondo.
Investiga
Puede que necesites hacer algún tipo de investigación sobre el tema. Si escribes sobre la Edad Media y no eres un experto tendrás que leer y buscar información relacionada con el tema. No es algo exclusivo de épocas históricas sino de profesiones, países, tipos de personalidad… Investiga todo lo que necesites y deja que la nueva información vaya colocándose en tu ficción.
Cuando todo esto esté hecho ha llegado el momento de planificar. Escribirás, pero todavía no empezarás con la novela. En próximos artículos te cuento cómo llevar a cabo la planificación antes de escribir.
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September 1, 2015
Los personajes deben ser fieles a sus principios
Cuando diseñas un personaje, ya sea un protagonista o héroe o su mayor enemigo tiene que ser fiel a sus tres principios durante todo el guión. Si cambian alguno de estos tres principios que sea por razones del guión y que el público vea y entienda. Si no, se enfadarán (con razón) y el personaje dejará de funcionar.
Los principios del personaje tienen que quedar claros desde el inicio y no pueden ser cambiados. Como decía, si los cambias sin justificación o explicación el personaje, y probablemente todo el guión, deje de funcionar.
Los personajes y sus tres principios
Qué quiere y qué necesita para conseguirlo
El primero de ellos es qué quiere el personaje. Da igual si es el bueno o el malo. Superman quería salvar el mundo, hacer el bien por encima de todo. Gargamel quiere atrapar a los pitufos. Drácula quería ampliar su secta vampírica. Supermán necesita su capa, Drácula necesita sangre y oscuridad.
Con qué cuenta el personaje
En el caso de un súper héroe estamos hablando de sus superpoderes: Supermán, tiene visión de rayos X, una fuerza sobrehumana y puede volar. Puede volar siempre y cuando lleve el traje puesto, no vamos a ver nunca a supermán volar sin su traje. Drácula tiene el poder de alimentarse de sangre simplemente o convertir a quien quiera si le succiona toda la sangre (iba así, ¿no?)
En caso de enemigos del protagonista, ¿cuáles son sus recursos? ¿Y los del protagonista?
Qué debilidades tiene
En el caso de Supermán la criptonita. En el caso de Gargamel que es un incompetente. Drácula no soporta la luz del sol, no puede ver las cruces y el ajo o la plata le matan.
Tienes que responder estas tres cosas de todos y cada uno de tus personajes. Ten en cuenta que el mundo o universo donde se desarrolla la historia también presentará una serie de características que no se pueden cambiar a lo largo del guión a no ser que esté justificado. Si debajo del agua los personajes no pueden respirar, a media peli no van a empezar a hacerlo. Si eso pasa que sea porque han descubierto una máscara que filtra el agua y deja pasar únicamente al oxígeno.
Da igual si estos principios son muy básicos o muy complejos. Tienes que tener claro que todas las características y debilidades de tu personaje tienen que ser las mismas durante toda la película. Los personajes crecen, evolucionan y cambian, si eso pasa, que en el caso del protagonista es totalmente recomendable, que sea a ojos del público. Generalmente de eso tratan los guiones, de cómo se ha producido un cambio.
No obstante, hay una serie de características que no vamos a poder cambiar: si un personaje no vuela no va a empezar a hacerlo y si no es una peli de súper héroes o de ciencia ficción no vamos a entender que un personaje vuele. Drácula no va a empezar a alimentarse de zumo de tomate, ni Gargamel va a hacerse amigo de los pitufos, no por mucho tiempo, por lo menos. Hay que mantenerse fiel a estos principios que estableces al inicio del guión y que el público acepta sin problemas. Pero no juegues con el público haciendo que el personaje vaya adquiriendo nuevas características a medida que las necesita. Ahí es cuando el público se siente estafado y no se cree la historia que le estás contando.
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Font: Soy Guionista
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Ventajas de asociar una canción a tu proyecto
Hace ya un par de años que realicé un taller de guión con Joaquím Oristell, en el que aprendí muchas cosas, entre ellas que cada proyecto tiene su canción. Hoy voy a analizar las ventajas de asociar una canción a tu proyecto, pero antes, veamos cómo elegir la canción.
Podría ser que la idea para el guión, o la novela, que quieres escribir haya surgido de una canción. Aunque sea así no es ni necesario, ni imprescindible, ni aconsejable que la canción de tu proyecto sea la misma que ha inspirado la idea.
Para ver si la canción que te ha inspirado tu historia es la que tienes que usar como canción del proyecto piensa en primer lugar qué es lo que ha hecho disparar la idea. ¿Una imagen del vídeoclip? Tal vez haya sido la letra. Puede que la melodía te haya tocado las emociones de una manera concreta y de ahí hayas viajado al universo de tu historia. Puede que tu historia no sea más que una excusa para explorar esas emociones.
Si la canción es lo que te hace conectar emocionalmente con la historia, no debes cambiarla. Si, por el contrario, ha sido únicamente la letra, el videoclip o cualquier otra cosa puedes elegir una canción que refleje mejor las emociones de lo que quieres contar. Puede que la canción cuente una historia desde un punto de vista triste y quieras explorar qué pasaría si contaras esa historia desde un punto de vista cómico, por lo que la original no te va a servir.
¿Qué buscamos en una canción para asociarla a un proyecto?
Emociones. Tono. Ritmo. Si tienes claro qué historia quieres contar, el ritmo que quieres que tenga, el tono en el que vas a narrar los hechos es mucho más fácil buscar una canción que te inspire lo que quieres transmitir. Para ello tendrás que conocer tus emociones y ser capaz de dejar que una canción te conecte con ellas.
Una canción puede ser melancólica, alegre, rápida, fresca, antigua… piensa qué adjetivos le pondrías a tu proyecto y qué canciones responderían adecuadamente a ellos. El proceso de búsqueda es divertido, igual lo tienes muy claro al principio, pero puede que te cueste horrores encontrar una canción que signifique para ti justo lo que quieres transmitir. Cuando la encuentres, escúchala, siéntela, piensa cómo responden tus personajes y su universo con ella.
Y después, antes de ponerte a escribir escúchala y conecta con ella.
Razones de usar la música para escribir
Como ya he explicado la principal razón de escuchar una canción y asociarla con tu proyecto es que transmite lo mismo que quieres transmitir tú con tu guión. Por lo menos a ti te lo hace sentir así. Si eres capaz de conectar con la canción, conectarás con el humor adecuado para escribir.
La canción se convierte en un punto de referencia, en la madalena de proust, en el olor que te transmite a tu infancia. Es justo lo que necesitas para hacer clic y entrar en tu universo particular.
Sirve de transición. La conexión puede que no sea automática, pero la canción dura unos minutos por lo que puedes escucharla relajada o animadamente, según necesites para conectar con el estado de ánimo que necesitas.
Te recuerda lo que buscas, lo que quieres escribir, qué tono tiene que tener, qué ritmo… Escucharla de forma habitual ayuda a que no pierdas eso de vista y que vayas comprobando si se ajusta a lo que decidiste hacer.
Además de sintonizar tu estado de ánimo perfecto puedes usar la canción en momentos en los que no escribes para pensar en tu proyecto y desarrollarlo en mente o planificar en papel, conectar con el estado de ánimo que quieres que tenga el proyecto es básico.
Para mí usar canciones es imprecindible, porque la música tiene el poder de hacerme olvidar, transportarme y cambiar mi estado de ánimo en nada y menos. Así que si eres como yo, usar música para definir las emociones y el tono de tu proyecto te resultará útil y placentero. Ya me contarás.
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